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servicios, cuya reciprocidad es la única que banse oficios claustrales los que se conferian puede afirmar la paz entre los hombres; y es á los religiosos para cuidar de la enfermeria, traduccion de la palabra latina officium, que sus- la sacristía, las limosnas y otros: prefecturas tituyó á efficium, del verbo efficere, hacer. De claustrales. A estos titulos iban anejas al aqui viene el que se dice que obra oficiosa-principio ciertas rentas; pero con el tiempo se mente el que hace las cosas con el celo é in- refundieron casi todos en las mesas de las terés que tendria si estuviera obligado á ello, abadías. y que se llama proceder de oficio á lo que se OFICIOS PUBLICOS. Se ha llamado en Espahace ya por las personas, ya por los tribuna-ña á ciertos cargos públicos, especialmente los les, en cumplimiento de los deberes de su municipales, à que tambien se dió el nomcargo. A esta idea esencial y fundamental ha bre de oficios de república. Hoy dia casi no unido el uso comun otra porcion de significa-se usa esta palabra, sustituyéndose la de carciones, aunque en realidad no tienen la me-go á la de oficio. De todos modos la locucion nor analogía con ella. Vamos à indicar algu-indicada es aplicable á todo empleo ó cargo nas de estas significaciones. establecido para el servicio del Estado.

OFICIO. Se llama en lenguaje vulgar al tra- OFICIO DIVINO. Se ha dado este nombre á bajo en que se emplean los artífices ó sea, á las oraciones públicas de la Iglesia que los fielas ocupaciones mecánicas, como son las del les han hecho en comun en todo tiempo para carpintero, herrero, sastre, zapatero y otros. rendir á Dios el tributo de alabanzas y acciones Asi cuando se dice «enseñar un oficio à un jó-de gracias que le son debidas. ven,» se entiende colocarlo en alguna de estas En opinion del erudito Fleuri, los monposiciones ó dedicarlo al ejercicio de uno de ges fueron los que ordenaron el oficio divino, estos artes. En otro tiempo habia entre nos-tal como se le conoce de mucho tiempo á esta otros leyes que regulaban este ejercicio, y que parte. Ellos, dice, introdujeron las horas de hoy no tienen vigor. Véase á este propósito prima y completas, las cuales en un principio el artículo GREMIO. no eran mas que unas oraciones domésticas OFICIO. Se llama asimismo á toda comuni-para principiar y concluir santamente el dia cacion que un funcionario público dirige á otra en cada familia cristiana ó en cada monasterio, autoridad ó persona, comunicándole alguna y Casiano atestigua que esta práctica era nueórden ó aviso perteneciente á su cargo ó em- va en su tiempo. Las oraciones públicas á que pleo. El oficio se caracteriza entre nosotros mas asistian los primeros cristianos, eran las doblando el papel por la mitad á lo largo, de de la mañana y tarde, que nosotros llamamos modo que se deja á la izquierda un márgen ahora laudes y vísperas. Parece que los maitan ancho como la parte que se ocupa escri-tines, á los cuales damos nosotros el nombre biendo, y concluye siempre con la fórmula de laudes à causa de los salmos de alabanza «Dios guarde á V. muchos años.» Usase de que se cantan en ellos, sucedieron al sacrificio este medio de comunicacion en todo asunto de la mañana que hacian los judíos en la ley público que pertenece al servicio del Estado, antigua. Las vísperas reemplazaron al de la de una corporacion ó de un establecimiento, tarde, y fueron instituidas para santificar el en que las personas se comunican, no por re-principio de la noche, dándose en algunas laciones de amistad, sino por las de los car-partes el nombre de lucernarium á la oracion gos que desempeñan, ó sea por las que les unen en la corporacion á que pertenecen. OFICIO. Se llama tambien á cierta clase de oficinas, especialmente á las que pertenecen al órden judicial ó á lá administracion de jus- San Clemente de Alejandría, Tertuliano y ticia, lo cual procede indudablemente de que San Cipriano, hacen espresa mencion de los estas instituciones están consagradas al servi-maitines y visperas, y de la tercia, sesta y cio y beneficio del público y de la sociedad. [nona, y tambien de la oracion de la noche, Asi se dice el oficio del juez, como sinónimo cuyas horas canónicas fueron instituidas con de su tribunal, de su despacho y tambien del ejemplos del Antiguo y del Nuevo Testamento. conjunto de deberes y obligaciones que le Unas y otras se contaban conforme à la cosimpone su posicion: asi tambien se llama tumbre de los romanos, que dividian el dia, oficio fiscal al ministerio fiscal ó MINISTERIO desde salir sol hasta ponerse, en doce partes PUBLICO (véase este artículo) y oficio del escri- |ú horas, iguales cada dia, pero desiguales, sebano á la oficina ó despacho de este y tam-gun estos eran mas o menos largos, y la nobien á la representacion en la administracionche en otras doce horas y cuatro partes, que de justicia. Oficio de hipotecas se denomina llamaban vigilias ó estaciones, porque tanto asimismo á la oficina donde se hacen los re-los pastores que guardaban los ganados, como gistros para la toma de razon y pago de los los soldados en la guerra, mudaban las guarderechos de este ramo. Véase sobre este asum- dias cuatro veces durante ella. De modo, que to nuestro artículo IPOTECAS. ademas de las cuatro vigilias de la noche, conOFICIO. En derecho canónico, era en otro taban la prima, ó primera hora (arreglándotiempo un beneficio sin jurisdiccion. Llamá-nos à los dias del equinoccio) à las seis de la

de las lámparas, porque á esta hora empezaban á encenderlas; y todavía se cantan algunos himnos que recuerdan la luz y la cena que seguia á esta oracion.

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OFICIO DIVINO

mañana; la tercia á las nueve; la sesta á medio dia, la nona á las tres; y las vísperas á las seis de la tarde.

Créese que en el siglo IV era comun que los fieles orasen en las cuatro principales vigilias de la noche; y de aqui vendrian tal vez los nombres de nocturnos que se dieron á los oficios de las tres primeras horas, y de laudes, que era la última vigilia de la noche. Poco á poco, sin embargo, se fué introduciendo la costumbre de unir estos cuatro oficios y rezarlos juntos á media noche ó al amanecer. El oficio de cada nocturno y de cada hora del dia solia constar de tres salmos ó de tres divisiones de salmos, porque los mas largos se dividian. En los oficios de la noche habia algunas lecciones del Antiguo ó del Nuevo Testamento, que se seguian con órden fijo en los libros sagrados, de modo que cada año se leia parte de ellos. En las horas diurnas debieron ser mas breves las lecciones; y tal vez por esto se denominaron capisella ó pequeños capítulos. En la regla de San Benito vemos ya el uso de los responsorios y de los versiculos Domine labia mea y Deus in adjutorium meum intende, con los cuales se comienza el rezo; y el de los cánticos tomados de la Sagrada Escritura. En ella se habla tambien del Te-Deum y de un himno para cada hora del rezo; pero debieron ser mas usuales los himuos en los oficios de maitines ó laudes y vísperas. El Gloria Patri se decia á la conclusion de cada salmo, y para mejor confesar la coeternidad de las tres divinas Personas, se añadia el sicut erat in principio. etc.

fervor de los primeros cristianos, la salmodia
dando para los monges y el clero. Los cléri-
y las oraciones públicas diarias fueron que-
gos de España debian asistir todos los dias á
maitines y visperas de la iglesia á que esta-
ban adictos, y en los dias de fiesta á todas
las horas canónicas; y en el territorio de la
provincia Tarraconense debia seguirse el rito
de la metrópoli, en cuanto á la misa y en el
rezo ó canto de los salmos.

El oficio de la Virgen ú Oficio parvo, lla-
mado asi porque se diferencia del comun
en que los salmos de las horas y completas
son diferentes y los maitines no tienen mas
que un nocturno, se cree instituido antes de
la primera cruzada para implorar la protec-
Tales son las noticias mas curiosas que he-
cion de la Virgen en esta espedicion.
mos encontrado sobre la historia y vicisitu-
des del oficio divino, cuyo objeto, desde los
tiempos mas remotos, no fué otro que el de
tributar culto à Dios en comun, alabarle y glo-
rificarle, cumpliendo en esto el hombre una
obligacion de gratitud inmensa para con el
que le dispensa tantos beneficios, y pagando
un tributo de admiracion justamente debido
al sublime y omnipotente autor de todo lo
creado. Añadiremos todavía sobre este punto
algunas indicaciones que leemos en el abate
Bergier, á quien podemos considerar como
una de las primeras autoridades de la época
presente en esta clase de materias.

El modo de celebrar el oficio divino, dice ó menor solemnidad de la fiesta, del misterio, el abate Bergier, varia conforme á la mayor Los salmos se cantaban de tres maneras ó del santo que se celebra: asi es que se codistintas: á veces por uno solo, callando los nocen los oficios solemnes de primera clase, demas: por todo el concurso á una voz, lo que los de segunda, los dobles, los semi-dodivididos los canto-bles y los simples. Cuando se canoniza á un se solia llamar sinfonia, res en dos coros y cantando alternativamente santo, se le señala un oficio propio, ó tomaun verso cada nno. Este método de cantar so-do del comun de los mártires, pontifices, doclia llamarse antifona; pero luego se dió este tores ó confesores, segun el estado en que nombre á los versículos que antecedian ó seguian á los salmos. Tamhien se vió algunas veces hacer un coro el clero y otro el pueblo, si bien con éste solia haber un clérigo, que lo guiaba y comenzaba los versos. El canto era sencillo y grave. Parece que en la iglesia de Milan introdujo San Ambrosio alguna melodia armoniosa, que se estendió por todo el Occi-mision, la Iglesia no les concede las rentas dente; y San Gerónimo se quejaba de que algunos cantores introducian estilos teatrales; abuso que procuró remediar San Gelasio, y que cortó de raiz San Gregorio Magno con su nuevo canto.

vivió, y la clase de muerte que tuvo: y asimismo cuando la Iglesia ha instituido nuevas festividades en los misterios, se ha compuesto un oficio propio para celebrarlos. Como los sacerdotes están obligados, por razon de su estado, á orar, no solo por sí mismos, sino tambien por los pueblos en que ejercen su

sino bajo la condicion de que han de cumplir este deber: si no los cumplen, los cánones mandan que se les prive de esta renta, y tarla. Asimismo impone la Iglesia á los clériídeclaran que no les pertenece ni deben disfruAtribúyese por algunos á San Gerónimo gos ordenados in sacris la obligacion de repor encargo del papa Dámaso, la distribucion zar el oficio divino todos los dias, no pudiende los salmos, los evangelios y las epístolas do omitirlo en todo ó en parte sin pecar grapor el órden que ahora tienen en el oficio di-vemente, á menos que tengan un poderoso vino. Los papas San Gregorio Magno y San motivo para dejar de hacerlo, como lo es una Gelasio añadieron las oraciones, los responsos enfermedad, ú otro género de imposibilidad y los versículos, y San Ambrosio los graduales fisica ó moral. y los tractos.

Entibiado con el trascurso del tiempo el

Segun Mr. Fleuri, cada unodebe ajustarse, en el modo de rezar el oficio público, al uso

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OFICIO DIVINO-OFICIOS ENAGENADOS

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de la iglesia en que reza, los que lo hacen en tólicos á los pocos años (en el de 1480.) Acuparticular no están obligados à observar con dieron celosos á procurar algun remedio á mal tanto rigor las horas y posturas que se guar- tan grave el mismo don Enrique IV (que tamdan en el coro. El oficio debe rezarse entero bien habia contribuido á aumentarlo), y algunos dentro de las veinte y cuatro horas, y esto de sus sucesores: templáronse, modificáronse basta; pero mas bien se deben anticipar las y revocáronse las donaciones injustas é inmooraciones que retardarlas, de modo que pue-tivadas; pero estas disposiciones debieron teden rezarse por la mañana todas las horas me-ner efecto en las mercedes de bulto y cuantía, nores, las vísperas inmediatamente despues como las de terrenos, ciudades, villas, juros y del medio dia, y desde las cuatro de la tarde demas, quedando sin reversion los oficios de los maitines para el siguiente. Cada uno debe escribano, ó porque ya no se reparó en ellos, rezar el breviario en la diócesis en que reside, ó porque no se consideraron de bastante imá menos que no prefiera rezar por el roma-portancia para tanto, ó por la natural incuria, no, del cual es permitido usar en toda la igle-abandono y desconcierto de aquellos dias, que sia latina. es lo que mejor creemos. OFICIOS ENAGENADOS. (Historia y adminis- » Ademas de las donaciones regias, introtracion.) Este asunto es de una triste celebri-dújose la venta de tales oficios, práctica pernidad en nuestra historia administrativa, y bien ciosa á mas no poder, y contra la que no cemerece que lo consagremos algunas palabras y saron de clamar varones de buen juicio y de demos á conocer lo que significa este nombre recta intencion: ella debió dar entrada en la en los anales de nuestro desbarajuste econó-clase de escribanos á cuantas personas se enmico de los siglos anteriores.

contraran con algunos poquísimos ducados de Entre los medios á que recurrió el gobier- que disponer; y como tan pocos eran los neceno español bajo la dominacion de la casa de sarios para la adquisicion de un oficio de esta Austria para reunir fondos con que hacer fren-naturaleza, quien no los tenia buscabalos á te al deficit del tesoro, fué uno el de enagenar precio usurario ó de cualquier modo, sabiendo por precio determinado muchos empleos y ofi- que adquiria con ellos una patente para comecios públicos que pasaron por juro de heredad ter desafueros él y sus hijos, ó los que los huá los hijos y sucesores de los que los habian biesen aun despues de sus dias. Siendo tan comprado. Arbitrio qne, como dice el señor Can- precaria la situacion de la generalidad en aquega Arguelles en su Diccionario de Hacienda, nolla época, estando las artes, la agricultura y podia compensar con sus rendimientos los el comercio desdeñados y en manos de los jugraves daños políticos y morales que ocasiona-dios casi esclusivamente, no quedando á los ba al Estado. cristianos otros medios de vivir sino la guerra,

Otro escritor contemporáneo, el señor Cer-los conventos ó la agricultura, el ser escribano vino, tratando de los oficios de la fé pública y dueño por juro de heredad de una escribaen España en una larga serie de artículos pu- nía era tener un mayorazgo ó una prebenda, blicados en una revista de jurisprudencia (1), y así creció tan prodigiosamente el número de traza sobre este asunto una breve y animada de los que se hicieron con ellas, creyendo pintura, que no podemos dispensarnos de re-ademas el gobierno que tales enagenaciones producir aquí. Ocupándose de las causas que no amenguaban el patrimonio del Estado, sino habian contribuido á la multiplicacion de estos al revés, puesto que podia ir creando oficios oficios en España, dice. «Un segundo motivo á sin tasa ni medida, como los creó en efecto dar ayuda y mas fuerza al que dejamos es- y para proporcionarse recursos, no por necesipuesto: este fué la enajenacion de oficios pú-dad ó utilidad de los pueblos. Entonces fué blicos. Desprendióse de ellos la corona, ce- cuando se enagenaron regidorías, alferezazgos diéndolos á particulares con una prodigalidad mayores, fiscalias de la justicia ordinaria, alguapasmosa, como si de lo suyo dispusiera, sin cilazgos mayores provincialatos de la hermanacordarse que aquello que donaba, malbarata- dad, contadurías de cuentas, cargos de padres de ba ó vendia no era suyo, sino del señorio del menores y de voz y voto en los ayuntamientos: reino, segun terminantemente dijo una ley luego los oficios de tasadores, repartidores, que ya tenemos citada en estos artículos. Fa-procuradores de tribunales: luego los de pemoso fué en el décimocuarto siglo el rey sador y fiel almotacen y otros de esta clase: don Enrique II, por las mercedes y donacio- luego los de superintendente de montes y plannes sin número ni causa, que se llamaron en- tios de la real armada, de alguacil mayor del riqueñas, del nombre del donante. Entre ellas Consejo de las Ordenes, del de Italia, y proveelas hubo de infinidad de escribanías, que toda-dor del de armadas y flotas de la carrera de Invía subsisten enagenadas del Estado, y que adquirieron los pretendientes de entonces tal vez por esquisitas y engañosas y no debidas maneras, como confesaban los mismos reyes Ca

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dias, todos ademas con sueldo anual y fijo que en 1825 se mandaba pagar aun por tesorería general. La desmoralizacion y desbarajuste gubernativo de su época, las causas de tal desconcierto, y su remedio tal vez, no se escaparon á la perspicacia de don Francisco de Quevedo y desembozadamente asestó los tiros

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OFICIOS ENAGENADOS

de su enérgica reprobacion contra las enagena- ¡ron en la consulta que dirigieron à S. M. «Desde ciones de que tratamos cuando dijo:

Perpétuos se venden

Oficios, gobiernos,

Que es dar á los pueblos
Verdugos eternos.

este año (el de 1640) se ha usado de diversos
arbitrios, ventas de oficios, alcabalas, baldíos,
realengos, sin 2.000,000 (de ducados) que con-
cedió el reino; se vendieron siete millones y
medio con sesenta y dos mil oficios, etc.» No
podia llegar el daño á mayor altura: el ejem-
plo de los gobernantes era contagioso, y en las
ciudades solian venderse las procuraciones de
cortes: perteneciendo este cargo á aquel de los

por suerte, muchos de estos cedian por precio
tan dificil, delicada y honorífica mision. Un
decreto del citado señor don Felipe IV, fe-
cha 11 de julio de 1660, remitido á la junta
de Asistentes de Córtes, principiaba de este
modo: «Debiendo venir á las córtes con los
poderes de las ciudades los procuradores que
ellas hubieren elegido, ó por eleccion

por

»Por privilegio de la reina doña Juanay servicio de maravedis se concedió en 1513 á todas las villas de Guipúzcoa la facultad de nom-regidores que era elegido, ó á quien tocaba brar sus escribanos. Ya no se vende ó se cede de oficio en oficio, sino por mayor, ó en junto, la facultad de nombrar escribanos en todas las villas de una provincia ó territorio. El privilegio citado está hoy comprendido en los fueros de aquella y confirmado por la ley de 25 de octubre de 1839 y real decreto de 4 de julio de 1844. Don Felipe II en 1573, mediante el servicio de 83,000 ducados que le hizo la ciu-suerte (segun la costumbre de cada una) la esdad de Sevilla, vendióle todas las escribanías periencia ha mostrado que no se ejecuta, por de su tierra y jurisdiccion, con la facultad de haberse dado lugar á que aquellos á quien nombrar servidores. Confirmóse esta por cédu- ha tocado la hayan cedido á otras personas, la de don Fernando VII en 21 de setiembre de aunque no sean regidores ni naturales de las 1832. En Cataluña y Mallorca se enagenó el mismas ciudades; de que han resultado incondominio útil de centenares de escribanías, re-venientes que se deben atajar, por las negociaservándose el Real Patrimonio ó el Estado (lociones y tratos que en esto pueden hacerse por cual aun no consta decidido) el dominio direc-las personas poderosas, que solicitan procurael beneficio público del reino, y de las mismas to, lo que dió luego origen á dudas y contro-ciones para sus fines particulares, y no para versias que han llegado hasta nuestros dias. »Al subir al trono de España la dinastía aus- ciudades por quien vienen, que es lo principal >> Cuando el Estado enagenaba un oficio pútriaca, continuó la perniciosa costumbre, in-porque yo debo mirar, etc.»> troducida en la edad media, de enagenar del Estado oficios inalienables por su naturaleza: blico solamente para durante los dias del comandando los tiempos el mal creció de una prador, ningun derecho mas que los adquirimanera pasmosa: tales enagenaciones llegá-dos hoy por el remate de una escribanía lleronse á mirar por los gobernantes como un re-gaba á adquirir aquel; pero como el interés curso útil y beneficioso; y poco debió faltar particular es tan ingenioso, pronto logró arpara que concluyera con el gobierno mismo rancar nuevas concesiones para ir haciendo aquello que por ventajoso arbitrio se tenia, y mas beneficioso y duradero su contrato. Unos, por buena manera de allegar medios de go- sin tener impedimento alguno, alcanzaron que bernar, y fondos con que atender á las necesi-se les diera un coadjutor, el cual, obtenida cédades de la nacion. En vano levantaban su vozdula, ejercia independientemente, y resultaban contra semejante práctica varones de autoridad con ello dos escribanos desempeñando un solo y conciencia, como don Francisco de Quevedo, oficio: otros, al encontrarse viejos ó enfermos, no alcanzaba á el maestro Fr. Juan Marquez, predicador del renunciábanlo en persona jóven y robusta; la mismo Felipe III, don Diego de Saavedra Fa-vida del servidor íbase haciendo eterna de esjardo y otros. El supremo poder del Estado se te modo, y la corona tardaba halló reducido á dar los nombramientos para recobrar la escribanía: otros, obtenian, á títucasi todos los oficios públicos, sin poder ele-lo de su oficio, licencia para ejercerlo donde gir personas, teniendo que espedir cédula pa- no hubiese escribano, ó lo que es igual, consera que los ejercieran á cada uno de los com-guian titulo de notarios. En vano las leyes iban pradores de los mismos: solo como un derecho prohibiendo uno por uno estos fraudes y artihonorífico nada mas, y como fórmula, se des- ficiosas maneras. Los interesados acudian ofrepachaban en nombre del rey los títulos de los ciendo un servicio, y por su mediacion se desempleos públicos. En los oficios de la fé pú-pachaban reales cédulas en que se consentian, blica, que aun subsisten enagenados de la co-ya la coadjutoria del hijo, ya la renunciacion cio, que á ella habia dado ocasion, ora final y rona, como por costumbre se dice, todavía del viejo moribundo, ora la notaría sin el ofisucede lo propio.

>> Unicamente en el trascurso de seis años, desembozadamente la perpetuidad del oficio no en una persona, sino en una familia, por en el reinado del señor don Felipe IV se vendieron sesenta y dos mil oficios. No lo deci-juro de heredad, y con facultad de nombrar mos nosotros: dijeronlo las córtes que se ce- teniente ó servidor cuando el propietario no lebraron en Madrid, año 1646, y lo consigna-pudiera ó no quisiera personalmente ejercerlo

1899 BIBLIOTECA POPULAR.

T. XXIX, 2

Este último privilegio le tenian implícito los | Son tan duros estos peces para morir que, oficios amayorazgados, y por equidad se concedia á las mugeres, á los menores de edad, á los que el derecho considera tales á veces, como los fátuos, locos, etc. >>

segun se dice, se les pueden arrancar las entrañas y cortarlos á pedazos sin que por eso mueran, y aun es preciso quitarles algunos trozos para impedirles que se muevan. Su carne que no es muy gustosa, es, sin embargo, tierna y fácil de digerir.

Si no temiéramos alargar demasiado los limites del presente articulo, todavía pudiéramos añadir otras muchas y muy curiosas noti- Se conocen sobre veinte especies de este cias que respecto á la venta de oficios de la género, todas ellas propias del Océano Indico. fé pública se contienen en los artículos del La única digna de citarse, es el oficéfalo caseñor Cervino, de donde tomamos los anterio- ruvé (ophicephalus punctatus de Block.) Tiene res; pero los omitiremos en obsequio á la bre- mas de 15 centimetros de largo; por encima vedad. Séanos permitido, sin embargo, dar á es de un blanco ceniciento con anchas fajas conocer aqui las mas notables de las enagena-negruzcas. Se encuentra en mucha abundanciones de oficios en España, indicando el capi- cia en los riachuelos y estanques de los alretal de la venta y réditos que producia la misma. dedores de Pondichery.

Renta.

Oficios.

Capital.

Canciller del Consejo de

Hacienda...

3.110,000

Alguacil mayor del Conse

jo de Aragon.

Id. del de Italia.

1.500,000
1.350,000

93,300 45,000 40,500

Proveedor de los ejércitos y flotas de Indias. . .

Tesorero gencral del Consejo de Italia. . . .

OFIDIOS. (Historia natural.) Orden de la clase de los REPTILES. Véase esta palabra y el artículo SERPIENTES.

OFITA. (Geologia.) Esta roca conocida en las artes con el nombre de serpentina á causa de sus colores salpicados como los de la piel de una culebra, y con el de porfido verde, está compuesta de una pasta de petrosilex anfiboloso verde en el que están diseminados 930,000 27,900 cristales de feldespato verdoso acompañados accidentalmente de anfibola, de cuarzo, etc. Se 902,000 27,060 distinguen dos variedades principales de esta

roca.

En el Diccionario de Hacienda del señor La ofita antigua. Este es el pórfido verde Canga-Argüelles de donde tomamos estos da-antiguo: pasta verde, compacta, homogénea, tos, se encuentra un estenso catálogo de estas sembrada de cristales de feldespato verdoso. ventas, en que se comprenden otros muchos destinos de menos valor.

La ofita variada. Pasta verde tirando á pardo, mas o menos granujienta con cristales La venta de oficios ha sido considerada por de feldespato verdoso. La ofita tal como acabalos economistas como un arbitrio gravosísimo mos de describirla es un verdadero pórfido, para un pais. Say lo reputa el peor de todos, y se encuentra en el terreno porfirico con las por el visible inconveniente de que no exigen otras variedades de la misma especie; pero la capacidad necesaria para el desempeño, si- existe en los Pirineos una roca diorítica á la no las riquezas, que no la dan. «Esto es lo que Palassou ha dado el nombre de ofita y que mismo, decia Platon, que si en una nave se desempeña en esta cadena un papel muy imnombrase piloto al mas rico.» Enérgica y bri-portante, papel que da que hacer y no poco llante frase, que dice por sí sola mas que cuan-á los geólogos y que no han llegado aun á to pudiéramos escribir nosotros sobre este comprender perfectamente. Segun Mr. Dufreasunto, y demuestra lo antigua que es en los hombres eminentes por su saber la conviccion de lo ruinosa que es para los paises una práctica semejante.

noy, la ofita de Palassou forma en los Pirineos montecillos aislados y redondeados, situados al pie de la cadena ó en los valles, á escepcion de algunos que se encuentran en el cenOFICEFALO. (Historia natural.) Género de tro. La ofita no ofrece los caractéres de una peces del órden de los acantopterigios, fami- roca eruptiva líquida; probablemente se levantó lia de los faringios labirintiformes creado por en masas pastosas, como la mayor parte de las Block. El carácter mas saliente de dichos pe- rocas plutónicas mas antiguas que los basaltos, ces, es la falta total de rayos espinosos en las y generalmente es muy difícil señalar sus nadaderas, esceptuando la espina de las ventra- relaciones inmediatas con las rocas entre las les. El cuerpo es largo; el hocico corto; la bo- cuales se halla. Rozet fué bastante feliz en ca hendida al través en la punta del hocico y haberla visto atravesar la caliza cretácea cerca ancha; tienen debajo de las branquias una de los baños de Siradam (Alto Garona.) Mr. Ducavidad dividida per láminas salientes y pro- frenoy opina que las calizas cretáceas de Saint pias para retener el agua. Dicha cavidad les Martorry han sido dislocadas por la ofita seda la facultad de vivir mucho tiempo en seco: gun las relaciones que existen entre la direcasi es que se les ve salir de los pantanos y cion general de los montecillos de esta roca canales en que viven para ir á buscar otras y la de las dislocaciones de las capas terciarias aguas, la referida facultad hace tambien que mas modernas, y aun de las del terreno de se les pueda llevar vivos á grandes distancias. I acarreo antiguo. El mismo geólogo piensa tam

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