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Felipe reconstruyó el castillo del Louvre, especie de fortaleza, cuyo origen no es conocido con exactitud. Se sabe que aquel principe edificó la gran torre, que fue por mucho tiempo el símbolo de la soberanía de los reyes de Francia, siendo á la vez residencia real, ciudadela, tesoro y prision de Estado. Felipe Augusto lo inauguró con este último titulo; encerrando en él al conde de Flandes Ferrand, hecho prisionero en Bouvines. Se ignora el origen de la palabra Louvre, asi como la del mismo edificio. Se ha pretendido derivarla de la palabra loup, porque los antiguos textos históricos redactados en latin llaman al Louvre Lupara. Pero este último nombre en vez de ser una etimologia, no es mas que una traduccion. Es, pues mas verosímil que, esta denominacion procediera de una antigua palabra sajona, hower ó lower, que significa casa. El Louvre de la edad media ha desaparecido completamente. El palacio que hoy vemos, data en cuanto á sus partes mas antiguas, del tiempo de Enrique II, y en las mas recientes de Napoleon.

Otros muchos edificios fueron levantados en el reinado de Felipe Augusto; en la márgen derecha la iglesia de San Honorato (1204), destruida en 1796, y de la cual solo queda el solar, que conserva el nombre de claustro de San Honorato; las de Santo Tomás y San Nicolás del Louvre (antes de 1188) destruidas, la segunda antes y la primera despues de la revolucion; la abadia de San Antonio de los Campos (por los años 1198) hoy hospital de San Antonio; San Juan en Greve 1212), demolido; los hospitales de la Trinidad y Santa Catalina, ambos destruidos: en la Cité, la Magdalena, hoy convertida en casa particular calle de la Cité número 15; sobre la márgen izquierda San Esteban del Monte (por los años 1200), todavía subsistente; la de San Andrés de los Arcos (1210), destruida en 1805; las de San Cosme y San Damian (1212) en el ángulo de las calles de la Harpe y escuela de Medicina, demolidas en 1838; la de San Pedro (1200), calle de los Padres Santos, destruida; San Sulpicio (antes de 1210), reconstruida en el siglo XVIII; los conventos de los Mathurins (hácia 1205) convertidos en casas calle de los Mathurins de Santiago, de los Jacobinos (hácia 1218) calle de Santiago, demolido, y de los Franciscanos (1216) del cual queda el refectorio, donde se ha instalado el museo Dupuytren.

tambien cerrar el cementerio de los Inocentes, cuyos osarios fueron edificados en aquella época.

La obra mas considerable del reinado de Felipe Augusto fué la construccion de una muralla fortificada para defender á París, cuyo ensanche se estendia mas allá de los muros de Luis VII. La nueva muralla tenia ocho pies de espesor y estaba formada de mampostería y flanqueada de 500 torres con fosos profundos. Este recinto que partia desde el Sena un poco mas arriba del sitio que hoy ocupa el puente de las Artes, iba á pasar por la puerta de San Honorato, cerca del templo actual del Oratorio, se abria en la puerta Coquilliere, donde hoy está la calle de este nombre, en la puerta de San Dionisio, en el ángulo de la calle Mancomeil, en la puerta Barbette, calle Vieja del Temple, entre las de los Francs-Bourgeois y de los Rosiers, en la puerta Baudoyer y despues se detenia en el muelle de los Celestinos. Por el lado meridional volvia á empezar en la Tournelle y se abria nuevamente en las puertas de San Victor, Bordet, Santiago, San Miguel, Franciscanos cerca del Tribunal de Comercio, de Bussy, y venia á terminar en la torre de Nesle, situada en la calle Mazarino. El espacio que comprendia era en 1211 de 252 hectáreas y 85 áreas. La construccion duró cerca de 20 años. Algunos vestigios de este recinto subsisten todavía en las calles Mancomeil, Soufflot, y Fosos de San Victor.

Ocupado enteramente en la guerra de los albigenses Luis VIII no dejó ningun monumento considerable. El único establecimiento de su reinado fué el convento de las hijas de Dios, situado al principio donde hoy está el bazar de la Buena-Nueva, y trasladado despues al sitio que ocupan los pasages del Cairo. Uno de los privilegios de las hijas de Dios era dar tres pedazos de pan y un vaso de vino á los condenados que eran conducidos al suplicio de Montfaucon.

El reinado de San Luis fué uno de los mas favorables al desarrollo de Paris. Entre los parisienses y este príncipe habia reciprocidad de confianza y de afecto, sentimiento que databa desde la niñez del rey. En efecto era muy pequeño todavía cuando dirigiéndose à Orleans, supo que los señores hostiles le esperaban al paso para apoderarse de su persona. Retrocedió hasta Monthlery, desde donde envió á pedir auxilio á su madre que se habia quedado en Fundáronse cuatro colegios: el de los Bons- París. Blanca reclamó el socorro de los pariEnfants (1208), calle de este nombre, destrui-sienses que salieron al punto armados y fuedo; otro del mismo nombre (1215), remplaza-ron á buscar en Monthlery al jóven rey, que do despues por el Seminario de San Fermin, trajeron á sus filas sin que los señores, sorcalle de San Victor; el de los. Diez y ocho prendidos é intimidados se atrevieran á ar(1200), demolido para ser remplazado por la riesgar un ataque, Sorbona, y el de Constantinopla (1206), destruido.

A la vuelta de la primera cruzada en 1242, Luis IX mandó edificar cerca de su palacio la En 1183 mandó establecer Felipe Augusto Santa Capilla, para depositar en ella las relilos mercados que fueron cercados de tapias quias que le habia cedido Balduino II, empecon puertas que se cerraban de noche. Mandorador de Constantinopla. Obra maestra de ele

gancia y ligereza, la Santa Capilla, fué cons-las calles Rohan y circunvecinas. Durante el truida por Pedro de Montreuil, á quien se de-reinado de este principe fue tambien cuando ben tambien el refectorio de la abadia de San las escuelas de Paris se reunieron bajo el nomMartin de los Campos y la capilla del palacio bre de universidad, hecha célebre desde aquede Vincennes. Todavía subsisten estos tres edi-lla época por Alberto el Grande, Santo Tomas, ficios. San Buenaventura, Guillermo de Saint-Amour y Alejandro de Hales.

Al reinado de Luis IX pertenecen otras fundaciones: la Sorbona (1253), restaurada y au- En el reinado de los sucesores de San Luis mentada por Richelieu en el siglo XVII; el co- continuó aumentándose el número de los colegio de Santa Catalina del valle de los estu-legios y de los monasterios. En el de Felipe diantes (1229), cuya iglesia fué construida por el Atrevido, Margarita de Provenza, hermana los arqueros del rey, en cumplimiento de un de San Luis, fundó la abadia de los franciscavoto que recordaba la inscripcion siguiente: nos de San Marcelo (1284), devastada en 1590 "A peticion de los sargentos de armas fundó por las tropas de Enrique IV, suprimida en San Luis esta iglesia y puso la primera piedra, | 1790, convertida en 1825 en casa de refugio, haciéndose esto por la alegria de la victoria en 1832 en hospicio para los huérfanos del ganada en el puente de Bouvines el año 1214. cólera, y en 1836, en hospital de Sourcine. Los sargentos de armas guardaban en aquel En 1280, fundó Raoul de Harcourt, el colegio tiempo dicho puente y ofrecieron que si Dios de este nombre, hoy liceo de San Luis. En les daba la victoria fundarian uua iglesia en 1278, Juan Pituard, cirujano de Luis IX, creó honor de Santa Catalina, y asi sucedió.» Este la cofradía de los cirujanos, que fué el gérmen edificio fué demolido desde 1773 à 1783, de la facultad de medicina. En 1274 fueron construyéndose en su lugar un mercado y mu- construidas las carnicerías de la abadia de San chas calles. Los colegios del Tesorero (1258), German de los Prados. reunido á la universidad en 1763, y cuyos edificios subsisten todavia, calle nueva de Richelieu, 8; de Calvi (1269), sobre cuya área se vanta la iglesia de la Sorbona; de Cluny (1269), suprimido en 1790, cuya capilla sirvió de taller al pintor David, hoy está destruido; de los bernardinos (1244), cuyo refectorio, todavía subsistente, ha sido convertido en escuela primaria; de los premonstratenses (1253), suprimido en 1790, y cuyos edificios subsisten en la calle de Hautefeuille, número 30; del hospicio de San Dionisio (1263), destruido.

Despues de la batalla de Mons en Puelle, volvió Felipe el Hermoso á París, y entró monle-tado y armado en la iglesia de Nuestra Señora, para dar gracias de su victoria. En la misma iglesia fué erigida una estátua ecuestre de este rey para perpetuar la memoria de aquel acontecimiento, la cual subsistia todavía en la época de la revolucion. A consecuencia del proceso de los templarios, fueron quemados cincuenta y nueve de estos caballeros, cerca de la abadia de San Antonio (1360); Santiago Molay, gran maestre de la órden, sufrió el mismo suplicio En aquella misma época sc establecieron en en una isla del Sena que forma hoy la plaza DelParis numerosas congregaciones religiosas: los fina (1314.) En el reinado de Felipe el Hermoso grandes Agustinos (1259), calle de Montmartre; se fundaron seis colegios: el de Navarra (1309), los hermanos Sachets (1261); los de las Capas cuya capilla todavía subsistente, es una depenBlancas (1258), suprimidos en 1274, y reem-dencia de la Escuela politécnica; el de los plazados en 1797, por los Guillemitas; los gran-Cholets (1295), reunido despues á el de Luis el des Carmelitas ó Barrados (1254), reemplaza-Grande, y demolido; de Bayeux (1308), cuyos dos despues por los Celestinos; los Cartujos edificios subsisten en parte, calle de la Harpe, (1258), á quienes el rey dió el antiguo castillo 93; el del cardenal Lemoine (1302), calle de de Valvert ó Vauvert, en la estremidad de la San Victor, demolido para formar una calle que calle del Infierno, algunas partes de este con- conserva su nombre; el de Laou (1313), desvento subsisten todavia; los canónigos de Santa truido; el de Presles (1313), cuyos edificios Cruz de la Bretoneria (1248-1258), cuyo con- subsisten todavía en la calle de las Cañas, núvento, hoy destruido, ha dejado su nombre á mero 6. De la misma época son, el convento de una calle; las beatas ó religiosas del Ave María los Hospitalarios de la caridad de Nuestra Se(1264), monasterio convertido en cuartel, y las ñora, reemplazados por los Carmelitas Billetes, hermanas Sachets (1261), cuyo convento fué en 1299, y cuyos edificios sirven de sucursal suprimido en 1350. En el reinado de Luis IX á la casa de educacion de la legion de honor; se construyeron algunas iglesias: San Leu, San la capilla y el hospital de los Audriettes (1306), Gill (1235), todavía existente; Santa María la demolidos; la comunidad de las vindas de la Egipciaca (1250), que ha dejado su nombre al-calle Sainte-Avoye (1288 á 1303), destruida. terado á la calle de la Jussienne; San José En el reinado de Luís el Hutin, presenció (1260), en el ángulo de la calle Quincampoix; Paris el suplicio de Enguerrand de Marigny, San Eustaquio (antes de 1230), reconstruida en ministro de Felipe el Hermoso, que fué ejecala época del renacimiento; San Salvador (portado en Montfaucon, habiendo él mismo preslos años 1250), calle de San Dionisio 277, de-crito la construccion de la horca. Se hallaba molida. Luis IX fundó tambien el hospicio de esta situada entre las calles de las esclusas de los Ochenta, situado entonces sobre el área de San Martin, y de los cerros de San Chaumont.

A esta época pertenece tambien la tradicion, verosimilmente fabulosa, de las orgías de la torre de Nesle.

nes y contaban para sostener su poder con tropas y oficiales.

Cuanto mas avanzamos en ese periodo, al cual presiden los reyes de la segunda raza, mas se deja notar la decadencia de las instituciones, de las letras y de las costumbres. Las leyes son despreciadas y solo impera el capricho de los señores; la instruccion que habia querido propagar Carlo-Magno se pierde mas y mas, y á cada paso se encuentran las su

Durante el reinado de Felipe el Largo y de Cárlos IV, no hubo mas construccion notable que la de Santiago del Hospital (1320), hoy destruido, y la fundacion de los colegios de Monteagudo (1314), que ha servido despues de prision militar, y actualmente de sala provisional de la biblioteca de Santa Genoveva; del Pleuis (antes de (1317), reunido á Luis el Gran-persticiones mas groseras. de, y donde se estableció en 1830 la Escuela normal reconstituida; de Cornouailles (1321), destruido; de Narbona (1317), reedificado en el siglo XVIII y el cual subsiste todavía, calle de la Harpe, 81; de Treguier (1325), de Arras (1327), destruidos para ser reemplazados por la Escuela politécnica.

Con los primeros reyes de la tercera raza, renacen las mejores. Luis VI comienza á poner freno al poder de los señores, y bajo su reinado vuelven á florecer las escuelas. Abelardo atrae con su elocuencia tan estraordinario concurso de estudiantes, que por falta de espacio se ve en la necesidad de esplicar sus lecciones al Carlo-Magno, genio superior, apareció co- aire libre. El papa Celestino II habia estudiado mo una antorcha destinada á disipar las tinie-bajo su direccion; París quiso aprovechar la blas de la barbaric, dió gran número de capitulares, primera coleccion de leyes publicadas en Francia, y trató de reproducir en las Galias el culto de las artes y de las ciencias; pero en medio de los cuidados que reclamaba su vasto imperio, París solo alcanzó una mínima parte de su solicitud. De él, sin embargo, data el establecimiento de las escuelas de esta ciudad, á las cuales llamó á los sabios de Alemania y cantores de Italia. En estas escuelas se enseñaba la lectura, la escritura, la aritmética, la astrología y el canto llano. La mas célebre era la de San German de los Prados. Sin embargo, esta instruccion primitiva que ibau á buscar solamente los que se destinaban á las funciones eclesiásticas, parece que tuvo poca influencia sobre las costumbres, ni aun sobre las del clero, que se habia dejado arrastrar de los hábitos groseros de los guerreros que debia corregir. Una capitular de CarloMagno prohibe á los eclesiásticos salir á caza, derramar sangre bumana, frecuentar las tabernas y embriagarse. Tales eran, en efecto, las ocupaciones favoritas de los señores, que si hemos de creer á los autores de la época, se entregaban á toda clase de desórdenes y crímenes. El monge Abbon, en su poema sobre el sitio de Paris por los normandos, censura en los señores de aquella época el orgullo, la disolucion y el lujo de los vestidos. «No contentos con derramar las piedras preciosas sobre vuestros cinturones, y el oro sobre vuestras capas, es preciso que adorneis tambien con ellas, les dice, hasta vuestro calzado y hasta el baston que llevais.» El pueblo era el que sostenia este lujo, y asi vemos en el reinado de los débiles sucesores de Carlo-Magno arruinado el comercio de Paris por los impuestos que exigia el conde, los obispos y los abades. Estos dignatarios, aprovechándose de la decadencia del poder real, se habian hecho ellos mismos reyes sobre el territorio que les habia sido repartido, donde ejercian una autoridad sin límites y levantaban contribucio1951 BIBLIOTECA POPULAR.

ventaja que Luis VI habia concedido á algunas ciudades, de comprar cartas de franquicia; pero no pudo obtener mas que algunos privilegios. Asi fué como los habitantes justiciables del rey tuvieron la facultad de perseguirá sus deudores y embargarles los muebles y bienes, contando para efectuar esta persecucion con el auxilio del preboste, nuevo funcionario, á quien fué confiada la policía de París, y el cual residia en el Gran Chatelet. El obispo de Paris, el capítulo de Nuestra Señora, los abades de San German de los Prados, de Santa Genoveva y los señores eclesiásticos administraban la justicia en sus dominios; pero los duelos judiciales, las pruebas del hierro, el agua y el fuego, que se empleaban frecuentemente para decidir en los casos dudosos y dificiles, aseguraban el triunfo del mas fuerte y no del mas justo. En 1260 suprimió San Luis el duelo en materia judiciaria, sustituyéndolo con las pruebas de testigos; pero las leyes de este principe, conocidas con el título de establecimientos, no pudiendo ser practicadas sino en los dominios reales, opusiéronse á ellas con todas sus fuerzas los señores y los eclesiásticos, y conservaron todavía el uso de los duelos, que les producian grandes multas. Ademas la justicia se hallaba entorpecida con los privilegios particulares, principalmente con los concedidos á los escolares por Felipe Augusto que habia mandado á los habitantes que prestaran declaracion en los juicios sobre los insultos hechos á los estudiantes, acudieran en su auxilio si eran atacados, prendieran á los agresores y los entregaran á la justicia. Estaba prohibido al preboste poner la mano sobre un estudiante, ni llevarlo á la cárcel. Si alguno de ellos merecia ser preso, no podia serlo sino por la justicia del rey, y solo en fragante delito, sin ofenderle, ni herirle. Los escolares abusaron con frecuencia de estos privilegios para maltratar á los habitantes. En 1223 estalló una violenta contienda entre estos y los estudiantes, de los que fueron muertos tresT. XXIX. 54

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PARIS

1273 el gefe de esta cofradía seguia llamándose maestre de los echevins de Paris. En todas partes habian sido fundados numerosos colegios, y su reputacion atraia á París á multitud de estrangeros. Los combates judiciales prohibidos por todos los reyes, se conserva

cientos veinte. Preciso es decir que si por ungefe habia recibido el título de preboste de los 852 lado estos privilegios eran fuente de desór-mercaderes, y los cofrades el de jurados, y denes, tendian por otro á favorecer los estu- algunas veces el de echevins (regidores.) En dios, y bajo este punto de vista no puede censurarse á Felipe Augusto el que los hubiese concedido. Al reinado de este principe pertenece tambien la institucion de los ribauds, ó sargentos de armas, primer cuerpo destinado á la guardia del rey, cuya existencia sea auténtica. Estos ribauds que velaban constante-ban aun á fines del siglo XIV, aunque eran mente por la persona del monarca, tenian un gefe que llevaba el titulo de rey de los ribauds, y estaba encargado de la policía en el recinto del palacio.

menos frecuentes que en los tiempos pasados.

mismos gefes del Estado daban el ejemplo de Para satisfacer su lujo y sus placeres, los poner á rescate al pueblo, y Paris tuvo que

A San Luis debió la ciudad de Paris nume-pagar mas de una vez las fiestas que daban sus rosos reglamentos, que mejoraron en estremo reyes. La riqueza del trage de los señores, la la administracion y la justicia. El fué el pri- poca modestia de el de las damas, excitaban la mero que asignó gajes al preboste de París, y sátira de los poetas y las reconvenciones de nombró para esta dignidad á Esteban Boileau, los moralistas, sin que por esto pensara nadie que se hizo célebre por su Libro de los oficios, en corregirse. Entretanto esa misma sátira era en que fueron escritos los reglamentos de las un testimonio de progreso, y su forma indicadiferentes comunidades de mercaderes y ar-ba que no se habia descuidado el estudio de tesanos. A la ronda, compuesta de setenta sar-las letras. Esas poesias no tienen ya otro mégentos de á pie y á caballo, y mandada por rito que conservar el recuerdo de ciertos usos; el caballero de la ronda, fué agregada para pero aun bajo ese punto de vista son todavía reprimir los robos y tropelías que se cometian monumentos curiosos. de noche en las calles oscuras, una milicia comunal formada de los vecinos, y la cual recibió el nombre de ronda de los oficios. Reglamentos severos pusieron trabas á la prevaricacion y á la corrupcion de los jueces. En fin, las mugeres públicas, establecidas antes en corporacion y dotadas de privilegios, fueron espulsadas de Paris, donde se habian mul- silencio, y solo un hombre vestido de negro En cuanto venia la noche todo quedaba en tiplicado de una manera estraordinaria y po- recorria las calles con una campanilla en la blaban barrios enteros. Los nombres de cier-mano, gritando: rogad á Dios por los difuntas calles pueden servir todavía para indicar las partes de la ciudad que les estaban destinadas.

de Villeneuve, presenta á esta ciudad llena de El cuadro de París trazado por Guillermo actividad y de ruido; aquel escritor nos ha conservado cada uno de los gritos que daban recorriendo las calles las diferentes corpóraciones de limosneros y mendicantes.

tos. Despues, la queda que sonaba todas las noches en Nuestra Señora, obligaba á cada veLas asambleas de los barones y de los dias de fiesta presentaba Paris un espectáculo cino á apagar su fuego y sus luces. En ciertos obispos, llamadas en los primeros tiempos mucho mas estrepitoso y animado, y eran esde la tercera raza á deliberar sobre los gran- tas; la gran fiesta de la basoche, el dia de San des intereses del Estado, comenzaron á llevar Nicolás; la cabalgata de los oficiales del Chateel nombre de parlamento hacia fines del si- let, que se paseaban triunfalmente los lunes glo XII. En el XIII tuvieron tambien el en-despues del domingo de Trinidad; la fiesta de cargo de juzgar las materias contenciosas y la comunidad de los escribientes del tribunal los procesos, cada dia mas numerosos. Felipe de Cuentas celebrada la víspera y dia de Reyes el Hermoso, que dió una organizacion al par- por el emperador de Galilea, gefe de la mislamento, quiso que hubiese dos sesiones en ma, y por último, todos los cuerpos de oficios Paris, una despues de la octava de Todos tenian tambien sus dias de ceremonia. los Santos y otra despues dc Pentecostés. En 1315 comenzó el parlamento á ser permanente.

asi, mas que de su vida propia; no ha sido tesHasta ahora Paris no ha vivido, por decirlo En 1302, Felipe el Hermoso habia institui- de la historia nacional; pero á contar de la tigo ni actor en los grandes acontecimientos do la comunidad de los escribientes del parla-primera rama de los Valois, que asciende al mento, bajo el nombre de baroche, y esta co-trono con Felipe VI, comienza la historia de munidad subsistió, aunque perdió gradualmen- París sobre los destinos de la Francia. París se te su importancia, hasta la revolucion. En fin, halla aun inactivo todavía en el reinado de Feen el curso de los siglos XIII y XIV se habian lipe VI; solamente desde lo alto de las torres multiplicado las instituciones de todas clases, de Nuestra Señora, puede percibir la llama y y se marchaba á grandes pasos hacia una me- el humo de los incendios del inglés: siniestro jora cierta. La hansa parisiense, antigua co- anuncio de la invasion estrangera. En 1343 ven munidad de los mercaderes de París, habia lle- los parisienses decapitar en los mercados à los gado á ser un cuerpo importante. En 1258, su barones bretones y normandos condenados por

haber tratado con el enemigo Olivier de Clisson, Juan de Montauban, Guillermo de Evreux, Richond Percy, Godofredo y Juan de Malestroit, etc.

tardaba en cumplir las promesas hechas á los estados, y que seguia los consejos de ministros sospechosos, reunió en la plaza de San Eloy el 22 de febrero de 1358, á 3,000 ciudadanos armados, invadió el palacio donde residia el delfin, penetró hasta donde estaba este príncipe, y le intimó que proveyera á las necesidades del reino. Como el deltin diese una respuesta evasiva, la multitud se apoderó de los mariscales de Champaña y de Normandia, y los degolló á la vista del regente. Este reclama la proteccion de Marcel, y quitándose el sombrero se lo puso sobre la cabeza, lo cual bastó para que fuese respetado el príncipe. Muy en breve logra escaparse el delfin, y vuelve á París á la cabeza de un ejército. Mientras Marcel para defender la ciudad, se prepara á introducir en ella al rey de Navarra, es sorprendido en la noche del 34 de julio al 1.o de agosto de 1358, y asesinado por Juan Maillard en la puerta de San Antonio.

En 1348 se declara en Paris el vómito negro, y hace cada dia centenares de víctimas. Sin embargo, trece colegios se establecen todavía en este reinado funesto, y son: el de los Escoceses (1333), suprimido en 1790, convertido en prision el año de 1793, y hoy casa particular; de Marmoutier (1329), destruido; de los Lombardos (1333), cuyo edificio existe todavia en la calle de Carmelitas, número 23; de Borgoña (1332), donde hoy está la Escuela de medicina; de Lisieux (1336), establecido primitivamente cerca de San Severino, trasladado despues primeramente á la calle de San Esteban de los Grés, y luego en 1764 á la calle de San Juan de Beauvais, donde existen todavía los edificios que sirven de almacenes militares; de Chancer (1347), destruido; de Hubaut (1336), llamado despues del Ave María, reunido á Luis Maillard abre la capital al regente; el rey el Grande en 1764, y cuyo edificio subsiste en de Navarra bloquea á París, y el rey de Inglala calle de la montaña de Santa Genoveva, nú- terra viene á acampar en Vaugirard. El 6 de mero 83; de Mignon ó de Gramont (1343), cu- mayo de 4360, se concluye la paz en Bretigyo edificio existe todavía en la calle de Mig-ny, y Juan vuelve á Francia á los cuatro años non; de Autun (1441), reunido á Luis el Gran- de cautiverio. de en 1764, calle de San Andrés de los Arcos, 30; de Tours (1330), calle de la Serpiente, número 7; de Aubusson (1343), destruido; de Cambray (1344), reemplazado por el colegio de Francia; de maese Clement (1349), destruido. A la misma época pertenecen la iglesia' y cofradía del Santo Sepulcro (1329), calle de San Dionisio; la iglesia de San Julian de los Menestrales (1330), calle de San Martin, demolida despues de la revolucion; la capilla de San Ivo (1348), calle de Santiago en el ángulo de la de los Nogales, demolida en 1796.

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Tan poderosa era la vitalidad de Paris que al través de la guerra estrangera y de las discordias intestinas la ciudad continuaba creciendo y embelleciéndose. El recinto de Felipe Augusto se habia ensanchado en tales términos que despues de la batalla de Poitiers, faé preciso construir otra muralla. Tal fué la obra de Esteban Marcel.

La parte meridional del antiguo recinto sufrió solamente grandes reparaciones; pero la septentrional se estendió considerablemente. Partiendo de la puerta Barbette, situada en la El rey Juan empieza por espulsar de París estremidad oriental del muelle de los Olmos, á lostruhanes, y por mandar ajusticiar algunos subia por el Sena hasta el sitio donde se entraidores. El conde Raoul, condestable de Fran-cuentra el foso del Arsenal, y en el ángulo cia, es preso y decapitado; Cárlos el Malo, rey formado por el foso y el curso del Sena se lede Navarra, es encerrado en la torre del Louvantaba la torre de Billy, que subsistió hasta vre. Al aproximarse el príncipe de Gales, Juan el año de 1538. Desde este punto la muralla, convoca en París los estados generales que vo- flanqueada de torres cuadradas, seguia la ditan fondos para la guerra, prohiben la altera-reccion del foso hasta la calle de San Antonio cion de la moneda, y prescriben el armamento de todos los ciudadanos. Poco confiados en la administracion real, decretan los estados que la percepcion y el empleo de los impuestos, sean arreglados por delegados de los mismos. El 19 de setiembre de 1356, pierde Juan la batalla de Poitiers, y al saberse este desastre en París, comprende esta ciudad los deberes que le impone su titulo de capital. Con su energia contiene el desaliento y evita la anarquía. El 13 de febrero de 1357, los estados generales convocados en Paris, votan los subsidios para el sostenimiento de 30,000 hombres. Un atrevido magistrado popular, Esteban Marcel, preboste de los mercaderes, dirige el espíritu público, y como viera que el delfin, regente del reino durante el cautiverio de Juan,

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donde estaba construida aquella puerta fortiticada, que agrandada despues por Carlos V, llegó á ser la Bastilla de San Antonio. Desde esta puerta dejando la muralla el actual boulevard fuera, seguia la direccion de la calle de Juan Beausire, hasta la calle del Temple, la calle Meslay hasta la de San Martin, donde se hallaba la puerta de este nombre, despues la de Santa Polina: formaba despues la puerta ó Bastilla de San Dionisio, y volviendo por las calles de Bobou, Villeneuve y nueva Santa Eustaquia, llegaba á la puerta de Montmartre, atravesaba la plaza de las Victorias, se dirigia al jardin del Palacio Nacional, hacia el medio de su longitud, seguia la calle de la muralla, terminaba en la puerta de San Honorato y se prolongaba hasta el Sena, en la dirección de la

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