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arrancar las patatas que habian quedado con mucho lo que tardaron en cubrir la tierra d tallos; y dos ó tres dias despues, cuando á es- una vegetacion tan abundante, tan lozana y tan ta operacion se procedió, la persona encarga-hermosa, que cultivadas, dieron una cosecha da de ella descuidó cortarlas con el esmero ne- completa, perfectamente sana, sin un solo tucesario; razon por la cual hubo que atenerse bérculo atacado, al paso que en todas las tierúnicamente á las dos primeras indicaciones. ras circunvecinas, suyas y agenas, prosiguió la enfermedad su desastrosa marcha.

«De todo ello resulta que el mal no se habia atajado completamente, puesto que la segunda operacion dió en tubérculos atacados 34 por 100 mas que la primera. No me es posible asegurar si el mal fué mayor ó menor en la parte cuya rama se dejó en pie; pero en vista de los pies marcados y contados delante de mi, me inclino á creer que fué mayor

«Otros dos puntos quedaban por esclarecer: el primero era la cantidad de fécula contenida en las patatas sanas y atacadas en los tres liños; el segundo la proporcion de las partes deterioradas en los tubérculos enfermos. Esto es lo que me propongo esperimentar otro año; pero los que como yo cultivan, saben cuan fácilmente distrae de unos de estos esperimentos la marcha general de la esplotacion. >>

En el Diario de la sociedad central de Agricultura de Baviera, se lee que en la primavera de 1849, un labrador que plantaba un patatar en tierra sometida al diezmo, tuvo la ocurrencia de poner á cada diez surcos uno de tubérculos atacados de la enfermedad, pensando que de esta manera saldrian enfermas las patatas recolectadas en él. No fué, empero, poca su admiracion al ver que estas patatas se habian criado tan hermosas, tan buenas y tan sanas como las demas. Es de advertir que el campo todo habia sido abonado por igual, y las patatas enfermas puestas en tierra enteras. Esto prueba que el mal no se trasmite forzosamente de una cosecha á la que la sigue, hecho que no deja de tener importancia para la historia de una enfermedad, sobre la cual tanto se ha escrito, y tanto, sin embargo, queda aun que averiguar.

Con motivo, y como en confirmacion del caso citado por el diario de Baviera, cita monsieur Gullet otro no menos singular que presenció en 1849.

«Mr. Buignet (dice), alcalde de Chelles, y labrador de los mas entendidos del canton de Lagny, habia plantado de patatas un haza situada á espaldas de su habitacion. En el momento en que se arrancaron, estaban las patatas siendo víctimas de la enfermedad, y perdidos, ó poco menos ya los dos tercios de la cosecha. En este estado hizo Mr. Buignet recoger las patatas sanas y las menos atacadas, y enterró las demas por medio de una labor sobre la cual sembró centeno para su ganado.

|

De lo dicho por Mr. Guillet podria inferirse que la enfermedad de las patatas no desorganiza el gérmen, y que, siempre y cuando no se las deje abandonadas en gruesos montones, espuestos à la fermentacion pútrida, conservan bastante sustancia amilácea para proveer á la nutricion de este gérmen.

Sobre este punto convendria hacer esperiencias é investigaciones dirigidas á encontrar un medio análogo á la inoculacion del virus de la morriña ỏ de la viruela, á favor de la cual se consiguiese sustraer á la epidemia una nueva generacion de patatas, plantando tubérculos en que la enfermedad hubiese pasado por todas sus fases, y ya desgastada, digámoslo asi, hubiese perdido sus medios de produccion. En lugar de esto qué es lo que se ha hecho desde el principio de la enfermedad? Confiar á la tierra una simiente cuidadosamente escogida y sana en apariencia; pero que, en su organismo, encierra ya el gérmen del terrible criptogamo que, mas tarde, y en razon del esmero mismo que en el cultivo del precioso tubérculo ponga el labrador, se desarrollará y se perpetuará de generacion en generacion, latente al principio para ensañarse despues.

Es opinion acreditada entre los sabios, que el mayor ó menor cuidado que al cultivo se dé, contribuye mucho á aumentar ó disminuir las probabilidades de salvar la cosecha. Monsieur Menis, de Wesserling, individuo de la Sociedad de agricultura del departamento del Alto Rhin, piensa que el terreno destinado al cultivo de la patata debe ararse profundamente; que la simiente debe echarse en tierra temprano y en suclo hondo, pero á poca profundidad, de manera que debajo de ella quede buena porcion de tierra removida; que las plantas, que se colocarán á una vara uñas de otras, deben ser fuertemente calzadas en tiempo útil. Con estas condiciones, y bien escogidas las especies, se obtiene una cosecha bastante buena para que de ella pueda abandonarse una parte á los estragos de la enfermedad.

El esperimento en que se funda Mr. Menis para sacar esta consecuencia, se ha hecho en 17 áreas ('/, de fanega), en las cuales se han plantado hermosas patatas á fines de abril, y á 80 centímetros (una vara) de distancia, en «El invierno fué templado y muy húmedo; tierras de las llamadas buenas en Alsacia. La el centeno, por una ó' por otra causa se dió vegetacion desde un principio se manifestó mal, y á la primavera siguiente habia desapa- muy vigorosa, y los tallos fueron adquiriendo recido casi completamente. Visto lo cual, iba sucesivamente un desarrollo muy grande. Las ya Mr. Buignet á meter el arado en su haza, plantas se binaron en tiempo oportuno, y cuando á fines de marzo advirtió que las pata-aporcadas, dejaron ver, merced á la gran distas enterradas empezaban á retoñar. No fué tancia que entre ellas habia, surcos y caballo1957 BIBLIOTECA POPULAR. Ꭲ. XXIX. 60

nes de gran dimension. Como consecuencia de Hasta entonces no tomé en cuenta el núesto, los tallos aparecieron mas leñosos que mero de pies; pero desde aquel momento opeen el resto del plantio, cuyas hojas se mar-ré sobre veinte de ellos pertenecientes á cada chitaron mucho mas pronto y en mayor can- categoría. tidad. Todavía, sin embargo, salió el rendimiento á razon de 250 hectolitros por hectárea, Plantacion de Tubérculos. Enfermos. Pérdida. cifra que Mr. Menis considera como muy bue-1.° de febrena, y muy ventajosa, bien que con mas ó menos intensidad fuese, no obstante atacada la tercera parte de la cosecha.

En la nueva edicion del Curso de economia rural de Mr. Boussingault, se habla de un ensayo hecho en cuatro patatares, de los cuales, dos ningun abono habian recibido, al tercero se echó cal, y al cuarto cenizas de madera. Encarnada y semi-temprana era la variedad de patatas que sirvió para esta operacion, cuyos resultados he aqui:

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Las variaciones que estos guarismos presentan, dejan ver cuan importante es en toda ocasion cotejar los esperimentos. El número de los tubérculos, el peso de la cosecha, su volúmen y la cantidad de agua que contiene, son elementos sin los cuales es muy difícil juzgar acertada y definitivamente la cuestion. En el ya citado diario (francés) de agricultura práctica y jardineria, se leen varios artículos de Mr. Leroy Mabille, acérrimo defensor de la plantacion temprana, y en ellos se hace mérito de varios esperimentos que tienden á demostrar, que la patata para restablecerse, no necesita otra cosa que el tiempo de llegar á perfecto estado de madurez; y este tiempo no es menos de cerca de un año.

«Desde octubre de 1849, hasta mayo del año siguiente, planté (dice aquel agrónomo), el dia 1.o de cada mes, cierta cantidad de patatas en un terreno que ningun abono habia recibido en el año, pero al cual en el anterior, se le habia echado estiércol en abundancia. «La recoleccion se hizo el dia 21 de setiembre.

"He aqui el resultado de ella:

Plantacion de Tubérculos.

1.o de octu

bre. . . . .

noviembre. 70.

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ro....

marzo.

abril. . .

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mayo. . .

221,

181.

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245. . .

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125... 56p/%

92... 51

193... 78

167. . . . 113. . . 67

»Estas cifras revelan lo enorme de la progresion con que crecen las pérdidas, à medida que mas tarde se procede à plantar.

«Es á continuacion otro esperimento hecho aquel mismo año en un terreno inculto medio siglo hacia, y en el cual nunca se llegó á echar un solo átomo de estiércol.

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«Resultado análogo al anterior; lo que equivale á decir que tanto mayor es la pérdida, cuanto mas tiempo tardó la planta en madurar..

En los Annales d'Agriculture encontramos hechos mas significativos aun. En el número de aquella publicacion correspondiente al mes de junio de 1851, insertó Mr. Giron de Buzareigues una memoria que confirma la opinion de Mr. Leroy. Pretende Mr. Giron que la degradacion ó degeneracion de la patata proviene de falta de madurez. Y con el objeto de demostrar el fundamento de su creencia, hizo en 1850 un esperimento de que vamos á hablar.

Su cosecha de la variedad de patata llama. da marjolin, habia sufrido de tal manera en 1849, que ni para plantar habia sacado bastante en 1850. De aquella cosecha degradada quedaron casualmente en tierra algunos tubércu los que, por lo pequeños, no era fácil encontrar, ni útil recoger. «Pues bien, dice Mr. Giron, estos tubérculos que pasaron el invierno en tierra, son los que mas gruesos y mas hermosos los han producido de aquella variedad, y los únicos que han llegado á suficiente punto de madurez, gracias á su larga permanencia en el suclo; permanencia que no ha sido de menos de un año, por cuanto la recoleccion no tuvo efecto hasta el dia 20 de setiembre. De los 923 tubérculos, ni uno siquiera fué ata

Enfermos. Pérdida. cado.

95.

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del 5 de marzo, dieron 115 tubérculos, que en general mostraban estar sanos; pero esta cosecha (añade Mr. Giron), si al número de tubérculos se atiende, era inferior á la de otono. Hay por consiguiente degradacion.

Su plantacion del 3 de abril produjo 1284 patatas sanas. 129 atacadas, es decir, como diez sanas por una mala. Continúa, pues, la degradacion.

bérculos enfermos que los de otoño, fué hija de causas puramente accidentales que no pueden establecer regla. La regla es que los plantics de febrero den menos tubérculos enfermos que los de primavera y mas que los de marzo; los de marzo menos que los de abril, y estos menos que los de mayo, como claramente aparece del anterior estado.

Queda demostrado, pues, que la plantacion La de 5 de junio dió, en la parte colocada de otoño es uno de los mejores medios de poá la sombra, 150 tubérculos sanos por 80 in-nerse á cubierto de casi todos los ataques ficionados, ó sea 35 por 100 de pérdida; y en|del mal, dando patatas tempranas, maduras la parte opuesta al sol, 341 sanas contra 356 ya, á fines de julio, que es la época en que malas, ó sea algo mas del 50 por 100 de pér- cuando mas pronto principia se desarrolla la dida. enfermedad.

Por último, la plantacion de 20 de junio dió 283 sanas contra 356 enfermas, es decir, muy cerca de 56 por 100.

La conclusion que de aqui se saca es que la pérdida aumenta gradualmente à medida que mas tardía ha sido la plantacion, que es lo que con sus esperimentos se propuso demostrar Mr. Leroy.

Como medio de conjurarla, y de formar al mismo tiempo nuevas variedades de patatas, se ha propuesto mas de una vez la multiplicacion por simiente. Por lo que respecta al primer punto, tenemos motivos para creer que llevan razon los que tal dicen. En cuanto al segundo, no sabemos que nadie haya todavía determinado las condiciones con las cuales se Verdad es, dice este, que Mr. Giron de puede obtener de esta práctica el resultado Buzareigues atribuye este resultado á otras apetecido. Muchas veces (dice Mr. de Dombascausas, al paso que da grande importancia á le) se ha hablado de regenerat las antiguas la posicion de su patatar al sol ó á la sombra; | variedades, propagándolas por simiente mas posicion que segun él ha sido mas o menos favorable al desarrollo del mal; pero «si aquel | agrónomo (añade) quiere tomar en cuenta las fechas y recordar lo que él mismo dijo sobre la falta de madurez, verá que efectivamente en este resultado ha entrado por muy poco la situacion, y que si los tubérculos de primavera | fueron atacados, la razon es que estaban menos maduros. >>

Examinando ahora la cuestion en mayor escala, vamos á reproducir, con referencia á varios periódicos el resultado de esperimentos hechos en Inglaterra en diferentes épocas del año de 1851, resultado á que no creemos por nuestra parte que se haya dado toda la importancia que merece.

En 67 plantaciones de otoño hubo 56 nas cosechas y 11 malas.

En 142..., id. de febrero, hubo 131 buenas y 88 malas.

En 252, id. de abril, hubo 105 buenas y 147 malas.

En 199 plantaciones de mayo hubo 44 buenas y 155 malas.

bien que portubérculos; esta espresion es completamente falsa, y ha inducido en error á muchas personas. En efecto, poniendo en tierra simientes de una variedad de patatas, no es en manera alguna esta variedad la que se reproduce; y tal no es por lo tanto el medio de regenerarla. Lo que de esta siembra sale es un gran número de variedades nuevas, de las cuales podrá haber algunas que sean preferibles á la primitiva, pero la mayor parte le serán, á no dudarlo, inferiores.

En este punto sucede á las patatas lo que á un gran número de vegetales perennes sometidos mucho tiempo há al cultivo, y que suelen multiplicarse por tubérculos, ingerto, estaca, etc., de las dalias, por ejemplo, cuyo bue-modo de multiplicacion guarda mucha analogía con el de las patatas, diremos que las simientes recogidas de una variedad, producirán cada una un individuo que puede llegar á ser el tronco de una variedad nueva, pero rara vez entre ellas se encontrarán dos que se parezcan en todas sus partes, y ni aun siquiera que presenten exactamente los carácteres de la variedad que produjo las simientes. Lo propio sucede con los tulipanes, con los claveles, y hasta cierto punto con los rosales. Sembrando estas plantas no esperen regenerar variedad alguna propagándola por simiente: lo que conseguirán será mas bien formar variedades nuevas, de las cuales algunas merecerán ser conservadas, pero las mas carecerán de las condiciones propias para inducir á cultivarlas. En estas diversas plantas, con efecto, lo mismo que en las patatas y en todos los vegetales que La circunstancia de haber producido en se multiplican de otra manera que por simienaquel año los patatares de febrero menos-tu-te, lejos de ser indefinida la duracion de las

Investigando la relacion numérica entre estas buenas y estas malas cosechas, mes por mes, encontramos que las últimas fueron, con respecto á las primeras:

En otoño, de 16, 4 por 100
En febrero, de 8, 3
En marzo, de 39, 3
En abril, de 58, 3
En mayo, de 77,

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ariedades, veráselas ir decayendo por grados [tes escardas bien limpio y bien mullido el suey acabar por perecer á la vuelta de un perío-lo. Tambien se puede sembrar en era y trasdo de tiempo mas o menos largo. plantar los pies, pequeños aún, á principios de De lo dicho se deduce cuan grave sería el mayo. Antes seria peligroso en razon á las heerror á que se espondria el que creyese rege-ladas. Por este procedimiento, como quiera que nerar una variedad de patatas propagando in-sea, se gana poco tiempo, y la única ventaja distintamente, por medio de sus tubérculos, que tal vez presenta, es la de permitir obtener las plantas que provienen de una siembra, pues desde el primer dia tubérculos mas gruesos. lo que siempre que asi se proceda, se obten- Hasta la primera recoleccion de los procedrá, será una mezcla que estará muy lejos de dentes de siembra, colócanse en un saco de valer lo que la variedad que se pretendia re-papel y por separado, los de cada pie, grangenerar. En esta parte conviene proceder, co-des y chicos. A la primavera siguiente replanmo lo hacen los jardineros á la propagacion tanse estos tubérculos en buen suelo, formanpor simiente de los tulipanes y de las dalias; do un liño particular con el contenido de cada es decir considerar cada pie procedente de se- saco, que será el punto de partida de una vamilla como el tronco de una nueva variedad, riedad distinta. A cada una de ellas se dará que es menester cultivar aisladamente durante entonces un número de órden que conservará el tiempo necesario para poder apreciar como hasta la conclusion de los esperimentos. Deses debido sus propiedades económicas. En las de aquel mismo año tambien se empezará á dalias como que desde el primer año echan llevar nota de las observaciones á que dè flor, nada es mas fácil que distinguir desde márgen cada variedad, cuidando de indicar el luego las especies que deben conservarse y las número de pies de cada una, su porte, los caque se han de desechar: en los tulipanes, solo ractéres de su hoja, el color de sus flores, la despues de algunos años de cultivo, puede ha- época de su madurez, etc. En el momento del cerse esta eleccion y otro tanto sucede con las arranque se formará un estado indicando, enpatatas, si bien por distinta causa, es decir, frente de cada número de órden, el de pies porque se hace preciso haber cultivado duran-existentes, la época de la madurez y el color, te algunos años una variedad nueva, en circunstancias análogas á las que concurrieron en el cultivo de las antiguas para poder juzgar si realmente merece la primera reemplazarlas. Creemos oportuno añadir algunos pormenores sacados de las observaciones hechas por el ya citado Mr. de Dombasle, en varios ensayos de multiplicacion de patatas por medio de siembra.

el peso y los caractéres principales de los tubérculos obtenidos. Desde este año pueden ya desecharse muchas de aquellas variedades, ora porque su producto no haya correspondido al número de pies, ora porque la forma de los tubérculos sea manifiestamente defectuosa. Una variedad, para ser de mérito, debe dar tubérculos gruesos ó siquiera medianos, de buena conformacion, y con pocos ojos ó yemas y poco hundidos. No hay, sin embargo, que darse prisa en desechar todavía en este primer año las variedades que ofrecen alguna incertidumbre acerca de su forma, pues este carácter suele cambiar, y solo al tercer año presenta el

Para proporcionarse simiente, recójanse (dice) bayas bien maduras de las espontáneamente caidas de la mata al suelo, cuidando en lo posible de sacarlas de patatares en que se hallen mezcladas varias especies, pues de esta manera se obtienen, à favor de la lubrida-suficiente grado de fijeza. cion, variedades nuevas mas marcadas. Estas bayas se conservan tendidas en zarzos, este- conservarán con separacion en sacos ó en caLos productos de todas las variedades se ras ó lienzos hasta tanto que se ablanden, cui-jones, y al año siguiente se replantarán en trodando de ponerlas al abrigo de los ratones que zos de un terreno bien uniforme, distinguienå ellas son muy aficionados. Cuando las bayas do con cuidado todas las variedades y tomanhan llegado al grado de blandura y descompo- do notas para cada una de ellas del peso de los sicion que se desca, se estrujan y de ellas se tubérculos plantados, y del número de pies saca la pulpa, lavándolas varias veces sucesivas que han formado ellos. Desde aquel año es ya en abundancia de agua, a cuyo fondo van á bueno plantar, como término de comparacion, reunirse las semillas. Limpias estas, póneselas en trozos del mismo terreno las variedades que á sccar, y consérvaselas hasta la época de ha- de antiguo se cultivan, y con respecto á las cuales se llevará tambien nota del peso de los Si las patatas se siembran de asiento, tubérculos y del número de los pies. Al arranprocédase á ello á principios de mayo, en carlas podrán suprimirse las variedades nuesuelo rico ó removido, echando muy clara vas que no se mostrasen tan productivas cola simiente, cubriéndola muy poco y compri- mo las antiguas, y de esta manera se contimiendo sobre ella la tierra, cual en los jardi- nuará durante dos ó tres años cotejando con nes suele practicarse siempre que se siembran las variedades conocidas que, procedentes de granas menudas. Mas tarde se entresacan los siembra, parezcan dignas de ser conservadas, pies, dejándolos á siete ú ocho pulgadas de y cuyo número al tercer año ya será ciertadistancia unos de otros en todos sentidos, y mente limitado. Y comparando unas con otras hasta otoño se mantienen a favor de frecuen-las indicaciones que para cada variedad, y en

cer uso de ellas.

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PATATA

los diferentes años de los ensayos, presentan | go, el medio de aumentar las probabilidades los estados formados en la época del arranque, de descubrir variedades preciosas. Esta clase con arreglo á apuntes hechos en el trascurso de investigaciones es el trabajo mas á propósidel año, y examinando y discerniendo la cali-to para escitar el interés de las personas que á dad de los tubérculos de cada variedad, se ten- él se consagran, y á aumentar todavía esté drán todos los elementos necesarios para apre-interés viene el órden metódico que en aquel trabajo se sigue, por cuanto satisface la inteliciar su mérito respectivo. gencia del hombre observador derramando luz en todas sus operaciones, y dando á los resultados que obtiene cierto carácter de po

poder indicar y recomendar estas investigaciones como una ocupacion muy grata y al mismo tiempo muy útil á los labradores y en general á todos los habitantes del campo.

prontamente variedades preferibles à las que en la actualidad cultivan. De un número muy considerable de variedades nuevas recogidas en tierras que pobló una siembra espontánea, afirma Mr. de Dombasle no haber encontrado mas que una variedad digna, segun él, de ser conservada, y es la propagada por él y conocida en toda Francia con el nombre de la roviliana.

En la apreciacion de las propiedades de una variedad de patatas, debe hacerse entrar por mucho la cantidad de fécula que contiene, y como quiera que aquel tubérculo, agricola-sitivismo y seguridad. Creemos, por lo tanto, mente considerado, es un compuesto de agua y fécula nada mas, fácil se hace apreciar con la suficiente exactitud, por medio de un procedimiento muy sencillo, el valor real que baNo es esto decir que deban ellos promejo este punto de vista posee una variedad. Para ello basta cortar en un tubérculo una raja térselas desde luego tan felices como á primede dos ó tres líneas de espesor, la cual se pe-ra vista parece, ni esperar obtener fácil y sará exactamente; puesta luego á secar bajo el influjo de un calor moderado, volverá á pesarse asi que esté completamente seca, y este residuo se compondrá casi enteramente de fécula, cuya proporcion se conocerá por este medio. Háse encontrado que algunas variedades muy acuosas no presentan en materia seca arriba de 18 por 100 de su peso, en tanto que otras mejores dan hasta 28 y 30. El valor de Acerca de las ventajas que para el sustento los tubérculos como alimento de ganados es proporcionado á la cantidad de materia seca del hombre ofrecen las patatas, hemos hecho que contiene, en términos de que hay varieda-ya algunas indicaciones que, por via de condes que á peso igual valen la mitad del precio clusion, de este articulo pasamos à indicar. La patata puede en rigor considerarse coque tienen marcado las buenas variedades. Las patatas se multiplican espontáneamen-mo un verdadero pan, pues asarla ó cocèrla te de simiente, con mucha mas frecuencia de basta para que sin mas preparacion, supla perlo que generalmente se cree, y si bien se exa-fectamente á esta base primera del mantenimina, despues de levantada una cosecha en miento del hombre. tierra donde el año anterior se recogió una de patatas, se encontrarán de estas algunos y pequeños pies que por falta de cultivo y ahogados por los cereales, no han podido crecer ni desarrollarse. Frecuentemente tambien se encuentran en las mismas circunstancias pies que proceden de tubérculos que, olvidados en el suelo, han escapado á la accion de los bielos, y es verosímil que muchas personas hayan confundido lo uno con lo otro, si bien por lo regular es fácil distinguirlos, en razon á que los pies que de simiente proceden son mucho mas pequeños y mas endebles. De todas estas dudas, sin embargo, se puede salir arrancándolos con cuidado y observando que, adherente á las raices del pie que procede de tubérculo, se halla siempre la madre, ó que de ella por lo menos existen siempre restos ó vestigios alrededor de las raices.

De muchas maneras (dice don Esteban Boutelou) puede prepararse el pan de patatas: 1.° con tubérculos cocidos y deshechos, ya solos, ya amasados con harinas de otros granos: 2.o con patatas crudas, ralladas ó machacadas para mezclarlas en debida proporcion en la masa: 3.° con el almidon o harina de las patatas: 4.0 con las patatas hechas ruedas y secadas al horno para luego pulverizarlas y molerlas: 5." con patatas molidas en crudo y prensadas para esprimir la parte acuosa que contienen, y 6.0 con patatas preparadas por medio del hielo ó con chumo americano.

Pan de patatas cocidas. La práctica que mas generalmente se ha seguido para preparar el pan de patatas, ha sido cocerlas y amasarlas con las harinas de los granos. Debe deshacerse la recentadura la víspera de cocer, y preparar una masa fuerte y bien recogida para De siembras hechas asi por la naturaleza, que levante y fermente lo necesario: las patahan salido, sin que en ello quede duda, la ma- tas se sacan comunmente calientes de la calyor parte de las variedades de patatas que hoy dera en que se han cocido, y se amasan y mezse cultivan, y que recogidas por cultivadores clan con la levadura antes de que se enfrien. industriosos habian servido en manos de ellos Deben deshacerse y desmenuzarse lo mejor de principio á la multiplicacion de variedades que se pueda para que así se traben con merecomendables por sus circunstancias. No sa- nos dificultad, y haga liga ó hebra la masa. bemos que á esta clase de trabajo se haya na-Sin esta necesaria preparacion sale el pan mal die dedicado metódicamente; tal es, sin embar- hecho y se desmiga con mucha facilidad.

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