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de herederos y de parientes. El real es el que se concede al poseedor de cierto fundo; el personal á determinada persona ó familia. Espuestas las diferentes clases del patronato activo, veamos como se adquiere este derecho. Los medios que la legislacion reconoce son los siguientes: 1." la fundacion, comprendiéndose bajo esta palabra, no solo la presentacion del fundo en que debe levantarse un santuario, sino tambien la construccion de este: 2." la dotacion cuando está indotada la iglesia ó beneficio y fuese necesario ó de utilidad evidente dotarla á juicio del obispo: 3.o la prescripcion inmemorial contra una iglesia libre y de cuarenta años por un tercer poseedor. Antiguamente se adquirian tambien los patronatos por las liberalidades de los reyes, de los obispos y de los pontifices; pero el concilio tridentino derogó todas las concesiones, escepto las hechas á los reyes, iglesias y universidades.

sia: 6.° concluyéndose la familia, para la cual fué esclusivamente fundada.

Este derecho de patronato pueden ejercerlo hasta los impúberos y las mugeres; pero están escluidos los que no pertenecen al gremio de la iglesia. Puede haber uno ó muchos; si fueren muchos y compusieren un cuerpo colegiado, harán la presentacion del modo con que se hacen las elecciones: si tuvieren la facultad de elegir separadamente, lo verificarán asi, debiendo ser preferido aquel á quien la mayor parte hubiese designado.

Se concede al patrono eclesiástico el tiempo de seis meses para hacer la presentacion; al lego el de cuatro, contados desde que llegó la vacante á su noticia. Si por pleito ó por cualquier otro incidente no hubiera podido verificarse dentro del término prefijado, este derecho se devuelve al ordinario. Entiéndese esto en beneficios eclesiásticos y capellanías colativas, no en las puramente laicales, porEl derecho del patronato se trasfiere: 1.° que no están sujetas á las disposiciones canócon el oficio ó dignidad à que va anejo: 2. nicas, y la jurisdiccion eclesiástica solo se con las fincas á que adhiere, del mismo modo puede mezclar en que se cumplan las cargas que los demas derechos en la cosa. Esta re- con arreglo á lo dispuesto en la fundacion. gla solo se refiere al patronato real: y en vir- Aun en los patronatos eclesiásticos, si el pleitud de ella el que está unido á un predio do- to hubiere sido con el obispo, el patrono, ni tal pasará al marido, constante el matrimonio, aun pasado el plazo, perderia la facultad de y el que lo está á una finca permutada ó ven- | presentar, evitándose de este modo los procedida, pasa al nuevo adquirente, pues si bien dimientos maliciosos de que pudiera ser obel patronato por si no puede enagenarse dán-jeto para impedirle el ejercicio del derecho de dose por cosa temporal, se considera com- patronato. prendido en la enagenacion de los bienes á No puede el patrono eclesiástico presentar que está unido: 3.o con la herencia, ya sea mas que á uno, y hecha su presentacion espihereditaria ó legitima, y en este caso aunque ran sus facultades: el lego puede presentar á la herencia se divida en partes desiguales, no varios sucesivamente; pero los nombramientos se dividirá, sin embargo, el patronato que es posteriores no invalidan los anteriores, de individuo, si bien los herederos sucederán suerte que el obispo puede eligir el que mein stirpes respecto al derecho de presentacion.jor le parezca para hacer la institucion. El En este punto conviene advertir que la voluntad del fundador debe ser siempre respetada: 4." por la permuta con otro patronato y por donacion ó cesion, que, si es hecha á la iglesia ó monasterio no requiere el consentimiento del obispo: 5." por el arrendamiento ó entrega en prenda de la finca á que está adherido, lo cual debe entenderse en el caso de que sea largo el arrendamiento, ó el tiempo por el que la cosa se haya empeñado y que no se haya pactado nada en contrario.

presentado debe ser idóneo, y sus circunstancias examinadas por el obispo. El patrono tiene la facultad de apelar, en el caso de ser repelido por este.

Conforme á lo dispuesto por los cánones, no tiene lugar en las colegiatas el derecho de presentar; pero el que fuere elegido ha de someterse á la aprobacion del patrono. En España no se observa esta limitacion. Debemos manifestar que en los patronatos mistos se debe estarà lo que mas favorezca á los patronos, porque cada uno de ellos comunica al otro lo mas beneficioso del derecho que ejerce.

El derecho de patronato se pierde: 1.° por trasferirse á otro en los términos que dejamos espuestos: 2.a arruinándose la iglesia á que está unido, de modo que no pueda cons- Por conclusion diremos dos palabras acertituirse en ella un clérigo: 3." negándose el ca del patronato pasivo. Ciertamente cuadra patronato á las reparaciones necesarias del mal al patronato pasivo la denominacion de templo: 4. si sin hacer reserva ninguna de patronato, porque consiste generalmente en ese derecho, permite que la iglesia se con- la obtencion de una capellanía, de un legado vierta en colegiata ó monasterio, porque en-piadoso ó de otros bienes. De esta clase de patónces no tiene lugar la presentacion, sino la eleccion; ó si permite que se una á otra, lo que implícitamente lleva una renuncia de su derecho: 5. cuando el patrono mata, mutila ó hiere al rector ó á otro clérigo de la igle

tronatos, siendo laicales y estando unida á
ellos la posesion de ciertos bienes, es de los
que á nuestro entender habla la ley que al su-
primir las vinculaciones hizo espresa mencion
'de los patronatos.

He aqui cuanto hemos creido decir sobre patronatos. Para complemento de esta materia, pueden verse los articulos AMORTIZACION, BIENES VINCULADOS, CAPELLANIAS, MAYORAZGOS y otros.

otorga con justa causa, le adquieren originariamente, pero de una manera estraordinaria. El que sucede en el derecho ó llega á él por medio de un contrato, le adquiere por un medio derivativo.

PATRONATO, PATRONO. Llámase patrona- El derecho de patronato se prueba, cuanto el derecho honorifico, útil y oneroso que do lo ejercen personas particulares, por inscon arreglo á los cánones tienen el que fun- trumento público solemne, por prescripcion ó dó, dotó ó reparó una iglesia con el consenti-pacifica posesion de mas de cuarenta años, miento del obispo y sus sucesores. Denomi- por la posesion inmemorial, por los libros de nase patrono la persona que ha edificado, fun-visita, por decreto del obispo confiriendo alidado, dotado ó reparado una iglegia y el que le ha sucedido en sus derechos.

mentos, por monumentos antiguos, por insignias colocadas en la iglesia, por deposicioEl derecho de patronato estuvo desconocido nes de testigos. Cuando lo ejercen corporaciomucho tiempo en la Iglesia. En Occidente el nes ó dignidades eclesiásticas, debe probarse concilio de Orange de 441, fué el primero por escrituras auténticas, por sentencia de los que concedió á los obispos, cuya liberalidad le-tribunales y por prescripcion inmemorial. vantaba iglesias en otras diócesis, el derecho de elegir y nombrar en ellas. El concilio de Arlés de 452, prueba que los patronatos legos eran conocidos en el siglo V. Las leyes de Justiniano publicadas en el siglo VI, demuestran que era entonces general el derecho de patronato. Estos hechos convencen de que este derecho tiene su origen en concesiones de los cánones, y que se estableció para recompensar á los fundadores, dotantes y reparadores de las iglesias. Al principio era personal el derecho, especialmente el de nominacion, segun asi lo manifiesta el concilio noveno de Toledo; pero luego fué real y trasmi- | sible.

El modo de ejercer el derecho de patronato, ha sido muy vario; pero hoy puede decirse que se limita al nombramiento ó presentacion del clérigo que haya de ser instituido en la iglesia ó beneficio vacante, la cual debe hacerse, siendo lego el patrono, á los cuatro meses, y siendo eclesiástico, á los seis. Sin embargo, esta materia varía en las diferentes naciones y aun en distintas diócesis.

Los derechos de los patronos pueden reducirse á utilidad y honor. La utilidad consiste, ó en la percepcion de una renta continua, ó en la de alimentos si el patrono llega á estado de pobreza. El honor consiste en la preferencia que en la iglesia tienen sobre los demas fieles, en las prerogativas de paz, incienso, candelas, procesion, agua bendita, asiento, mencion de su nombre en los rezos públicos, enterramiento, luto de la iglesia, y poner sus armas ó nombres en el templo.

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Los deberes de los patronos son relativos cuidar de que la iglesia no se arruine, de que no falten å sus ministros los medios de su sustentacion y de la del culto, de procurar su defensa contra la opresion de los poderosos, y de impedir que los bienes se destinen á diferente objeto del indicado por los fundadores.

Establecido de un modo general el patronato ocasionó muchas fundaciones, y por consiguiente hubo nuevos fundadores que le adquirian; y como cada uno fijó distintas reglas, nació muy pronto la division de los patrona tos, apellidándose eclesiásticos, laicales, mistos, reales, personales, hereditarios, familiares, primogeniales, lineales y descendentales. Los eclesiásticos, laicales y mistos, se conocen ó por las personas llamadas á ser patronos, ó por la clase de bienes en que están fundados; el eclesiástico siempre es real, y el laical personal; los hereditarios son los que pasan á todos los sucesores del fundador; El derecho de patronato puede perderse los familiares son aquellos que se estinguen por la voluntad del fundador, por el hecho del con la familia llamada; primogeniales se con-patrono, por la variacion de la iglesia ó benesideran los que se perpetuan en los primoge- ficio, y por la supresion del oficio ó corporanitos; lineales los que siguen una linea recta; cion, ó estincion de la familia que lo disfrutay descendentales los que se estienden á una ba. La falta de cumplimiento de la voluntad descendencia. del fundador, la renuncia del privilegio, la perLos modos de adquirir el derecho de patro-petracion de un delito contra la iglesia, la ruinato pueden llamarse originarios ordinarios, originarios estraordinarios y derivativos. A la primera clase pertenecen la fundacion, construccion, dotacion, reedificacion y redotacion: á la segunda, la prescripcion y el privilegio: á la tercera la sucesion y el contrato. El que funda, construye ó dota una iglesia adquiere originariamente y por un medio ordinario el derecho de patronato. El que reedifica y redota le adquiere del mismo modo. El que viene ejerciendo el derecho y aquel á quien se

na de esta, la supresion del beneficio, la estincion de la dote y el abandono de los deberes concluyen con el derecho de patronato.

Perdido este, unas veces adquiere su libertad la iglesia, y otras pasa el derecho á las demas personas llamadas por el fundador. En los patronatos en que la trasmision del derecho depende de su conservacion en el patrono que lo ha perdido, la iglesia adquiere su libertad. En los patronatos en que la trasmision está determinada por la fundacion, solo se priva

del derecho al que lo obtenia, pasando á las, época en que sus armas la habian hecho señopersonas llamadas á sucederle. ra de la mayor parte del mundo entonces coEn España el patronato general de todas nocido, encerraba dentro de sus murallas un las prebendas y beneficios eclesiásticos corres- gran número de indigentes á cuya manutenponde á la corona, quien viene desempeñán- cion atendia el estado con el fruto de las condole por espacio de muchos siglos, esto es, tribuciones que imponia á los pueblos somedesde la reconquista del reino por los monar-tidos ó conquistados. En los últimos tiempos cas de Castilla, Leon, Aragon y Navarra. Este derecho está reconocido en los concordatos de 1753 y 1851.

de la república se habia aumentado prodigiosamente el número de los ciudadanos que recibian trigo pagado del tesoro público: en PAUPERISMO. (Economía politica, estadis- tiempo de Julio César ascendia á 320,000, y tica.) Las causas del pauperismo, su aumento quedó reducido á 150,000 por este famoso dicó disminucion, los remedios que pueden apli-tador, sin duda porque entre los que participacársele, y los deberes de los gobiernos res-ban de estas distribuciones habia muchos que pecto de las clases indigentes, son materia que no tenian necesidad de ellas. Este mal fué inocupan hoy la atencion de los hombres consa- dudablemente mucho mayor en tiempo de los grados al estudio de las necesidades sociales emperadores, y su aumento fué, segun el dey de que han tratado ya algunos escritores cé- cir de algunos escritores, una de las causas lebres. que mas influyeron en la ruina del imperio. La distincion entre pobres y ricos es muy Despues de la venida de Jesucristo al munantigua, pero la voz pauperismo no ha venido do, hubo una variacion muy notable en cuanto á enriquecer el vocabulario de la ciencia polí-á la manera de considerar el pauperismo. Antica, sino en los tiempos modernos, de lo cual tes habian enseñado algunos filósofos, que el ha sido causa tal vez el no haber sido tan gran-rico no debia ser indiferente á la suerte del pode el número de los indigentes en las nacio-bre y que estaba obligado á socorrerle; però la nes antiguas, ó el haber considerado la pobre-filosofia humana nunca fué bastante para seza individual y no colectivamente, ni en sus parar de la pobreza el epiteto de probrosa con relaciones con la sociedad. Como quiera que que generalmente la calificaban los gentiles. sea, esta voz, que no ha sido tomada del grie-Lo que el rico daba al pobre era una dádiva, go ni del latin, ni de otra lengua antigua, ni una largueza, segun las máximas de la filosofía se encuentra en algunos diccionarios de la gentilica; pero, segun el cristianismo, vino á nuestra, se usa generalmente para designar el ser una limosna, es decir, la muestra de una conjunto de los pobres de una nacion, la clase tierna compasion en que no se mezclaba la mas menesterosa, la que sufre mas privacio-idea de superioridad del que hacia el beneficio, nes, la que padece mas y tiene mayor necesi-respecto de aquel que lo recibia; porque el dad y tanto derecho como las otras á la pro-socorrer al indigente era pagar una deuda seteccion de los gobiernos. gun una religion, que mandaba á los hombres El pauperismo, segun la opinion de algu-que se amasen como hermanos. La limosna, nos escritores, es un mal social tan antiguo co-hecha como prescribe el Evangelio, es decir, mo las sociedades mismas, mal que puede tener ignorando la mano izquierda lo que da la alivio pero no curarse radicalmente, en apoyo derecha, separó para siempre del beneticio lo de lo cual citan entre otras razones aquellas que antes pudo haber en él de humillante para palabras de Jesucristo que se encuentran en el el pobre. De aqui nació el que la pobreza fuese Evangelio de San Mateo: «Nam semper paupe-no poco honrada en los primeros siglos de la res habebiti vobiscum.» Siempre habrá pobres entre vosotros.

Iglesia, en vez de ser como antes tenida en menosprecio. Los mendigos eran llamados miemCon la autoridad de la historia nadie podrá bros de Jesucristo. San Francisco tomó el nomdemostrar que en las antiguas naciones no hu- bre de pobre cristianisimo, y San Ignacio se bo pobres ni ricos, sino lo contrario. En Es-titulaba: pobre de los pobres, sobrenombre parta, donde los ciudadanos todos estaban su- que, con el de siervo de los siervos, pasó jetos á un régimen de vida uniforme, donde despues á algunos vicarios de Jesucristo. Vael lujo era desconocido y las tierras estaban rios institutos religiosos se llamaron tambien divididas en porciones iguales, los ciudadanos pobres, porque sus individuos estaban obligaeran sin duda ricos, comparados con los infe- dos á hacer voto de pobreza, y algunos de lices ilotas que formaban parte de aquel pue-aquellos se obligaban á vivir de limosna, llablo tan singularmente constituido. Pobres eran mándose por esta razon religiones mendiya los plebeyos romanos que, acosados por la cantes. dureza de sus acreedores los patricios, dejaron la ciudad y fueron á reunirse una vez en el Monte Sagrado, y otra en el Aventino. Pobres eran tambien los habitantes de la parte montuosa del Atica, y su pobreza contribuyó no poco á las revueltas y disensiones políticas de Atenas en tiempo de Pisistrato. Roma, en la

La historia de la edad media nos enseña que el pauperismo bajo la forma de la mendicidad hizo estremecer mas de una vez á las naciones, asi por su número como por su osadía. Tenian entonces los mendigos una especie de organizacion civil, y favorecidos por la piedad y alentados por el desórden, ó mas

De la comparacion de los datos estadisticos recogidos en estos últimos tiempos, ban deducido algunos escritores que el número de indigentes que existen en Europa asciende á 17.000,000, es decir, 1,13 de la poblacion general, que está calculada en 226.445,200 habitantes. Mr. Benoiston de Chateuneuf hace ascender el número á 50.000,000; pero debe te

bien por la falta de administracion, vivian hol-el pauperismo. En Suecia, aunque está vecina gadamente sin trabajar ni poseer ninguna cla- al polo, no son afligidos los hombres por los se de bienes. Llegó un tiempo en que el po- rigores del hambre. der conoció la necesidad y tuvo los medios de reprimir á los mendigos en las ciudades, pero entonces se refugiaron en los campos, y luego tomando el nombre de la modesta indigencia se acogieron á las puertas de los conventos y á los cepos de las iglesias. El clero, se ha dicho por algunos escritores, alentó la mendicidad con sus limosnas, particularmente en Francia y en Italia, mas aunque esto sea cier-nerse en cuenta que en este número están to, no lo tendremos por motivo bastante para reprobar la beneficencia, virtud santa y recomendable en todos tiempos y muy propia de los sacerdotes de Jesucristo.

comprendidos los obreros que no tienen mas que su trabajo para subsistir. Mr. de Villerme calcula que el número de verdaderos pobres ó individuos que necesitan de la caridad pública para subsistir, por incapacidad ó por falta de trabajo, asciende en toda Europa á 10.897,333. Sobre las naciones en particular se han hecho los cálculos siguientes:

Obsérvase en estos últimos tiempos que el pauperismo, aunque por lo general se presenta con formas menos asquerosas no es á la par menos temible. El mal tiene otras apariencias, pero en realidad no ha dejado de ser el mismo, y tanto en las calles como en las plazas, tanto en los pueblos rurales como en las cárceles y hospicios, puede considerarse como una acusacion incesante contra la organizacion social, ó como la señal inequívoca Poblacion general .. de una dolencia que va agravándose demasiado Número de indigentes en algunas de las naciones modernas.

La historia, destinada por lo general á dar

á conocer la vida política y no la vida social de las naciones, ofrece muy pocos datos para

Inglaterra.

Relacion.

23.400,000 3.900,000

136

Alemania.

Relacion.

Austria.

Poblacion general
Número de indigentes
Relacion

Dinamarca.

Poblacion general. .
Número de indigentes
Relacion.

juzgar del pauperismo de los pueblos anti-Poblacion general. .
guos; pero lo que mas importa no es conocer- Número de indigentes
lo históricamente, sino descubrir cuales son
sus verdaderas causas en nuestros tiempos;
porque solo asi se podrá saber como puede
aliviarse esta dolencia social ya que la huma-
nidad no pueda librarse de ella enteramente.
Es opinion general de los economistas que
la desigualdad de condiciones, desigualdad
que califican de necesaria y de inevitable y
que produce la desigual distribucion de la ri-
queza, es una de las principales causas del pau-
perismo. Está demostrado que la riqueza de
una nacion puede aumentarse sin que partici-
pen de este aumento todas las clases que la
componen, sin disminuirse en ella el número
de los indigentes. En Inglaterra, sin embargo
de ser una de las naciones mas ricas de Euro-
pa, es el pauperismo mas numeroso quizá que | Poblacion general
en todas y cada dia parece mas alarmante. Las Número de indigentes
ciudades mas opulentas de la Gran Bretaña son
las que encierran mayor número de hombres
condenados á la miseria. En Francia, los de-
partamentos que dan al estado mayor suma de
contribuciones por ser los mas ricos, son tam-
bien los que reunen mayor número de indi-
gentes, y aquellos cuya riqueza es menor son
por el contrario los que tienen menos po-
bres. En Suiza, nacion cuya industria es muy
variada, y sin embargo no se tiene por rica,
porque no produce mucho, apenas se encuen-
tran pobres. En Rusia, á pesar del atraso de
su industria y comercio, apenas es conocido

España.

Relacion.

Francia.

Poblacion general.
Número de indigentes
Relacion

Italia.

Poblacion general
Número de indigentes
Relacion

13.600,000 680,000

1 á 20

32.000,000 1.280,000 1 á 25

2.500,000 100,000

1 á 25

13.900,000 450,000

1 á 30

32.000,000 1.600,000 1 á 25

19.044,000 750,000

1225

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Ciertamente no es la cantidad de la riqueza de un pais, sino la distribucion de ella lo que produce el bienestar de sus habitantes. Cuan3.864,600 to mayor es la parte de los ricos tanto menos 156,000 queda para los pobres, y el número de estos 1 á 25 asi como los grados de su pobreza no podrán menos de aumentarse en la misma proporcion. «No se ensoberbezca, dice el baron de Gerando, el pais cuyas circunstancias favora1.714,000 bles han acumulado en él inmensos tesoros. 171,000 Ante todo pregúntese como se hallan distri1 á 10 buidas estas brillantes conquistas entre las diversas clases de los que habitan su territorio. No se aflija la nacion à quien la fortuna haya negado este estraordinario favor, si ha tenido sabiduría bastante para ofrecer un banquete mas frugal, pero comun á todos sus habi

9.500,000 142,000 1 á 40

La relacion de los pobres á la poblacion total es como á 204 5.

La relacion del número de las clases agricolas á las clases industriales es como 31, á 1.

La relacion del número de pobres al de las clases agrícolas es como 1 á 6, al paso que esta misma relacion al número de las clases industriales, es como 5 á 1, es decir, que sobre 10.897,333 indigentes, 1.816,222 pertenecen a la agricultura y 9.081,111 á la industria.

La distribucion de los pobres varia segun las circunstancias de cada pais. Por regla general las ciudades ofrecen siempre una proporcion mucho mayor que los campos, proporcion que varia de 1,3 á 1,5, mientras que en los campos no es mas que de 1,30 á 1,100.

El resúmen estadístico de la pobreza, segun los cálculos de Balbi, es el siguiente: 1960 BIBLIOTECA POPULAR.

tantes.»

Pero es digno de notarse que la desigualdad de condiciones, si por un lado es causa de la pobreza y la indigencia, por otro favorece en algun modo la condicion de las clases inferiores. Sabido es que el trabajo no prospera ni fructifica sino con el auxilio de los capitales, y estos rara vez llegarian á ser muy grandes, si no hubiera desigualdad en la distribucion de las riquezas. Sin los grandes capitales no podrian acometerse, ni llevarse á cabo grandes empresas industriales, cuyo efecto es economizar los gastos en la fabricacion, aumentar los productos, acelerar y simplificar las operaciones, siendo esto de no poca utilidad para las clases pobres, pues á la par que aseguran su jornal, obtienen á menos precio su vestido y alojamiento, con lo cual aumentan las comodidades de la vida.

Cuéntanse tambien por los economistas entre las causas generales del pauperismo el gran desarrollo que ha tenido en Europa la civilizacion industrial, las vicisitudes y variaciones á que la industria se halla espuesta, y T. XXIX. 63

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