yo

se

ni tan imminente fu muerte, refpondiò al Santo con defenfado: que el jamas havia defraudado à su proximo en contratos ilicitos, por lo que no fentia en fu conciencia reato alguno de reftitucion. Oyendo el Beato Gabriel las falfas proteftas del moribundo, lo reconvino efilo reconvino eficazmente con la fama, que publicamente lo acufaba de logrero, y que entre todos fe decia por cierto, que el dinero, que tenia oculto, lo havia ganado con fraudes, y con ufuras. Viendo, que ni aun con tan urgente reconvencion contestaba fu pecado publico, ardiendo en la foberana luz, que lo iluftraba, le dixo: Hijo mio; ten mifericordia de tu alma: Mira que bien donde tienes entermuy rado el theforo; no quieras bijo mio, morir condenado, y afsi confiefate, y di la verdad. Como aquel defdichado havia cerrado yà los oidos à las aldabadas de la Conciencia, no pudo oir las voces del Confeffor. Abandonolo finalmente el Santo Padre, pero pronofticandole antes con luz fobrenatural, que para ello tuvo, que brevemente cogeria el fruto de fu obftinacion en un fin defaftrado, y que moriria impenitente. Apenas volviò el Santo las efpaldas lleno de la tristeza, que infundiò en fu alma la condenacion de aquel hombre, el enfermo perdiò el habla, y comenzò à luchar con la muerte. Enviaron los Parientes à un Sobrino del Moribundo para que alcanzaffe al Beato Gabriel, que no iba lexos, y le avifaffe los funeftos eftremos con que el Tio agonizaba, Volviò el Santo à la Cafa, y enderechura guid con el Sobrino

à una profunda cueva, donde con un Sarmiento le feñalò cierto rincon, en que haviendo cabado, se encontrò el theforo del obftinado moribundo. Al mifmo tiempo que lo facaron à luz en el Sotano, efpirò el infeliz Avariento en fu lecho, fin haver dado feñales de contricion, como el Santo Padre poco tiempo antes fe lo havia pronofticado. Subiò el Beato Gabriel à la Sala, donde iacia el Difunto, y hallò la Parentela llorando amargamente fu fallecimiento. No lloreis, dixo, defte defventurado, que bà adquirido fu eterna perdicion con el dinero que tenia ef condido. Effe miferable, cuyo borrendo cadaver teneis prefente, quifo, que le llevaffe al infierno la avaricia, antes que al Cielo la reftitucion. Con el theforo, que dexa en vueftras manos comprò fu condenacion eterna: Silo buviera dexado, como debia, en manos de fus dueños, ò de los Pobres, bu viera comprado la gloria. Eftos bienes no los tengais por licitamente heredados, porque han fido injuftamente adquiridos. Dixo, y volviendofe à fu Convento, quedaron los domefticos fentidos, viendose por una parte fin herencia, y por otra con un Pariente condenado. Eftas fon las ganancias, que dexan los Avarientos, y Ufurarios à fus familias, y Parentelas.

26. Fueron afligidas muchas Ciudades de Italia con el rigorofo contagio de la Pefte por los años de mil, quatrocientos, veinte, y cinco, y mil, quatrocientos, veinte, y feis en cuya ocaffion fe hizo admirable el efpiritu de Profecia, con que Dios quifo iluftrar el Al

ma

ma del Beato Gabriel. Entrò la enfermedad peftilencial en Cafa del Prior de San Gil, que es un Lugarito cerca de Ancona, y lo hiriò de muerte, y à muchos de fus Domefticos. Vifitolo el Santo Padre en fu afliccion, y lo confold en ella, profetizandole, que ni el, ni perfona alguna de fu familia moririan del Contagio. Afsì lo difpufo Dios, como el Beato Padre lo previno; pues todos fe libertaron del accidente, fiendo lo mas admirable, que fe notò en el cafo, que aquel mifmo dia del Vaticinio èra tan executiva la Epidemia, que murieron mas de fefenta perfonas apeftadas en aquella poblacion .

27. Por eftos mifmos tiempos llegò al Santo Padre, un Ciudadano de Ancona, llamado Clemente, sobremanera defconfolado, por hallarfe con noticia, que à un hijo, que tenia en Venecia, lo havia afaltado el Contagio, cuya muerte lloraba, como cierta, el afligido hombre. Confortolo el Santo en fu dolor, y le affegurò, que fu hijo,

no folo no era muerto

fino que

dentro de pocos dias lo veria fano en Ancona, lo que afsì fucediò con admiracion del Padre, que ya no efperaba verlo. Como fe verificaba todo quanto el Santo Padre decia, eran fus palabras Oraculos para todos los Pueblos, que recurrian diariamente à fu bien hechor en las neceffidades de cuerpo, y alma, recibiendo en fus infinuaciones aquellas gracias, que Dios tiene depofitadas en la boca de fus verdaderos Siervos.

28. Efte don fobrenatural estuvo acompañado con la efpecialiffima gracia de hacer milagros, afsì

en su vida, como defpues de fu gloriofo tranfito. Refierenfe en los Proceffos de la Canonizacion unos, y otros; decirlos todos, fuera alargar la narrativa contra nueftro propofito; no decir algunos, feria pribar à la devocion de tan notable incentibo, à la piedad de tan religiofo incremento, y al mifmo Santo de la infigne fama de Milagrofo.

,

29. La Señora Caffandra hija de el Conde Ferreti cafada con un Noble Caballero de Ancona padecia acerbiffimos dolores en muslo, y pierna ocafionados de cierto humor de depravada naturaleza, que llegò à hinchar pierna, y muslo con tan horrible deformidad, que aquella parte se engrosò, y llegò à tomar tanta mole, como el cuerpo de la misma Paciente. Padeciò por muchos años con anfias, y fatigas indecibles, fiendo la mayor el abandono de los Medicos, cuyas recetas, no pudiendo vencer la terquedad del accidente, yà fe tenian por inoficiofas. Llamò à el Santo Padre para que la confeffaffe, y haviendolo hecho, movido à compaffion la dixo: ra no debes temer, fi tienes fe en el Señor, que brevemente te confolard. Hizo la feñal de la Cruz fobre la pierna, y al segundo dia defpareciò el tumor monf-. truofo, quedando la Señora totalmente libre de fu moleftia.

30. Un hombre llamado Pedra tenia un hijo, que por mucho tiempo padeció el mal caduco, que Ilamamos Gota coral, con fimpto mas tan terribles, que lo ponian en la ultima agonia. Commovido de la fama de Santidad, y milagros del Beato Gabriel, llevò el Joven

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à fu

à fu prefencia, y con humildes ruegos le pidiò fe dolieffe de fu anguftia. Hizo el Santo la feñal de la Cruz fobre el enfermo, y repentinamente lo dexo el accidente, con tan perfecta fanidad, que mientras vivid jamas fintiò fus infultos, quedando enteramente libre de enfermedad tan peligrofa.

31. Afaltò à una muger de Ancona un dolor tan vehemente en el pecho, que desfalleciò à fu rigor, y eftuvo tres dias (a) como muerta. Vuelta en fi mandò llamar al Beato Gabriel, de quien era cordialmente devota, befole el habito con viva Fè, y al inftante que el Siervo de Dios le pufo la mano en la cabeza, cefaron los dolores, y fe le rompiò en el pecho una Apostema con cuya fupuracion al dia figuiente fe reconocid perfectamente fana.

32. Antonio Florentino vivia en gran defconfuelo, por que aunque Dios le daba abundante fuceffion, apenas le nacian los hijos quando la muerte fe los arrebataba. Crecia la anguftia, por que estaba fu muger embarazada, y te mia no se reiterafe la tragedia en el parto futuro. Como el Beato Gabriel èra el refugio de las aflicciones, recurriò Antonio al afylo comun con la fuya, quexandose de que los frutos, con que Dios bendecia fu talamo, no llegaban à aquella fazon, con que la Madre afligida pudieffe endulzar las cargas del Matrimonio. Confololo el Siervo de Dios, y le dixo: vaya bermano, confie confie en Dios, y crea, lo bd de dar à luz fu que muger antes de mucho, Serà un

que

varon, que tendrà larga vida lo que alsì fucediò con admiracion de quantos fupieron el parto, y el Vaticinio.

33. Pedro de los Santos vecino de Ancona enfermò de una Apoftema interior, en cuya curacion perdieron los Medicos todas fus efperanzas, y lo dexaron deshauciado en las manos de la muerte. La muger movida de la fama del Beato Gabriel, corriò à buscarlo al Convento, creyendo piadofamente que por fu interceffion daria Dios falud fu Marido moribundo. Entrò el à Santo en la Casa, y fuè tal el jubilo, y alegria interior del enfermo con fu vifta, que fe quedò transportado, y como muerto. Llegofe el Siervo de Dios à la cama

y

llamandolo en alta voz le dixo: Pedro ten viva Fé, y confianza en el Señor; hizole la Señal de la Santa Cruz , y al inftante el enfermo, como fi falieffe de un profundo fueño, volvid en fi, y fe hallò perfectamente fano. Nueftro Iluftriffimo Chronista Fray Marcos de Lisboa concluye el Capitulo de los Milagros del Santo Fray Gabriel con eftas notables palabras ; » Quenta mas el bienaventurado "Fray Jacome de la Marca y de ello dà fu teftimonio, que en la informacion, que hizo para la Canonizacion del Santo, hallò por ,, teftigos llenos de Fè fefenta, y tres milagros, que hiciera, hallanfe mas allende de eftos, efcritos por publico Notario, y ,, teftigos, treinta milagros muy evidentes, que nueftro Señor hizo en la Sepultura del Santo Fray Gabriel à fus devotos, allende

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34.

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4. Legò el mes de NoviemL bre del año de mil, quatrocientos, cincuenta, y feis en fus primeros dias fe fintiò agravado el Santo Padre de una fuerte , y maliciofa dolencia, en cuyos indicantes conociò, que era la ultima, con que Dios lo queria para fi, y empezò à arder en viviffimos defeos de desembarazarse de las ligaduras de la mortalidad para pasar à unirse eternamente con el Sumo Bien, que la llamaba. Hallabase ya anciano de dias, y mucho mas de merecimientos era

fu vida grande, porque ya tenia fefenta, y un años; pero fuè mucho mayor, porque la havia empleado en la practica de las virtudes, y en el aprovechamiento de los proximos, cuyas almas convirtiò en los Pulpitos, y dirigiò en el Confeffonario. Como quiera que la ociofidad fea enemiga del alma, y mate el efpiritu de la fanta oracion, y devocion; no podemos faber, que vida fea la de un Frayle ociofo, que huyendo del Pulpito, del Confeffonario, y de los libros, vive con un alma muerta y amortajada. El Religiofa de nuef tra Orden, que vive afsi, aunque

llegue à cien años, no muere tan provecto, como el que hà vivido menos, trabajando en la Viña dėl Señor; porque la vida del verdadero Frayle menor, no es la de los Zanganos que fe comen la miel, fin faber bufcarla; fino la de aquellos, que como Avejas folicitas, y oficiofas, trabajan continuamente en beneficio de la Iglefia, y firben à los fieles con fu Predicacion, y Doctrina, de edificacion, , y exemplo.

35. Supo San Jacome de la Marca, que eftaba aufente, la enfermedad peligrofa del Beato Gabriel, y al punto partiò à Ancona para afiftirlo, llevando en fu compañia al Venerable Padre Fray Jorge Albands Religiofo de grande perfeccion, y muy amigo del Enfermo. Quando èite vid entrar en fu Celda à aquellos dos Siervos del Altiffima no pudo contener el gozo, y antes que le hablaffen palabra, mirandolos con un alegre femblante, los faludò con jubilo profetico y les dixo: Q hermanos chariffimos! eftad contentos, y gozofos; porque vueftros nombres yd eftan efcritos en el Cielo. Ef ta Profecia, afsì como fe verificò en la perfona de San Jacome de la Marca, quando la Santidad de Benedicta Dezimo Tercio lo pufo en el Catalogo de los Santos, tambien creemos piadofamente tuvieffe cumplimiento en el Venerable Fray Jorge, cuya folida virtud mereciò, que el mismo Jefu Christa le huvieffe dado à leer el libro de los Predeftinados en cuyos renglones de vida tuvo la gloriofa fuerte de ver escrito fu proprio nombre. Afsì lo refiere Nueftro Arturo en las