Trozos escogidos de literatura española, Partes1-2Francisco Merino Ballesteros imprenta de G. Hernando, 1871 |
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Página 15
... ánimo , y ha- biendo Sancho , lo mejor que pudo , acomodado á Ro- cinante y á su jumento , se fué tras el olor que despe- dian de sí ciertos tasajos de cabra , que hirviendo al fuego en un caldero estaban . Y aunque él quisiera en aquel ...
... ánimo , y ha- biendo Sancho , lo mejor que pudo , acomodado á Ro- cinante y á su jumento , se fué tras el olor que despe- dian de sí ciertos tasajos de cabra , que hirviendo al fuego en un caldero estaban . Y aunque él quisiera en aquel ...
Página 29
... ánimo desmalazado , si ya la compostura y flojedad no cae debajo de socarro- nería , como se juzgó en la de Julio César . Toma con discrecion el pulso á lo que pudiere va- ler tu oficio , y si sufriere que des librea á tus criados ...
... ánimo desmalazado , si ya la compostura y flojedad no cae debajo de socarro- nería , como se juzgó en la de Julio César . Toma con discrecion el pulso á lo que pudiere va- ler tu oficio , y si sufriere que des librea á tus criados ...
Página 34
... ánimo y denuedo agradecido , date trescientos cuatrocientos azotes á buena cuenta de los del desencan- to de Dulcinea ; y esto rogando te lo suplico , que no quie- ro venir contigo á los brazos como la otra vez , porque los tienes muy ...
... ánimo y denuedo agradecido , date trescientos cuatrocientos azotes á buena cuenta de los del desencan- to de Dulcinea ; y esto rogando te lo suplico , que no quie- ro venir contigo á los brazos como la otra vez , porque los tienes muy ...
Página 59
... ánimo militar del almugáber , mal sufrido en los donaires y motes corte- sanos , mas osado de manos que de lengua , les acome- tió con la espada , y trabó la pendencia . Acudieron de una y otra parte valedores y amigos , estando ya los ...
... ánimo militar del almugáber , mal sufrido en los donaires y motes corte- sanos , mas osado de manos que de lengua , les acome- tió con la espada , y trabó la pendencia . Acudieron de una y otra parte valedores y amigos , estando ya los ...
Página 69
... ánimo real , en- tre cuyas virtudes o propiedades , no es menos heróica la piedad que la constancia . De idem . Algunos efectos de la famosa batalla que los espa- ñoles ganaron á los tlascantecas mandados por Ji- cotencal . Llenose el ...
... ánimo real , en- tre cuyas virtudes o propiedades , no es menos heróica la piedad que la constancia . De idem . Algunos efectos de la famosa batalla que los espa- ñoles ganaron á los tlascantecas mandados por Ji- cotencal . Llenose el ...
Términos y frases comunes
acabado afrenta ahora alegría Aljafería amigo amor ánimo armas artifi Beamontesa brazo buen caballero caballos canto cielo cion ciudad comedia corazon corona cuya daño debeis decia deja demas despues dice diestra dijo dili dolor ejército enemigos escitar espada espanto España españoles esperanza eterno fama Felipe II Fern fieras fortuna Francisco de Rioja fuego fuerza furor gente gloria grandeza Guadalete guerra habia halla hijos honra humana idem imperio Lemolemo levanta llanto llega llorando Luis de Góngora mano Melendez Valdés memoria merced mira moros Mosc Motezuma muerte mundo nacion nombre nues ojos osadía pasado patria pecho peligro piélago pies príncipe pudo púrpura de Tiro quiero Quijote razon reino Sancho sangre Sarm soberbia sois soldados suelo suerte tambien teneis tengo tenia tierra Tomás de Iriarte triste turbado vencidos venganza vengo ventura verdad victoria viento virtud vivo vues
Pasajes populares
Página 59 - Que no le enturbia el pecho De los soberbios grandes el estado, Ni del dorado techo Se admira fabricado Del sabio moro, en jaspes sustentado ; No cura si la fama Canta con voz su nombre pregonera, Ni cura si encarama La lengua lisonjera Lo que condena la verdad sincera.
Página 103 - ¡Y dejas, Pastor santo, tu grey en este valle hondo, escuro, con soledad y llanto, y tú, rompiendo el puro aire, te vas al inmortal seguro!
Página 60 - Y, como codiciosa, por ver y acrecentar su hermosura, desde la cumbre airosa una fontana pura hasta llegar corriendo se apresura; y luego sosegada, el paso entre los árboles torciendo, el suelo de pasada de verdura vistiendo, y con diversas flores va esparciendo. El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido, los árboles menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.
Página 18 - Entonces sí que andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle y de otero en otero, en trenza y en cabello...
Página 60 - La combatida antena cruje, y en ciega noche el claro día se torna; al cielo suena confusa vocería, y la mar enriquecen a porfía. A mí una pobrecilla mesa de amable paz bien abastada me basta, y la vajilla de fino oro labrada sea de quien la mar no teme airada.
Página 55 - Estos, Fabio, ¡ay dolor! , que ves ahora campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa. Aquí de Cipión la vencedora colonia fue: por tierra derribado yace el temido honor de la espantosa muralla, y lastimosa reliquia es solamente. De su invencible gente sólo quedan memorias funerales, donde erraron ya sombras de alto ejemplo.
Página 78 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero. Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra: Tú rompiste las fuerzas y la dura Frente de Faraón, feroz guerrero: Sus escogidos príncipes cubrieron Los abismos del mar, y descendieron Cual piedra en el profundo, y tu ira luego Los tragó como arista seca el fuego.
Página 56 - Aquí nació aquel rayo de la guerra, Gran padre de la patria, honor de España, Pío, felice, triunfador Trajano, Ante quien muda se postró la tierra Que ve del sol la cuna, y la que baña El mar, también vencido, Gaditano.
Página 50 - El dulce lamentar de dos pastores Salicio juntamente y Nemoroso He de cantar, sus quejas imitando; Cuyas ovejas al cantar sabroso Estaban muy atentas, los amores, De pacer olvidadas, escuchando.
Página 72 - El cielo no alumbró, quedó confuso el nuevo sol, presagio de mal tanto, y con terrible espanto el Señor visitó sobre sus males, para humillar los fuertes arrogantes, y levantó los bárbaros no iguales, que con osados pechos y constantes no busquen oro, mas con hierro airado la ofensa venguen y el error culpado. Los impíos y robustos, indignados, las ardientes espadas desnudaron...