Trozos escogidos de literatura española, Partes1-2Francisco Merino Ballesteros imprenta de G. Hernando, 1871 |
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Página 26
... canto de los pequeños , infinitos y pintados pajarillos , que por los intrincados ramos van cruzando . Aquí descubre un arroyuelo , cuyas frescas aguas , que líquidos cristales parecen , corren sobre menudas arenas y blancas pie ...
... canto de los pequeños , infinitos y pintados pajarillos , que por los intrincados ramos van cruzando . Aquí descubre un arroyuelo , cuyas frescas aguas , que líquidos cristales parecen , corren sobre menudas arenas y blancas pie ...
Página 51
... canto acordado Al rumor que sonaba Del agua que pasaba , Se quejaba tan dulce y blandamente Como sino estuviera de allí ausente La que de su dolor culpa tenia ; Y así como presente Razonando con ella le decia : Salicio . ¡ Oh mas dura ...
... canto acordado Al rumor que sonaba Del agua que pasaba , Se quejaba tan dulce y blandamente Como sino estuviera de allí ausente La que de su dolor culpa tenia ; Y así como presente Razonando con ella le decia : Salicio . ¡ Oh mas dura ...
Página 53
... agua se iba ; Ardiendo yo con la calor estiva , El curso enajenado iba siguiendo Del agua fujitiva : Salid sin duelo , lágrimas , corriendo . De Garcilaso de la Vega . CANTO DE LISARDO . Tan dormido pasa el Tajo Entre 53.
... agua se iba ; Ardiendo yo con la calor estiva , El curso enajenado iba siguiendo Del agua fujitiva : Salid sin duelo , lágrimas , corriendo . De Garcilaso de la Vega . CANTO DE LISARDO . Tan dormido pasa el Tajo Entre 53.
Página 54
... Y templando el instrumento Que no fué poco el tenerle , Dijo á las aguas del Tajo , A quien cantó tantas veces : Cristales del Tajo , Que dormís al son Del risueño viento , De su alegre voz , Despertad , que os llaman 54 CANTO DE LISARDO. .
... Y templando el instrumento Que no fué poco el tenerle , Dijo á las aguas del Tajo , A quien cantó tantas veces : Cristales del Tajo , Que dormís al son Del risueño viento , De su alegre voz , Despertad , que os llaman 54 CANTO DE LISARDO. .
Página 78
... canto afirma , y se estremece El Olimpo , y resuena En torno , y resplandece , Y Mavorte dudoso se oscurece . De Idem . CANCION . A la batalla de Lepanto . Cantemos al Señor , que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero : Tú ...
... canto afirma , y se estremece El Olimpo , y resuena En torno , y resplandece , Y Mavorte dudoso se oscurece . De Idem . CANCION . A la batalla de Lepanto . Cantemos al Señor , que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero : Tú ...
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 59 - Que no le enturbia el pecho De los soberbios grandes el estado, Ni del dorado techo Se admira fabricado Del sabio moro, en jaspes sustentado ; No cura si la fama Canta con voz su nombre pregonera, Ni cura si encarama La lengua lisonjera Lo que condena la verdad sincera.
Página 103 - ¡Y dejas, Pastor santo, tu grey en este valle hondo, escuro, con soledad y llanto, y tú, rompiendo el puro aire, te vas al inmortal seguro!
Página 60 - Y, como codiciosa, por ver y acrecentar su hermosura, desde la cumbre airosa una fontana pura hasta llegar corriendo se apresura; y luego sosegada, el paso entre los árboles torciendo, el suelo de pasada de verdura vistiendo, y con diversas flores va esparciendo. El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido, los árboles menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.
Página 18 - Entonces sí que andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle y de otero en otero, en trenza y en cabello...
Página 60 - La combatida antena cruje, y en ciega noche el claro día se torna; al cielo suena confusa vocería, y la mar enriquecen a porfía. A mí una pobrecilla mesa de amable paz bien abastada me basta, y la vajilla de fino oro labrada sea de quien la mar no teme airada.
Página 55 - Estos, Fabio, ¡ay dolor! , que ves ahora campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa. Aquí de Cipión la vencedora colonia fue: por tierra derribado yace el temido honor de la espantosa muralla, y lastimosa reliquia es solamente. De su invencible gente sólo quedan memorias funerales, donde erraron ya sombras de alto ejemplo.
Página 78 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero. Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra: Tú rompiste las fuerzas y la dura Frente de Faraón, feroz guerrero: Sus escogidos príncipes cubrieron Los abismos del mar, y descendieron Cual piedra en el profundo, y tu ira luego Los tragó como arista seca el fuego.
Página 56 - Aquí nació aquel rayo de la guerra, Gran padre de la patria, honor de España, Pío, felice, triunfador Trajano, Ante quien muda se postró la tierra Que ve del sol la cuna, y la que baña El mar, también vencido, Gaditano.
Página 50 - El dulce lamentar de dos pastores Salicio juntamente y Nemoroso He de cantar, sus quejas imitando; Cuyas ovejas al cantar sabroso Estaban muy atentas, los amores, De pacer olvidadas, escuchando.
Página 72 - El cielo no alumbró, quedó confuso el nuevo sol, presagio de mal tanto, y con terrible espanto el Señor visitó sobre sus males, para humillar los fuertes arrogantes, y levantó los bárbaros no iguales, que con osados pechos y constantes no busquen oro, mas con hierro airado la ofensa venguen y el error culpado. Los impíos y robustos, indignados, las ardientes espadas desnudaron...