Trozos escogidos de literatura española, Partes1-2Francisco Merino Ballesteros imprenta de G. Hernando, 1871 |
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... deseo y he me- nester . Madrid á 11 de Junio de 1681.-B. L. M. de vuestra merced S. M. A. y M. S. - Don Antonio Solís . Cartas á D. Cárlos Gonzalez Posadas . Salamanca 22 de Octubre de 1791 . Mi amado Magistral : ¡ Qué tentaciones tan ...
... deseo y he me- nester . Madrid á 11 de Junio de 1681.-B. L. M. de vuestra merced S. M. A. y M. S. - Don Antonio Solís . Cartas á D. Cárlos Gonzalez Posadas . Salamanca 22 de Octubre de 1791 . Mi amado Magistral : ¡ Qué tentaciones tan ...
Página 13
... deseo de conservarlos esté distante del de destruir los obstáculos que puedan opo- nerse á este fin ; antes por el contrario , y para usar de vuestra frase , el deseo y el propósito de regenerar la España , y levantarla al grado de ...
... deseo de conservarlos esté distante del de destruir los obstáculos que puedan opo- nerse á este fin ; antes por el contrario , y para usar de vuestra frase , el deseo y el propósito de regenerar la España , y levantarla al grado de ...
Página 28
... deseo , es cosa muerta , como es muerta la fé sin obras . Por esto queria que la fortuna me ofreciese presto alguna ocasion , donde me hiciesen emperador , por mostrar mi pecho haciendo bien á mis amigos , espe- cialmente á este pobre ...
... deseo , es cosa muerta , como es muerta la fé sin obras . Por esto queria que la fortuna me ofreciese presto alguna ocasion , donde me hiciesen emperador , por mostrar mi pecho haciendo bien á mis amigos , espe- cialmente á este pobre ...
Página 31
... deseo . Este último consejo que ahora darte quiero ( puesto que no sirva para adorno del cuerpo ) quiero que le lle- ves muy en la memoria ; que creo , que no te será de menos provecho , que los que hasta aquí te he dado . Y es , que ...
... deseo . Este último consejo que ahora darte quiero ( puesto que no sirva para adorno del cuerpo ) quiero que le lle- ves muy en la memoria ; que creo , que no te será de menos provecho , que los que hasta aquí te he dado . Y es , que ...
Página 46
... deseo de apoderarse de esta ciudad , así por su nobleza , como porque ella tomada , era forzoso que el imperio de los moros de todo punto menguase ; tan- to mas , que los aragoneses con gran gloria y honra su- ya se habian apoderado de ...
... deseo de apoderarse de esta ciudad , así por su nobleza , como porque ella tomada , era forzoso que el imperio de los moros de todo punto menguase ; tan- to mas , que los aragoneses con gran gloria y honra su- ya se habian apoderado de ...
Términos y frases comunes
acabado afrenta ahora alegría Aljafería amigo amor ánimo armas artifi Beamontesa brazo buen caballero caballos canto cielo cion ciudad comedia corazon corona cuya daño debeis decia deja demas despues dice diestra dijo dili dolor ejército enemigos escitar espada espanto España españoles esperanza eterno fama Felipe II Fern fieras fortuna Francisco de Rioja fuego fuerza furor gente gloria grandeza Guadalete guerra habia halla hijos honra humana idem imperio Lemolemo levanta llanto llega llorando Luis de Góngora mano Melendez Valdés memoria merced mira moros Mosc Motezuma muerte mundo nacion nombre nues ojos osadía pasado patria pecho peligro piélago pies príncipe pudo púrpura de Tiro quiero Quijote razon reino Sancho sangre Sarm soberbia sois soldados suelo suerte tambien teneis tengo tenia tierra Tomás de Iriarte triste turbado vencidos venganza vengo ventura verdad victoria viento virtud vivo vues
Pasajes populares
Página 59 - Que no le enturbia el pecho De los soberbios grandes el estado, Ni del dorado techo Se admira fabricado Del sabio moro, en jaspes sustentado ; No cura si la fama Canta con voz su nombre pregonera, Ni cura si encarama La lengua lisonjera Lo que condena la verdad sincera.
Página 103 - ¡Y dejas, Pastor santo, tu grey en este valle hondo, escuro, con soledad y llanto, y tú, rompiendo el puro aire, te vas al inmortal seguro!
Página 60 - Y, como codiciosa, por ver y acrecentar su hermosura, desde la cumbre airosa una fontana pura hasta llegar corriendo se apresura; y luego sosegada, el paso entre los árboles torciendo, el suelo de pasada de verdura vistiendo, y con diversas flores va esparciendo. El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido, los árboles menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.
Página 18 - Entonces sí que andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle y de otero en otero, en trenza y en cabello...
Página 60 - La combatida antena cruje, y en ciega noche el claro día se torna; al cielo suena confusa vocería, y la mar enriquecen a porfía. A mí una pobrecilla mesa de amable paz bien abastada me basta, y la vajilla de fino oro labrada sea de quien la mar no teme airada.
Página 55 - Estos, Fabio, ¡ay dolor! , que ves ahora campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa. Aquí de Cipión la vencedora colonia fue: por tierra derribado yace el temido honor de la espantosa muralla, y lastimosa reliquia es solamente. De su invencible gente sólo quedan memorias funerales, donde erraron ya sombras de alto ejemplo.
Página 78 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero. Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra: Tú rompiste las fuerzas y la dura Frente de Faraón, feroz guerrero: Sus escogidos príncipes cubrieron Los abismos del mar, y descendieron Cual piedra en el profundo, y tu ira luego Los tragó como arista seca el fuego.
Página 56 - Aquí nació aquel rayo de la guerra, Gran padre de la patria, honor de España, Pío, felice, triunfador Trajano, Ante quien muda se postró la tierra Que ve del sol la cuna, y la que baña El mar, también vencido, Gaditano.
Página 50 - El dulce lamentar de dos pastores Salicio juntamente y Nemoroso He de cantar, sus quejas imitando; Cuyas ovejas al cantar sabroso Estaban muy atentas, los amores, De pacer olvidadas, escuchando.
Página 72 - El cielo no alumbró, quedó confuso el nuevo sol, presagio de mal tanto, y con terrible espanto el Señor visitó sobre sus males, para humillar los fuertes arrogantes, y levantó los bárbaros no iguales, que con osados pechos y constantes no busquen oro, mas con hierro airado la ofensa venguen y el error culpado. Los impíos y robustos, indignados, las ardientes espadas desnudaron...