Trozos escogidos de literatura española, Partes1-2Francisco Merino Ballesteros imprenta de G. Hernando, 1871 |
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Página 64
... dura mas de la vida , y siempre la violencia del mando os arrastra tempranamente al pre- cipicio ! De D. Francisco Manuel Melo . Estado en que se hallaban varios dominios y provin- cias de España cuando entró á reinar Cárlos I. No ...
... dura mas de la vida , y siempre la violencia del mando os arrastra tempranamente al pre- cipicio ! De D. Francisco Manuel Melo . Estado en que se hallaban varios dominios y provin- cias de España cuando entró á reinar Cárlos I. No ...
Página 77
... dura en los enojos y no depone las lágrimas sin la satisfaccion ; si colérico , por ligeras cau- sas se conmueve , deja caer el sobrecejo , mira de sos- layo , y levanta las manecillas ; si benigno , con la risa y los ojos granjea las ...
... dura en los enojos y no depone las lágrimas sin la satisfaccion ; si colérico , por ligeras cau- sas se conmueve , deja caer el sobrecejo , mira de sos- layo , y levanta las manecillas ; si benigno , con la risa y los ojos granjea las ...
Página 164
... se parece al miedo . Verdad es que se esperaban entre nosotros esos refor- madores orientales , cuya venida dura en el vaticinio y tarda en el desengaño . No es mi ánimo desvanecer es- 4 ta voz , que se ha hecho venerable con 164.
... se parece al miedo . Verdad es que se esperaban entre nosotros esos refor- madores orientales , cuya venida dura en el vaticinio y tarda en el desengaño . No es mi ánimo desvanecer es- 4 ta voz , que se ha hecho venerable con 164.
Página 41
... Sin ninguna noticia de mi hado ? ¡ Oh si acabase , viendo como muero , De aprender á morir , antes que llegue Aquel forzoso término postrero ! Antes que aquesta mies inútil siegue De la severa muerte dura mano , Y á la 41.
... Sin ninguna noticia de mi hado ? ¡ Oh si acabase , viendo como muero , De aprender á morir , antes que llegue Aquel forzoso término postrero ! Antes que aquesta mies inútil siegue De la severa muerte dura mano , Y á la 41.
Página 51
... su dolor culpa tenia ; Y así como presente Razonando con ella le decia : Salicio . ¡ Oh mas dura que el mármol á mis quejas , Y al encendido fuego en que me quemo , Mas helada que nieve , Galatea ! Estoy muriendo , 51.
... su dolor culpa tenia ; Y así como presente Razonando con ella le decia : Salicio . ¡ Oh mas dura que el mármol á mis quejas , Y al encendido fuego en que me quemo , Mas helada que nieve , Galatea ! Estoy muriendo , 51.
Términos y frases comunes
acabado afrenta ahora alegría Aljafería amigo amor ánimo armas artifi Beamontesa brazo buen caballero caballos canto cielo cion ciudad comedia corazon corona cuya daño debeis decia deja demas despues dice diestra dijo dili dolor ejército enemigos escitar espada espanto España españoles esperanza eterno fama Felipe II Fern fieras fortuna Francisco de Rioja fuego fuerza furor gente gloria grandeza Guadalete guerra habia halla hijos honra humana idem imperio Lemolemo levanta llanto llega llorando Luis de Góngora mano Melendez Valdés memoria merced mira moros Mosc Motezuma muerte mundo nacion nombre nues ojos osadía pasado patria pecho peligro piélago pies príncipe pudo púrpura de Tiro quiero Quijote razon reino Sancho sangre Sarm soberbia sois soldados suelo suerte tambien teneis tengo tenia tierra Tomás de Iriarte triste turbado vencidos venganza vengo ventura verdad victoria viento virtud vivo vues
Pasajes populares
Página 59 - Que no le enturbia el pecho De los soberbios grandes el estado, Ni del dorado techo Se admira fabricado Del sabio moro, en jaspes sustentado ; No cura si la fama Canta con voz su nombre pregonera, Ni cura si encarama La lengua lisonjera Lo que condena la verdad sincera.
Página 103 - ¡Y dejas, Pastor santo, tu grey en este valle hondo, escuro, con soledad y llanto, y tú, rompiendo el puro aire, te vas al inmortal seguro!
Página 60 - Y, como codiciosa, por ver y acrecentar su hermosura, desde la cumbre airosa una fontana pura hasta llegar corriendo se apresura; y luego sosegada, el paso entre los árboles torciendo, el suelo de pasada de verdura vistiendo, y con diversas flores va esparciendo. El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido, los árboles menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.
Página 18 - Entonces sí que andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle y de otero en otero, en trenza y en cabello...
Página 60 - La combatida antena cruje, y en ciega noche el claro día se torna; al cielo suena confusa vocería, y la mar enriquecen a porfía. A mí una pobrecilla mesa de amable paz bien abastada me basta, y la vajilla de fino oro labrada sea de quien la mar no teme airada.
Página 55 - Estos, Fabio, ¡ay dolor! , que ves ahora campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa. Aquí de Cipión la vencedora colonia fue: por tierra derribado yace el temido honor de la espantosa muralla, y lastimosa reliquia es solamente. De su invencible gente sólo quedan memorias funerales, donde erraron ya sombras de alto ejemplo.
Página 78 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero. Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra: Tú rompiste las fuerzas y la dura Frente de Faraón, feroz guerrero: Sus escogidos príncipes cubrieron Los abismos del mar, y descendieron Cual piedra en el profundo, y tu ira luego Los tragó como arista seca el fuego.
Página 56 - Aquí nació aquel rayo de la guerra, Gran padre de la patria, honor de España, Pío, felice, triunfador Trajano, Ante quien muda se postró la tierra Que ve del sol la cuna, y la que baña El mar, también vencido, Gaditano.
Página 50 - El dulce lamentar de dos pastores Salicio juntamente y Nemoroso He de cantar, sus quejas imitando; Cuyas ovejas al cantar sabroso Estaban muy atentas, los amores, De pacer olvidadas, escuchando.
Página 72 - El cielo no alumbró, quedó confuso el nuevo sol, presagio de mal tanto, y con terrible espanto el Señor visitó sobre sus males, para humillar los fuertes arrogantes, y levantó los bárbaros no iguales, que con osados pechos y constantes no busquen oro, mas con hierro airado la ofensa venguen y el error culpado. Los impíos y robustos, indignados, las ardientes espadas desnudaron...