Trozos escogidos de literatura española, Partes1-2Francisco Merino Ballesteros imprenta de G. Hernando, 1871 |
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... Moro . Este mónstruo de la baja de la moneda engendró la premática ; la pre- mática , la carestía de todas las cosas ; y de la carestía nació la hambre , que carece de ley y desarma los le- gisladores . Murió nuestro buen amigo D. Pedro ...
... Moro . Este mónstruo de la baja de la moneda engendró la premática ; la pre- mática , la carestía de todas las cosas ; y de la carestía nació la hambre , que carece de ley y desarma los le- gisladores . Murió nuestro buen amigo D. Pedro ...
Página 45
... moros de España , han peregrinado por gran parte del mundo con fortaleza increible . Los cuerpos son por naturale- za sufridores de trabajos y de hambre ; virtudes con que han vencido todas las dificultades , que han sido en ocasiones ...
... moros de España , han peregrinado por gran parte del mundo con fortaleza increible . Los cuerpos son por naturale- za sufridores de trabajos y de hambre ; virtudes con que han vencido todas las dificultades , que han sido en ocasiones ...
Página 46
... moros de todo punto menguase ; tan- to mas , que los aragoneses con gran gloria y honra su- ya se habian apoderado de la ciudad de Valencia , de sitio muy semejante , y no de mucho menor número de ciudadanos . El rey de Sevilla , por ...
... moros de todo punto menguase ; tan- to mas , que los aragoneses con gran gloria y honra su- ya se habian apoderado de la ciudad de Valencia , de sitio muy semejante , y no de mucho menor número de ciudadanos . El rey de Sevilla , por ...
Página 47
... moros es- taba apoderado de todos los lugares por aquella parte : tanto mayor era el peligro , las dificultades ; pero todo le vencia la constancia y esfuerzo de este caballero . El rey barreaba sus reales : los moros , con salidas que ...
... moros es- taba apoderado de todos los lugares por aquella parte : tanto mayor era el peligro , las dificultades ; pero todo le vencia la constancia y esfuerzo de este caballero . El rey barreaba sus reales : los moros , con salidas que ...
Página 48
... moros ni se dormian ; el ma- yor deseo que tenian era de quemar nuestra armada , cosa que muchas veces intentaron con fuego de alqui- tran , que arde en la misma agua . La vijilancia del ge- neral Bonifaz hacia que todos estos intentos ...
... moros ni se dormian ; el ma- yor deseo que tenian era de quemar nuestra armada , cosa que muchas veces intentaron con fuego de alqui- tran , que arde en la misma agua . La vijilancia del ge- neral Bonifaz hacia que todos estos intentos ...
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 59 - Que no le enturbia el pecho De los soberbios grandes el estado, Ni del dorado techo Se admira fabricado Del sabio moro, en jaspes sustentado ; No cura si la fama Canta con voz su nombre pregonera, Ni cura si encarama La lengua lisonjera Lo que condena la verdad sincera.
Página 103 - ¡Y dejas, Pastor santo, tu grey en este valle hondo, escuro, con soledad y llanto, y tú, rompiendo el puro aire, te vas al inmortal seguro!
Página 60 - Y, como codiciosa, por ver y acrecentar su hermosura, desde la cumbre airosa una fontana pura hasta llegar corriendo se apresura; y luego sosegada, el paso entre los árboles torciendo, el suelo de pasada de verdura vistiendo, y con diversas flores va esparciendo. El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido, los árboles menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.
Página 18 - Entonces sí que andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle y de otero en otero, en trenza y en cabello...
Página 60 - La combatida antena cruje, y en ciega noche el claro día se torna; al cielo suena confusa vocería, y la mar enriquecen a porfía. A mí una pobrecilla mesa de amable paz bien abastada me basta, y la vajilla de fino oro labrada sea de quien la mar no teme airada.
Página 55 - Estos, Fabio, ¡ay dolor! , que ves ahora campos de soledad, mustio collado, fueron un tiempo Itálica famosa. Aquí de Cipión la vencedora colonia fue: por tierra derribado yace el temido honor de la espantosa muralla, y lastimosa reliquia es solamente. De su invencible gente sólo quedan memorias funerales, donde erraron ya sombras de alto ejemplo.
Página 78 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero. Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra: Tú rompiste las fuerzas y la dura Frente de Faraón, feroz guerrero: Sus escogidos príncipes cubrieron Los abismos del mar, y descendieron Cual piedra en el profundo, y tu ira luego Los tragó como arista seca el fuego.
Página 56 - Aquí nació aquel rayo de la guerra, Gran padre de la patria, honor de España, Pío, felice, triunfador Trajano, Ante quien muda se postró la tierra Que ve del sol la cuna, y la que baña El mar, también vencido, Gaditano.
Página 50 - El dulce lamentar de dos pastores Salicio juntamente y Nemoroso He de cantar, sus quejas imitando; Cuyas ovejas al cantar sabroso Estaban muy atentas, los amores, De pacer olvidadas, escuchando.
Página 72 - El cielo no alumbró, quedó confuso el nuevo sol, presagio de mal tanto, y con terrible espanto el Señor visitó sobre sus males, para humillar los fuertes arrogantes, y levantó los bárbaros no iguales, que con osados pechos y constantes no busquen oro, mas con hierro airado la ofensa venguen y el error culpado. Los impíos y robustos, indignados, las ardientes espadas desnudaron...