Imágenes de páginas
PDF
EPUB

toda clase de investigaciones. El Señor Ortiz leyó en ella sus reflexiones sobre una inscripcion romana de Astorga que años pasados remitió á la Academia su individuo de Número el Señor Don Gaspar de Jovellános, las quales mereciéron la aprobacion de la Sala (1). El Señor Clemencin explicó igualmente otra inscripcion de Bolivar enviada por el Señor Don Lorenzo del Prestamero, que viene á ser el epitafio de un obispo Álvaro desconocido hasta ahora, el qual murió el año de 862, era de 900, conjeturando fué obispo de Calahorra entre Recaredo y Vívere, de quienes quedan memorias, del 1o hasta el año de 812, y del 20 desde 871. Y el Señor Conde, habiendo exâminado algunos manuscritos del Señor Don Tomas Guseme, antiquario bien conocido, leyó un papel de reflexiones sobre las antiguas divinidades gentílicas españolas, ofreciendo extenderle para mayor ilustracion de este punto tan curioso.

Otro de los pensamientos que han excitado la atencion de la propia Sala son los mosáicos descubiertos en España, y desde luego se ha propuesto recoger materiales y preparar la formacion de un tratado completo sobre estos vestigios de antigüe-. dad hallados en nuestro suelo. Con la propia mira, habiendo dado noticia el Señor Don Lorenzo del Prestamero de unos

(1) La inscripcion es la siguiente:

Q. CVMELIVS

Q. FAB. CELER. BRIC
VET LEG. TI. AD. H. S. AN
LXXV

Q. CVMELIVS

RVFINVS. F. MIL. LEG
π AD HERES PATRI

ET CVMELIVS
MASCELIO LIB
POSVERVNT

El Señor Ortiz la leyó así: Quintus Cumelius, Quinti Fabii (filius), Celer, Bricantinus, (ó Brigantinus), veteranus legionis secundae Adiutricis, hic situs (est),

mo

annorum septuaginta quinque. Quintus Cumelius Rufinus, filius, miles legionis secundae Adiutricis, heres patri, et Cumelius Mascelio libertus posuerunt.

mosaicos bien conservados que exîsten en Pancorbo, le encargó pasase á reconocerlos personalmente para informar con mayor instruccion de su estado y mérito; y no duda la Academia que el resultado de la diligencia será muy apreciable, habiéndose encomendado á un individuo tan activo é inteligente.

No ha manifestado la Academia menor zelo y diligencia en todos los descubrimientos de antigüedades de que se le ha dado noticia en este tiempo, ya para repararlas y conservarlas, y ya tambien para adquirir la debida instruccion acerca de sus circunstancias y de las luces que pueden prestar para la resolucion de muchos problemas difíciles de historia y de geografía. Enterada por el informe de la Sala, de que el sepulcro de la iglesia parroquial de Miédes contiene sin duda las cenizas de algun ilustre personage, acordó escribir al Señor intendente de Aragon para que emplease el influxo de su autoridad en preservar de toda ruina este monumento, como lo habia solicitado Don Blas Vicente Roy, vecino de Zaragoza. Otras diligencias practicó para recomendar la conservacion de un antiguo sepulcro romano de mucho mérito, que segun noticia dada por el Señor Alamanzon exîste en la iglesia de Husillos, cerca de Palencia. En él se vé de mas de medio relieve la historia de los Horacios y Curiacios; pero las partes mas delicadas de su escultura están maltratadas por la costumbre de poner encima de él huesos y diferentes utensilios del servicio de aquella iglesia. Por último, teniendo noticia por el Señor marques de Ayerve, nuestro individuo correspondiente en Zaragoza, y por el referido intendente de haberse descubierto en el rio Ebro un cañon de plomo con inscripcion romana, encargó á uno y otro le comunicasen las noticias circunstanciadas de todo; y en conseqüencia remitió el Señor Marques un juicioso informe acerca de este nuevo descubrimiento, acompañando al mismo tiempo un dibuxo exâcto, que tambien le habia encargado la Academia, de una inscripcion sepulcral hallada en el término de Torremocha, partido de Teruel, con un papel de observaciones sobre el pais en que habia sido descubierta: exemplo tanto mas digno de elogio, quanto suele ser poco freqüente en las personas de su alta gerarquía.

Con

Con igual designio ha procurado adquirir en otros casos, ya fragmentos de las mismas antigüedades para formar cabal idea de su naturaleza y mérito respectivo, ya dibuxos correctos que supliesen la falta de los originales. Así lo hizo quando Fr. Benito Rívas, monge benedictino de Monserrate, le dió razon de unos trozos de mosáico existentes en el presbiterio de la iglesia del monasterio de Ripoll con figuras de delfines y florones, y de varios sepulcros de los antiguos condes de Barcelona, Besalú y Cerdaña con sus epitafios. Lo mismo executó, habiendo tenido noticia por el Señor Cornide de un mosáico yun busto antiguo descubierto en Tarazona de Aragon: por el Señor Bosarte de haberse hallado en Búrgos un sepulcro y al lado del esqueleto una espada; y por el Señor Camino de un templete antiguo junto á los baños de Lugo, y de haberse descubierto en aquella catedral una lápida sepulcral, en que se vé esculpido de alto relieve un obispo al parecer del siglo nono o décimo, vestido de pontifical y con báculo recto que remata en globo, cuya figura es, á juicio de este académico, casi - idéntica con la estampada repetidas veces por el monge Vigila en el códice de cánones de Alvelda.

Á estos continuos y laudables esfuerzos de la Academia para la ilustracion de la geografía y de las antigüedades de España, han correspondido igualmente los que ha hecho para la adquisicion de otra clase de documentos. Dió comision al Señor Conde, cuyo conocimiento en las lenguas orientales es bien notorio, para que pasando á la biblioteca del Escorial á costa del Cuerpo, reconociese los códices árabes que tratan de los sucesos y cosas de España, y extractase de ellos quanto estimase útil; y habiendo con efecto verificado el exámen con toda la escrupulosidad y circunspeccion que era de esperar de su crítica y buen juicio, extractó y traduxo respectivamente los fragmentos que consideró mas luminosos y oportunos al propósito de su comision, presentando á la Academia un informe razonado de sus trabajos.

Procuró con particular diligencia la Academia adquirir copias de escrituras y documentos pertenecientes á la diplomáti

ca:

ca: porque sin estos no es posible escribir dignamente la historia, ni aclarar y resolver las dudas que obscurecen la luz de la verdad. Para este fin se solicitó del Padre General de la congregacion benedictina de Castilla y Leon que expidiese una circular á todos los abades de su órden para que franqueasen copias de los documentos inéditos de los archivos de sus monasterios, los quales son riquísimos de diplomas, privilegios y otros códices históricos sumamente importantes para el descubrimiento de los hechos y puntual conocimiento de la cronología si bien ha tenido la Academia la fatal desgracia de que el suceso no haya correspondido á sus deseos, ni al buen zelo con que interpuso su autoridad aquel prelado.

Por último, teniendo en consideracion la Academia que en su coleccion diplomática y otros papeles y documentos exîstian abundantes materiales, en parte desconocidos, y generalmente sin el uso á que fuéron destinados, creó una junta que entendiendo en este preciso objeto, se dedicase á exâminarlos con atencion, y propusiese los medios de aumentar y aprovechar depósito tan precioso. Mas no hallándose todavía la Academia en · estado de poder ofrecer al público una coleccion digna de su nombre, é igual á las que han formado otras naciones cultas, tuvo por mas acertado emprender el trabajo de ir imprimiendo y publicando algunas crónicas particulares, previa la correccion é ilustracion necesarias, poniendo al fin por apéndice los documentos pertenecientes al tiempo á que se refieren.

Ya habia presentado de antemano á la Academia el Señor Alamanzon un plan de los trabajos que tenia dispuestos para ilustrar la crónica del rey Don Fernando el IV, llamado el Emplazado: sus apuntamientos para las observaciones y adiciones: el índice cronológico de los documentos: cotejos hechos de la crónica impresa con dos códices: las excerptas de algunos autores coetáneos; y varias noticias sobre empleos, pechos, tributos, moneda y medidas. Y observando la junta lo mucho que habia adelantado en estos materiales, y la facilidad de completarlos y ponerlos en el orden y forma conveniente, determinó dar principio á la execucion de su plan por la publicacion de

la

la referida crónica; sin perjuicio de ir preparando colecciones diplomáticas para otras ya impresas, y singularmente para la de Don Alonso el VIII, de cuyo tiempo son no ménos interesantes que numerosos los documentos para la geografía, historia y política.

En efecto, teniendo á la vista para la correccion del texto un códice de la biblioteca de la Academia, dos del monasterio de Monserrate, y tres del Escorial, ha logrado la junta concluir de todo punto el cotejo; sin omitir al mismo paso la adquisicion de quantos documentos pueden servir para ilustrar el reynado de Don Fernando IV. Porque siendo nuestras crónicas tan estériles de los hechos y verdades que mas interesan al conocimiento é instruccion de la posteridad, no es posible sin este aparato de diplomas y noticias útiles, fixar el carácter del monarca cuya historia se publica, ni presentar á los lectores el quadro importante del estado de las costumbres, de las ideas, de la legislacion y de las artes en la época á que se refiere la

crónica.

Seria sumamente prolixo individualizar todos los documentos con que la junta ha ido aumentando sucesivamente la coleccion diplomática de dicho reynado: baste saber que apénas hay archivo ó biblioteca del Rey, de monasterios y de cabildos eclesiásticos y seculares, fecundos en este género de preciosidades históricas, que no hayan suministrado materiales para esta empresa, á la qual han contribuido muchos zelosos individuos, no solo tomándose el penoso trabajo de trasladar por sí mismos ó hacer copiar á su vista los privilegios y documentos oportunos; sino tambien franqueando los de sus colecciones privadas y sus memorias y apuntamientos para rectificar equivocaciones en la cronología de los hechos, dar mayor luz á los conocidos, y puntualizar ciertos pormenores muy útiles al paso que olvidados ó mirados con desden por nuestros historiadores y cronistas. Se ha distinguido entre ellos nuestro individuo correspondiente Don Joaquin Antonio del Camino, canónigo de Lugo, con quien se siguió una correspondencia muy interesante sobre la celebracion de un concilio en Salamanca en que se declaró la

ino

« AnteriorContinuar »