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inobediencia de los Templarios, contra la opinion de algunos que dudan de semejante hecho: para cuya discusion tuvo presente la junta el manuscrito de Garibay que trata de la historia de estos caballeros, franqueado de su archivo por el Señor marques de Villafranca.

No contenta la junta con emplearse en tan importantes tareas, se ha propuesto igualmente hacer el cotejo de las crónicas de D. Alonso X, de D.Sancho IV y de D. Alonso XI, habiendo dado principio al de la primera, mientras se ocupan en reconocer y ordenar los documentos de la coleccion diplomática de Fernando IV los individuos encargados de su impresion, aprovechando así la feliz oportunidad de tener á la mano los codices del Escorial, en que se encuentran juntas las expresadas cróni

cas.

Conducida la Academia de iguales miras ha extendido su conato y diligencia á la adquisicion de códices y de todos los documentos que en general pueden contribuir á aumentar las riquezas que posée en el ramo de diplomática. El Señor Ortiz le presento una coleccion de documentos recogidos en varios archivos para ilustrar el punto histórico del derecho del Rey Catolico á la ocupacion del reyno de Navarra, de los quales se sirvió en las notas puestas á los últimos tomos de la Historia de Mariana de la edicion de Valencia ; y Fr. Benito Rivas ha enviado asimismo un índice ó catálogo de 320 tomos de codices manuscritos del archivo del monasterio de Ripoll.

Con la franqueza propia de su elevado carácter y de su amor á las letras, ha remitido tambien el Señor duque del Infantado para sacar las copias necesarias, quantos codices se le han pedido de su biblioteca, y entre ellos uno del Fuero real, una coleccion de ordenamientos de Córtes, y un manuscrito con el título de Spéculum, ó espejo de los derechos, obra legal de Don Alonso el Sabio, de que no se tenia noticia. El difunto Señor obispo de Oviedo Don Juan de Llanoponte, á quien se pidió una copia del libro becerro de Don Gutierre de Toledo, ofreció igualmente dirigir el índice de los documentos que contiene, para que se eligiesen los mas útiles, sin necesidad de consumir el tiemTom. V.

C

po

po en el traslado de otros que no convengan á nuestro propósito. Y por último, noticiosa la Academia de que el Señor Don Juan Sans de Barutell debia pasar al real archivo de Simáncas para continuar su encargo de recoger materiales relativos á la historia de nuestra marina, aprovechó esta favorable ocasion para pedir que se le autorizase con la real orden conveniente á fin de reconocer y copiar los registros de los reyes y demas documentos de la historia y antigüedades de España. Esta instancia fué oida benignamente por S. M.; y expedida la resolucion oportuna con fecha de 21 de Setiembre de 1804, no solo se prestó el Señor Sans á desempeñar esta comision con el zelo que tiene bien acreditado, como lo ha verificado despues, sino que ofreció al propio tiempo un índice de quanto exîste en el archivo general de Aragon, perteneciente á negocios entre reyes, y á dotes reales y Templarios, una gran porcion de noticias sacadas del mismo archivo, utilísimas para la historia general de la nacion, y los índices de las colecciones de documentos relativos á la marina que á la sazon estaba formando.

Este constante deseo de la Academia de llevar al cabo las empresas y tareas en que se ocupa continuamente, y la reputacion que ha logrado adquirir entre las personas sensatas que hacen justicia al verdadero mérito, han producido la confianza con que la ha honrado el Soberano en diferentes encargos propios de su instituto. Iguales testimonios de aprecio ha recibi do de los tribunales supremos de la nacion en las varias obras que ha cometido á su censura. Y el ayuntamiento de Madrid ha dado igualmente pruebas de la estimacion que hace de la Academia, fiando á su buen gusto la formacion de la nueva ins cripcion que debia grabarse en una de las fuentes del paseo público, y para la qual prefirió la Academia el uso de la lengua comun, teniendo presente el exemplo de las naciones cultas de la antigüedad, que no empleáron otra que la propia vulgar en monumentos de esta clase.

La atencion al desempeño de tantas y tan diferentes comisiones y encargos, no ha perjudicado al esmero con que la Academia ha cuidado de ir enriqueciendo su coleccion litológica, la

an

antiquaria y la numismática, que constituyen una parte muy considerable de su tesoro literario; siendo deudora de las adquisiciones hechas á la liberalidad y zelo de varios individuos suyos y aún de personas extrañas.

Son dignas de ser conocidas del público las tres inscripciones siguientes de Tarragona, tanto por su buena conservacion como por ser inéditas. Se encontráron el 8 de Julio de 1803, estándose reedificando la casa del baron de las Quatrotorres, y las remitió con observaciones y notas á la Academia, entre otras inscripciones, el Señor Don Cárlos de Posada, canónigo de aque-. lla iglesia metropolitana, nombrado ya otras veces con elogio en la historia del Cuerpo.

I.

Q. LICINIO

M. F. GAL. SILVA
NO. GRANIANO
FLAMINI. ROMAE
ET. AVG. PROVINC
HISPAN. CITER
PRAEFECTO ORAE
MARITIMAE

PROC. AVG
P. H. C.

II.

C. AEMILIO. C. F

GAL. FRATERN
PRAEF. FABR. II
TRIB. MIL. LEGIO
NIS. V. ALAVDA
FLAMIN. P. H. C

HIC. CENSVM
EGIT. IN. PROVIN

GALLIA. AQVITANIC

P. H. C.

III.

M. PORCIO

M. F. GAL
NARBONENSI

TRIB MIL LEG XXII

PRAEF ALAE THRAC

HERCLAN PRAEF

ORAE MARITVMAE FLAMINI DIVORVM AVG PROVINCIAE HISP CITER (1)

(1) Leccion de las inscripciones.

1. Quinto Licinio, Marci filio, (e tribu) Galeria,Silvano Graniano, flamini Romae et Augustorum provinciae Hispaniae citerioris, praefecto orae maritimae, procuratori Augusti, Provincia Hispania citerior (posuit).

Segun una inscripcion que habla del mismo Q Licinio Silvano, y publicó Grutero y despues otros, y últimamente Florez en el tomo XXIV de la España Sagrada, pag. 19, esta costa marítima era la de los Laletanos desde la boca del Llobregat hasta la del Tordera.

II. Caio Aemilio, Caii filio, (e tribu) Galeria Fraterno, praefecto fabrum, et tribuno militum legionis quintae Alauda, flamini provinciae Hispaniae citerioris. Hic censum egit in provincia Gallia Aquitanica. Provincia Hispania citerior (posuit).

Las legiones romanas, ademas del nombre numeral, solian tener otro como la 1.a Itálica, la 6.a Vencedora, la 7.a Galbiana, la 21a Rapaz, y asi otras. En esta inscripcion se menciona la legion 5. Alauda, que segun Suetonio levantó

era segun

César á sus expensas en las Galias de reclutas transalpinos, á todos los quales dió despues el derecho de ciudadanos, Alauda, palabra latina que significa la cogujada, Plinio de el mismo Suetonio y orígen céltico, y aún conserva sus vestigios la palabra francesa alouette. Púsose este nombre á la legion por la cresta ó penacho que á semejanza de las cogujadas llevaban sus soldados. Parece ser la misma legion que Ciceron en algunos parages llamó de los Alaudas.

III. Marco Porcio, Marci filio, (e tribu) Galeria Narbonensi, tribuno militum legionis vigesimae secundae, praefecto alae thracum Herclanae ( 6 Herculanae), praefecto orae maritumae, flamini divorum Augustorum provinciae Hispaniae cite

rioris.

Ala de Hércules, cuerpo de caballería compuesto de soldados tracios, y probablemente agregado á la cohorte equitata de tracios que se menciona en otra inscrip. cion de Tarragona, que despues de otros muchos publicó Florez en la España Sagrada, tomo XXIV, pag. 163.

Ademas de estas inscripciones, recibió la Academia del Excelentísimo Señor Príncipe Pio una de Altea y otras tres de la antigua ciudad de Ausina, hoy villa de Lara, corregidas de como las publicáron Sandoval y Masdeu: del Señor Don Juan Agustin Cean Bermudez una de Ilipa, que copió de la coleccion del Señor Bruna en Sevilla (a): del Señor Villamil una inédita de Orense con su

(a) Léese esta inscripcion en un pedestal de tres quartas de ancho y cinco de alto, que existe entre otras antigüedades en el salon baxo del alcázar de Sevilla. Es importante, porque determina y fixa la situacion, incierta hasta ahora, de la antigua Ilipa, que Ambrosio de Morales puso en Peñaflor, Rodrigo Caro en Alcalá del rio, , y el P. Florez en Cantillana. Pero estuvo sin duda donde se encontró el pe

ex

destal, que con otros rastros de antigüedad descubrieron á dos varas de profundidad las inundaciones del Guadalquivir el año de 1784 en el cortijo llamado el Haza del Villar, media legua de la Algaba hácia Santiponce: lo que concuerda con la relacion de Estrabon que colocó á Ilipa cerca de Itálica (1). Dice asi la inscripcion:

L. COMINIO VIPSANIO SALVTARI
DOMO ROMA P. V. A COGNITIONIBVS
DOMINI Ñ

IMP. L. SEPTIMII SEVERI PERTINACIS
AVGVSTI

PROC. PROV. BAET. PROC. CAPIEND. VEGT.
PROC. PROV. SICIL PROC. ALIMENTOR
PER APVLIAM CALABR. LVCANIAM
BRVTTIOS SVBPROC. LVDIMAGNI
OPTIMO VIRO ET INTEGRISSIMO
IRENAEVS AVG. N. VER. DISP. PORTVS
ILIPENSIS PRAEPOSITO

SANCTISSIMO

Quiere decir:

Lucio Cominio Vipsanio Salutari, domo Roma, perfectissimo viro, a cognitionibus Domini nostri Imperatoris Lucii Septimii Severi Pertinacis Augusti, procuratori provinciae Baeticae, procuratori capiendis vectigalibus, procuratori provinciae Siciliae, procuratori alimentorum per Apuliam, Calabriam, Lucaniam, Bruitios, subprocuratori ludi magni, optimo viro et integrissimo, Irenaeus Augusti nostri Verna dispensator portus llipensis praeposito sanctissimo.

Estrabon refiere (2) que se navegaba por el Bétis en buques grandes hasta SeviIla; de allí á Ilipa en buques de menor por(1) Lib. III.

te; y luego hasta Córdoba en barcas. Por
consiguiente Ilipa era la estacion donde se
detenian los buques medianos para dexar
su cargamento y recibir lo que las barcas
habian traido de mas arriba, así como es-
tas cargarian en Ilipa los efectos conduci-
dos hasta allí por embarcaciones mayores.
He aqui lo que pudo dar á Ilipa el nombre
de puerto: á no ser que esta palabra signi-
fique, como significa alguna vez en latin,
aduana ó almacen, porque en efecto
debió haberlo en Ilipa para recibir y cus-
todiar los cargamentos que baxaban y que
subian, ínterin se trocaban.
(2) En el mismo lugar.

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