Estudio clásico sobre el análisis de la lengua española

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Diéguez y Otero, impresores, 1891 - 272 páginas
 

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Página 272 - Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan; los árboles parece que se inclinan; las aves que me escuchan, cuando cantan, con diferente voz se condolecen, y mi morir cantando me adivinan. Las fieras que reclinan su cuerpo fatigado, dejan el sosegado sueño por escuchar mi llanto triste.
Página xxii - Pater noster, qui es in coelis; sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in coelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem R. Sed libera nos a malo. Amen.
Página 159 - Qué descansada vida la del que huye el mundanal ruido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido...
Página xxi - Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea el tu nombre, venga a nos el tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
Página 271 - Cuando por las riberas andabas costa a costa, nunca del mar temiste las iras procelosas: segura navegabas, que por la tierra propia nunca el peligro es mucho adonde el agua es poca. Verdad es que en la patria no es la virtud dichosa, ni se estimó la perla hasta dejar la concha.
Página 230 - Hubo trasladado, golilla le ha puesto, Y otros atavíos á la antigua usanza. La tabla á su dueño lleva sin tardanza, El cual espantado fincó, desque vido Con añejas galas su cuerpo vestido, Maguer que le plugo la faz abastanza.
Página 231 - ¡Pardiez! (dijo el otro), ¿no me habéis pintado en traje que un tiempo fue muy señoril, y agora le viste sólo un alguacil? Cual me retratasteis, tal os he pagado. Llevaos la tabla, y el mi corbatín pintadme al proviso en vez de golilla; cambiadme...
Página 159 - Son de gestos robustos, desbarbados, bien formados los cuerpos y crecidos, espaldas grandes, pechos levantados, recios nervios, de miembros bien fornidos; ágiles, desenvueltos, alentados, animosos, valientes, atrevidos, duros en el trabajo, y sufridores de fríos mortales, hambres y calores. No ha habido rey jamás que sujetase esta soberbia gente libertada, ni extranjera nación que se jactase de haber dado en sus términos pisada; ni comarcana tierra que se osase mover en contra y levantar espada:...
Página 36 - Malindrania, a quien venció en singular batalla el jamás como se debe alabado caballero don Quijote de la Mancha, el cual me mandó que me presentase ante la vuestra merced, para que la vuestra grandeza disponga de mí a su talante)?
Página 159 - Que no le enturbia el pecho de los soberbios grandes el estado, ni del dorado techo se admira, fabricado del sabio moro, en jaspes sustentado. No cura si la fama canta con voz su nombre pregonera, ni cura si encarama la lengua lisonjera lo que condena la verdad sincera.

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