Imágenes de páginas
PDF
EPUB

gia (2), que sin alegar prueba alguna califica de cuentos las cortes de Borja y Monzon y el suceso de D. Pedro Atares, y por consiguiente la narracion de Zurita. ¿No es cierto el hecho de haber sido anulado el testamento del rey Don Alonso nombrado D.. Ramiro? ¿Pues quién pu

y

y

do hacer esto sino las cortes? ¿Y seria estraño que estas pensasen en nombrar þá un magnate, como habian hecho con Pelayo los godos en Asturias, mas siendo monge, sacerdote y aun prelado Don Ramiro? No era el reino por naturaleza electivo? ¿ Todas las presunciones pues estan á favor del historiador aragonés mientras no se pruebe lo contrario. Contrajo matrimonio este rey con dispensa del Papa, y tuvo una hija llamada Petronila, á quien casó con D. Ramon Berenguer, conde de Barcelona; despues de lo cual se retiró de los negocios, cediendo á este el mando con el título de Príncipe de Aragon, pues segun las leyes fundamentales solo á Doña Petronila correspondia el de reina.

(2) Fue quien redactó el art. Navarra del Diccionario histórico-geográfico de la academia.

CAPÍTULO IX.

Origen del condado de Barcelona: estado social de la Marca hispánica cuando estuvo sujeta al dominio de los monarcas franceses: principio de la soberanía independiente de aquel condado, y sus progresos en la carrera de la civilizacion hasta que se incorporó con la monarquía aragonesa.

Aunque la provincia de Cataluña abunda en monumentos históricos, acaso mas que las otras de España; reinaba sin embargo la mayor incertidumbre acerca del origen de la soberanía de sus antiguos condes, atribuyéndola unos á Don Wifredo el Belloso, ó á su nieto Borrell, otros á D. Ramon Berenguer el Viejo; quien al rey de Aragon D. Alfonso el Casto, y quien á D. Jaime el Conquistador, en fuerza del tratado de Carbolio ó Corbeill celebrado en 1258 con Luis IX de Francia.

Hallándose asi indecisa y cercada de oscuridad una cuestion de tanta importancia histórica, se

dedicó á esclarecerla el Sr. don Próspero de Bofarrull y Mascaró, archivero mayor en el general de Aragon, en su apreciable obra titulada los Condes de Barcelona vindicados, que á la abundante copia de nuevos y escogidos datos sacados de los archivos, reune una atinada crítica y un sólido juicio. De ella pues me valdré desde la época en que empezó á ser independiente el condado de Barcelona; pero como del tiempo anterior apenas habla el Sr. Bofarrull, me he visto precisado á acudir á otros autores que se citan al pie (1). Apoyado pues en tan respetables testimonios paso á referir los antecedentes que precedieron al establecimiento del condado de Barcelona, y estado social en que se hallaba la Marca hispánica bajo la dominacion de los condes, feudatarios de los reyes de Francia.

Por los años de 797 se apoderaron los francos de todo el pais narbonés, que desde 793 estaba sometido al yugo sarraceno; y pasando el Pirineo conquistaron tambien á Gerona, donde tremolaba el estandarte musulman. El emir ó mo

(1) Feliu, Anales de Cataluña; Pujades, Crónica universal de Cataluña; Diago, historia de los condes de Barcelona; Balucio Capitulares, Mr. Romey historia de España, Ensayo cronológico inserto en los tomos 3.o y 5.o de la historia de Mariana, edicion de Valencia.

Tomo I.

10

narca de Córdoba Alhaken volando con un numeroso ejército recobró á Gerona, y trasponiendo el Pirineo llegó victorioso hasta Narbona. Guarnecida esta ciudad hubo de regresar á España, donde le hacian cruda guerra dos tios suyos, que le disputaban el mando.

Viéndole los francos tan ocupado en aquella lucha intestina, celebraron en Tolosa á principios del año 798 un gran consejo, en el cual se acordó hacer otra espedicion á la España oriental. Dábales aliento para esta empresa el arrojo con que los naturales del pais y otros que se habian refugiado en él, retirados en los montes hacian continua guerra á los musulmanes, que ocupaban no solo á Barcelona, sino todas las demas plazas y poblaciones de Cataluña.

Puesta por obra aquella deliberacion, el ejército franco-aquitano se apoderó en breve de todos los puntos avanzados que ocupaban los árabes al norte del Pirineo; y traspuesto este volvió á recobrar á Gerona. Ludovico Pio, que entonces mandaba á los franco-aquitanos, puso fuertes presidios en toda la raya del Pirineo; y auxiliado por los guerreros españoles que militaron bajo sus órdenes, restableció el fuerte de Cardona y otros pueblos arruinados, entre los que se cuenta á Solsona, Manresa y Berga.

En otro consejo general del reino celebrado en Tolosa el año de 799 se resolvió la conquista

por

de Barcelona, y al intento se preparó una hueste compuesta de francos, vascones, godos y aquitanos. Despues de un obstinado sitio se apoderaron estas tropas de Barcelona en 801, y Ludovico confió el mando de la plaza con el título de conde á un caudillo godo que se habia distinguido en aquella espedicion, llamado Bera. Despues se establecieron en la Marca hasta nueve condados disposicion de Carlo Magno; y siendo vejados los indígenas y otros españoles que se habian refugiado en aquellas tierras, se quejaron al emperador de los condes que asi los molestaban. El emperador espidió un precepto ó decreto dirigido á los condes Bera, Gauscelino, Gisclaredo, Odilon, Esmengardo, Ademaro, Laibulfo y Erlino, previniéndoles que ni ellos ni sus inferiores fuesen osados á imponer censo alguno á los españoles sobre las tierras baldías y yermas que él mismo les habia dado para cultivarlas; y que les man. tuviesen en el goce quieto y pacífico de cuanto hubieren estado poseyendo por espacio de 30 años, devolviéndoles lo que se les hubiese quitado injustamente. A este precepto siguió otro mas terminante sobre los derechos y obligaciones de los españoles refugiados en la Marca, á quienes el emperador recibia bajo su especial amparo, permitiéndoles segun la costumbre franca constituirse vasallos de un conde, y previniendo que si recibian algun feudo hubiesen de prestar iguales

« AnteriorContinuar »