Imágenes de páginas
PDF
EPUB

en los de la familia real, sino, en los intereses. personales y en las variables. preocupaciones. del príncipe de la Paz.

El prestijio que iba unido á la fortuna de Napoleon, habia herido fuertemente la imaji nacion castellana: entusiasta y mística, y unien. do á su ardiente fe el fatalismo oriental, inclinábase bajo la influencia de aquella estrella que no se habia eclipsado aun. Bonaparte se presentaba ademas en España con el carácter que constituyó toda su fuerza en Europa, y que las naciones estranjeras comprendieron mejor que la Francia: la Península veia en él al refor mador del órden social, enviado por la Providencia, á la espresion mas enérjica del movimiento, bajo el cual se abismaba un tiempo pasado y caduco, y se abrian las puertas á un nuevo porvenir,

El restaurador del culto era muy popular entre el clero del reino católico y el hijo de I la revolucion, símbolo vivo de la igualdad plebeya, el jefe de un poder intelijente y fuerte, habíase convertido en la Península española en héroe y esperanza de todos los que aspiraban á levantar su patria del abatimiento en que yacia, con la estirpacion de los abusos, de su réjímen interior y la fecundacion de sus inmensos recursos. Cubierto con la púrpura im

[ocr errors]

perial, Napoleon era aun para los estranjeros el hombre de las ideas de 1789, que habiendo sido coronadas, no por eso habian perdido su enerjia. El instinto público mostrábase induljente con un despotismo que iba á destruir de un golpe mas seguro y mas pronto los restos de la jerarquia anterior, y con el establecimiento de un sistema de administracion central, preparaba el suelo que mas tarde fecundarian los trabajos de la industria y la libertad política.

Con este carácter juzgaron á Napoleon, tanto la Alemania como la Italia, y del mismo modo Italia que España. Ni las frecuentes transgresiones de su conducta al principio que representaba, ni los atentados mas culpables contra la independencia de los pueblos, lograron borrarlo de su frente: y vemos en efecto que una vez pasado el dia de la cólera, vuélvense sus miradas á la gran tumba de santa Elena. Porque sobre aquella roca, donde el Prometeo del mundo político espió sus errores, yacen unas cenizas que son á los ojos de Europa la señal y la prenda de la organizacion unitaria, cimentada sobre la igualdad civil y la libre concurrencia, á la cual tiende, sino como áun objeto definitivo, al menos como á un principio de todos los progresos.

La Alemania durante su ardiente reaccion contra el sistema frances, ha podido muy bien, en medio de sus sábias y solitarias meditacio nes, fundar una escuela histórica con el objeto de reanimar á la antigua Europa, debilitando la pretendida esterilidad del órden administrati vo y constitucional bajo la viciosa vejetacion de las antiguas franquicias y de las instituciones provinciales, contemporáneas de la nacionalidad primitiva: pero todo esto solo tiene importancia en los libros, porque el movimiento europeo se verifica en sentido contrario á este movimiento. Fácil es pues despertar grandes recuerdos y hacer progresos en la ciencia arqueolójica; mas es preciso resignarse al estado de la política y de las aficiones actuales.

Nos ha sujerido tales reflecsiones la lectura de una obra recientemente inspirada por la situacion de la Península (1), que nos parece haber desconocido de todo punto el espíritu eminente de su sabio autor, engañado por las memorias de su junventud y por las preocupaciones escolares. Fundase en la idea de que baro

(1) De la España. Consideraciones sobre su situacion pasada, presente y futura; por el baron d'Eckstein. 1 tomo en 8

hogueras inquisistoriales con su humeante tea. Pintura tan lugubre no conviene en los risueños dias en que asoma su cabeza coronada de halagüeñas esperanzas la dulcisima

paz. Réstamos solo añadir que hemos aumenta do dos o tres citas para dar mas claridad y estension al escrito del Sr. Carné.

[merged small][ocr errors][ocr errors][ocr errors][ocr errors][subsumed][ocr errors][merged small][ocr errors][ocr errors][merged small]

MEMORIAS HISTORICAS

sobre

FERNANDO TII.

ESPAÑA

SIC

POR M. LUIS DE CARNE.

La destruccion del antiguo réjimen español, atacado por Fernando el Católico con miras nacionales, y por Carlos V en el interés egoista de su propia grandeza, habíase consumado al comenzar el siglo décimo octavo. Esta obra destructora, á la que tan ardientemente la casa de Borbon se habia consagrado, habia sido tan

« AnteriorContinuar »