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Lopez. (El maestro Frey Juan) Sus

obras, p. 543.

Lupinos. (maravedis) p. 315. n. 860.

M

M
agallon. Su precio, p. 509, 522.
Mandiletes. p. 529.

Mantas de pies. p. 540.

Manteca de vacas. Su precio, p. 509,

512, 513 y 514.

Manuel. (don Miguel de) Se equivo-
có en decir que la moneda de don
Fernando era de cinco partes de
ménos valor respecto de la anti-
gua, p. 65. n. 204 y 205.
Manzanas. Su precio, p. 513.
Maravedis. Su ley y peso, p. 11,
n. 22, 23 y siguientes. El mara-
vedí viejo valia dos nuevos, p.
18- n. 52. El rey don Sancho
mandó labrar moneda de novenes,
p. 68. n. 208. Cantos Benitez se
equivoca en decir que empezáron
en tiempo del rey don Fernando
p. 68. n. 210. Con los maravedis
novenes corriéron los maravedis
largos y cortos, valiendo aquellos
once dineros cornados ménos ter-
cio, y estos diez cornados, p. 70.
n. 214. Seis dineros cornados ha-
cian diez dineros novenes, y tres
maravedis largos hacian quatro
cortos, ibi. Dictámen del señor
Cantos Benitez sobre el valor de
los maravedis de Enrique IV, y
novenes p. 95. n. 276, 277,
278 y 279. Se impugna su doc-
trina, p. 97. n. 281, y p. 331,
332, 333, 334 y 335, n. 901 y
siguientes. Dictámen de los auto-
res del memorial de los capella-
nes de coro de la santa iglesia de

Toledo sobre dichos maravedis,

p. 103. n. 297, 98 y 99. Es muy
diminuto, y padece algunas equi-
vocaciones, p. 104. n. 300. Los
novenes, ó segundos blancos no
eran de plata como afirman Can-
tos Benitez, y el memorial de los
capellanes de coro de la santa
iglesia de Toledo, ibi. n. 299, y
p. 105. n. 302. Dictámen de Alon-
so de Carranza sobre los mara-
vedis de Enrique IV, p. 106 y
siguientes, n. 304, 305, 306 y 307,
Se deshacen sus equivocaciones,
p. 108. n. 308 y siguientes. Dictá-
men del ilustrísimo don Diego
de Covarrubias sobre los marave-
dis de oro buenos, viejos y nue-
vos, p. III. n. 314, hasta el 368.
Los maravedis burgaleses antiguos
valian nueve maravedis de la mo-
neda de la guerra segun su peso;
y seis segun la costumbre, p. 132.
n. 375. Ademas de estos marave-
dis hubo otros burgaleses que ha-
cian quatro de los blanquillos ó de
la guerra, p. 138. n. 387. Los
que llevaban el nombre de viejos
en tiempo de don Enrique IV eran
los acuñados por el rey don Fer-
nando, don Alonso el XI, y don
Pedro, ibi. n. 376 y siguientes.
Valor del maravedí del tiempo de
don Alonso el X, p. 127. n. 357.
El señor Covarrúbias obscurece,
y llena de dudas su opinion sobre
los maravedis de oro buenos, vie-
jos y nuevos, p. 130. n. 369 y
siguientes. Sentencia de don Josef
Caballero sobre los maravedis de
don Enrique IV, p. 139. n. 388
y siguientes. Está toda equivoca-
cada, p. 140. n. 396 y siguien-

tes.

once

tes. En tiempo de dicho rey hubo
quatro especies de maravedis, la
una de nuevos, la otra de viejos
de á diez dineros novenes, la otra
de á diez dineros cornados, y la
otra de á once dineros cornados
ménos tercia, p. 141. n. 398. El
maravedí nuevo valió dos blan-
cas viejas, ó tres nuevas, seis cor-
nados nuevos, diez dineros nue-
vos, y sesenta meajas nuevas: el
maravedí viejo se estimó en seis
cornados viejos, en diez dineros
novenes, y en sesenta meajas vie-
jas: el maravedí de cornados se
apreció en tres blancas viejas, y
un cornado, en siete sueldos y
medio, y en diez cornados, y el
postrero en ocho sueldos,
dineros ménos tercio, ibi. El ma-
ravedí viejo ó de á diez dineros
novenes valió dos nuevos, p. 142.
n. 402 y siguientes. Algunos do-
cumentos le computan en un ter-
cio mas, p. 144. n. 406 y 407. El
cómputo entre el maravedí viejo
y nuevo, considerado como partes
del real de plata fué no ménos va-
rio que el de maravedí á mara-
vedí, p. 145. n. 409. Valores que
tuvo el maravedí viejo respecto
del nuevo, considerado como par-
te del florin, ibi. n. 410. El rey
don Fernando mandó hacer ma-
ravedis de once dineros ménos ter-
cia de un dinero, p. 146. n. 411.
El mismo mandó labrar maravedis
de á ocho sueldos, ibi. Tambien
labró maravedis á quatro dineros
por tres sueldos, ibi. n. 412. El
rey don Alonso mandó hacer ma-
ravedis de diez dineros, p. 147.
n. 413. Quatro dineros novenes

hacian tres sueldos, ibi. n. 412. El
maravedí corto hacia diez dineros,
ibi. n. 413. El maravedi longo ó
largo hacia ocho sueldos, ibi. El
maravedí viejo hacia tres blancas y
un dinero, p. 148. n. 414. El ma-
ravedí viejo de cortos hacia diez
dineros, que eran tres blancas y un
dinero, ibi. n. 414. Diferencia en-
tre los maravedis cortos y largos,
p. 149. n. 416. Clave para com-
prehender la razon que tenian en-
tre sí todas las especies de mara-
vedis, p. 150. n. 418. Seis di-
neros cornados hacian diez dine-
ros del rey don Fernando, ibi.
Descripcion de la ley, talla y peso
del maravedí de don Enrique, p.
152. n. 421 y siguientes. Razon
en que estaba el maravedí viejo,
ó de diez dineros novenes, con el
• maravedí,nuevo ó de blancas, y
uno y otro con las monedas infe-
riores que los componian, p. 154.
n. 428. Correspondencia entre los
maravedis largos ó longos de á on-
ce dineros ménos tercia con las
blancas, sueldos, dineros, y con
los maravedis del sefior don Cárlos
IV, p. 155. n. 428. Corresponden-
cia entre el maravedí corto ó de
á diez dineros cornados, y las
monedas inferiores que le compo-
nian, y el maravedí de dicho se-
ñor, ibi. El maravedí alfonsino
valia tanto como la dobla mazmu-
tina, p. 315. n. 860. Maravedis
lupinos, ibi. Maravedis ayadinos,
ibi. Los maravedis mas inferiores
que se usáron en el reynado de don
Juan el II fuéron los acuñados
por este rey, p. 331. n. 901. El
rey don Pedro hizo doblas alfonsis
Cccc 2

de

de fino oro como los maravedis
alfonsis, p. 457. n. 1182. El rey
don Juan el II hizo labrar doblas
de la banda del peso de los alfon-
sis del rey don Pedro, p. 458.
n. 1184.

Marco. Del marco de cobre en pasta
y moneda no constan sus valores,
p. 32. n. 101. Diferencia entre el
marco de Colonia y marco de Tria,
p. 233. n. 657, y 658.
Marco de oro. Valores del marco de
oro en vaxilla, p. 37. n. 122 y si-
guientes. Valores del marco de oro
en moneda, p. 38, y 39. n. 127 y
siguientes.

Marco de plata. Su valor, p. 32. n.
102 y siguientes. Valores del mar.
co de plata en vaxilla, ibi. Valores
del marco de plata en moneda,
p. 35. n. 113 y siguientes, y p. 36.

n. 120.

Marmutinas. Véase doblas moriscas.
Marroquíes. (doblas) Véase doblas
moriscas.

Marroquinas. (doblas) Véase doblas

moriscas.

Marroquis. (doblas ) Véase doblas
moriscas.

Mayorga. Don Rodrigo Pimentel, con-
de de Benavente, se conviene con
doña Leonor Pimentel, condesa
de Plasencia, en razon de la vi-
lla de Mayorga, p. 51. n. 167.
Mazmodinas. Véase doblas moriscas.
Mazmutinas. Véase doblas moriscas.
Meaja. De la meaja hacen expresa
mencion las ordenanzas de Tole-
do, y diferentes documentos, p. 40.
n. 131 y siguientes. Su vaíor, p.
41. n. 134 y siguientes. Sesenta
hacian un maravedí, ibi. Hubo
dos especies de meajas, una de

moneda vieja, y otra de moneda
nueva, p. 48. n. 158. El rey don
Sancho labró las meajas corona-
das, p. 66. n. 206, y p. 150. n.
418. Ordenó que no, se abatiesen,
afinasen, ni fundiesen, p. 68.
n. 208.

Media blanca. Fué moneda real, y la
mandó labrar el rey don Enrique
IV, p. 72. n. 216. Su valor, ibi.
y p. 73 y siguientes. En un tiem-
po hacian quatro un maravedí, y
en otro seis, ibi. n. 217. Habia
medias blancas viejas y nuevas,
p. 73. n. 217 y siguientes. Su va-
lor con respecto á los dineros y
cornados, p. 73. n. 219 y 220.
Valor que correspondia á las me-
dias blancas que se usaban en Ga-
licia, Asturias, y Guipuzcoa, p.

75. n. 222.
Melgarejo. (Alfonfo Fernandez) fué
veintiquatro de la ciudad de Se-
villa, p. 211. n. 600. Casó con
Teresa Vazquez de Neira, ibi.
Memorial. El de los capellanes de
coro de la santa iglesia de Tole-
do está muy diminuto sobre el va-
lor de los maravedis de Enrique
IV , y equivoca la razon de su-
birse y baxarse de precio las blan-
cas, p. 104. n. 300.
Menjuí. p. 527.

Mercoras. (una peña de) para un
manton de millinas para la sobre-
cama, costó quarenta y dos fran-
cos, con sesenta maravedis de al-
cabala, p. 273. n. 746.
Mezmudinas. Véase doblas moriscas.
Miel. Su precio, p. 509, 512 y 513.
Mielga. Su precio, p. 511 y 513.
Misas. Su limosna, p. 510.
Monasterios. El de nuesta Señora de

Val-

Valbuena puso demanda á la villa
de Olivares sobre la paga de
ochenta florines de oro en que le
habia dado á censo perpetuo la vi-
lla de Valbuena, p. 213. n. 607.
Moneda. El desarreglo de la moneda

llegó á la raya de lo sumo, p. 2.
n. 4. Se labraba quan falsamente
podia en las fortalezas roqueras,
y en las casas de quien queria,
p. 3. n. 5. El reyno estaba en cos-
tumbre de no tener mas de cinco
casas reales donde se labrase, y el
rey dió licencia para que se labra-
se en ciento y cincuenta casas,
p. 3. n. 5. La labraban quan fal-
samente podian y querian, ibi. y
p. 7. n. 13 y 14. La que hacian
en un mes la deshacian en otro,
tornandola á ley mas baxa, ibi.
Dióse baxa de ella, p. 4. n. 6. El
Arzobispo de Toledo propuso al
rey quanto convenia remediar la
moneda adulterada en todos los
metales, p. 5. n. 7, y p. 29. n. 96.
Por el desórden de ella padecia el
reyno graves é intolerables males,
p. 5. n. 9, y p. 7. n. 11, 13 y
14. Convocó el rey cortes para su
remedio, ibi. Se descubrió una
gran falsedad en ella, p. 6. n. 11,
y p. 29. n. 96. Se baxó la de ve-
Ilon, oro y plata, de que vino
gran pérdida á muchas personas,
ibi. La de oro era tan falsa que
ninguna de este metal estaba en
el justo precio, ibi. Por órden del
rey labró el conde de Benavente
muy mala moneda en Villalon, p.
7. n. 12. El rey hizo enriques de
mucho fino oro, y reales de fina
plata, y blancas de baxa ley, ibi.
Algunos caballeros con licencia.

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que

del rey hicieron quartos y enri-
ques de baxa ley
, For lo
valiéron los finos gran quantía,
ibi. Muchos particulares los acu-
ñáron sin órden del rey, p. 7. n.
13. Manda el rey labrar moneda
de oro, plata y vellon, p. 8. n. 17.
El rey don Enrique labró moneda
de oro, p. 27. n. 87 y 88. La que
labró el rey don Fernando el em-
plazado era menor que la de su
padre, p. 63. n. 201 y 202. La
moneda antigua tenia seis partes
de mas valor que la suya, p. 64.
n. 203. Los que seguian á don
Alonso que se llamaba rey de Cas-
tilla hicieron moneda en nombre
é en señal del rey don Fernando,
p. 65. n. 205. Era de ménos valor
que la del rey, ibi. La labráron
en Leon, Castrotorafe, Dueñas,
Osuna y Deza, ibi. Por esta mo-
neda que labráron confundiéron
toda la buena moneda de dicho
rey don Fernando, ibi. El rey don
Sancho siendo infante dió á los
de su señorío la moneda de los
burgaleses, leoneses, pepiones, y
salamanqueses así como la solian
haber en el tiempo del rey don
Alfonso su abuelo, y la juró para
en toda su vida, p. 66. n. 207.
Labró burgaleses y pepiones en
Burgos, y leoneses en Leon, y sala-
manqueses en Salamanca, p. 67.
n. 207. Tambien labró moneda de
novenes, p. 68. n. 208. El rey
don Fernando labró moneda blan-
ca de la guerra, y la de á once
dineros ménos tercia por marave-
dí, p. 69, n. 210, 211, y 212.
El rey don Juan el I labró mo-
neda de ménos calidad que la vie-

ja,

ja, dándola el mismo valor, p. 133.
n. 377. El rey don Enrique baxó
las monedas de los enriques, do-
blas, florines, y reales en las cor-
tes de Madrid del año 1462, p.
163. n. 456. Concordia entre el
rey y el reyno sobre varios pun-
tos de gobierno, y precios á que
debian correr las monedas, p. 167.
n. 466. Los valores que adquirian
los florines, reales, doblas, y de-
mas monedas, no eran con res-
pecto á los maravedis de moneda
vieja sinó á los de moneda nue-
va ó de blancas, p. 233. n., 634.
No tenian valor determinado, p.
274. n. 749. Unos mismos docu-
mentos los valuan de distinto mo-
do, ibi. La desigualdad del pre-
cio nacia de que unas se compra-
ban mas caras que otras, y de
que los cambios y recambios no
eran igualmente equitativos, p.
275. n. 749, y 751. Dimanaba
tambien de los fraudes de los cam-
biadores. p. 276, n. 752, y 753-
Los ordenamientos reales no pro-
ceden uniformes en la graduacion
de ellas, p. 285. n. 780, y 781.
Nada se puede dar por fixo en
materia de monedas, p. 299. n.
818. El rey don Enrique mandó
que no se sacase del reyno oro,
plata, ni moneda amonedada, p.
482. El reyno pide que quando se
mandare labrar moneda, se la-
brase en todas las casas estableci-
das para ello, segun labraba la de
Segovia, p. 448. Concordia entre
el rey y el reyno sobre monedas
y otros puntos de gobierno, ibi.
y p. 489 y siguientes. Peticiones
de las cortes de Ocaña sobre que

cesase la labor de la mala mone-
da, p. 491. Bula del legado apos-
tólico sobre las monedas, P. 502
y siguientes.
Moscador. p. 546.

Moscador de plumas de pabon, p. 536.
Mostaza. Su precio, p. 509,511, y513.
Moto. El moto se llamó tambien mou-
ton, molton, molton del rey Juan,
molton rey de Francia
, y mol-
ton comes á las águilas, p. 343.
n. 919. De esta moneda escribe
el señor Cantos Benitez, ibi. El
rey don Enrique II aprecia al mou-
ton en treinta y quatro marave-
dis, p. 344. n. 920. Valores que le
correspondiéron en tiempo de don
Enrique IV, p. 344. n. 922. Modo
de ajustar el valor de los moutones
por el de las doblas castellanas,
P. 345. n. 923 y siguientes. Qua-
tro moutones hacian siete florines,
p. 346. n. 927. Quatro moutones
eran iguales á cinco francos, p. 347.
n. 929. Su valor con respecto á la
moneda del señor don Cárlos IV,
ibi. n. 930.

Moya. (Fernan Sanchez de) Era maes-
tre del Ostal del rey don Juan
el I, p. 185. n. 513.
Mozmudinas Jucefias. Véase doblas
moriscas.

Mozos de la capilla. p. 516.
Muelas para molinos. Su precio, p. 521.
Mueso ginete. p. 531.

Mulas. Su precio, p. 508 y 520.
Muletos. Su precio, p. 508 y 520.
Murillo. Pedro Jordan empeñó por
mil y seiscientos maravedis alfon--
sinos á Guillelmo Valdovino y su
muger el castillo de Murillo, p.
315. n. 861.
Musiques. p. 529.

Na-

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