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Abandonó, pues, las banderas de Cristo el que antes habia desertado de las de Mahoma. Recibióle el Miramamolin, acaso mas por política que por benevolencia, pues le importaba mucho privar á Ramiro de tan temible auxiliar. Preso ahora por el monarca leonés, cuando acaso iba á recibir el merecido de su felonía, con la suerte que á las veces tienen los malvados logró fugarse y volvió á obtener entre los muslimes las funciones de walí que antes habia ejercido.

Dos meses mas tarde, y retirado ya á Córdoba el califa, envió Ramiro su ejército hacia el Tormes á repoblar varias ciudades y pueblos ó desiertos ó arruinados, entre los cuales lo fueron Salamanca, Ledesma, Baños, Peñaranda y varios otros lugares y castillos (). Pero el conde de Castilla Fernan Gonzalez, que debia traer ya en su ánimo el proyecto de emanciparse del rey de Leon, celoso de que el leonés erigiera por sí solo poblaciones que pertenecian al territorio de Castilla, levantóse contra Ramiro en union con Diego Nuñez ó Muñoz, á quien suponen su yerno, conde tambien ó gobernador de alguna comarca. No

(1) La mala inteligencia de una palabra de Sampiro dió ocasion à muchos historiadores españoles para suponer que en esta expedicion del Tormes habia tenido que pelear Ramiro con un general moro llamado Azeipha, con quien dicen se alió Fernan Gonzalez. Es el caso que Sampiro dijo: Deinde post duos menses zeipham ad ripam Turmi ire disposuit. Y sien

do azeipha una palabra árabe (de al saiffah) que significa ejército ó reunion de gente armada, tomáronlo ellos por el nombre propio de un caudillo sarraceno, y de aqui la batalla que era menester se siguiese, y las desavenencias entre Ramiro y Feruan Gonzalez á instigacion del moro Azeipha, y todo el edificio que sobre este falso cimiento se levantó.

se descuidó Ramiro en conjurar esta tormenta, y haciendo á los dos prisioneros (940), los trasportó, al castillo de Leon al uno y al de Gordon al otro. Alli permanecieron algun tiempo, hasta que hecho juramento de lealtad al rey y de renunciar para siempre á todas sus pretensiones, no solo les dió libertad, sino que llevó su confianza en Fernan Gonzalez, cuyo mérito y valor por otra parte conocia, al estremo de concertar el matrimonio de su hijo primogénito Ordoño con la hija de Gonzalez llamada Urraca (1).

No bien escarmentados todavía los árabes, intentaron al año siguiente (941) otra invasion por la frontera cristiana del Duero. Mas sorprendidos los infieles cerca de San Esteban de Gormaz entre el rio y unos altos cerros y tajadas peñas, no les quedaba otra alternativa que perecer ó triunfar. El Coraixi que los mandaba era uno de aquellos musulmanes que reunian la cualidad de poetas á la de guerreros; para alentar pues á sus soldados en trance tan comprometido les recitó unos célebres versos que nos han conservado sus historiadores (2). Segun ellos surtió su efecto la enérgica excitacion del caudillo poeta, las aguas del Duero se enturbiaron con sangre cristiana, y se apo

(1) Sampir. n. 23.-Monach. Tolet. Silens. Lucas. Tud. - Roder.

(2) Conde los traduce asi:

De un lado nos cerca Duero,-del otro peña tajada,
La salida está en vencer,-y en el valor la esperanza;
La sangre de los infieles-enturbie del Duero el agua.

deraron de la fortaleza de Sanestefan con gran mortandad de sus defensores.

Desde esta batalla no se habla de otras relaciones entre árabes y leoneses hasta una tregua ajustada en 944, que el escritor arábigo refiere en los siguientes términos: «El rey Radmir de Galicia envió sus mandatarios al rey Abderrahman para concertar ciertas avenencias de paz en sus fronteras; y Abderrahman los recibió muy bien, y otorgaron sus treguas que ofrecieron guardar por conveniencia de ambos pueblos, y envió el rey Abderrahman á su vazzir Ahmed ben Said con los mandaderos de Galicia para saludar en su nombre al rey Radmir, y fué el vazzir á Medina Leionis (Leon)..... se ajustaron treguas por cinco años y fueron muy bien guardadas (1).»

Tales fueron las consecuencias de la famosa batalla de Simancas, la mayor que se habia dado entre cristianos y musulmanes desde el desastre de Guadalete.

Invirtiéronse los años que duró la tregua en fundar y repoblar ciudades y villas en Castilla y Leon, hasta que habiendo aquella espirado (949), y no bien avenido con la ociosidad el genio activo y belicoso de Ramiro, repasó el Duero con sus leoneses, y dirigiéndose á la siempre combatida Talavera maltrató sus muros, obligó á los moros á aceptar un combate en que les mató doce mil hombres, les hizo siete mil

1) Conde, cap. 82.

prisioneros, y se volvió victorioso á su córte de Leon ("). Esta fué su última campaña. Habiendo en el otoño del mismo año hecho un viage de Leon á Oviedo, regresó atacado de una grave enfermedad, de la cual sucumbió el 5 de enero de 950, víspera de la Epifanía, despues de haber recibido la confesion y el hábito penitencial ante la presencia de varios obispos y abades y hecho cesion de la corona en su hijo Ordoño, tercero de este nombre, casado con la hija del conde Fernan Gonzalez. Enterróse en el monasterio de San Salvador de Leon, fundado por él para su hija Elvira; que en los pocos períodos de paz que en un reinado de cerca de veinte años disfrutó Ramiro II. hizo lo que acostumbraban á hacer los monarcas de aquel tiempo, fundar y dotar monasterios y dedicarse á arreglar las cosas de la Iglesia (2)

(4) Samp. Chron. n. 24.-Los árabes lo cuentan de otro modo, y se atribuyen la victoria como de costumbre.

(2) Dispútase mucho todavía sobre si Ramiro II. tuvo una sola, ó dos ó mas mugeres. Sampiro dice expresamente que casó con Teresa Florentina, hija de Sancho Abarca de Navarra. Morales menciona escrituras en que aparece el nombre de Urraca, Sandoval cita otras en que se nombra á Jimena. El maestro Florez en sus Reinas Católicas intenta resolver la cuestion del modo que generalmente acostumbra, esforzándose en probar que fué una sola con los nombres de Urraca Teresa. Con frecuencia vomos suscitarse estas dudas so

bre el número y nombres de las mugeres de los reyes de Asturias, Leon y Castilla, bien nazca de que en aquellos tiempos pusieran á las reinas varios nombres, bien de los muchos yerros que en punto á nombres propios cometian los copiantes de manuscritos, bien de que se confundieran los de las mugeres legitimas con los de las amigas de los reyes (que asi las llama por decoro el erudito Florez), ó bien de que no se diera á la averiguacion de este asunto la mayor importancia, hasta que el mencionado Florez dedicó á este exclusivo objeto su utilisima obra de las Reinas Católicas, que por lo comun nos sirve de guia sobre esto particular en nuestra historia.

CAPITULO XV.

ABDERRAHMAN III. EN CÓRDOBA:

DESDE ORDOÑO III. HASTA SANCHO I. EN LEON.

De 950 á 961.

Grandeza y esplendidez de la córte de Abderrahman III.-Descripcion del maravilloso palacio de Zahara.-Embajada del emperador griego Constantino Porphirogeneta.-Otras embajadas de príncipes extrangeros al soberano de Córdoba.-Grave disgusto de familia. Suplicio de su hijo Abdallah.-Muerte de Almudhaffar.-Ordoño III. de Leon. -Conspiran contra él su hermano Sancho y el conde Fernan Gonzalez. Frustra su empresa, y repudia á su muger Urraca.-Muerte de Ordoño III. y elevacion de Sancho el Gordo.-Sancho es destronado.-Refúgiase á Pamplona.-Pasa á Córdoba á curarse de su extremada obesidad.-Su amistad con Abderrahman.-Repónele el califa en el trono de Leon.-Fuga y desgraciado término de Ordoño el Malo. Guerras y engrandecimiento de Abderrahman en Africa.Conquista de Tunez.-Riquísimo y espléndido regalo de Ahmed.Célebre embajada.-Othon el grande de Alemania.-El monge Juan de Gorza.-Sobre el martirio de San Pelayo.-Ultimos momentos de Abderrahman III.-Su córte. Ciencias, letras, artes. Poetisas de su alcázar.-Dicho célebre de Abderrahman III.

A cinco millas rio abajo de Córdoba habia un ameno y apacible sitio, donde Abderrahman, convidado por su frescura y frondosidad, solia pasar las temporadas de primavera y otoño. Alli hizo construir

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