opinion (Julio) que se colocase dicha brigada en Coatepec, y que se compusiera de ochenta infantes y cuarenta de caballería, sostenidos con los recursos de este pueblo, Jico y Teocelo que daban las raciones, y Jalapa el prest que era de uno y medio reales diarios por plaza. D. José Ruiz Sanchez volvió á ofrecerse para ir á batir á los insurgentes con aquella seccion; pero se le contestó "que otra vez se aceptarian sus servicios." En Naolinco construyeron fortificaciones los independientes, mandando en ese rumbo el gefe Lazcano que se titulaba general, de quien tenemos una circular á los jueces de los pueblos que dice así: "En atencion á que los pueblos de Ixhuacan, Jico, Teocelo y Coatepec no son suficientes para suministrar los víveres y forrages á la division que por aquel rumbo debe ocuparse, dispondrá V. que los pueblos comarcanos de San Andrés, San Miguel, San Salvador, Tatatila y las Vigas, tengan reunidas doscientas arrobas de bizcocho y cien cargas de maiz que trasportarán ellos mismos á Jico, á la mas ligera insinuacion que se les haga, entendido que tomará V. las providencias que sean necesarias para que dicha órden tenga su puntual cumplimiento á lo mas el 27.-Cuartel general en Tenampa, Setiembre 23 de 1816."-Finalmente, en 29 de Setiembre fué sorprendido por los insurgentes el punto fortificado del cerro de Macuiltepec, y mataron á algunos de los que lo custodiaban, invadieron el fortin del Calvario y penetraron á la poblacion; todo se puso en movimiento, las gentes corrian por las calles, muchos se ocultaban y escondian sus efectos de valor, creyendo perdida la plaza, cuya creencia invadió hasta al comandante militar Vicente Patiño, el cual corrió á llamar al brigadier D. Joaquin de Castillo y Bustamante que vivia sin mando retirado en su casa, y le suplicó repeliese el ata lo que en efecto hizo el brigadier, poniéndose al frente de los soldados que componian la guarnicion, que eran en núme que, 1816 1816 ro de 1538 de línea y 150 "realistas fieles," cuyas fuerzas situó en la plaza nombrada del Rey, y atacando á los insurgentes hizo que se retiraran. Entonces los calabozos estaban llenos de presos políticos, acerca de los cuales se habia mandado que aquel que tuviera recursos se mantuviera por sí mismo, y el que careciera de ellos comiera lo mismo que los presidarios. En medio del asedio que sufria la poblacion, entró á Jalapa en 31 de Agosto el virey D. Juan Ruiz de Apodaca, llamado despues conde del Venadito, teniente general de la Real Armada, que llegó á Veracruz en la fragata "Fortuna" con un convoy de ocho buques, en el que venia el Fijo de México mandado por el coronel Ignacio Mora y algunas compañías del Fijo de Puebla; el ayuntamiento jalapeño gastó en su recepcion $794, y se le presentó una comision á nombre del vecindario á pedirle que eximiera á este de la carga de los alojamientos y que ordenara la manera de recaudar las rentas reales; para resolver acerca de estos puntos pidió informes. Mandó establecer la "division volante" tal como la habia propuesto el Sr. Ruiz Sanchez, y dispuso que se estableciera una casa llamada de pabellones para alojar en ella á los gefes y oficiales. De la misma letra de Apodaca se conservan las instrucciones para establecer la casa de pabellones, "pues en los ranchos y pueblos de Españaa, dice, se han hecho no solo pabellones, sino cuarteles para alojados. Dichos pabellones deben tener cama con colchon y almohada, una silla ó asiento por persona, con alguna mas comodidad para los gefes."-Para amueblar la casa de pabellones prestó el vecindario $1108. Autorizó al ayuntamiento para que interviniera en la organizacion de las compañías realistas y en proporcionarles los recursos necesarios, ordenó que se pagase á una pobre muger Dr. Jesus Viveros, los alquileres de una casa que se le habia tomado para fortin, y que se dieran á un hombre del pueblo, habia servido de vigía en el cerro de Macuiltepec, los suelque dos atrasados que se le debian; á peticion tambien de una comision municipal destituyó del mando militar de la villa que habia tomado en Abril, á D. Miguel del Campo, por las arbitrariedades que cometia, dejando interinamente en lugar de este al comandante de "Ordenes" D. Vicente Patiño, separando del mando militar el político, que dejó á cargo de D. Tomás Rubio Rosso. Estos actos de Apodaca eran hasta cierto punto ilegales, pues aun no tomaba posesion del vireinato cuando los ordenó. A su paso por la villa se componia la guarnicion de 1538 soldados, ademas estaban 185 en el hospital y 240 cuidaban los fortines del camino real. Mientras estuvo en Jalapa atacaban los insurgentes á la villa diariamente, reuniéndose en considerable número para estorbarle el paso á su salida de la villa en & de Setiembre; pero no logrando verificar su ataque sobre el virey que llevaba una fuerte escolta, lo hicieron contra Jalapa que suponian sin guarnicion, en 4 del mismo Setiembre, sin lograr éxito alguno favorable, llegando en el mismo dia á Perote el espresado virey. Al pasar por el pueblo de las Vigas ordenó que se formara ahí una compañía de realistas, mandando 70 fusiles del depósito de la fortaleza de aquel pueblo para armarlos. Fué atacado por las fuerzas de Osorno en la hacienda de Vireyes, en cuyo ataque estuvo próximo á ser derrotado. Apodaca tomó posesion del gobierno en 20 de Setiembre de 1816, y estuvo en el puesto hasta el 5 de Julio de 1821. D. Juan Ruiz de Apodaca, conde del Venadito, 61° virey de la Nueva España, natural de Cadiz, sentó plaza de guardia marina en 7 de Noviembre de 1767, fué nombrado alférez de fragata en Agosto de 1770, y por órden succesivo obtuvo sus ascensos hasta llegar á teniente de navío en Mayo de 1778; navegó en los mares de ambos hemisferios, combatió con los corsarios árabes Ꭹ trató con los indios de la Oceanía, de cu TOMO II.-3 1816 1816 yas islas levantó algunos planos y formó parte con la fragata "Asuncion" de la escuadra combinada mandada por D. Luis de Córdova. Fué ascendido á mayor general de escuadra en 1789 y estuvo ocupado en el siguiente año en reparar y ampliar el muelle de Tarragona; en 1793 se batió en el mar contra buques franceses y concurrió al bloqueo de Tolon mandando el navío "San Francisco de Paula." Despues de prestar varios servicios y combatir en diversas ocasiones contra los ingleses, se encargó del arsenal de la Carraca en 1799, cuyo destino dejó en Mayo de 1802 para tomar el mando del navío "Reina Luisa," y con motivo de haber caido varios rayos á este buque y al "Argonauta," escribió una memoria sobre los para-rayos impresa en Leon en 1803, reimpresa en la Habana en 1812 y en México en 1817. Declarada la guerra á los franceses en 1808, tomó una parte muy activa en ella, logrando hacer rendir una escuadra enemiga en las aguas de Cádiz. Fué ministro plenipotenciario por la junta de Sevilla para estrechar relaciones con la Inglaterra y firmó en union de Mr. Caning un tratado de paz, amistad y alianza, ratificado por la junta central en Febrero de 1809, y en premio de sus servicios fué ascendido en el mismo mes á teniente general por aquella junta. En 1812 pasó á la isla de Cuba á ejercer el cargo de capitan general de esta y de las dos Floridas, así como el de gobernador de la Habana, presidente de la Audiencia y comandante general de aquel apostadero. Desde Enero de 1815 se le nombró sucesor en ese puerto y poco despues fué nombrado virey de Nueva España, permaneciendo no obstante en Cuba hasta que llegó el que iba á reemplazarlo en Julio de 1816, siendo condecorado en recompensa de sus servicios con las grandes cruces de San Fernando y San Hermenegildo. Recibió el baston del gobierno el 20 de Setiembre, y fué el último delegado que ejerció el poder real en la colonia: los primeros dias de su administracion fueron felices; cansados y sin esperanzas los caudillos insurgentes, se acogieron al indulto en su mayor parte: tuvo la dicha de que fueran destruidas las fuerzas del célebre general Mina que desembarcó en nuestras playas el 15 de Abril de 1817, y con un puñado de hombres penetró audazmente hasta el centro del vireinato, siendo aprehendido en el rancho del Venadito, por lo que se concedió al virey la dignidad de conde de este nombre. En los años siguientes se acogieron al indulto Teran y D. Ramon Rayon, perdiéndose las únicas fortalezas que quedaban en Cerro-Colorado y Cóporo; la capitulacion del fuerte de Jaujilla, la toma del Sombreró y los Remedios, marcaron notablemente su administracion. habiéndose casi apagado el fuego de la revolucion á fines de 1820. La publicacion de la constitucion del año de 20 volvió á conmover los ánimos; la supresion de varias órdenes monacales sembró el descontento en la mayoría de la poblacion y reanimó el sentimiento por la independencia que aun no habia muerto, las reformas que entrañaba el código produjeron la confusion y el disgusto, que favoreciendo el plan proclamado en Iguala por Iturbide, determinaron la inesperada caida de Apodaca. Se dijo que Fernando VII habia impulsado la insurreccion para reconquistar el poder absoluto que le quitaban las Cortes, pero esta especie está desmentida por el mismo Apodaca. Obligado por los oficiales españoles de las tropas europeas, que descontentos atribuian á desaciertos de Apodaca la decadencia de la causa realista, tuvo que entregar el mando al brigadier D. Francisco Novella en 5 de Julio de 1821, y regresó á España en 1822 donde ocupó diversos puestos, y fué con 1816 |