Imágenes de páginas
PDF
EPUB

navíos, y él se tornó á la ciudad de Lima á hacer gente y buscar lo que le faltaba el aviamiento de su jornada.

para

por

Esta provincia de los Motilones se llama así que sólo estos indios se han hallado tresquilados en todo el Pirú. Esta tierra es muy fértil, en especial de maíz y algodon, y los indios andan vestidos de costales. Este rio que por ella pasa es muy caudal y poderoso, sin comparacion mayor que los rios de España; nasce en el Pirú en la provincia de Guanuco; es caudal casi desde sus nascimientos, pero es innavegable por más de trecientas leguas, porque pasa por tierra áspera y de grandes sierras y peñascos, de que se causan grandes saltos y velocísimas corrientes en esta provincia de los Motilones. Subieron por este rio los indios brasiles, y desde aquí se fueron por tierra al pueblo de Chachapoyas, por donde tuvieron noticia 2 íbanse á favorescer entre los españoles, viéndose ya los indios pocos.

llero

I

Partido el gobernador Pedro de Orsúa de su astipara la ciudad de Lima, para acabar de adrezar su jornada, por la poca posibilidad que tenia, en especial de dineros, y por lo mucho que le faltaba, se detuvo por allí casi año y medio, y estuvo en un punto de deshacerse la jornada, porque á esta sazon vino nueva de España que Su Majestad habia nuevamente proveido por visorey del Pirú á D. Diego de Acebedo, con la cual nueva el marqués de Cañete

[blocks in formation]

2 t. n. nuestros españoles de lo arriba dicho, y los brasiles, viéndose pocos, se favorecieron de nuestra gente,

no le hacia ni osaba hacer tantas mercedes y favores como al principio; y los Oidores y vecinos del Pirú decian que no convenia que se hiciese junta de gente en tal tiempo; y estando en estos términos, vino otra nueva que D. Diego de Acebedo se habia muerto en Sevilla, viniendo al Pirú, y con esto el Marqués le tornó de nuevo á favorescer más que de ántes, aunque no fué sin alguna sospecha de la gente del Pirú, porque se dijo públicamente que el marqués de Cañete, teniendo recelo de la cuenta que le venian á tomar, y que tambien enojado y afrentado porque Su Majestad le removia el cargo, queria, en achaque de la jornada, juntar gente para se alzar con el Pirú contra Su Majestad, y tener á Pedro de Orsúa, que era hechura suya, por su Capitan y valedor, para que, acabada de juntar la gente, revolviese sobre el Pirú; lo cual fué mentira é invencion de hombres malos y deseosos de motines. Todo este tiempo anduvo Pedro de Orsúa por el Pirú sin volver á su astillero, buscando gente y dineros para se acabar de aviar; y entre algunas personas le prestaron unos á mil y otros á dos mil pesos, y otros más y ménos, con que empezó á despachar, aunque trabajosamente, con algunas deudas y falta de cosas necesarias que le daban pena; y echando cada dia gente por delante, y despachando negocios, á cabo de año y medio, ó poco ménos, vino á un pueblo que llaman Moyo Bamba, y habia allí un clérigo, llamado 2 Portillo, que era cura y vicario; el cual pueblo de Moyo Bamba está cerca de su astillero. Este Clé

I

I presentaron.

2 Pedro Portillo.

él

rigo estaba rico, y tratando y conversando con Pedro de Orsúa, segun se entendió, le dijo que se hiciese de suerte que él fuese cura y vicario de la dicha jornada, y que él le prestaria dos mil pesos, y el Gobernador le prometió lo que pedia; y teniendo por cierto los dos mil pesos, envió á comprar algunas cosas, y al tiempo de pagarlas, el Clérigo se arrepintió de lo que habia dicho primero á Pedro de Orsúa y no quiso dar los dineros; y visto por el Gobernador, movido de extrema necesidad, buscó manera cómo se los sacase, y entre y ciertos soldados suyos concertaron lo que diré. Estaba un D. Juan de Vargas, soldado del dicho Gobernador, á quien despues hizo su Teniente general, herido de una ó dos cuchilladas y retraido en la iglesia de dicho pueblo, el cual, con D. Fernando de Guzman y con Juan Alonso de la Bandera, y un Pero Alonso Casco, y otro Pedro de Miranda, mulato, por concierto hecho con el Gobernador, el Pedro de Miranda, una noche muy oscura, á media noche, desnudo, en camisa, 1 fué en casa del dicho Clérigo, y llamando á la puerta á muy gran priesa con grandes golpes, fingiendo alteracion, le dijo que el D. Juan de Vargas se estaba muriendo, que le rogaba por amor de Dios que le fuese á confesar; y el Clérigo le creyó y salió de su casa medio desnudo á mucha priesa, y llegando á la iglesia, que está fuera de la conversacion de las casas del pueblo, los soldados arriba dichos, con arcabuces y las mechas encendidas, le tomaron en medio dentro de la iglesia, y con temor que le matasen, le hicieron

2

I ......y con una candela encendida.

2 .....y el Gobernador que lo estaba mirando encubiertamente, y el Clérigo c. t., etc.

firmar un libramiento de dos mil pesos, que ellos traian hecho, para un mercader en cuyo poder el Clérigo tenia los dineros, y ansí desnudo como estaba, sin le dejar volver á su casa ni hablar con nadie, lo hicieron subir en un caballo, y aquella noche, contra su voluntad, lo llevaron á los Motilones y allí le hicieron dar lo demas todo que le quedaba, que serian otros tres mil pesos. Habia, segun fama, hurtado este Clérigo estos dineros á sí propio y á su comer y vestir, tratando mal y laceradamente su persona por los ahorrar; y así, permitió Dios se perdiesen los dineros, y el Clérigo murió en la jornada laceradamente, y todos los que hicieron la fuerza murieron á cuchillo, sin que ninguno saliese vivo de la jornada. Esto hecho, el Gobernador y sus amigos echaron fama que el Clérigo habia querido parescer forzado, sin serlo, porque no le tuviese á mal su Perlado haber dejado el cargo sin su licencia, y el pueblo sin sacerdote.

Partió el Gobernador de Moyo Bamba para el pueblo de Santa Cruz, que es en los Motilones, y llegado allá, mientras se aderezaba la partida, porque habia mucha gente y en el dicho pueblo no se podian sustentar todos, determinó de enviar cuarenta ó cincuenta hombres á comer, y á que se entretuviesen en unos pueblos de indios de los dichos Motilones, que llaman los Tabalocos, y con esta gente dos caudillos, el uno llamado Diego de Frias, criado del visorey del Pirú, y muy su privado, á quien enviaba por tesorero de la jornada, y otro se decia Francisco Diaz de Arles, de la tierra, y muy grande amigo del Go

2

I Taboloços.

2 F. D. de Cárlos.

I

1

I

bernador; y mandó al capitan Pedro Ramiro, su Teniente y Corregidor del dicho pueblo de Santa Cruz, que, como hombre práctico en la tierra y á quien los indios tenian temor y respeto, fuese con ellos, y dándoles la órden de lo que habian de hacer, los dejase en los dichos pueblos; y desto se corrieron mucho los dichos caudillos, de ser mandados por el Pedro Ramiro; y por envidias de que Pedro de Orsúa, su Teniente, y así viendo esto, los dos dichos caudillos se volvieron solos, dejando al Pedro Ramiro con la gente en el camino; y encontraron dos soldados amigos suyos, el uno llamado Grixota, y el otro Fulano Martin, á los cuales dijeron que se volvian, entendiendo que el Teniente iba alzado con la gente y que queria meterse la tierra adentro á poblar una provincia de que tenia noticia, y que harian servicio al Rey y al Gobernador en procurar prenderle; y que si ellos ayudaban, que volverian á procurar de prender al dicho Pedro Ramiro; los cuales dos soldados, inducidos por los dichos caudillos y dando crédito á lo que decian, se profirieron y prometieron de les ayudar; y dando vuelta todos cuatro para donde estaba dicho Capitan con la gente, hallaron el aparejo conforme á su dañada voluntad, que el Pedro Ramiro estaba solo á la barranca de un rio grande, y toda la gente de la otra parte,

I.....y tambien entre estos dos que he dicho y el Pedro Ramiro habia ántes grandes enemistades, y la principal causa era todo envidia de ver al dicho Ramiro teniente general de la armada, porque cada uno de los dichos pretendia para sí el dicho cargo; y más que se entendia que el dicho Pedro Ramiro dejaba el pueblo de Santa Cruz, y se iba á la jornada con el Gobernador, y llevaba el dicho cargo de Teniente, y volviendo los caudillos, etc.

« AnteriorContinuar »