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CAPÍTULO VI

LOS PARTIDOS Y LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES

I

Las grandes limitaciones que sufren las garantías constitucionales con la declaracion del estado de sitio, ó de la ley marcial, no son estrañas á los movimientos políticos que agitan el organismo de las instituciones libres, una vez que ellas se operan por causa, ó so pretesto de la defensa de esas garantías contra la usurpacion ó el abuso.

Siendo medidas de un carácter político, su apreciacion depende del momento en que se efectúan y de los intereses que actúan en las corrientes populares, casi siempre influenciadas por pasiones del momento. La vida democrática, que llama á todos los habitantes á tomar parte en el gobierno, apasiona mas fácilmente, porque no siempre los intereses del mas puro patriotismo son los móviles directores, y tras el éco vibrante del ajitador y tras los elementos secundarios que ponen en movimiento, se encuentra el frio cálculo del ambicioso político ó del traficante de mala ley.

De aquí que las divisiones se pronuncian, y en las mas pequeñas agrupaciones surjen fracciones con móviles diferentes, ya consistan estos en verdaderos

principios, ya en puras ambiciones personales, realizando la afirmacion que Milton (1) pone en boca de Satanás de que, «el gobernar es digno de ambicion aunque sea en el infierno». Los partidos políticos se presentan y á su alrededor se agrupan todos los que se interesan en la decision de los problemas que se manifiestan en el mecanismo gubernamental.

II

Lieber ha dicho que se debe entender por un partido «un número de ciudadanos que, por algun período y no momentáneamente, obran unidos respecto á algunos principios, intereses ó medidas, por medios legales, manteniéndose dentro de los límites de la ley fundamental, y por una real ó sinceramente supuesta felicidad de la comunidad». Faltando estos requisitos se formará una faccion, pero no un partido. (2)

Pero esta definicion que cuadra perfectamente á la índole de los partidos, cuando estos se consideran formando parte del mecanismo gubernamental, no puede tomarse como modelo á nuestro juicio, ó tomándola, las conclusiones pueden llegar á ser diferentes segun los casos.

(1) PARADISE lost, Book I: « . . . and in my choice to reign is worth ambition though in hell: better to reign in hell than serve in heaven.» (2) Politicat ethic., t. I, pág. 253.-ESTEBAN ECHEVARRIA decia en su Manual de enseñanza moral: «Políticamente hablando, un partido es el que representa alguna idea ó interés social; una faccion, personas, nada mas». GASTON BOISSIER en su obra L'Oposition sous les Césars hace un estudio curioso sobre los partidos políticos en Roma.

En efecto: en el mecanismo de los gobiernos en que el pueblo no toma parte directa é inmediata en la composicion de los poderes, la existencia de los partidos con un carácter consistente, y con los fines que le atribuye Lieber, y con él casi todos los escritores europeos, es una necesidad, y mas que una necesidad una imposicion que pesa sobre los habitantes todos de la nacion; y así en las monarquías donde el soberano manda solo, ó puede llegar á la disolucion de los otros poderes, los partidos no son solamente el elemento de resistencia, sinó la válvula que sirve de escape á la dificultad, dejando al soberano con su poder, y al pueblo con su influencia indirecta realizada en un partido que toma por sus directores las riendas del gobierno, ó las abandona para servir de base de combate.

Lo mismo sucede en los otros pueblos con una forma de gobierno republicana, mas o menos liberal, en que los partidos existen, porque levantan principios por cuyo predominio aquella forma peligra, ya por un cambio completo, ya por la desaparicion de algunos de los elementos que se consideran esenciales.

Basta un lijero análisis para comprobarlo. ¿Qué importa la existencia de los partidos en Inglaterra? Conservadores y liberales en las diferentes faces que han recorrido, hoy no sirven sinó de punto de apoyo para las opiniones dominantes, á fin de llegar á su realizacion por medio del soberano. Whigs y Tories son la base del sistema parlamentario como elemento de lucha contra el poder de la corona. Su existencial es necesaria porque solo así se establece y conserva el equilibrio de los poderes. Su desaparicion es im

posible, porque la absorcion seria su consecuencia y con ella la desaparicion del órden constituido en la lucha de muchos siglos. (1)

¿Qué importan los partidos en Francia? La República constituida como forma definitiva de gobierno, parece que su existencia fuera anómala, desde que todos los poderes dependen de la voluntad del pueblo en períodos determinados. Pero no obstante esto, las opiniones están diverjentes sobre la forma misma, y entonces hay principios radicales en lucha. Los partidos existen con una forma consistente, porque su objetivo es radical, y no desaparece sinó con el predominio del uno sobre el otro. Republicanos y monárquicos tienen su razon de ser, y la lucha los mantiene, porque es cuestion que no admite conciliacion. (2)

¿Qué importan los partidos en los Estados Unidos? Constituido el gobierno federal, el gérmen de la division se habia diseñado, si no en cuanto á la forma republicana y á la forma monárquica, en cuanto á la estension respectiva de las facultades concedidas al gobierno central y al de los Estados. La existencia de la nacion misma se identificó con los partidos, y estos mantienen su bandera, aun despues de la sangrienta lucha que terminó en 1865. Se comprende su permanencia y su consistencia: hay principios radicales de

(1) Véase: BAGEHOT, La constitucion inglesa, págs. 256 y siguientes. FISHEL. La constitution d'Angleterre, t. II, pág. 426. FORNERON, Histoire des débats politiques du parlement anglais. Sobre los partidos en Portugal, véase: Les contemporains portugais, espagnols et brésiliens par A. A. TEIXEIRA DE VASCONCELLOS, t. I, págs. 205 y siguientes.

(2) Véase BLOCK, Dictionnaire politique, verb. Partis. Dictionnaire politique, verb. Partis.

GARNIER-PAGÈS,

por medio que la requieren, y que forman la opinion pública. (1)

III

Así, á nuestro juicio, todas las cuestiones que á este respecto se suscitan, como consecuencia de los requisitos exijidos para que exista un partido, pueden tener una solucion idéntica, sin alterarse por esto la base del raciocinio. ¿Ha existido algun país libre en algun período de la historia y por un largo tiempo, sin partidos? No, porque la libertad hace posible la manifestacion de las ideas que siendo ó pudiendo ser diversas engendran las divisiones que agrupan y forman los partidos. ¿Es posible esperar que algun país libre exista sin partidos? No, porque tal hecho importaria la negacion de la libertad, á cuya sombra se forman. ¿Seria deseable que un país libre no tuviera partidos? Lo seria, si fuera posible una uniformidad irrealizable, pero en todo caso deberia buscarse necesariamente en otros medios el incentivo que produce la lucha y que empeña los espíritus en nuevos esfuerzos hacia el ideal comun. (2)

(1) BATEMAN, Constitutional law, págs. 240 y 241, acepta como necesaria para el mecanismo del gobierno, la existencia de los dos partidos con carácter permanente. Pero SEAMAN, cree todo lo contrario, es decir, que si en todo pueblo libre deben existir partidos, estos no pueden ni deben tener un carácter permanente, sin desnaturalizar las funciones de los poderes. (Sistema del gobierno americano, pág. 23).

(2) Los partidos políticos, dice BLUNTSCHLI, se presentan en todas partes donde se mueve libremente la vida política, y solo desaparecen en los pueblos que miran con indiferencia los negocios públicos, ó se hallan oprimidos por un poder violento, siendo, por lo tanto, su falta, un signo de incapacidad ó de opresion... Los partidos se manifiestan con tanta mayor claridad, cuando es mas rica y libre la vida política, . . . son la condicion

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