pidiesen, buscaría en las Cortes estraordinarias el puerto de salvacion para la nave del Estado. Una esposicion que mi Gobierno os presentará de orden mia, patentizará que la nave del Estado está á punto naufrajar, sino ocurre á salvarla el Congreso; y consiguiente á lo que entonces anuncié, á lo crítico de las circunstancias y á lo arduo de los negocios, he tenido por necesario que se congreguen Cortes estraordinarias, para que deliberando sobre dicha esposicion, resuelvan con su acostumbrado celo y patriotismo lo que mas convenga á la causa pública. Lo que os manifieste mi Gobierno mostrará tambien palpablemente cuan infructuosos han sido los esfuerzos hechos para obtener una paz honrosa, porque el enemigo, empeñado en llevar adelante su propósito de intervenir contra todo derecho en los negocios del Reyno, se obstina en no tratar sino conmigo solo y libre, no queriendome considerar como tal, si no paso á situarme entre sus bayonetas. ¡ Inconcebible y ominosa libertad, cuya única base es la deshonra de entregarse á discrecion en manos de sus agresores!

"Proveed, pues, Señores Diputados, á las necesidades de la Patria, de la cual no debo ni quiero separar nunca mi suerte, y convencidas de que el enemigo no estima en nada la razon y la justicia si no estan apoyadas por la fuerza, examinad prontamente los males y su remedio. Cadiz, á 6 de Setiembre de 1823.

"FERNANDO."

pre

En seguida fueron nombrados para componer la comision que debe sentar la contestacion al discurso de S. M., los Señores Saavedra, Gener, Ruiz de la Vega, Quadra y Tomas.

El Señor Presidente advirtió que á las 7 de esta noche habría Sesion, y levantó la actual.

4. Sesion de las Cortes estraordinarias en Cadiz el 6 de Setiembre de 1823, á las 7 de la noche.

Leidas y aprobadas las actas de la única Junta preparatoria, y apertura de Cortes, quedaron estas enteradas de un oficio del Señor Romero manifestando que el estado de enfermo en que se hallaba, no le permitía asistir á las Sesiones hasta su restablecimiento.

Se repitió la lectura del oficio del Rey para la convocatoria de Cortes estraordinarias, y en seguida, la lista de los individuos que deben componer la comision de correccion de estilo, y son los Señores Florez Calderon, Soane, Herrera, Bustamente, Domenech, y Montesinos.

El Señor Secretario Soria, leyó tambien los artículos 77 y 78 del reglamento interior de Cortes, y el Señor Presidente espuso que conforme á la

facultad que dichos artículos concedian al Gobierno, este exigía que se diese cuenta en Sesion secreta de la esposicion de que se hace mérito en el discurso de S. M., y que daba origen á la convocatoria, y que las Cortes, con arreglo á las mismas facultades, deliberarian si despues de leerse en Sesion secreta, debería tratarse del particular en público, y á su virtud levantó la Sesion, quedando las Cortes en secreta.

N° LXXXV.

1. Otra Sesion pública de las Cortes, en el mismo dia 6 de Setiembre de 1823, despues de concluida la Secreta acordada en la

anterior.

El Señor Presidente abriendo la Sesion manifestó que las Cortes en la Secreta que acababan de hacer, acordaron se diese cuenta en público del objeto de aquella, y en su virtud se leyó la esposicion del Gobierno que ha dado lugar á la convocatoria de Cortes estraordinarias, la cual se halla reducida á poner en conocimiento del Congreso el estado lastimoso de la Nacion, la conducta que ha seguido el Gobierno en todas las ocurrencias de la invasion Francesa, los medios que ha empleado repetidamente para conseguir una paz honrosa, el ningun efecto que han producido por la obstinacion con que el enemigo sigue en su empeño, y sobre todo la situacion de la Isla Gaditana, la escasez de recursos, y la necesidad de que las Cortes desplegasen enérgicamente todos los medios de cooperar con el Gobierno al objeto de la causa sostenida en la presente lucha. Las Cortes acordaron pasase esta esposicion á una Comision especial, para lo que fueron nombrados los Señores Isturiz, Argüelles, Ferrer Don Joaquin, Salvato, Oliver, Lillo, Navarro, Tegeiro, Galiano, y Nuñez Don Toribio.

A la misma Comision se mandó pasar el último parte presentado en la Sesion secreta por el Señor Don Cayetano Valdés, en que el Conde de Bourdesoulle, Comandante en Gefe del cuerpo de tropas Francesas en la línea, le manifiesta que no habiendo sido satisfactoria la respuesta dada por S.M.C. á la comunicacion hecha ayer al Teniente General Don Miguel de Alava, y no tratando S. A. R. el Duque de Angulema de entrar en contestacion alguna que no fuese bajo aquellas bases, esperaba que para las 8 de la noche diese la espresada contestacion satisfactoria, en el concepto de que de lo contrario quedaban rotas todas las negociaciones, volviendo las cosas al curso ordinario.

Igualmente pasó á la Comision la respuesta del Señor Valdés, reducida

á

que habiendo dado parte al Gobierno, quien tuvo por oportuno convocar Cortes estraordinarias, no le sería posible contestar para la hora señalada, y que lo haría al dia siguiente.

Se leyó la siguiente proposicion de los Señores Reillo, Beltran de Lis, Gil Orduña, Lacuz de Buruaga, Neira, Rojo, Muro Canga, Sierra, Lomoza, y Adan: "Pedimos á las Cortes de sirvan acordar que á la Junta de defensa nombrada por el Gobernador de la Plaza de Cadiz, se le conceden las mas amplias facultades, para que pueda tomar cuantas medidas crea convenientes para la defensa de la Isla Gaditana."

Habiendo declarado que esta proposicion se hallaba comprendida en el artículo 100 del reglamento, fue admitida á discusion. El Señor Ayllon propuso que se preguntase si pasaría al Gobierno, y tomando la palabra el Señor Adan, dijo:" El Gobernador mayor de esta plaza, deseoso de cumplir con la posible energía y exactitud, los penosos y delicados encargos que estan puestos á su cuidado, y recordando los favorables efectos que produjo la creacion de una Junta de esta clase en la guerra de la independencia, ha formado la de que se trata con las justas miras de que preste los mismos ó equivalentes servicios que aquella prestó entonces. En efecto, Señores, nadie puede dudar de que en la época memorable de la anterior guerra, esta Junta contribuyó eficacísimamente á la defensa de esta Plaza y su Isla, proporcionando toda clase de arbitrios y recursos, y trabajando sin cesar hasta conseguir el objeto de su instituto. En el dia ya se han esperimentado iguales efectos, pues hemos visto con la prontitud que ha proporcionado cantidad estraordinaria de sacos y otros útiles, y no se puede dudar que en ella, que es la que conoce mas que nosotros y que el mismo Gobierno el pais que pisamos, sus arbitrios y recursos, debe confiarse una gran parte de la Isla Gaditana. Esto supuesto, y teniendo que contrarestar no solo á un enemigo lleno de medios de ofendernos, y que trata de hacerlo, con la premura que él mismo nos indica, sino pudiendo y debiendo temer que lo ejecute por horas, por momentos, aprovechando un descuido, un flanco ó una imprevision, es indispensable que la Junta se halle autorizada del modo mas amplio, para que adopte cuantas medidas esten á su alcance con la velocidad necesaria."

El Señor Galiano se opuso á la idea propuesta por el Señor Ayllon, de que pasase á la Comision, pues ni esta podrá tener conocimientos de los negocios militares para que estaba nombrada la Junta, ni se debía perder un momento de tiempo para las providencias que se adoptasen.

El Señor Canga habló en el mismo sentido, recomendando estraordinariamente los servicios contraidos por otra igual Junta en la guerra de la

independencia, y haciendo presente la justa precision de que se verifique ahora mismo.

El Señor Ayllon espuso que su ánimo no había sido el de oponerse á que se aprobase la proposicion, y declarado el punto discutido quedo aprobada. Se levantó la Sesion.

2. Parte de la Sesion de las Cortes estraordinarias, celebrada en Cadiz el dia 7 de Setiembre de 1823.

Se leyeron y aprobaron las actas de la tarde y noche anterior, la primera despues de la apertura de Cortes, y la segunda en seguida de la Sesion secreta, y por disposicion del Señor Presidente, ocupó el Señor Saavedra la tribuna, y leyó el siguiente dictamen, como minuta de contestacion al discurso del Rey.

SEÑOR. Las Cortes prontas siempre al llamamiento de V. M. se han reunido en estraordinarias, dispuestas á hacer los últimos esfuerzos para salvar la nave del Estado, y á trabajar en union con el Gobierno de V. M. para defender la sagrada é inviolable persona de su Rey Constitucional, el honor del nombre Español, y la independencia y la libertad de la Patria. Para llevar tan dignos objetos, tomarán en consideracion cuantas comunicaciones tenga á bien V. M. hacerles. Y sin arredrarlas peligro alguno, sostendrán incansablemente el decoro de la Nacion Española y la libertad de V. M.; libertad de que solo puede gozar entre sus fieles súbditos, y que perdería realmente entre las bayonetas del ejército que, contra todo derecho y con sospechosas intenciones, ha invadido su Reyno, y traido á él la guerra y desmoralizacion.

Grandes son, Señor, ciertamente, las necesidades de la Patria, pero grande es tambien la constancia de la Patria y el esfuerzo de los fieles súbditos de V. M. y aunque en estos tiempos de degradacion general, se estima la fuerza en mas que la razon y la justicia, las Cortes no darán un paso que mancille en lo mas mínimo la dignidad de su Rey y el honor de su Nacion.

Leido el anterior dictamen, quedó sobre la mesa para discutirse á la una de este dia, y llegada esta hora, se repitió su lectura, quedando aprobado sin discusion alguna.

El Señor Galiano leyó, por disposicion del Señor Presidente, el dictamen de la Comision especial, nombrada para proponer la contestacion á la memoria presentada por el Gobierno, único objeto de la convocatoria de Cortes estraordinarias.

El tenor de dicho dictamen es el siguiente:-La Comision nombrada para examinar la memoria presentada en la noche de ayer por el Gobierno de S. M. á las Cortes estraordinarias, como único objeto de su actual convocacion, ha examinado con madurez, aunque con presteza, el importante punto que contiene, haciendose cargo de los documentos que la acompañan.

En ellos aparece el estado deplorable de la Nacion, las defecciones de algunos de los Gefes militares, los reveses á ellos consiguientes, las resultas, nuevos desastres y escasez absoluto de fondos; las tentativas del Gobierno para obtener una suspension de armas y una negociacion que guíase á una paz honrosa, los esfuerzos del mismo, hasta ahora infructuosos, para interesar en la mediacion á una Nacion neutral y poderosa, y la respuesta del enemigo negandose á admitir otra basa de armisticio ó tratado, que la entrega del Rey y su Real familia y la de la Isla Gaditana á las tropas francesas, en la esperanza de que S. M. ya en su poder, daría, ó á lo menos prometería á la Nacion, las instituciones que en su sabiduría pudiera juzgar ser las mas convenientes á las costumbres y á la índole de sus pueblos.

seme

El Gobierno de S. M. mirando como deshonrosas é inadmisibles ser jantes proposiciones, se manifiesta dispuesto á perecer antes que acceder á ellas, pero al mismo tiempo, no queriendo incurrir en la nota de perjuro ó de temerario, busca el apoyo de las Cortes, les hace presentes las desgracias espuestas y nuestra crítica situacion; que se encuentra sin recursos para llevar adelante la guerra, y desea saber del Congreso cual sea la voluntad de la Nacion, á fin de obrar con arreglo á ella, y obtener medios nuevos, que él ya no halla, para sostener la defensa hasta el último punto; y en caso de que la Nacion tuviese por conveniente otro medio, que el Gobierno cree no estar de manera alguna en sus facultades, pide que las Cortes determinen para asegurar el acierto en materia tan grave y de tanta trascendencia.

La Comision cree que el camino que deben seguir las Cortes en su respuesta, les está señalado por la naturaleza de sus facultades y de su actual situacion.

En cuanto á ser deshonrosa la propuesta de entregar al Rey y la suerte de la Nacion al enemigo invasor, no cree la Comision que puede disputarse. El Gobierno la ha calificado de tal, no menos que inadmisible, consideradas sus facultades; y no siendo las de las Cortes mayores ni diferentes en este punto, la Comision cree que deben estas convenir con la opinion del Gobierno de S. M., y aprobar y aplaudir sus sentimientos.

En cuanto á la esploracion de la voluntad nacional que el Gobierno