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causa; que Eguía, alojado en un pequeño cuarto de una pastelería en Bayona, no quería dar audiencia á ninguno, como no fuese delante de la pastelera, muger muy á propósito para publicarlo todo, por que le habían hecho creer, que con los gritos de esta muger en cualquiera apuro le salvarían de un veneno, ó de un puñal con que le habían amenazado; y así es que el Marqués receló siempre del buen éxito de las operaciones de Eguía, y marchó siempre con mucha detencion en sus contestaciones.

Legajo 2o.

Comprende la correspondencia de Don Domingo Caralt, vecino de Mataró en Cataluña, residente entonces en Perpiñan, emigrado por temor á los revolucionarios de Cataluña que le perseguian.

Teniendo Caralt relaciones con algunos buenos Realistas de Cataluña, solicitó del Marqués de Mataflorida los tomase bajo su direccion, y les proporcionase los fondos necesarios para municiones y armamento de las partidas Realistas, que bajo los planes que el mismo Marqués dispusiese, se podrian formar en defensa de la Religion y del Rey. El Marqués que tenía ya meditado el plan de establecimiento de una Regencia, durante la cautividad del Rey, que sirviese de centro á todos los Españoles Realistas contra la revolucion, y para sacar al Rey y real familia del cautiverio, tomó desde luego bajo su proteccion al dicho Don Domingo Caralt, y demas Realistas Catalanes, y contando como seguros los fondos que para esta empresa le tenía ofrecidos el gobierno Frances, desde luego ofreció los necesarios á Caralt para municiones y armamento de las dichas partidas; y no habiendo cumplido el gobierno Frances nada de cuanto le había prometido al Marqués, franqueó este de los fondos de su casa al mismo Caralt, lo necesario para dicho armamento y municiones, y aun para pagar y mantener á los que tomaban las armas por el Rey, y á su virtud se comenzó el levantamiento de Cataluña el 15 de Abril de 1822, bajo la direccion y á costa del Marqués, y siguió hasta el establecimiento de la Regencia en Urgel en 25 de Agosto del mismo año.

Caralt ofreció armar y vestir á su costa un Regimiento, y por falta de fondos no lo pudo cumplir. Bajo esta condicion se le nombró Coronel, y á su hijo Capitan, y aunque por su parte no cumplió, trabajó siempre con celo y fidelidad en defensa de la justa causa.

Legajo 3°.

Comprende la correspondencia de Don Isidoro Montenegro, Consul de S. M. en Burdeos, quien estuvo, segun de ella consta, de acuerdo desde el principio con el Marqués de Mataflorida, para trabajar por la libertad del Rey. Contiene especies importantes sobre varios Españoles refugiados en Francia, que se ocupaban mas en perjudicar á la justa causa, que en defenderla; como Alvarez de Toledo, y otros.

Consta por esta correspondencia, que viendose el Marqués de Mataflorida sin fondos, para realizar el establecimiento de una Regencia y el levantamiento de la Nacion Española, contra el sistema revolucionario y en defensa del Rey, por no haberle cumplido el gobierno Frances lo que le había ofrecido, encargó á Don Isidoro Montenegro le buscase en Burdeos un préstamo considerable para este obgeto, hipotecando con el consentimiento de sus hijos, todos sus bienes para seguridad de los prestamistas ; pero no obstante esto, no pudo hallar el préstamo por estar los bienes en España, mandada entonces por los revolucionarios. Tambien encargó el Marqués al mismo Montenegro, le consiguiese del gobierno Frances pasaportes para él y cierto número de sujetos de su comitiva, para poder volver á Francia sin hacer cuarentena en el cordon sanitario, en caso de que se viese obligado por los revolucionarios de España á entrar en Francia. Desde Urgel se verificó así, y no pudiendo conseguir los pasaportes, el Marqués arrostró por todo, por defender á su Rey.

Legajo 4°.

Comprende la correspondencia de Don Antonio Calderon, y Don José Morejon, aquel fiscal del Consejo de Indias, y Morejon Secretario que se supone de S. M., con egercicio de decretos.

Calderon confiesa en una de sus cartas, que el obgeto con que Morejon llamaba al Marqués de Mataflorida á Paris con fecha 9 y 12 de Febrero de 1822, era el de que el Marqués y Calderon trabajasen unidos una Constitucion para España, sobre las bases del sistema representativo, y que el misino Calderon por respetos á una alta persona, se había prestado á todo, y da gracias al Marqués porque con su absoluta negativa le había sacado de tan grande compromiso. La conducta sucesiva de Calderon no deja duda para creer que se prestó en Paris á todo. M. de Villele, protector

del sistema representativo, le eligió para instrumento de sus planes en España, y comenzó á pagarle, dandole 12,000 francos para el viage, como á Erro.

La correspondencia de Morejon es importante, porque en ella se descubre un horroroso atentado, como es el de suponerse comisionado por el Rey en Paris, para tratar con el gobierno Frances sobre los medios de sacar á S. M. del cautiverio, adoptando como el mas acertado, el de formar una Constitucion en España, ó modificar la de Cadiz, á cuyo fin llama á Paris al Marqués de Mataflorida.

En carta de 27 de Enero de 1822, desde Bayona dice Morejon, que á su llegada á aquella Ciudad desde Paris, se le entregó el manifiesto por Eguía, escrito por el Marqués de Mataflorida en Tolosa, y que se hallaba imposibilitado de imprimirle; (Es de notar, que con fecha 10 del mismo Enero escribió Eguía el Marqués, que lo había remitido en aquel dia á Paris)

y

viendo el Marqués frustrada la impresion del manifiesto, la tomó de su cuenta, y la publicó con grande utilidad de la justa causa, bajo el titulo de "Manifiesto que hacen los amantes de la Monarquía á la Nacion Española, &c."

En carta de 9 de Febrero de 1822, desde Paris llama Morejon al Marqués de Mataflorida para un trabajo que, por su naturaleza, exige sus luces, unidas á las de Calderon. Dice Morejon en la misma carta, que hace la invitacion conociendo la confianza y buen concepto que merece el Marqués á la familia á quien sirve Morejon. Y en P. D. dice que con la misma fecha daba aviso de todo á la familia.

Esta no puede ser otra que la familia Real de España, á quien dice Morejon que sirve en aquel trabajo, que como tiene dicho y confesado Calderon en una de sus cartas desde Paris, era formar una Constitucion, ó modificacion de la de Cadiz para España; y el mismo Morejon dice espresamente que era un trabajo que por su naturaleza exigía las luces de los dos antiguos magistrados de España.

En carta de 12 del mismo Febrero desde Paris repite Morejon al Marqués la instancia de que lo mas breve posible pase á Paris, y dice que se lo ruega en nombre de quien el Marqués no puede desentenderse, y á favor de sus propios deseos.

La persona en cuyo nombre ruega Morejon, no puede ser sino el Rey; y espresamente dice Morejon, que la tal persona deseaba del Marqués dicho trabajo, lo que no es creible, y se verá por lo que dice en otra carta, que la tal persona no había dado su aprobacion para semejante trabajo. Este es un atentado de Morejon.

En carta de 14 del mismo Febrero de 1822, desde Paris, repite Morejon por segunda vez la propia instancia al Marqués con la mayor urgencia.

En carta de 1o de Marzo de 1822 desde Paris, acusa Morejon el recibo de cuatro cartas del Marqués de Mataflorida todas sobre un mismo asunto, que era negarse abiertamente á intervenir en la formacion de una Constitucion para España, opuesta á los derechos de su Rey y al bien de ella. Viendo Morejon la decision del Marqués, muda de tono, y le asegura que las dificultades que se le presentan, serían á su tiempo removidas, cuando llegase la aprobacion del asunto. Aquí confiesa Morejon que aun no tenía la aprobacion del Rey para el trabajo á que con tantas instancias había invitado al Marqués, y que confiado en la voluntad del poderdante, adelante su comunicacion, por que quería, que cuando llegase aquel requisito, estuviese adelantado el trabajo que necesitaba del Marqués. Espresamente dice aquí Morejon, que tiene poderes de una persona, y que confiado en su voluntad, adelantó la invitacion al Marqués. El poderdante no puede ser sino el Rey, á quien, dice Morejon, que se lisongea haber propuesto al Marqués para el asunto. A nadie sino al Rey podía hacerse semejante propuesta, porque ninguno sino el Rey tiene autoridad sobre el Marqués para obligarle en su real nombre á la intriga que Morejon tramaba, y en la que nunca pudo comprometerle.

En carta de 4 de Setiembre de 1822 desde Paris, reconoce Morejon la Regencia de Urgel. Es muy notable la siguiente cláusula de esta carta. "Al paso que su oportuna instalacion, (de la Regencia) hará infructuosas las maquinaciones de Españoles hipócritas que, deseando desaparezcan para siempre las antiguas y sabias Leyes del Reyno, solicitan desde fuera de él, haya entre el trono y sus encarnizados enemigos una transaccion, que salvandolos ahora de la terrible crisis que los amenaza, les proporcione mas adelante el término de su obra criminal." Parece por cuanto se espresa en las cartes anteriores de Morejon, que él era uno de los que solicitaban la transaccion entre el trono y sus enemigos, por medio de una Constitucion sobre las bases de un sistema reprensentativo, en cuya formacion quería empeñar al Marqués de Mataflorida con Calderon, sin la aprobacion del Rey. Su conducta posterior pone esto mas en claro, y particularmente el papel impreso que publicó en Tolosa, firmado por Eguía y otros, autorizado por él, como secretario del Rey, que fue el escándalo de los buenos Españoles. A su tiempo se hablará del tal papel, como tambien de una carta fingida, (la que se atribuía entre otras cosas á Morejon) suponiendose en ella, que los Regentes de Urgel habían declarado principios anti-monárquicos al gobierno Ingles, firmandola el presidente de la Regencia y el Arzobispo de Tarragona. En la correspondencia de Balmaseda se ve confirmada la trama de Morejon, sobre dar á España una Constitucion sobre bases á similitud de la de Francia.

Legajo 5o.

Comprende la correspondencia de Don Fermin Martin de Balmaseda en su primer viage à Paris en Abril de 1822, que es de grande importancia.

Para poderla entender es preciso saber que, viendo el gobierno Frances que el General Eguía con su secretario Abreu nada adelantaban, ni obraban con acierto en cosa alguna de lo conveniente, á fin de sacar al Rey de España y su real familia del cautiverio en que los revolucionarios los tenían, comisionó al Vizconde Boissett para pasar á Burdeos (despues de haber informado el mismo Vizconde á su gobierno del estado de inutilidad de dicho Eguía para la ejecucion de ningun plan á dicho efecto) para que supiese del referido Balmaseda y otros, qué Español sería capaz de ponerse al frente de la contrarevolucion de España, y de contestar á las preguntas, que de orden de su gobierno debian hacerse relativas al mismo asunto.

Reconocido el Marqués de Mataflorida como el único sujeto capaz de tamaña empresa, fue encargado Balmaseda de pasar á Tolosa á tratar con el Marqués sobre las preguntas del gobierno Francés, á las que contestó largamente, desenvolviendo cuanto era necesario, el plan que tenía premeditado de establecimiento de una Regencia en España, para sacar á su Rey y á su Patria de las garras de la revolucion. Presentado este plan por Balmaseda al Vizconde Boissett, fue aprobado con aplauso por el Ministerio, y segun se ve por la correspondencia de Balmaseda, daba siempre esperanzas de los fondos necesarios para su ejecucion, bajo las condiciones que el Marqués por su parte cumplió, habiendose escusado el Ministerio por la suya á cumplir sus ofertas bajo diversos pretestos, como á mayor abundamiento se verá por la correspondencia del Vizconde de Boissett.

En carta de 8 de Abril de 1822, desde Paris, dice Balmaseda al Marqués de Mataflorida, que Morejon se había despedido de intervenir en el plan de Eguía, por no ser responsable de fatales consecuencias, por obrar Eguía sin acierto ni concierto; añadiendole que los liberales sabían cuanto se hacía en Bayona, por cuya razon un orador del café de Lorenzini había declamado el 26 de Marzo anterior contra el Rey, por implicado en el plan de Eguía.

En carta del mismo 10 de Abril dice Balmaseda que, habiendose publicado el plan de Eguía en la gaceta de Paris, se debía esperar fuese apoyado el plan del Marqués con los auxilios necesarios para su ejecucion. En la misma carta anuncia la idea que algunos de los Ministros de Francia

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