De que me paro Cómo puedo yo durar En la pena del cuidado Que nace de mi penar. Mas amor que en mí concluye La pena que me deshace, Con dos manos en mí hace, Con la una me destruye, Con la otra me rehace.
En la gloria, la pasion Va más clara de contino, Como yerbas en el vino, Por llegar al corazon Por más derecho camino. Si algun bien me da el amor So color de consolarme, No lo da por dar favor, Mas dálo por renovarme Para el nuevo disfavor.
Los rios que en su grandeza Alcanzan diversos grados, Quando á la mar son llegados Mudan su naturaleza Y empiezan á ser salados. Así el bien que natural En todo tiene dulzura, Si á mí llega, torna tal, Que lo vuelve en amargura La amargura de mi mal.
De los males que en mí son Uno con otro guerrea, Porque dentro en su pelea Mi cativo corazon
Muy más afligido sea.
En mí se aviva el tormento, Y el deseo en mí pace,
Náceme por dar pasiones Y alterar más mis sentidos, Como suelen las visiones Espantar á los perdidos, Medrosos de corazones. Mas para qué me fatigo En escribir mi tormento? Pues del dolor que consiento, Más de lo que entiendo, digo, Y menos de lo que siento.
PREGUNTÓ EL ALMIRANTE Á BOSCAN SI AMABA DO SOLÍA,
Ó SI TENÍA NUEVA FÉ, Y RESPONDE :
Del dolor que me ha buscado
Ya me pesa claramente, Que él es de muerte doliente, De haberse desconcertado, No es mucho si se arrepiente. Determino desdecirme
De lo dicho y de lo hecho, Que aunque mi querer fué firme, Es tan firme mi despecho Que me hace arrepentirme.
Nueva fe yo no recibo, Mas la fe que me dió vida Con agravios combatida, Ha sido de vivo en vivo, De ahogada fallecida.
Y si en ella en tal jornada Alguna calor se siente, Es la muerte tan reciente Que puesto que esté finada No dexa de estar caliente.
No consiente el aficion Perjuicio se le haga,
Así como el corazon No puede recibir llaga Sin que muera de rondon. Mi voluntad extremada No ha sufrido maltratarse, Pues de recia y de fundada Antes hubo de quebrarse Que pudiese ser doblada.
RESPUESTA DEL MISMO AL ALMIRANTE SOBRE QUE LE ACERTÓ UNA SOSPECHA QUE TENÍA DÉL, Y DESPUES TÓCALE EN LO QUE SOSPECHABA.
Mi alma piensa y sospira, E imagina tan sin tino Que a veces su desatino Acierta donde no tira Por más derecho camino. Así á dicha ha acertado La sospecha que hay aquí; Los males que tengo en mí Tanto me han adelgazado Que estoy hecho un zahorí.
Despues de desconcertado De mi triste fantasía,
Luego fuí tan alterado
Que para qualquier sangría La sangre se me ha helado. Pues si siendo mala ó buena De estar helada no sale, Aunque se acierte la vena, La lancetada qué vale, Sino para dar más pena?
AL MESMO PORQUE DESPUES DE
MUCHO SU MAL, AL CABO LE DIXO QUE ESTABA REME
DIADO Y QUE SU MAL AFLOXABA.
La persona que es llagada Luego así se desconcierta Que á las veces de espantada Quando más se da por muerta Dice que su mal no es nada. Conociendo que está en medio Del peligro muy mortal, Toma y tiene por remedio Por no pensar en el mal No pensar en el remedio.
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