Imágenes de páginas
PDF
EPUB

III.

DESAVINIÉNDOSE DE UNA SEÑORA. a

O! que no hay razon que pueda Consolar tan crudos males, b Porque son, señora, tales, Que el seso espantado queda De ver sólo sus señales, c O mujer desconocida ! O dolor! O perdimiento Vuestro mal conocimiento Me ha traido en esta vida Que ora siento!

O vida llena de enojos!
O mundo que vais así!
Qué bien fuera para mí
Si yo no tuviera ojos
Para veros quando os ví!
Mas

pues mi seso no halla
Ninguna vida en seguiros,
Que la gane yo en huiros,
Pues que no puedo ganalla
Por serviros.

[blocks in formation]

O! que no sé qué me daña, Y sé que todo me mata, Porque amor así me trata Que en una cosa me engaña Y en dos mil me desbarata. Estoy de mi pensamiento Ya tan poco satisfecho,

Que entre mí tengo despecho, Porque bien no me arrepiento De lo hecho.

Lo

Mas haced ya desde agora
que bien os estuviere:
Sea todo como fuere, e
Allá os avenid, señora,
Con lo que más os pluguiere.
Y acordándoos los presentes
Dolores, y los que han sido,
Yo me doy por despedido,
Por no andar entre las gentes
Más perdido.

IV.

ARREPINTIÉNDOSE PORQUE SE DESAVINO.

Qué movimiento fué el mio?
Cuitado! quién me engañó?
Quál corazon me sufrió,
Que tan grande desvarío
Le pudiese emprender yo?
O ciego sin algun tiento!
O locura conocida !
Qué pudiera ser mi vida,
De tan alto pensamiento
Despedida !

Culpa de tal desventura
No tiene desculpa igual,
Sino ser el yerro tal,
Que sólo pudo locura
Ser causa de tanto mal.
A la hora que fuí preso
De vos, me ví de manera
Que de ménos seso fuera,
Si por vos todo mi seso
No perdiera.

Pues por vos perdí el sentido
Quando era el alma cuerda,
Y ora tanto desacuerda
Lo que por vos he perdido,
No me haga que ora os pierda.
Yo lo hice como loco,

Pero ved si me arrepiento;
Que es extremo mi tormento,
Y he pesar porque es tan poco
Lo
que siento.

Lo que siento no lo entiendo,
Ni es ello para entenderse :
Quiso el seso así perderse,
Qué ha de poder no pudiendo
Agora para valerse?

Por todas partes me quemo,
Querría el yerro enmendalle,
Mas es tamaño, que temo
De caer, para curalle,
En otro estremo. a

Pudiera ser perdonado,
Segun la pena que siento;
Mas yo no quedo contento
Con lo que paga el cuidado
De parte del sentimiento.
Ni quiero que con templanza
Mi yerro quede medido :
Yo solo só el ofendido,
De mí solo la venganza
Yo la pido.

V.

Señora, pues que no espero
Remedio del mal que muero,
Pidiendo quán poco pido,
Yo me doy por tan perdido
Que en mí siento

Que se parte el sufrimiento
Que debiera ser partido.

Y tras él va el esperanza Que de vos nunca se alcanza ; a Yo solo cativo quedo,

Tan triste que más no puedo.

Qué haré ?

Que sufra, dice la fé:

Que no sufra, dice el miedo.

« AnteriorContinuar »