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Y, llorando de Lesbia los amores,
Sus trampas llorará y chocarrerías.

Esto me advertirá de mis dolores;
Pero volviendo á mi placer presente,
Terné mis escarmientos por mejores.
Ganancia sacaré del acidente
Que otro tiempo mi sentir turbaba,
Trayéndome perdido entre la gente.

Qué haré de acordarme quál estaba,
Viéndome qual estoy? que estoy seguro
De nunca más pasar lo que pasaba.

En mi fuerte estaré dentro en mi muro, Sin locura de amor, ni fantasía Que me pueda vencer con su conjuro.

Como digo, estaré en mi compañía,

En todo me hará el camino llano,

Su alegría mezclando con la mia.

Su mano me dará dentro en mi mano,

Y acudirán deleytes y blanduras

De un sano corazon en otro sano.

Los ojos holgarán con las verduras
De los montes y prados que verémos,
Y con las sombras de las espesuras.

El correr de las aguas oirémos,
Y su blando venir por las montañas,
Que á su paso vernán donde estarémos.
ΕΙ ayre moverá las verdes cañas,
Y volverán entónces los ganados,
Balando por llegar á sus cabañas.

En esto ya que el sol por los collados Sus largas sombras andará encumbrando, Enviando reposo á los cansados,

Nosotros nos irémos paseando

Hácia el lugar do está nuestra morada,
En cosas que verémos platicando.

La compaña saldrá regocijada
A tomarnos entónces con gran fiesta,
Diciendo á mi muger si está cansada.
Verémos al entrar la mesa puesta,
Y todo con concierto aparejado,
Como es uso de casa bien compuesta.

Despues que un poco habrémos reposado,
Sin ver bullir, ni andar yendo y viniendo,
Y á cenar nos habrémos asentado,

Nuestros mozos vernán allí trayendo
Viandas naturales y gustosas,

Que nuestro gusto estén todo moviendo.
Frutas pornán maduras y sabrosas,
Por nosotros las más dellas cogidas,
Envueltas en mil flores olorosas.

Las natas por los platos estendidas
Acudirán, y el blanco requeson,
Y otras cosas que dan cabras paridas.
Despues de esto verná el tierno lechon,

Y del gordo conejo el gazapito, g
Y aquellos pollos que de pasto son.

Verná tambien allí el nuevo cabrito
Que á su madre jamás habrá seguido
Por el campo, de tierno y de chiquito.
Despues que todo esto haya venido,
que nosotros descansadamente

Y

En nuestra cena hayamos bien comido,

Pasarémos la noche dulcemente,

Hasta venir al tiempo que la gana

De dormir toma al hombre comun mente.

Lo que desde este tiempo á la mañana i Pasáre, pase agora sin contarse,

Pues no cura mi pluma de ser vana.

Basta saber que dos que tanto amarse
Pudieron, no podrán hallar momento

En que puedan dexar siempre de holgarse.
Pero, tornando á proseguir el cuento,
Nuestro vivir será de vida entera,
Viviendo en el aldea como cuento.

Tras esto, ya que el corazon se quiera
Desenfadar con variar la vida,
Tomando nuevo gusto en su manera,
A la ciudad será nuestra partida,
A donde todo nos será placiente
Con el nuevo placer de la venida.

Holgarémos entonce con la gente,
Y con la novedad de haber llegado
Tratarémos con todos blandamente.

Y el cumplimiento, que es siempre pesado,
A lo ménos aquel que de ser vano,
No es ménos enojoso que escusado;
Alaballe estará muy en la mano,

Y decir que por solo el cumplimiento,
Se conserva en el mundo el trato humano.
Nuestro vivir así estará contento,

Y alcanzarémos mil ratos gozosos
En recompensa de un desabrimiento.
Y aunque veces no falten enojosos,
Todavía entre nuestros conocidos

á

Los dulces serán más, y los sabrosos.

Pues ya con los amigos más queridos,

Qué será el alborozo y el placer,

Y el bullicio de ser recien venidos?

Qué será el nunca hartarnos de nos ver, Y el buscarnos cada hora y cada punto, Y el pesar del buscarse sin se ver?

Mosen Durall allí estará muy junto, Haciendo con su trato y su nobleza Sobre nuestro placer el contrapunto.

Y con su buen burlar y su llaneza
No sufrirá un momento tan ruin
Que en nuestro gran placer mezcle tristeza.
No faltará Jeronimo Agustin,

Con su saber sabroso y agradable,
No ménos que en romance en el latin;
El qual con gravedad mansa y tratable,
Contando cosas bien por él notadas,
Nuestro buen conversar hará durable.

Las burlas andarán por él mezcladas
Con las véras así con tal razon,
Que unas de otras serán bien ayudadas.
En esto acudirá el buen Monleon,
Con quien todos holgar mucho solemos, j
Y nosotros y quantos con él son.
Él nos dirá, y nosotros gustarémos;
Él reirá, y hará que nos riamos;

Y en esto enfadarse há de quanto harémos.
Otras cosas habrá que las callamos,
Porque tan buenas son para hacerse,
Que pierden el valor si las hablamos.
Pero tiempo es, en fin,
de recogerse,
Porque haya más para otro mensagero;
Que, si mi cuenta no ha de deshacerse,
No será, yo os prometo, éste el postrero.

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N el lumbroso y fértil Oriente
Adonde más el cielo está templado,
Vive una sosegada y dulce gente,

La qual en solo amar pone el cuidado

Esta jamás padece otro acidente

Sino es aquel que amores han causado;
Aquí gobierna y siempre gobernó
Aquella reina que en la mar nació.

Aquí su cetro y su corona tiene,
Y desde aquí sus dádivas reparte;
Aquí su ley y su poder mantiene
Mucho mejor que en otra qualquier parte;
Aquí si querelloso alguno viene,
Sin quexa y sin pesar luego se parte;
Aquí se gozan todos en sus llamas,

Presentes las figuras de sus damas.

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