Yo me estoy maravillando b

Que se mude nuestro cielo :
Vos lo vais imaginando:

Vos lo tomais á repelo:

Vos sois el que os vais mudando.
Y otro qualquier cuidado
Presuma yo os desatiente;
Que si razon no me miente
No olvidar el mal pasado

Honra es del bien presente.

Vuestros pasados dolores
Entónces eran presentes;
Agora los acidentes

Son viejos y son menores
Y siempre serán ausentes.
Encubrir vuestros milagros,
Pues que son falsificados,
Vuestros deseos doblados,
Consumidos gruesos magros,
De pocos amortiguados.

El corazon yo concluyo
Que pudo padecer llaga;
Mas cómo se satisfaga
Si yo mesmo lo destruyo
No siento cómo se haga.
Y quando más voy pensando,
Y miro por vuestro estado,
Entónces veo, cuitado,

Vuestro vivir peligrando,
Justamente maltratado.

No sé cómo serán ciertos,
Segun narra la historia,

Vuestros males, pues son muertos.
No estais vos para ver gloria,
Lleno estais de desconciertos.
Y si no fuesen respetos,
En verdad que yo contase
Vuestros notables defetos,
Si la causa no mirase

Quando miro los efetos.

Si por la ley humanal
Vuestro desórden acato,

Luego me hielo y me mato,
Temiendo que vuestro mal
A todos ponga en rebato.
Y si me voy acordando
De vuestras causas pasadas,
Hállolas tan estremadas
Que las que estais alabando
Me parecen escusadas.

Pues tambien será escusado De lo que fué olvidarme; En los dos quiero ocuparme: De aquello que es ya pasado Hace el presente acordarme. No entreis vos en diferencia De lo que fué á este mundo, Falsa es mi inteligencia, Si sin memoria me fundo, Merezco gran penitencia.

Mas porque nadie consienta, Señor, en vuestros pecados, Son los presentes pasados; No os engañeis en la cuenta Que todos son ya contados. Vuestro mudar yo no cuento, Que es cosa muy mal pensada; Vos teneis el alma gastada, Por mudar el pensamiento Nunca acabaréis jornada.

Tantas veces os prendió
El amor con gran fortuna,
Que esperar vos de ninguna
No presumais como yo,
Pues siempre serví á una.
Y así que yo he pensado
De poner la lengua mia
En lo presente y pasado,
Para vuestra fantasía
Quede todo lo vedado.

XXII.

RESPUESTA DE BOSCAN AL frayle en nOMBRE DEL ALMIRANTE.

Reverendo, honrado frayle,

De escaramuzas ganoso,

Para qué es tan gran donayre
Que os querais hacer donoso?
Vuestra respuesta entendí

Y en ella entendí vuestro arte,
Pero, qué vistes en mí

Para que vos de mi parte
Respondiésedes así?

Qué deseo de valerme !
Qué pleyto tan escusado!
Si pensastes defenderme
Teneislo muy mal pensado.
Quál dolor es el que os ciega?
Qué juicio es el que os falta?
La pelota que va alta

Si el que no sabe, la juega,
Dará risa y hará falta.

Respuesta es de castigar La vuestra, aunque fuera buena : Que el frayle no debe entrar, Sin licencia, en casa agena. Entrastes como á robar, Con pasos disimulados : Mas ya que son declarados, Sabé que os hará saltar La grita por los tejados.

Andarán las asonadas De aquellos que os correrán: Son tales vuestras pisadas Que el rastro no perderán. Si el que os prendiere os despoja Los vestidos que traeis, Segun los aborreceis, Aun agora se me antoja Como dello os holgareis.