La muerte y el diablo: historia y filosofía de las dos negaciones supremas, Volumen1

Portada
D. Cortezo y compe., 1884

Dentro del libro

Otras ediciones - Ver todas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 193 - pequeño error", escribía, por ejemplo, en España hacia 1880 Pompeyo Gener, curioso autor famoso en su tiempo, en libro que mereció su traducción al francés y el prólogo del académico galo Emile Littré: "Llegó el año 999 y con él sus últimos días. Las predicaciones se extremaron y el ascetismo se pronunció en alto grado. Los unos entregaban sus caudales a los mendigos; los otros abandonaban sus haciendas para llevar una vida de continencia y obtener el perdón de sus pecados. Bandadas...
Página 193 - ... Gener, curioso autor famoso en su tiempo, en libro que mereció su traducción al francés y el prólogo del académico galo Emile Littré: "Llegó el año 999 y con él sus últimos días. Las predicaciones se extremaron y el ascetismo se pronunció en alto grado. Los unos entregaban sus caudales a los mendigos; los otros abandonaban sus haciendas para llevar una vida de continencia y obtener el perdón de sus pecados. Bandadas de penitentes recorrían Europa mostrando sus cuerpos desgarrados...
Página 387 - ... la idea de lo pasajero de la vida no puede impelernos á despreciarla, pues es su condición esencial, debe impelernos á hacerla más extensa y más intensa; nos debe volver egoístas para conservarnos y altruistas para extender y perpetuar nuestros actos en beneficio de los demás. La idea de la Muerte sólo puede incitar hoy al trabajo, á pensar, á estudiar, á producir, á viajar, á relacionarse, para robarle á la Fatalidad todo lo que se pueda, para sacar del dominio de la inconsciencia...
Página 367 - ... las grandes acciones. La existencia, que constituye la vida, es la existencia directa , la indirecta empieza después de la muerte, no fuera de nosotros , en la quietud de un cielo glacial, sino en nosotros mismos. Así se obtiene una vida más larga cuanto más grande y de mayor trascendencia hayan sido los actos. Los vivos están bajo el dominio de los muertos que constituyen la mejor parte de la Humanidad, la que ha vivido por y con ella.
Página 390 - El que tal haya hecho relativamente á sus facultades y aptitudes, el que por lo menos haya armonizado el beneficio propio con el ajeno, el que haya tendido á un ideal de arte, de ciencia ó de justicia, éste podrá morir tranquilo, pues habrá cumplido su misión sobre la tierra. Y al contrario, aquel que no haya amado, el que no haya reconocido...
Página 377 - ... especie, el fin de esta existencia no podrá dejar de ser tranquilo y digno. Cuando más haya pensado el Hombre, cuantas más ideas haya vertido, cuanto más haya inventado, edificado, esparramado su alma, cuanto más se haya aproximado á la realización práctica del ideal de Ciencia, de Arte y de Justicia, más tranquilo puede morir. El que así haya vivido, casi no ha de sentir la muerte: su vida habrá sido un perpetuo entusiasmo y su muerte más que tal será un éxtasis.
Página 364 - La noble inmortalidad de la acción, ó sea la perpetuación del Hombre, por sus hijos, por sus actos, ó por sus ideas, es la única inmortalidad verdaderamente positiva. Ser inmortal es prolongar la existencia más allá de la corta duración del individuo, y la existencia, ó sea nuestro modo de ser tan sólo se prolonga haciendo que los demás que nos suceden nos deban algo, que estén bajo el dominio de nuestras acciones, bajo nuestra influencia postuma.
Página 366 - Vos no podríais darme nada más mas allá de lo sublime, ya en amor, ya en producción, ya en el cumplimiento de la Justicia. Esta sublimidad, pues, la poseo; depende de mí, y del uso que yo haga...
Página 193 - ... sus haciendas para llevar una vida de continencia y obtener el perdón de sus pecados. Bandadas de penitentes recorrían Europa mostrando sus cuerpos desgarrados por el azote o el cilicio, mientras otros que aún no habían perdido su egoísmo terrestre se apresuraban a gozar, creyendo que les iba a faltar el tiempo. El siervo abandonó el trabajo y el señor feudal no se cuidó de imponérselo. ¿Para qué trabajar si todo se debía acabar dentro de poco? Así halló el último día de este...

Información bibliográfica