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Nálcazar, dysciendo al pueblo que las quilasen e rompiesen; e entonces me lo dixeron e llegué a dondél estaba, e le dixe como aquellas armas non eran del Rey de Portugal, antes eran mias, e yo vasallo de Vuestra Alteza, e me thorné a fascer la obra, e él non se obo por satisfecho; mas como me aparté dél, lo quiso poner por obra, e el Dotor Matienzo que se falló allí, non lo consyntió; e luego vino a mi, a descirme, que obiese por bien de las quitar; yo le dixe que me plascía, puesto que me era asentar fascerlo, por estar allí presente un caballero del Rey de Portugal, que por Su mandado vino a esta Cibdad a contratar conmigo, que me volviese a Portugal o a fascer otra cosa que non fuese mi provecho, e vió la afrenta que se me fizo; e el Alcalde de la Mar fué entretanto al Theniente de Almirante a descir, que vyniese a quitar las banderas, e él, sin mas consexo nin poder que para ello thobiese, se vino por las gradas llamando xente para prender al Capitan portugues, que levantaba banderas del Rey de Portugal; e quando llegó, me preguntó dondestaban las banderas, e porque las pose en los cabrestantes, yo le respondí, que la quenta e él non le daria nin queria dar; e él llamó alguaziles para me prender, echando mano a mi, e dando voces que prendieşen a mi, e a los mios; non faltaron algunos que quysieron mostrar sus buenas voluntades, más para fascer mal a los mios, que para ayudarnos a fascer lo que complia

al servycio de Vuestra Alteza; e viendo el Dotor Matienzo la sinrazon que a los mios e a mi, se queria fascer, echó mano del Theniente de Almirante, requyriendo de parte de Vuestra Alteza, que non fysciese cosa tan contraria a Su servycio; e los que con él, venian, echaron mano del Dotor e algunos de su compañia, con las espadas desnudas sobre su cabeza, e le querian dar, de manera, Señor, que la xente que trabaxaba e thenian rescebidos dineros, se fueron; yo viendo la falta de la xente e el peligro de la náo, se la dexé al dicho Theniente de Almirante, e ansi al otro Theniente del Asistente quera presente, para fascer xustycia, e lo que convenia a servycio de Vuestra Alteza; mas el Dotor, viendo que sin mi, non se podia sacar la dicha náo, viendo porque non se fysciese algund mal recabdo, requerí al Theniente del Asistente, e aun al Alcalde mayor del Duque de Medynasidonia, que non se fuesen de allí, e me diesen ayuda e favor; e ellos, como vieron que los mios abían thomado las armas, e algunos dellos presos en el cepo, se fueron non dando favor nin ayuda. Esta es la suma de lo que pasó.

Porque, Señor, me paresce cosa muy axena de Vuestra Alteza, ser maltratados los ombres que dexan su Reyno e naturaleza por se venir a servir en cosa tan señalada como es esta, en que mi falero e yo, nos ofrecemos a servir a Vuestra Alteza. Soplico muy umildemente que mande en ello,

aquello que mas Su servycio fuere, porque de todo lo que Vuestra Alteza mandare e ordenare, sere yo muy satisfecho; pues la afrenta que me ynfirió, non fué como a Hernando de Magallanes, sinon como a Capitan de Vuestra Alteza; e los que lo fyscieron, non tanto a Su servycio como yo, que con sola la fabla vuestra, quedé yo con la persona, fazienda e vida, muy ofrescido a lo fascer; estimando más complir mi palabra que non las promesas que de Portugal méran ofrecidas; e ansi mesmo mi compañero que de allá non vino tan bien despachado, como él e yo conoscimos en la voluntad de Vuestra Alteza; a la qual umildemente soplico, con este correo, mande proveer en todo, de manera que Vuestra Alteza sea bien servido e nosotros bien tratados; e lo que fasce las cosas que non deben, non queden sin castigo; porquel fruto quel Alcalde e Theniente de Almirante vieron con su desconcierto, fué acochillar un piloto de Vuestra Alteza que andaba trabaxando, e prendieron mis ombres e qui-. taronle las armas. Vuestra Alteza ymbíe persona que thome pesquisa de como pasó.

Nuestro Señor, la Vida e Real Estado de Vuestra Alteza por munchos años acresciente. De Sevilla a veinte e quatro Dotubre de Mill e quynientos e diez e seis.-E porque aun non sé escrebir lo castellano, tan perfeto como comple, soplico a Vuestra Alteza me perdone, en non lo fascer por mi mano.-Hernando de Magallanes.

Carta a Su Maxestad, de los pilotos que fueron con Magallanes; Andres de Sant Martin, Rodriguez de Maza, Velasco Gallego e Rodriguez Serrano, pydiendo abmento de sueldos durante la navegacion.

SEVILLA.-XUNIO 30 DE 1517 (1).

Muy Alto e Muy Poderoso Pryncipe Crystianisimo Rey Nuestro Señor.

R

ESCEBIMOS la Carta de Vuestra Alteza de diez

e ocho de Xunio, e besamos los Pies e Reales Manos a Vuestra Alteza por las Merce

des quen ella nos fasce, e por las que nos promete e esperamos que nos fará; e plegue a Dios que dé largos dias de vida a Vuestra Alteza, para que las rescibamos tan crescidas quanto la grandeza de Su Alteza e Real Estado thiene poder de las fascer.

En esta Carta de Vuestra Alteza, non se fasce myncion de lo que soplicamos por el segundo Capitulo de nuestra carta, sobre lo cual thornamos a so

(1) Archivo de Indias.-Simancas.-Maluco.

plicar a Vuestra Alteza en otra segunda carta quescrebimos, a vuelta de otras cosas de que nos paresció, que convino informar a Vuestra Alteza, que fué con el correo que despacharon de la Casa de la Contratacion, antes que Cartaxena llegase; lo que conthenía era, que Vuestra Alteza nos fysciese Merced de mandarnos señalar tres mill maravedis de sueldo al mes, mientras navegabamos, demas de la tierra que de Vuestra Alteza thenemos en la Casa de la Contratacion, como se dá a los pilotos que navegan en Portugal, e como se dá a Xoan Caraballo, piloto portugues, que agora mandó Vuestra Alteza rescebir en Su servicio; pues el viaxe que agora llevamos, non es de menos qualidad nin condycion quel que llevan los dichos pilotos portu gueses.

Muy umildemente soplicamos a Vuestra Alteza, lo mande proveer, como mas fuese servido e como rescibamos Mercedes.

En lo que demas conthenía la dicha nuestra segunda carta, porque lo escripto enthonces basta para la ynformacion de Vuestra Alteza, e para que mande proveer lo que más fuere servido, non lo repetimos en esta; más de que rogamos a Nuestro Señor, guarde e prospere la Vida e Real Estado de Vuestra Alteza, con acrescentamiento de mas Reynos e Señorios por largos tiempos e buenos años, como Vuestra Alteza desea.

De Sevilla a treinta de Xunio de Mill e quynien

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