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Carta del Arzobispo Fonseca, Presidente del Consexo de Indias, a Su Maxestad.

BURGOS. AGOSTO 11 DE 1517 (1).

Sacra Catholica Cesarea Maxestad.

D

EMPUES que a Vuestra Maxestad escrebí, me vino una yndispusicion de estomago e pe

cho, e para ello ymbié a rogar al Dotor de Melgar, Physico de Vuestra Maxestad, que se llegase aquí para el remedio dello. Él vino, aunque mal dispuesto.

dia de Sant Lloreyte, Vuestra Maxestad, a

Ayer, a misa, lunes me dieron otra Carta de las nueve, en que manda que vaya yo por tierra esta mañana, de mañana, de aquí; sinon porque esta noche pasada, mi mala dyspusicion se acrescentó tanto, que con themor que non me cresciese más en el camino, para non poder servir a Vuestra Maxestad, e a mi me dapñase, non osé

(1) Archivo de Indias.-Cartas remitidas al Consexo.-Años 1517 á 1541.—Est. 143.-Caj. 3.•

partir. En alyviandome algo mi mala dyspusicion, luego partiré, aunque temo de yr sin Physico, porque el Dotor non está bueno para poderse yr conmigo.

Ymbio a descir a Fonseca, que ymbie unoquestá allá, para que me encuentre en el camino.

Nuestro Señor la Vida e Muy Real Estado de Vuestra Maxestad, por largos tiempos prospere.

De Burgos once de Agosto.-De Vuestra Catholica Cesárea Maxestad muy umilde servidor que Sus Reales Manos besa.-Fonseca.

Carta del Lyscenciado Figueróa a Su Maxestad, descrebiendo la Ysla de Puerto-Rico.

SANCTO DOMINGO. SETIEMBRE 12 DE 1517 (1).

E

Muy Poderoso Catholico Rey e Señor.

N la Ynstrucion que Vuestra Maxestad me mandó dar para estas partes de las Indias,

obo un Capitulo en que disce, que si en el viaxe obiere de saltar en la Ysla de Sant Xoan, vea el Asiento que la dicha Cibdad de Puerto-Rico thiene e la dicha Ysleta, e platique sobrello con los Ofyciales de Vuestra Alteza e presonas de la dicha Ysla; e dempues de platicado, e visto por vista de oxos, thomado parescer de los dichos Ofyciales e presonas, ymbiase a Vuestra Maxestad la relacion dello e la traza de la dicha Cibdad e Ysleta e Puerto, de la manera questá, e ymbie xuntamente lo quen ello me paresce; por razon de lo qual, abiendo aportado en el dicho Puerto, lo primero que fize

(1) Archivo de Indias.-Patronato.-Est 2.Caj. 1.°-Legajo '/24

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TOMO XXXVI

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fué saltar en tierra en la dicha Ysleta e andar por ella e ver la dyspusicion, de lo qual, del poco día quen ella andobe, non se me deben munchas gracias, segund el deseo yo thenía de saltar en tierra.

Otro día fuí a la Cibdad, e a de saber Vuestra Alteza que ay dos desembarcaderos adonde los questán en el Puerto van con barcos a llevar las mercadurias; al uno llaman el Puerto Nuevo e al otro el Viexo, e ambos caen a la mano dicha de la entrada del Puerte, adonde surxen las náos, en la qual entrada dexamos el Norte a las espaldas e aun algo en el ombro yzquierdo; yo fuí a desembarcar al desembarcadero Viexo, que será asta de media legua de donde la náo queda xusta, por el qual solían yr las mercadurias e todas las cosas que iban a la dicha Cibdad; dende allí fuimos cabalgando fasta la Cibdad, que podrá aber una buena legua, e non embargante que segund discen los pobladores de la Cibdad, el tiempo era abido por enxuto, ella estaba tal e tan fiera de andar, que yo nunca ví tan fiero camino de los saltos, aguas, ondadales, e estos arroyos que con muncho trabaxo, en buenos caballos, es muy deficultosa cosa de andar; algunos cayeron de los caballos, otros a pasos se apearon, de los quales yo fuí uno; ansi es muy largo e trabaxoso para llevar por él las mercadurias, e aun para yr vacios sin ellas, non embargante que por allí se llevan todavía munchas en caballos, que con carretas non se pueden llevar.

Fuí a la Cibdad, alléla en un llano entre unos montes que acá llaman alcobucos e cuertas, con munchas arboledas al derredor della; el asiento és llano e bien enxuto el suelo; esthobe en ella doce días, porque aunque antes podiera despachar lo que abía de fascer, non se podo antes despachar la náo en estos días; andobe por la dicha Ysleta a algunas partes al derredor della, aun en dos e tres leguas; por todas las partes thiene malos caminos, es muy pesada de ayres e muy calurosa; ví en ella casi toda la xente enferma, a todos amarillos, munchos llenos de llagas en las piernas, e desta cabsa munchos con bordones e munchos con flaqueza; e sobre todo muy cara en los mantenymientos, casi doblados, e en algunas cosas algo más de lo que vale en esta Ysla Española, debiendo valer muncho más barato, por estar en el camino e ser el Puerto tan bueno; todo por cabsa de la gran careza que ay en el llevar de las cosas del Puerto a la Cibdad, e de ser la Cibdad enferma, adonde non van nin acuden las presonas nin las cosas, tanto como querran e podría, por dyficultad del mal camino que ay dendel Puerto a la Cibdad, e por la yndispusicion de la salud del logar; e yendo por los pasos de la Ynstrucion, delante, xunté en su Cabildo al Xuez de Resydencia e a los Ofyciales de Vuestra Alteza, que todos son Rexidores, e a los Alcaldes del pueblo, e dixeles lo que Vuestra Alteza me abía mandado fascer, e pediles

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