Églogas de Garcilaso de la Vega |
Comentarios de la gente - Escribir un comentario
No encontramos ningún comentario en los lugares habituales.
Términos y frases comunes
agora agua aire ALBANIO alegría alma amigo amor ánimo apartamiento aquesta ardiente atento basta blanco buen Calla CAMILA camino campo canto cara casi cielo clara colores contado corazón corriendo cuento cuerpo curso daba daño debe decir deja deseo desta dolor dulce duro enojos escucha espanto esperanza estaba estuve extraña Fernando fiero figura flores fuente fuerza ganado gente grave halla hermosa hierba hora humano juntamente lágrimas llanto llegar lleno lleva llora loco luego maestro manera memoria mirando miserable monte morir mostraba mover muda muerte mundo muro NEMOROSO ninfa nombre nuevo oficio ojos ondas parecía paso pastores pecho perdido pintado poco prado presente presto primero pudiera punto pura queda quejas quiere rato razón responde ribera río saber SALICIO Salid sin duelo seguro sentido siento sombra suelo sueño temo tenía tierno tierra toca tornaba valle venía verde vía viento vino vista vivo
Pasajes populares
Página 11 - ... mundo cubre, de do viene el temor que nos espanta, y la medrosa forma en que se ofrece aquella que la noche nos encubre, hasta que el sol descubre su luz pura y hermosa; tal es la tenebrosa noche de tu partir, en que he quedado...
Página 10 - Después que nos dejaste, nunca pace en hartura el ganado ya, ni acude el campo al labrador con mano llena.
Página 7 - No soy, pues, bien mirado, tan disforme ni feo; que aun agora me veo en esta agua que corre clara y pura, y cierto no trocara mi figura con ese que de mí se está riendo; ¡trocara mi ventura!
Página 8 - Tú sola contra mí te endureciste, los ojos aun siquiera no volviendo a lo que tú hiciste. Salid sin duelo, lágrimas, corriendo. Mas ya que a socorrer aquí no vienes no dejes el lugar que tanto amaste, que bien podrás venir de mí segura. Yo dejaré el lugar do me dejaste; ven, si por sólo esto te detienes.
Página 9 - ... por donde no hallaba sino memorias llenas de alegría; y en este mismo valle, donde agora me entristezco y me canso, en el reposo estuve ya contento y descansado. ¡Oh bien caduco, vano y presuroso! Acuérdome, durmiendo aquí algún hora, que, despertando, a Elisa vi a mi lado.
Página 75 - Flérida, para mí dulce y sabrosa más que la fruta del cercado ajeno, más blanca que la leche, y más hermosa que el prado por abril, de flores lleno...
Página 13 - Divina Elisa, pues agora el cielo con inmortales pies pisas y mides, y su mudanza ves, estando queda, ¿por qué de mí te olvidas y no pides que se apresure el tiempo en que este velo rompa del cuerpo, y verme libre pueda, y en la tercera rueda contigo mano a mano busquemos otro llano, busquemos otros montes y otros ríos, otros valles floridos y sombríos, donde descanse y siempre pueda verte ante los ojos míos, sin miedo y sobresalto de perderte?
Página 11 - Cual suele el ruiseñor con triste canto Quejarse, entre las hojas escondido, Del duro labrador, que cautamente Le despojó su caro y dulce nido De los tiernos hijuelos entre tanto Que del amado ramo estaba ausente...
Página 10 - ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía, cuando en aqueste valle al fresco viento andábamos cogiendo tiernas flores, que había de ver con largo apartamiento venir el triste y solitario día que diese amargo fin a mis amores?
Página 5 - Y tú, desta mi vida ya olvidada, sin mostrar un pequeño sentimiento de que por ti Salicio triste muera, ¿dejas llevar, desconocida, al viento el amor y la fe, que ser guardada eternamente sólo a mí debiera?