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J. G. GEBRIAN

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ADVERTENCIA PRELIMINAR.

Habiéndosenos hecho repetidas indicaciones para que reuniésemos en un solo volúmen cuanto en nuestra Historia de la Legislacion de España hemos dicho acerca de los fueros de Navarra y provincias Vascongadas, decidimos hacer una edicion especial del tomo VIII, que se ocupa del exámen critico de sus antiguas instituciones, con la parte además del IV que trata de las del reino pirenáico. Vacilamos algun tiempo sobre si haríamos ó nó esta segunda edicion, perjudicando la primera; pero cedimos al fin á las reiteradas súplicas de personas á quienes no podíamos menos de complacer, y muy particularmente å las del Diputado general de Alava, Excmo. Sr. D. Pedro de Egaña, con cuya sincera amistad nos honramos hace tiempo, y cuyos especiales conocimientos y noticias en la materia hemos tenido mas de una vez ocasion de utilizar, si bien en otras no participamos de sus opiniones, respondiendo á deberes indeclinables de conciencia.

Nuestra segunda edicion saldrá además corregida y aumentada, con nuevos documentos adquiridos despues de la impresion de la primera, los cuales se nos han facilitado generosamente, asi por el espresado Sr. Egaña, como por los Sres. Zabalburu, Lersundi, Lasala, el finado Sr. Barroeta y Aldamar, Zárate, Moraza, Herran, Gorosabel, Urdangarin, D. Juan Cancio Mena y otros que seria prolijo enumerar.

En nuestra primera edicion procuramos limitar las noticias históricas sobre fueros, para responder à las exigencias del conjunto general de la obra. Destinada hoy la nueva edicion al objeto único de dar á conocer de la manera mas concreta y especificada las instituciones de Navarra y país Vascongado, no solo hemos necesitado

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ampliar lo que antes digimos, sino demostrar con pruebas y documentos oficiales la verdad y exactitud de las opiniones emitidas. La imparcialidad que ha guiado siempre nuestra pluma no nos ciega hasta el punto de creernos infalibles, y como nuestro propósito es ilustrar las diferentes cuestiones (algunas por cierto bien dificiles) de la existencia legal y social del pais vasco-navarro, hemos admitido las observaciones de personas muy versadas en su historia, que contribuyen al esclarecimiento de los puntos cuestionables. Para evitar sin embargo la confusion, preferimos no alterar en lo mas minimo el texto de la primera edicion, adoptando el método de hacer una nueva seccion de apéndices al final de la obra, con las oportunas referencias, donde incluirémos, así los nuevos documentos que apoyan cuanto hemos dicho, como las observaciones que contribuyan á ilustrar los puntos oscuros de la historia. legal y política de las provincias Vascongadas. Seguirémos en esta segunda edicion el mismo método cronológico que en la primera, empezando por Navarra, y continuando Vizcaya, Guipúzcoa y Alava. No nos lisonjeamos de haber hecho un trabajo perfecto, que abrace todos los aspectos bajo los cuales puede considerarse la historia general de un pueblo; pero abrigamos la conviccion de que nuestras vigilias y desvelos, contribuirán á que otros mas entendidos acaben la obra comenzada, derramando nueva luz sobre los fueros y libertades de un país tan original y digno de estudio en todos conceptos.

CUESTION PRELIMINAR SOBRE LOS REINOS DE NAVARRA, SOBRARVE Y ARAGON (1).

Es imposible iluminar las tinieblas que envuelven el orígen de estos reinos, ni penetrar en el intrincado laberinto formado por los que han escrito en diversos sentidos acerca de sus antigüedades. Todos presentan documentos, todos aducen privilegios, lápidas, inscripciones, opiniones y dichos de escritores extranjeros, y hasta bulas pontificias, para probar la antigüedad de uno ú otro reino, segun al que pertenece el historiador. La lucha se ha seguido con tenacidad, y probablemente continuará, sin que nadie quiera darse por vencido. Los escritores mas imparciales han confesado la imposibilidad de arreglar este caos. El P. Abarca, escritor aragonés, dice en su historia, hablando de los tiempos inmediatamente posteriores á la invasion sarracena: «En general las cosas de aquellos siglos de España, y con monstruosa singularidad las de Aragon y Navarra, se esconden á toda pacífica averiguacion..... No se halla autor que convenga con autor; las personas de los reyes, los nombres, el número, el órden, la continuacion, el tiempo, el lugar, el título, y en fin, todo, se lee con diferencia y se dice con el cuidado de la impugnacion, y aun con miedo de la censura y del enojo.» Mariana, «que sabida cosa es que las historias de Navarra están llenas de fábulas y consejas.» Garibay, «que están llenas de confusiones y dudas.» Zurita, «que se debe tener por edificio muy falso y de mal fundamento, querer con pesado rodeo de palabras dejar mayor volúmen de cosas, cuya memoria está perdida..... Que hay gran diversidad entre muy grandes autores cerca del orígen y principios del reino que primeramente se fundó en las montañas de Aragon........... Que la curiosidad de atribuirse competencia cada reino, la antigüedad y orígen de sus principios, y la ambicion que en esto han tenido los que han escrito dellos, ha puesto en duda cuál fuese mas antiguo reino, el de Sobrarve, á cuyo dominio esta

(1) En nuestra Historia general hemos tratado largamente de los dos períodos romano y góthico en España, pero como la existencia del reino de Navarra solo data del principio de la reconquista, desde esta época empezamos el tercer período en que hemos dividido todo nuestro trabajo.

ba sujeta la provincia de Aragon, ó el de Pamplona, que despues se llamó reino de Navarra.» Y finalmente, hasta el mismo P. Moret, tenaz impugnador de la antigüedad de Sobrarve, y que, como otros historiadores, no concede tan gran antigüedad al de Pamplona, dice: «Pero qué consejos públicos y particulares se tomaron entonces, en qué año determinadamente y en qué lugar, y si fué tomado luego una suprema cabeza con título real, incitándolos á esto la oportunidad, el ejemplo de todas las naciones circunvecinas, que todas se gobernaban por reyes, y la necesidad de unir en una comun cabeza la fuerza y designios de la cual dimanasen los influjos con mas eficacia y utilidad pública, por la falta de instrumentos auténticos de aquellos tiempos y de escritores antiguos que supliesen su falta, en el sumo descuido de una nacion mas inclinada á obrar cosas para escribirse que á escribir, y en quien despertó tarde el gusto de la historia, no es posible definirlo con certeza y mucha individuacion.>>

Si tantos y tan respetables escritores que han procurado investigar el orígen de estos reinos, que se han dedicado esclusivamente á ello, y tenido á la mano los antiguos archivos, donde se hallaban los privilegios y documentos que mas luz debian arrojar para ilustrar este punto, no han podido penetrarle, ¿cómo hemos de lisonjearnos nosotros de lograrlo? Así es, que limitándonos á esponer lo que otros han dicho en todos sentidos, y despues de meditado con absoluta imparcialidad, emitirémos nuestro juicio conforme á la mayor probabilidad, no de lo sucedido en aquella época, pues esto lo resiste la profunda oscuridad en que se halla envuelta, sino á lo que lógicamente debió suceder, atendidas las circunstancias en que se hallaba el país y el estado social en que le dejó la monarquía goda.

Opinan que la dignidad real se estableció en aquellas regiones inmediatamente despues de la invasion sarracena, Ambrosio Morales, Garibay, Fr. Antonio Yepes, el obispo de Pamplona Fr. Prudencio Sandoval, Luis del Mármol, Lucio Marineo Siculo, Celio Augusto Curion, Juan Vaseo Brugense, Mariana, Avalos, Blancas, Carrillo y Briz Martinez. Todos convienen en que fué elegido rey, un caballero esforzado de nombre García Ximenez, señor de Abarzuza y Améscua, pueblos sitos en la merindad de Estella; pero no todos convienen en el año que esto se verificó, porque unos suponen fué en el de 716, otros en 718 y algunos en 724. Tampoco convienen en el punto que se hizo la eleccion, ni en el número de los electores, y de aquí nace precisamente la tenaz contienda, entre los que suponen mas antigüedad al reino de Pamplona y los que se la atribuyen al de Sobrarve. Dicen los primeros, que el 20 de enero de 717 se reunieron en el valle de Borunda seiscientos nobles navarros, con objeto de nombrar rey, saliendo elegido D. García Ximenez: sostienen los segundos, que la eleccion de García Ximenez, se verificó en la cueva de la montaña de Uruel por trescientos nobles montañeses de Navarra y Jaca, el año 716, y segun Blancas y Briz, en 724, tomando allí el título de rey de Sobrarve; pero nadie da razon suficiente de esta diferencia. El P. Moret no se atreve á consignar la eleccion de la Borunda por no comprobarse, ni con instrumentos legítimos,

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