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dividida en republicanos y monárquicos desde el momento en que se dió á luz el manifiesto á que nos referimos; pero no divididos para luchar con nobleza, no; divididos para hacerse una guerra sin cuartel; no para oponer teorías con teorías, sino para oponer el error, la mentira, que halaga las pasiones, á la verdad desnuda de todo lenguaje florido.

Los monárquicos manifestaban en la prensa y en la tribuna que bajo la forma monárquica son posibles todas las libertades, teniendo mútuos derechos gobernantes y gobernados.

Los republicanos enviaban á los pueblos oradores ambulantes que hacian entender á los hijos del trabajo que el día en que ellos triunfasen tendrian derechos sin deberes; que se concluia el trabajo; que se dividiria la riqueza; que no habria ejército y otras mil sandeces por el estilo, que hemos oido y despreciado altamente, pues no podiamos creer nunca que un partido que cuenta en su seno hombres eminentes como Castelar, Orense, Figueras y otros, tuviesen por correligionarios hombres que no hacian comprender que lo primero que debe resplandecer en todas las repúblicas es el amor al trabajo, es el órden, es el respeto á la propiedad, sin lo cual no hay libertad posible. ¿La propiedad es un robo? no: la propiedad es el pedestal de la familia, el baluarte de la sociedad.

Halagadas las pasiones con esta propaganda liberticida y exaltadas las masas por los enemigos del pueblo que se cubrian con el gorro frigio, eran de temer sérios desórdenes; pero lejos de esto, el pueblo seguia disfrutando de la alegría que nos da la libertad, sin que la más pequefa nube oscureciese el dorado horizonte de nuestra pátria.

En este estado la nacion, vióse anegada en sangre la primera poblacion que dió el grito de libertad. La pacífica Cádiz fué teatro de horrorosos sucesos, que no queremos recordar y de que son responsables las primeras autoridades, que, guiadas por los consejos de pérfidos amigos, provocaron al pueblo, y este defendió su derecho y su honra mancillada.

El Gobierno que estaba al frente del pueblo español y que habia salido del seno de la revolucion, no habia dado aun á conocer cuáles eran sus ideas con respecto á forma de gobierno, y lo hizo explicitamente en el preámbulo del decreto de 6 de Diciembre, que convocaba á Córtes Constituyentes para 11 de Febrero siguiente. Expuso sus ideas, conformes en un todo con las emitidas por el comité de conciliacion en su patriótico manifiesto.

En el mes de Diciembre verificáronse las elecciones de Ayuntamientos en medio del mayor orden. España hacia uso por primera vez del sufragio universal y daba ejemplo de sensatez, de cordura, de ilustración y de patriotismo á Francia, á Europa, al mundo entero. El alma se llenaba de entusiasmo al ver entrar en los comicios multitud de ciudadanos en medio del mayor órden, con la mayor circuns-. peccion y sin que se oyese la menor queja de coaccion. Si las hubo, fueron más bien hijas de la ignorancia que de la malicia.

Próximo el dia de elegir los pueblos las personas que habian de representarles en el seno de la Asamblea nacional, donde habian de tratarse cuestiones de tanto interés para los ciudadanos que aprecian la honra de su pátria y que descan su felicidad, se creyó el Gobierno provisional obligado á dirigir su respetable voz á los electores, y lo hizo en 11 de Enero de 1869, diciéndoles:

Hoy que el pueblo español, árbitro de su suerte y dueño de la más ámplia libertad que jamás ha gozado, se dispone á labrar con sus propias manos su futuro destino; en esta ocasion, la más solemne de nuestra historia contemporánea, en que todos los principios pretenden el triunfo y todos los intereses sociales buscan su más lato desarrollo en el órden político; cuando suena libre y desembarazada la voz de todas las aspiraciones, el Gobierno provisional se juzga obligado á levantar la suya para reiterar sus compromisos, reproducir sus manifiestos, exponer las razones en que unda la esperanza de que su conducta ha de ser aprobada por los mandatarios de la soberanía nacional, asegurar su

respeto á todas las opiniones, aunque le sean contrarias, hacer nueva y enérgica protestacion de las suyas, y recomendar á todos, con la efusion de su acendrado patriotismo, que en la cercana lucha el más escrupuloso respeto al derecho ajeno marque el límite de la actividad de cada uno; que tengan en cuenta que de este momento depende el porvenir de nuestras libertades, y que en la misma proporcion que el sufragio universal ha enaltecido la dignidad del ciudadano, ha hecho más grave la responsabilidad de todo el pueblo, y que hoy la estrecha obligacion de mantener incólume la honra de la pátria pesa por igual sobre todos sus hijos.

»Al solicitar el Gobierno ante los Colegios electorales la aprobacion de su conducta, presenta como título el cumplimiento de todas sus promesas.

»Ensanchada la órbita de las Diputaciones provinciales; dueño el municipio de su posible independencia; consagrados los derechos de asociacion y reunion; emancipadas la conciencia, la enseñanza y la imprenta, ni el pueblo español puede, en materias de libertades políticas, desear otrá cosa que hacer compatibles con el órden las ya conquistadas, ni la violencia con que algunas se han ejercido en contra del Gobierno ha menoscabado en su ánimo la firme voluntad de conservarlas.

>>La unidad de fueros, que hasta ahora solo habia sido un buen deseo consignado en todas nuestras Constituciones liberales, el Gobierno provisional tiene la fortuna de haberla convertido en un hecho.

»En la esfera economica y rentistica ha dado ya á conocer sus ideas en varios documentos. Las economías que tan justamente reclama la opinion, aunque no constituyen un sistema rentístico, como algunos equivocadamente suponen, sino que forman parte integrante de cualquier sistema previsor, se están haciendo en todos los ramos de la Administracion, sin otro límite que las más estrictas exigencias del servicio; pero el Gobierno entiende que es en las reformas donde ha de buscarse principalmente la rege

neracion económica del país y los medios de mejorar la situacion de la Hacienda pública. La supresion de todos los estancos, monopolios y prohibiciones; la reforma liberal de los aranceles aduaneros; la destruccion de las trabas innumerables que se oponen al desarrollo de la industria, del tráfico y del crédito en el órden administrativo; la se vera observancia del presupuesto aprobado por los representantes del país, tales son las principales bases del sistema económico y rentistico que el Gobierno provisional ha comenzado á poner en práctica sin la precipitacion que pudiera comprometer su éxito, pero sin otra demora que la indispensablemente necesaria para no dejar en descubierto las atenciones del Estado.

»Tambien á nuestras provincias de Ultramar llegarán las consecuencias de nuestra regeneracion política. No habrá sin duda ningun corazon español que califique de pretexto la triste causa que las ha detenido.

»Tales fueron las promesas del Gobierno. Si cuando las hizo mereció la confianza del pueblo español, no es probable que esa confianza se haya debilitado precisamente en el momento en que las está cumpliendo.

ticia

>>Resuelto á mantener libre de toda bastarda influencia

el campo electoral, y reprimidas ya por la fuerza de la jusy de las armas audaces intimidaciones, el Gobierno provisional se lamenta profundamente de la flaqueza de espíritu de muchos ciudadanos que, ante la sombra de cualquier soñado peligro, abandonan como ajena la causa de la pátria, creyendo sin duda que solo tienen obligacion de servirla cuando puedan hacerlo con entera comodidad y sosiego. No es esta situacion que pueda pesar exclusivamente sobre los hombros de determinadas personas. El Gobierno llama en su auxilio el patriotismo de todos; que todos usen de su derecho, que voten si el campo está libre, ar protesten si está tiranizado, y no consientan que, entre la audacia de los perturbadores y la cobardía de los egoistas, salga triunfantela falsificacion del sufragio.

»Al Gobierno no le intimida ninguna manifestacion del

espíritu público cuando es verdadera: solo le inquieta y aflige la mentira.

»Laudable es el celo de los que intervienen en la cosa pública con la noble ambicion de representar los intereses de su país; pero es altamente reprensible la conducta de aquellos que, al presentir su derrota, entregan despechados toda se influencia á opiniones que nunca profesaron y que juzgan funestas, y procuran sin embargo su triunfo, vengando en la pátria el amargo convencimiento de su impotencia.

»Unidos todos los individuos que componen el Gobierno provisional por el doble vínculo del compromiso solemnemente contraido y de la ineludible obligacion de salvar la revolucion triunfante, exhortan encarecidamente á sus amigos á que estrechen y mantengan en todas partes esta misma alianza, único cimiento en que ha de estribar el edificio de nuestras libertades. Más tiene de criminal egoismo que de laudable constancia la conducta de los que, por hacer un extemporáneo alarde de fidelidad á las tradiciones de una parcialidad política, se muestran sordos á los clamores de la pátria.

» La inesperada vehemencia con que han sido proclamadas ciertas ideas obliga al Gobierno á reiterar enérgicamente las suyas, para que no se entienda que por ningun accidente pueden entibiarse sus convicciones.

»Salvo el respeto à la suprema decision de las Córtes Constituyentes, juzga el Gobierno que tienen más seguro porvenir las instituciones liberales garantizadas con la solemne y sucesiva estabilidad del principio monàrquico, que sometidas al peligroso ensayo de una forma nueva, sin precedentes históricos en España y sin ejemplos en Europa dignos de ser imitados.

»Desea sinceramente que los representantes de la na-cion levanten un trono rodeado de su indispensable prestigio y revestido de sus naturales prerogativas que, haciendo imposible la rivalidad, haga fácil el órden y sea la perenne y sólida columna de nuestras libertades.

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