AMÉRICA LATINA. La América latina ha sido descubierta, conquistada y poblada por la Europa, y sin embargo no es conocida por esta como debiera serlo por los intereses que las ligan. Los sabios Humboldt, Bompland, Boussingault, Roulin, d'Orbigny, Saint-Hilaire y otros que la han visitado, se han limitado al estudio de su naturaleza física, cuyos preciosos tesoros han revelado al mundo en sus escritos profundos y luminosos; pero desgraciadamente para la América, esos estudios que debieran haberse completado con el exámen detenido del estado intelectual, político y social, y aun económico de esos pueblos, no se ha efectuado hasta hoy. Creo tambien que la absoluta ignorancia que se tiene en Europa del estado de la civilizacion y de los progresos que ha hecho y hace la América, debe atribuirse á otras causas : Á la instruccion incompleta de la historia y geografía del continente sud-americano, que se da en los liceos europeos, cuyos profesores tienen tan escasos conocimientos á ese respecto como sus propios discípulos; circunstancia que he podido apreciar prácticamente. La América latina es poco conocida en Europa. Causas por las cuales es poco conocida la América latina en Europa. a Lo que es la América latina para la generalidad en Europa. Á la falta de órganos competentes que se ocupen, con patriotismo, de sus verdaderos intereses, -los intereses positivos, - ilustrándola de su marcha y tendencias progresistas, de su riqueza y del comercio absorbente de esos pueblos llenos de vigor y de inmenso porvenir. Al charlatanismo insoportable de escritores insustanciales, que viajan en tinieblas y que improvisan en el rincon de su albergue romances fantásticos en que son siempre los héroes, y en que se ocupan de todo ménos de la verdadera historia del país que visitan, pero que, impresionando al vulgo, seducen las imaginaciones débiles. Hé ahí las causas probables de la ignorancia que se observa en Europa, y de la confusion lamentable que se hace de los pueblos de raza latina en la América meridional. Para la generalidad, la América conserva, con sus tradiciones de la época del descubrimiento, su estado primitivo y salvaje; sus civilizados é inteligentes habitantes son considerados Indios ó negros de África que viven desnudos y cubiertos de plumas; nuestras opulentas capitales, que rivalizan en monumentos y lujo con las europeas de segundo órden, son aldeas de ranchos miserables, etc. Diez y seis años han trascurrido desde mi primer viaje á Europa, y sin embargo en ese largo período las ideas sobre la América del Sur no se han modificado. Para la Europa, la América meridional, hoy como entónces, está estacionaria entre 1492 y 1810, es decir, entre el descubrimiento y el coloniaje, entre el estado primitivo y la civilizacion, entre la ignorancia y el despotismo. Nuestra emancipacion política ha sido para la madre patria, nuestra ruina; para las demas naciones europeas, si no el retroceso, nuestro descrédito. Y esos juicios, tan severos como extraviados, ¿tienen realmente algun fundamento? ¿ Están apoyados en la historia, en los hechos y en el estado actual de las diferentes naciones que han surgido de lo que en otra época fueron colonias españolas? No absolutamente no. Pero es deber de todo Americano que tenga el corazon bien puesto, probarlo, y probarlo de una manera irrefutable, con hechos que no dejen ni el reflejo de la duda en el ánimo del lector europeo. Esa es la mision que nos impone el patriotismo, y que yo, aunque el ménos competente y el mas humilde de los hijos de la jóven América, me esforzaré en llenarla en este trabajo, aunque para ello sea necesario separarme del plan de esta obra, dedicada pura y exclusivamente al estudio del derecho público americano. Los Estados soberanos é independientes que se han constituido en los antiguos dominios de las coronas de España, Portugal y Francia, ocupan una superficie de 390,466 millas cuadradas geográficas, que están pobladas por 32,312,542 habitantes (1); es decir, por una poblacion casi igual á la que tiene el poderoso imperio frances, pero con un excedente de territorio de 380,432 millas cuadradas geográficas, que tomando por base la actual poblacion de Francia, puede considerarse despoblado en su totalidad. El imperio del Brasil, que por su civilizacion y mayor poblacion, su prosperidad actual, sus instituciones liberales y su administracion y gobierno regular, ha conquistado el primer rango entre esos Estados, puede rivalizar en adelantos intelectuales y materiales con muchas de las naciones del viejo mundo. Las repúblicas de Chile, Rio de la Plata (provincias Argentinas, Paraguay y Uruguay), Perú, Bolivia, Ecuador, Estados independientes y soberanos en la América latina ; su superficie, poblacion, y progresos en la civilizacion moderna. (1) Véase el cuadro estadístico no 1o : • Superficie y poblaciones, pág. xxxIII. La prosperidad de los pueblos se demuestra por su comercio; el que hace la América latina es superior al de la mayor parte de las naciones de Europa. Nueva Granada, Venezuela, Centro-América y Méjico, que no son inferiores al Brasil en los progresos de la civilizacion moderna, han pasado, como este, por esos sacudimientos intestinos, mas ó ménos largos y violentos, á que están sujetos todos los pueblos del mundo; pero no por eso puede decirse que hayan sufrido las funestas consecuencias que producen en Europa esos mismos sacudimientos, pues que en la vitalidad increible de la América del Sur, muchas veces han servido para dar un impulso vigoroso á ese espíritu eminentemente progresista que anima á las poblaciones de América. Todo lo que constituye en Europa la civilizacion moderna, tanto en los progresos intelectuales como materiales, avanza en la América con igual rapidez que la decadencia de ciertos pueblos del viejo mundo. La instruccion se ha difundido de tal modo, que la juventud americana viene á Europa á solo perfeccionar su educacion. Cada uno de esos pueblos de América tiene sus sociedades científicas y literarias y sus universidades, así como sus artes é industrias. Los ferro-carriles, los telégrafos, el gas, etc., en Chile como en el Brasil y Buenos Aires, en el Paraguay, Montevideo y el Perú, están relativamente mucho mas desarrollados que en España, Italia, Turquía y otros pueblos del norte de la Europa. Pero si algo revela de un modo incontestable la prosperidad de los pueblos, es la extension de su comercio, porque él constituye no solo la riqueza sino el bienestar y la civilizacion. El comercio que hace la América del Sur es superior al que hacen la mayor parte de las naciones europeas, como he de demostrarlo de un modo irrefutable (1). (1) Los diversos cuadros estadísticos comparativos que acompaño á este trabajo, sobre superficie, poblacion, comercio general de la América, rentas, En medio de la penosa impresion que causa al viajero americano, á su arribo á Europa, lo poco conocido que es su país, es consolador poder hacer notables y honrosas excepciones, tanto mas, cuanto que ellas se encuentran precisamente entre lo que tiene de mas ilustrado el pueblo que está á la cabeza de la civilizacion moderna. El año de 1850, el eminente publicista frances, Mr. Thiers, hizo una admirable profecía respecto á la América del Sur, en uno de esos elocuentísimos discursos en que sabe unir la autoridad de su palabra á la precision del guarismo, con motivo de la lucha que la República Argentina sostuvo por diez años contra la Francia y la Inglaterra. M. Thiers, ilustrando entónces á la Asamblea legislativa, se elevó á la altura de su genio y de su espíritu investigador. No puedo dispensarme de reproducir á continuacion algunos párrafos de ese notable discurso, no solo como un homenaje debido á su admirable prevision, sino tambien porque aisladamente bastarian para justificar mis aserciones. << Haceis un comercio con ambas Américas, puedo decirlo, > inmenso; es el mayor que hace la Francia con cualquiera » otra region del globo. › El comercio de ambas Américas representa, poco mas › ó ménos, 500 millones. De ellos 350 corresponden á » la del Norte, y 150, ó la tercera parte no completa, › á la del Sur; pero os engañariais gravemente si quisié> seis apreciar la importancia de los 150 millones del co deuda pública, etc., etc., es un trabajo laboriosísimo, para el que he necesitado hacer detenidas y perseverantes investigaciones, y que solo he logrado completar, de un modo que creo satisfactorio, por el apoyo oficial que me han acordado la mayor parte de los Estados extranjeros con que comercia la América meridional. Discurso de M. Thiers sobre la importancia del comercio de la América del Sur, en la Asamblea legislativa, el 6 de enero de 1850. |