» mercio de la América del Sur por el guarismo que ella > representa. » Desde luego, el comercio de la América del Norte, » que tiene para vosotros grandes ventajas que es meneş» ter rodear de la mayor solicitud, tiene sin embargo dos >> inconvenientes capitales. El primero es, que está expuesto » á las tarifas que exige el partido industrial en América, » el cual se nivela con el partido agrícola, por medio de » fuerzas de tal modo iguales, que tres veces nos hemos >> visto á punto de sucumbir. Tratábase de algunos céntimos >> en la tarifa de las sedas de la China; el porvenir de este > comercio, pues, está amenazado. » El segundo, es que los Americanos os han ganado en » punto á la navegacion, de suerte que de cuatrocientos >> buques que hacen el comercio de la América del Norte, » apénas se cuentan cincuenta franceses. » ¿Sabeis lo que ocurre en la América del Sur? Alli te>> neis que tratar con naciones cuyo progreso es tan rá» pido, que excede de un modo singular al de la América » del Norte. En la América del Norte, la poblacion se du>> plica en veinte años mas ó ménos, y casi con todo gua> rismo de incremento sucede lo mismo; al paso que en » la América del Sur la poblacion se triplica en doce años, > y en comprobacion de ello podria presentaros algunos > estados. » El comercio del Brasil ha subido, en diez años, de mé>> nos de 30 millones á 60 millones. El comercio del Plata > ha subido, en doce años, de 4 á 5 millones á 40 millo› nes. Hé aquí la progresion del comercio, y de todo en » ese país. › Ahora (independientemente de ese porvenir tan rá> pido, y digo rápido, porque estoy profundamente con> vencido de que el comercio de la América del Sur, sin la › guerra inevitable que solo abreviaréis por medio de la > energía, excederia á 200 millones, y reduzco aquí todos › los guarismos probables), hay pues un porvenir inmenso. » Hay ademas la circunstancia de que en la América del » Sur no existe un partido industrial, porque las naciones » que la forman son naciones casi enteramente agrícolas, y no os amenazarán, en largo tiempo, con la rivalidad >> industrial con que os amenazan los Estados Unidos. Mas » todavía, por lo que respecta á la navegacion, vosotros > no encontraréis un solo pabellon americano del Sur en >> los mares que frecuentais. > Escuchad esta proporcion en la América del Norte, › para trescientos cincuenta buques americanos hay cin> cuenta franceses. > En la América del Sur, para doscientos noventa y > cinco buques franceses hay cuarenta y tantos extranje› ros, y de esos cuarenta y tantos, treinta y nueve son es› pañoles y diez americanos. › He aquí, pues, toda la importancia del comercio de la › América del Sur; una rapidez tal de incremento, mayor > aún que la del comercio en la América del Norte, la ex> tiende de un modo extraordinario. » Ademas, teneis la certidumbre de que no podeis en› contrar, en la América del Sur, ninguna rivalidad indus> trial inmediata; y tambien la teneis de que vuestro pa> bellon puede adquirir allí un inmenso desarrollo, y solo > existe ya esta region en donde desarrollarlo (1). » Lo que entonces no dejó de considerarse por algunos como una utopia, ó como resultado del espíritu de la oposicion parlamentaria que dominaba al eminente orador (1) Discurso de Mr. Thiers, en la Asamblea legislativa, el 5 de enero de 1850. Los resultados prácticos del comercio y navegacion de la América latina han excedido las esperanzas de M. Thiers. frances, ha venido á ser ántes de los doce años fijados por él, una realidad, -realidad que excede á todo cálculo, porque no se conoce otro ejemplo de tal progreso en el mundo. El mismo Mr. Thiers, que habia hecho estudios y observaciones profundas que mucho enaltecen su tacto político, parecia mirar la cifra de los 200 millones, á que aspiraba ver elevado el comercio de la Francia con los Estados de la América meridional, como el mas alto guarismo posible. Pues bien, la estadística oficial del año de 1860 nos muestra, que en los diez años que han trascurrido desde que Mr. Thiers pronunció su discurso en la Asamblea legislativa, el comercio de Francia con el continente americano se ha elevado á la enorme cifra de 1,223 millones (1), de los cuales 605 corresponden á los Estados Unidos del Norte,-85 á las colonias francesas,-62 á las españolas,5,8 á las dinamarquesas, - 3,8 á las inglesas, y 458 á los diversos Estados independientes de la América meridional; resultando un aumento total en 1860 de 723 millones, y un excedente en favor de los referidos Estados de 308 millones de francos, de los cuales corresponden 119 al Rio de la Plata, 53 al Brasil, 34 al Perú, 22 á Chile, etc., etc. En cuanto á la navegacion de la marina francesa en las dos Américas, ella ha seguido igual progresion. El comercio entre los puertos franceses y los de la Union, el año de 1860, se ha hecho por 646 buques, de los cuales solo 38 franceses. El de la América meridional y los puertos de Francia se ha elevado á 1,128 buques, perteneciendo solo 101 á otras nacionalidades ; de modo que la proporcion de la navegacion del pabellon frances en las dos Américas es aun mas favorable al comercio frances en la del Sur, desde (1) Véase el cuadro estadístico no 6, del comercio general de Francia con el continente americano en el año de 1860, p. XLI. que de los 646 buques que han hecho el comercio entre el Norte y la Francia, solo 38 pertenecian á la marina francesa; mientras que de los 1,128 buques que lo han hecho entre el Sur y la Francia, 1,027 pertenecen á esta; resultando un aumento en favor de la marina francesa, en la América del Sur, de 777 buques. general de los pueblos independientes de la América latina, Pero como he de ocuparme mas adelante de un modo Estado del comercio especial de la extension y porvenir del comercio frances en la América meridional, y particularmente en el Rio de la Plata, del que solo he querido hacer notar la precision de los guarismos de Mr. Thiers, continuaré por la exposicion en el de la Europa. comparativa del comercio general. El total de la importacion y exportacion de los diez Y siete Estados independientes que comprende este trabajo, se ha elevado el año de 1860 á la suma de 2,011,749,061 francos (1), cifra que coloca á esos pueblos reunidos en la categoría de cuarto rango en el mundo comercial, en el órden siguiente: Los demas Estados de la Europa, no solamente son inferiores en su comercio general, sino que cada uno de los de la América latina hace un comercio, si no superior, igual, como voy á ponerlo en evidencia. (1) Véase el cuadro no 2, Comercio general de los Estados independientes de la América latina, página xxxv. y de su rango Gran parte de los Estados europeos son inferiores en su comercio á cada uno de los de la América Jatina separadamente. El comercio del Brasil, por ejemplo, el año de 1859, fué de 609,776,000 francos; El del Rio de la Plata, en el año de 1860, lo fué de 438,498,262 francos; El del Perú, de 336,174,455; El de Chile en el mismo año se ha elevado à 300,000,000 de francos. Y bien; la España, que entra en primer rango de los referidos Estados europeos, en su comercio general del año de 1856 no alcanzó á la cifra de 560,000,000 de francos (1), y en 1859, últimos datos oficiales que he podido obtener, se elevó á 668,498,000 francos (2). La Rusia, en el año de 1859, ha hecho un comercio general de 324,900,000 rublos. El Portugal, el mismo año, de 183,750,000 francos. Los Estados de rango inferior á las potencias que acabo de mencionar, no tienen la importancia comercial de la última de las Repúblicas sud-americanas; á tal punto, que de muchas de ellas no se hace mencion en las estadísticas europeas. Para que pueda formarse una idea aproximada del sorprendente progreso de los pueblos que fueron colonias españolas, bastará fijar la atencion en el cuadro oficial del comercio británico, en los años de 1831 á 1850, comparado con el que hizo la madre patria, en el mismo período, con la referida potencia (3). De ese cuadro resulta que el (1) Historia de los tratados de comercio de España, por don Eustaquio Toledano, páginas 240 y 241; Madrid, 1858. (2) Annuaire de l'économie politique et de la statistique, p. 285, par MM. Block et Guillaumin, 1861. Annuaire diplomatique et statistique de Gotha, 1862, p. 491. (3) Véase el cuadro no 3, tomado de la importante obra escrita por sir |