de 1471 se halló en disposicion de comprar el lugar de Seber, distante una legua, con su término y monte, que todo tiene una legua de circuito, y su jurisdiccion civil y criminal, etc., y lo vendió Juan Jimenez, y con su poder Hernando de Mengibar, su yerno, escudero del conde de Medinaceli, vecino del lugar de Tejado, en precio de 85.000 maravedis.

Tambien se cree que dicha Orden fundó la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asuncion, que despues se erigió en Colegiata. No se sabe el año de su fundacion, pero sí que ya existia á fines del siglo XIV.

A la Orden militar de Calatrava tenia que sucederla lo que á todas las cosas humanas; llegó su decadencia, y los Reyes principiaron á desmembrarla, pero legítimamente autorizados, como se verá en el capítulo siguiente.

CAPITULO V.

Cómo esta villa pasó á la casa de los Cerdas y Mendozas.

Luego que el emperador Carlos V obtuvo Bulas Pontificias de Clemente VII en 20 de setiembre de 1526, de Paulo III en 17 de agosto de 1536, y otra del mismo en 1538, para desmembrar y vender algunos de los bienes de las Ordenes militares, vendió de la de Calatrava, de su encomienda de Zorita de los Canes, entre otras cosas, las villas de Pastrana, Escopete y Sayaton, bajo una misma venta. Dió su consentimiento el comendador de Zorita, eslando en Almonacid, en 5 de diciembre de 1537; tambien le dió el clavero D. Fr. Hernando de Córdoba en 17 de julio de 1541; y por último, se hizo la venta en Ocaña á

24 de diciembre de 1541, á favor de doña Ana de la Cerda, mujer de D. Diego de Mendoza, conde de Melito. Hizo la escritura Alonso Diaquez. Cada vecino de los tres pueblos se vendió en 16.000 maravedís, y hubo 827 vecinos ó vasallos en los tres, contando clérigos, viudas é hidalgos y otras personas, que entre dos se contaron por uno. La muralla se tasó en 9 cuentos y 28.0541 maravedís. Toda la venta importó 19.406.922 maravedís, cuya cantidad fue pagada á Alonso Baeza, tesorero del Rey.

Se concedió á los compradores permiso para hacer una casa fuerte en cualquiera de los tres pueblos, con tal que no distase cuatrocientos pasos del que eligiesen; y entonces hicieron este palacio, que en aquel tiempo estaba fuera de la poblacion, pero pegando á la muralla, pues esta bajaba desde el arco de San Francisco, por el callejon de los Toros, á la Puerta Nueva.

Por la escritura de compra se ve que todo lo adquirieron los señores Duques, como dice la misma: Desde la hoja del árbol hasta la arena del rio, y desde la arena del rio hasta la hoja del árbol; y no sé cómo ha habido en esta villa hombres tan alucinados, que han querido disputar á dichos señores el derecho de las aguas y otras regalías. La misma escritura previene que los vecinos del Sayaton queden con la carga de velar y rondar la fortaleza de Zorita en tiempos de necesidad. Y los tres pueblos, Pastrana, Sayaton y Escopete, con la obligacion de contribuir al sostenimiento del puente de Zorita, y de sus adarves y pozo. Pagaba anualmente esta villa á la Clavería de Calatrava un derecho de 7670 maravedís, y los alcaldes ordinarios pagaban á la encomienda de Zorita 210 maravedís por otro derecho que llamaban yantar de San Miguel; y por otro que decian de asadura, se pagaba una res

de pelo ó lana cuando llegaba el ganado de cualquiera á sesenta cabezas.

No obstante la dicha venta, se reservó el emperador las alcabalas, tercias, pedidos, moneda forera, mineros de oro y plata y demás metales, la suprema jurisdiccion y la apelacion á los Reales tribunales superiores. A poco tiempo el mismo Emperador, en 15 de marzo de 1543, estando en Zaragoza, dió poder á su tesorero Alonso Baeza para enagenar de las alcabalas y tercias de la corona 4500 ducados de renta al precio que se concertare, con tal que no fuere menos de 42000 maravedís por cada millar de renta, y entonces vendió á la misma Doña Ana de la Cerda las alcabalas de esta villa, Escopete y Sayaton en 14.280.000 maravedís, regulando á 42.000 cada millar de los 340.000 anuales en que se reguló dicha renta, cuya escritura se otorgó en Madrid á 20 de marzo de 1543, y fue confirmada por el Emperador á 23 de abril de dicho año.

Muerta Doña Ana, recayó el señorío de esta villa en su hijo mayor D. Gaspar Gaston de la Cerda, y tambien parle de las alcabalas y tercias de ella, y la otra parte en su hijo segundo D. Baltasar de la Cerda, con el patronato de la iglesia de San Francisco. Florecia por aquel tiempo D. Ruy Gomez de Silva, y estaba en el mayor valimiento con Felipe II, tanto que, siendo Príncipe de Asturias, vino á Alcalá en 1552 á ser padrino del dicho Ruy Gomez, que casó con Doña Ana de Mendoza y Cerda, hija de D. Diego Hurtado de Mendoza y Doña Catalina de Silva, Condes de Melito y Duques de Francavila.

Deseaba Ruy Gomez adquirir esta villa, y trató con su dueño se la vendiese: convino en ello, y al efecto sacaron licencia de S. M. en 29 de junio de 1562; pero habiendo muerto D. Gaston antes de hacer la venta, la realizó su

hijo D. Iñigo de Mendoza y Cerda, Marqués primero de Almenara (obtenida nueva licencia Real), en la villa de Almonacid, en 27 de marzo de 1569. Por esta compra, no solo adquirió este palacio ó casa fuerte (que fundó Doña Ana de la Cerda despues de tener varios pleitos con la villa), sino tambien los lugares de Escopete y Sayaton, con sus escribanías, jurisdiccion, rentas, pechos, etc., escepto la parte que en tercias y alcabalas tenia D. Baltasar de la Cerda, su tio, y todo en precio de 14.466 ducados y 143 maravedís, que pagó el príncipe Ruy Gomez en diferentes privilegios de juros, y estando en la villa de Albalate, dió poder por ante Gerónimo Torrontero, al doctor Gutierre Gomez del Prado, su administrador, para que tomase posesion de todo.

No contento Ruy Gomez con esta compra, estando en Madrid en 17 de marzo de 1569, trató con D. Baltasar de la Cerda, primer Conde de Galve, para que le vendiese la parte de alcabalas y tercias que tenia en esta villa y sus lugares, y una huerta con cerca y fuentes, y la capilla mayor de San Francisco con su patronato, etc., y 17.000 ducados de principal de dos censos, uno de 7.000 que pagaba el príncipe, y otro de 10.000 que el dicho Don Baltasar gozaba en los bienes y hacienda de su sobrino D. Iñigo cuya satisfaccion en la escritura de venta de esta villa quedó á cargo del comprador, y por convenio que hicieron en Madrid ante Juan Samaniego, quedaron concertados en que el dicho D. Baltasar accederia á esta venta en 51.000 ducados de á 11 reales. Con efecto, obtenida la facultad Real, su fecha en Solanillos á 27 de setiembre del mismo año, quedó el dicho Ruy Gomez señor de toda esta villa y sus lugares.

Luego que el príncipe adquirió la posesion de Pastra

na pensó en hacerla cabeza de sus Estados, y accediendo á sus deseos el Sr. Felipe II, le dió título de Duque, viniendo á ser primer Duque de Pastrana, pues antes lo era ya de Estremera. Tambien pensó dicho señor en ilustrar y ennoblecer esta villa por cuantos modos le fue posible, y si la muerte no hubiera atajado sus pasos, la hubiera hecho una poblacion considerable.

El siguiente informe da una idea clara de la opulencia á que llegó en aquella época, que puede llamarse la tercera de esta villa.

CAPITULO VI.

Informe dado por el Ayuntamiento de esta villa en 1576.

Antigüedades de Pastrana, partido de Zorita de los Canes, año de 1576.

>> En la villa de Pastrana á seis dias del mes de marzo de mil quinientos setenta y seis años, Nicolás Hernandez de Heredia y Fabian Cano, vecinos de esta villa, personas nombradas por la justicia y regimiento de ella para hacer las diligencias y relacion de dicha villa, para la descripcion é historia que, por mandado de S. M., está mandado hacer en los pueblos de España, conforme á la instruccion impresa en molde, que á los dichos justicia é regimiento con requisitoria les fue enviada por D. Pedro del Reinoso, caballero del Orden de Calatrava é gobernador del partido de Zorita y Almoguera, la cual, vista por nos los susodichos Nicolás Hernandez y Fabian Cano, respondiendo á ella, decimos lo siguiente.