La enseñanza de la historia

Portada
V. Suárez, 1895 - 475 páginas
 

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 125 - ... La historia de la religión, de la legislación, de la economía interior, de la navegación, del comercio, de las ciencias y artes, de las mudanzas y turbulencias intestinas, de las relaciones con los demás pueblos, de los usos y modo de pensar de éstos en diferentes tiempos, de las costumbres e inclinaciones de los monarcas, de sus guerras, pérdidas y conquistas, y del influjo que en diversas épocas tiene todo este cúmulo de cosas en la prosperidad o infelicidad de las sociedades civiles,...
Página 124 - Yo no tengo empacho de decirlo: la nación carece de una historia. En nuestras crónicas, historias, anales, compendios y memorias, apenas se encuentra cosa que contribuya a dar una idea cabal de los tiempos que describen. Se encuentran, sí, guerras, batallas, conmociones, hambres, pestes, desolaciones, portentos, profecías, supersticiones, en fin, cuanto hay de inútil, de absurdo y de nocivo en el país de la verdad y la mentira.
Página 125 - Discurso históricolilostífico sobre el clima de España; el genio y el ingenio de los españoles para la industria y literatura, su carácter político y moral.
Página 112 - Porque no escribimos historias, sino vidas; ni es en las acciones más ruidosas en las que se manifiestan la virtud o el vicio; sino que muchas veces un hecho de un momento, un dicho agudo y una niñería sirve más para probar las costumbres, que batallas en que mueren millares de hombres, numerosos ejércitos y sitios de ciudades.
Página 123 - No hallaré dificultad en proferir que la mayor parte de los libros que se han esc1ito de historia, lo que menos contienen es lo que debiera ser el objeto principal de ella. Si tomo un libro de historia en la mano, no tropiezo con otra cosa sino con un tejido continuado de guerras, con una fastidiosa repetición de oraciones, que jamás han dicho los capitanes, y cuando más, con tal ó cual nacimiento y muerte de príncipes , como si sólo las acciones de éstos fuesen el único objeto de la historia.
Página 11 - Con esto falta completamente el verdadero fin de la enseñanza, que es la formación de la personalidad del alumno, el despertamiento de sus cualidades originales, representadas en la historia por el espíritu crítico, el absoluto respeto a la verdad ya lo real, la circunspección en el juicio y en la teoría, el apartamiento de toda anticipación no autorizada por la comprobación de los hechos.
Página 166 - ... físicos de la escuela de Buckle, Metchnikoff y el célebre geógrafo alemán Pechel, ¿no tendrán, en efecto, alguna influencia en la especialidad de su carácter? Bastaría recordar las palabras de Elisée Reclus para contestar provisionalmente la pregunta: las felices condiciones del suelo, del clima, de la forma y situación del continente, son las que han valido a los europeos el honor de haberse puesto, desde muy antiguo, a la cabeza de la humanidad; con razón, pues, insisten los historiadores...
Página 276 - ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA, colección de Retratos, Estatuas, Mausoleos, y demás Monumentos inéditos, de Reyes, Reinas, grandes Capitanes, escritores...
Página 9 - La sujeción al libro, en historia, produce así, no sólo un estancamiento en la cultura, sino una desdichada aptitud para la credulidad en el público, y una falta de rigor crítico en el profesorado...

Información bibliográfica