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mas de los tiempos del año. Asi, pues, en las costas y distritos adyacen»tes los frutos todos son muy tempranos: al paso que en el Tseguer (1) y ven su tierra, en los paises montuosos, donde el aire es frio, son general>>mente mas tardíos; de suerte que duran todo el año las bondades de la » tierra, y nunca faltan sus frutos en cualquiera estacion que sea. Tiene >> ademas una propiedad, y es que se asemeja á la India en varios frutos y >>producciones singulares, produciendo plantas que son peculiares de aque>>lla region, tales como el mahaleb (2), que es el mas escelente de los tó»nicos ó refrigerantes, y la mas aventajada entre las varias especies de alkali, y no se cria mas que en la India y en esta tierra.

>>España tiene ciudades fuertes y castillos inexpugnables, torres bien presidiadas y alcázares prestantísimos. Tiene tambien tierra y mar, lla»nuras y montañas: su figura es triangular, apoyándose en tres ángulos ó » puntas, de los cuales el primero es el sitio en que se halla el ídolo (3) de » Cádiz, bien conocido en toda España, allí donde está la salida del mar » Mediterráneo, llamado tambien el Xemí ó de Siria, el que baña las costas

يجرى

هبوب رياحها و مواقع امطارها و جریان البحر الغربي الذي منه وفى قبلة منه البحر الخارج الى بلد الشام وهو انهارها اندلس غربی و اندلس شرقی سي ببحر تيران ومعناه الذي فالغربي منها ما جرت أوديته الى البحر البحر المسي ويسمى البحر الكبير المحيط الغربي وتمطر بالرياح الغربية دايرة الارض ويسمى مشق دايرة ومبتداً هذا الحوز من ناحية المشرق مع

nuncia teguer, entendian los arabes el Ara المفازة الخارجة مع الجوف الى بلد

- mar tagarinos a los moriscos de aquel rei شنتمرية طالعا الى حوز اغريطة المجاورة

(1) Por Tseguer que hoy dia se pro

gon y su frontera, de donde provino el llaá

no. Los Zegries de Granada eran asimismo

(2) Mahaleb ó magalep, especie de cere

.oriandos de Aragon لطليطلة مايلا إلى الغرب و مجاورا للبحر

zo silvestre , Hamado por otro nombre arbal

de Santa Lucía, cuya fruta se usaba antiguamente como perfume.

(3) Idolo, senam: asi llamaban los árabes

المتوسط الموازى لقرطاجنة الخلفاء التي من بلد لورقة والحوز الشرقي المعروف

i todo templo o construction, como tambien بالاندلس الاقصی و مجری اوديته الى -a toda figura o estatua del tiempo de los ro الشرق وامطاره بالريح الشرقية وهى من

=

torre a vigia de Hercules, en Cadiz, habia جد جبل البشكنس هابطا مع وادى dereeha las llaves del estrecho. Vease acerca ابره الى بلد شنتمرية وهو من جوف

manos. Al-maccari dice que en lo alto de la

una estátua de bronce que tenia en la mano

de esto lo que dice la Crónica general del Rey D. Alfonso, cap. V.

هذا البحر [الحيز و غربه [البحر المحيط

» meridionales de la península. Cae el segundo hácia las partes orientales »de España, entre las ciudades de Narbona y de Bordhil (Burdeos), las cuales se hallan hoy dia en manos de los Francos, mirando á las dos islas de Mallorca y Menorca, y á proximidad de los dos mares, á saber, el »mar que circunda toda la tierra (Océano), y el mar que la promedia (Mediterráneo). Entre estos dos mares está la tierra que llaman las puertas, y »sirve de entrada para los que vienen á España desde la tierra grande ó >>continente, ó desde el pais de los Francos. La distancia entre los dos ma»res es de dos dias de andadura, y la ciudad de Narbona mira hácia el >> Mediterráneo.

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>> Fíjase el tercer ángulo entre el Septentrion y el Occidente, en la tierra >> llamada de Chaliquiya (Galicia), allí donde los montes se acercan á la mar, y sobre la cumbre de uno de ellos se levanta un alto edificio pare>>cido al ídolo de Cádiz, el cual sirve de atalaya á la tierra de Bretaña (1). Dijo Ar-Rázi : las Españas son dos, segun la diversidad del soplo de >>sus vientos, y la caida de sus aguas, y el curso de sus rios; á saber: Es»paña occidental y España oriental. La occidental es aquella cuyos rios >> desembocan en el Océano occidental y en la cual llueve con vientos de Poniente. Sus límites son empezando en las partes de Levante juntamente >> con la mefáza que sale del Norte hácia el distrito de Santa María, subiendo un poco hacia el partido de Agreda en cercanías de Toledo, inclinándose » despues hácia Poniente, y llegando hasta aquella parte del Mediterráneo que cae al frente de Cartagena la Nueva, en tierra de Lorca. Toda aquella »parte que cae ú Occidente de esta línea se llama España occidental. La orien>>tal, conocida tambien por el nombre de España la remota, es aquella cuyos rios corren hácia el Oriente, y en la cual llueve con los vientos de Levan»te. Sus límites son, partiendo desde la extremidad de los montes de los >> vascones, y siguiendo el curso del Ebro hasta el pais de Santa María. Al »Norte de esta zona y al Occidente está el mar Océano, al Sur el mar de »Algarve, del cual, segun ya dijimos, sale el mar que baña las costas de Xam ó Siria, llamado por otro nombre Mar Tyren (Tyrrenum Mare), que >vale tanto como mar que corta la redondez de la tierra: otros le llaman »Mar Grande» (1).

(1) Aqui, por tierra de Bretaña, habrá de entenderse la Inglaterra,

(2) Mefáza il significa pais árido é

inculto, línea de frontera, y por consiguiente no es fácil determinar su situacion.

(3) Santa Maria de Aben Razin, llamada

Los anteriores extractos sacados, segun ya dijimos, de la obra de Almaccarí, corresponden á los párrafos 3, 4 y 5 de la Crónica Castellana, y se hallarán en el apéndice núm. 1. Por ellos se vendrá en conocimiento de que aunque bárbaramente hecha, y muy interpolada, segun mas adelante diremos, la crónica es real y efectivamente traduccion de una obra de ArRázi. Es preciso no perder de vista que Gil Perez no sabia la lengua arábiga, y asi no hizo mas que escribir lo que Mohamad y otros le dictaban, como él mismo lo declara en su prólogo: que en aquellos tiempos las traducciones se hacian mas bien al sentido que á la letra (1); que el original está escrito en sentido elevado y conciso, y por lo tanto muy dificil de trasladar á una lengua tan pobre como debia entonces serlo la gallega ó portuguesa; y por último que no existiendo la version primitiva, no sabemos hasta qué punto las dos castellanas que sobre ella se hicieron han sido posteriormente alteradas ó corrompidas. Que lo han sido mucho, y de una manera tan cruel, que apenas hay un solo nombre propio que conserve su forma original, se colige del mismo texto de la crónica, y principalmente de la parte relativa á la descripcion de España, que á nuestro modo de ver es la mas importante.

No nos será tan fácil el probar que la segunda parte de la crónica sea tambien traduccion del arábigo. Es probable que el traductor portugués, no hallando en los escritos de Ar-Rázi una noticia bastante extensa de los reyes de la España primitiva, de la venida de los fenicios, cartagineses y romanos; de la irrupcion de los alanos, suevos, vándalos y otras naciones del Norte, de los godos y sus reyes hasta los tiempos de Don Rodrigo, supliria dicha falta con ayuda de los cronicones y memorias que hubiese en su tiempo; quizá tambien con las poéticas tradiciones de una edad en que la fábula y las ficciones caballerescas remplazaban las mas veces á la historia (2). Cabalmente en el siglo á que aludimos, Alfonso el Sabio introducia en su historia de la Gran Conquista de Ultramar las aventuras del caballero

por otro nombre la de Oriente, para diferenciarla de otra que habia en Algarve. Hoy la llamamos Albarracin.

(1) Las versiones latinas de Averroes, Avicenna, Abulcasis, y aun del mismo Rasis, hechas por Gerardo Carmonense, impropiainente llamado por alguno Cremonense ó de Cremona, Mantino y otros, son una prueba de cómo se traducia en la edad media. Quien

haya tenido proporcion de compararlas con su original, convendrá con nosotros en que los traductores de aquellos remotos tiempos no se recomiendan por su fidelidad.

(2) Muchas de estas fábulas hallaron cabida en la crónica general del Rey Don Alonso, y han sido admitidas sin rebozo algunopor Mariana y otros de nuestros mejores historiadores.

del Cisne, y un escritor anónimo hacia de la historia de Roma un libro de caballerías. Aun asi, y con todo, es evidente que el traductor hizo mas aprecio de las memorias fabulosas de los árabes, que de las tradiciones cristianas. Por ejemplo, la venida á España de Hispan (1) ó Espan, hijo de Japhet, y los varios hechos de su reinado, tales como se refieren en la crónica, se pueden leer en Al-maccarí, copiados de un historiador que floreció en Córdoba á mediados del siglo nono de nuestra era vulgar. La tradicion de que un rey de España tomó por fuerza de armas á Ilia ó Jerusalem, saqueó su templo y trujo á España, entre otros objetos preciosos, la célebre mesa de Salomon, y una magnífica esmeralda ó carbunclo que el conquistador Muza halló despues en una iglesia de Mérida, se halla referida en los mismos términos por cuantos escritores antiguos ó modernos trataron con individualidad los sucesos de la conquista (2).

Es tambien de advertir que en ninguna parte de la crónica castellana se notan tantos y tan frecuentes indicios de gratuita interpolacion como en esta; muy a menudo el traductor, olvidando que es intérprete de otro autor, habla él mismo, como si la relacion fuera suya propia y no de otro; y por último, aqui es donde se encuentra la célebre division de obispados atribuida á Constantino (3), y que tanto ha dado que pensar á nuestros críticos modernos; y el nombre de un rey godo, llamado Acosta, sucesor de Rodrigo, que algunos pretenden sin mas fundamento incluir en la série de nuestros reyes.

A pesar de lo expuesto, no nos atreveremos á decidir que esta parte de la crónica sea enteramente una adicion de Gil Perez, ó quien quiera que fuera el traductor de Rasis (4). Los árabes conocian nuestra historia mucho

(1) Gesta Romanoram cum aplicationibus moralisatis ac misticis. 1489, fol.

(2) E disen que un rey regnó en la mayor parte de la tierra, e salió de Seuilla despues que España ovo en su poder, e fue a Ilia et tomóla por fuerça (1 mato et destruio cien vezes mill judios et cabtivó otros tantos et derramó por las tierras otros tanlos, et traxo munchas piedras maravillossas á Sevilla et á Cordova et á Toledo et este Rey fue en la entrada de la casa santa de Hierusalem..... et el Rey de cerco de la tierra et Roma et España eran un señorio en aquel tiempo. Despues

desto vinieron sobre la casa santa de Hierusalem muchas huestes que de todas las partes de los reyes y avia, et este Rey que saliera de Sevilla duró en el señorio de España veinte anos que nunca cometió cosa á que no diesse cabo, et este tomó la messa de Salomon e la piedra que despues tomaron en Merida e el cantaro del aljofar que ay traxera tambien el Rey de España.» Véase tambien á Al-maccari, tom. I. Apen. p. XXV.

(3) Véase á Florez, España Sagrada,

tom. IV.

(4) La version portuguesa de la crónica

Los anteriores extractos sacados, segun ya dijimos, de la obra de Almaccarí, corresponden á los párrafos 3, 4 y 5 de la Crónica Castellana, y se hallarán en el apéndice núm. 1. Por ellos se vendrá en conocimiento de que aunque bárbaramente hecha, y muy interpolada, segun mas adelante diremos, la crónica es real y efectivamente traduccion de una obra de ArRázi. Es preciso no perder de vista que Gil Perez no sabia la lengua arábiga, y asi no hizo mas que escribir lo que Mohamad y otros le dictaban, como él mismo lo declara en su prólogo : que en aquellos tiempos las traducciones se hacian mas bien al sentido que á la letra (1); que el original está escrito en sentido elevado y conciso, y por lo tanto muy dificil de trasladar á una lengua tan pobre como debia entonces serlo la gallega ó portuguesa; y por último que no existiendo la version primitiva, no sabemos hasta qué punto las dos castellanas que sobre ella se hicieron han sido posteriormente alteradas ó corrompidas. Que lo han sido mucho, y de una manera tan cruel, que apenas hay un solo nombre propio que conserve su forma original, se colige del mismo texto de la crónica, y principalmente de la parte relativa á la descripcion de España, que á nuestro modo de ver es la mas importante.

No nos será tan fácil el probar que la segunda parte de la crónica sea tambien traduccion del arábigo. Es probable que el traductor portugués, no hallando en los escritos de Ar-Rázi una noticia bastante extensa de los reyes de la España primitiva, de la venida de los fenicios, cartagineses y romanos; de la irrupcion de los alanos, suevos, vándalos y otras naciones del Norte, de los godos y sus reyes hasta los tiempos de Don Rodrigo, supliria dicha falta con ayuda de los cronicones y memorias que hubiese en su tiempo; quizá tambien con las poéticas tradiciones de una edad en que la fábula y las ficciones caballerescas remplazaban las mas veces á la historia (2). Cabalmente en el siglo á que aludimos, Alfonso el Sabio introducia en su historia de la Gran Conquista de Ultramar las aventuras del caballero

por otro nombre la de Oriente, para diferenciarla de otra que habia en Algarve. Hoy la llamamos Albarracín.

(1) Las versiones latinas de Averroes, Avicenna, Abulcasis, y aun del mismo Rasis, hechas por Gerardo Carmonense, impropiamente llamado por alguno Cremonense ó de Cremona, Mantino y otros, son una prueba de cómo se traducia en la edad media. Quien

haya tenido proporcion de compararlas con su original, convendrá con nosotros en que los traductores de aquellos remotos tiempos no se recomiendan por su fidelidad.

(2) Muchas de estas fábulas hallaron cabida en la crónica general del Rey Don Alonso, y han sido admitidas sin rebozo algunopor Mariana y otros de nuestros mejores historiadores.

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