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hazer en ello su sancto possible, no pudo de todo punto llegar a devido efeto su divino proposito (1). Y en el discurso de su sancta vida se cuenta, averle aparecido en sueños vn Angel, que de parte de Dios le anuncio su Martyrio, y que huyesse desta enemiga tierra, que no le merecia gozar, y se fuesse a otra, donde serian mejor oydos y creydos sus divinos consejos. Y que no quisiesse detenerse, porque tambien la ciudad de Sevilla padeceria grande afliccion de hambre y de Pestilencia, sin llover en ella en todos siete años, al cabo de los quales (aviendo hecho Penitencia, y mediante sus Reliquias) la ciudad seria remediada, y cessaria en ella su castigo.

En cumplimiento deste divino anuncio el Sancto Laureano fortalecido con el Sanctissimo Sacramento de la Eucharistia (que ante todas cosas recibio) toma su baculo, da buelta por toda la ciudad, y la predica, y anuncia que le corre grande castigo, hasta tanto que mediante su penitencia la socorra el Cielo. Y partiendose luego de Sevilla, se fue a Roma, adonde y por el camino obró nuestro Señor muchos milagros por su intercession.

Y estando en la misma Roma le parecio otra vez el Angel de Dios, y le torna a anunciar que el Hereje Rey Totila le hazia buscar por vnas y otras partes, afin de quitarle la vida, y traer su cabeça a Sevilla, para que por sus meritos y divino favor saliesse ya esta ciudad de tantos trabajos, quantos la perseguian despues de su ausencia. El divino Prelado se sale luego de Roma, y con passo liberal y alegre pecho pone por obra, lo que de parte de Dios segunda vez se le manda. Y en efeto hallandole los Herejes (que por orden de Totila le buscavan) le cortaron la cabeça, y dexandola en el suelo ellos dieron de huyr

(1) Su Rezadɔ viejo Sevillano.

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asombrados y fuera de si. El glorioso Martyr descabeçado toma en las manos su cabeça, y caminando tras ellos les da bozes que no huyan, mas que tomen aquella su cabeça, y llevada a Sevilla la den, aquien los embio por ella (1). Ellos la recibieron y la entregaron al Rey Totila. El qual la traxo a Sevilla, que padecia grande hambre y Pestilencia y otras calamidades. Mas luego cessó todo mal, y la ciudad fue libre y sana, segun que al despedirse se lo anuncio su benditissimo Prelado, como quiera que se puso Sevilla toda en oracion y penitencia, con mas devocion que hasta entonces. El cuerpo llevó a la ciudad de Beterri, que es en Francia, el muy devoto Eusebio Obispo de Arlens, en cuya Iglesia le sepultó con grande veneracion y muy honrosamente. Tiene Sevilla por su Patrono a este glorioso Martyr y Confessor Prelado suyo, celebra se en ella solennemente su fiesta a quatro de Iulio.

El mismo exemplo de no buen amigo de la Iglesia tenemos en Leuvegildo, que por muerte del Rey Luyba su hermano sucedio por decimo sexto Rey Godo, de los treynta y quatro, que reynaron en España por el año del Señor de quinientos y setenta y dos. Fue casado este Rey Leuvegildo con la Ilustre y Catholica Theodosia hija del Catholico Severiano Capitan muy valeroso de la Provincia de Cartagena, y de doña Theodora su muger, y Severiano fue hijo de Theodorico Rey Godo de los de España. Tuvo Severiano de mas de a la Reyna Theodosia, otros tres hijos varones tambien muy Catholicos y grandes siervos de Iesu Christo, quales fueron aquellos dos refulgentes Luzeros de la Iglesia San Leandro y San Isidro dignos hermanos, y meritissimos Prelados, y divinos Patronos

(1) Pintanle descabeçado con la Herejes, que la reciban. cabeça en las manos llamando a los

desta ciudad de Sevilla, y el otro fue San Fulgencio Obispo de Ecija, y despues de Cartagena, y tambien tuvo otra hija, que fue la Virgen Sancta Florencia, o Florentina Abadessa y Prelada de muchas Sanctas Religiones. Estos sanctos hijos y hijas tuvo el muy Catholico Severiano en la Christianissima Theodora su digna muger, Ilustre tambien en linaje.

Pero viniendo al principal proposito el Rey Leuvegildo uvo en la muy Catholica Reyna Doña Theodosia dos sanctos hijos. El vno fue el Principe Hermenegildo Martyr de Iesu Christo, y el otro fue el glorioso Recaredo. Mas el Padre se preció de tan gentil Arriano, que con diabolico furor dio en perseguir a los Christianos, haziendo a muchos dellos passarse a su pestilencial Seta Arriana, a los vnos por fuerça y temor, a otros por dadivas y engañosos halagos (1). Atreviose a hazer rebaptizar a otros muchos Catholicos, no solo a los Plebeyos y gente lega, pero tambien a los Eclesiasticos. Otro si confiscó para si los proventos y rentas Eclesiasticas chancelando todas sus escripturas y Previlegios. Mas que mucho? pues ni perdonó a su proprio hijo Hermenegildo Principe heredero de su estado, persiguiendole hasta le dar la muerte aqui en Sevilla, por el mismo caso, que desecho de si la Seta Arriana, y convirtio a nuestra Sancta Fe Catholica, lo qual passa desta manera con toda brevedad.

(1) Don Rodrigo lib. 2. cap. 14.

S DE LA GVERRA QVE MOVIO, Y MUERTE que hizo dar el Rey Leuvegildo al Principe Hermenegildo su hijo, y como desterro a sus Cuñados el Arçobispo San Leandro, y Obispo San Fulgencio, y del primero Concilio Sevillano por el mismo san Leandro. Cap. 9.

el rey Leuvegildo al Principe Hermenegildo su

Chijo con la Princesa Ingunda hija de Sygisberto Rey

de Francia y de la Reyna Brunichilda su muger (1). Autorizole con titulo de Rey, y hizole participante de su Reyno, señalandole por Cabeça de su Señorio la ciudad de Merida, o (segun otros a la ciudad de Sevilla. Era la Princesa Ingunda muy Catolica, y como tal trató luego de reduzir a nuestra Sancta Fe Catholica al Principe su marido, que estava inficionado de la Seta de Arrio, ayudandole en ello principalmente su tio San Leandro, cuyos divinos consejos convirtieron al Principe a nuestra Fe verdadera (2).

Era el Principe Hermenegildo de admirable primor y gala, de ingenio y condicion excelente, de grandeza y nobleza de animo, y esfuerço maravilloso, acompañado siempre de vna humanidad y clemencia singular (3). Mostravase en el vna clara y resplandeciente lumbre en todo genero de virtud, en quien cada dia mas resplandecian mayores y mas heroycas virtudes, cuya bondad, franqueza, afabilidad, modestia, y cortesia debolvian al mundo aquella su edad dorada. Por lo qual era en el coraçon de todos generalmente tan amado, como si de todos fuera vn aman

(1) El Principe Hermenegildo se casa con hija del Rey de Francia. (2) El Principe se convierte a

nuestra fe Catholica.

(3) Sus gracias y virtudes.

tissimo hermano (1). Ofendiale grandemente al tyrano Rey su Padre, ver sus faltas y maldades en el espejo y clara lumbre de la bondad admirable del Principe Hermenegildo su hijo. Y assi fue, que luego que llegó a su noticia su conversion a nuestra sancta Fe Catholica, dio en perseguirle hasta la muerte (2), semejante al Elefante que de ser animal tan sarnoso y feo al tiempo que va a bever enturbia con la pata el agua clara primero que beva, por no ver en ella su fealdad.

El Principe con muchos Catholicos, que seguian su Boz, y le avian alçado por Rey, se fortalece en Sevilla, y aviendose apoderado de Cordova, y de otras ciudades, y castillos de la Andaluzia, fue cobrando fuerças mayores en su defensa. En efeto la guerra se començo muy al descubierto por los años del señor de quinientos y ochenta y tres, cuyo principio fue cercar el Padre al hijo aqui en Sevilla (3). El padre mantuvo el assidio procurando entrar la ciudad, sin dexar meter provision en ella.

De mas desto hizo otra cosa, que osarla emprender, parece causa espanto, mayormente que salio con ella, y fue, que atajó e hizo correr por otro no natural curso el Rio Guadalquivir. Lo qual hizo por la comodidad que prestava a los cercados, para sus entradas y salidas, y por quitarle el agua. No obstante lo qual duró el cerco sobre Sevilla hasta el año siguiente de quinientos y ochenta y quatro, y desesperado de poder entrar en la ciudad, vso de otro nuevo remedio, que fue, reedificar los muros de la arruynada Italica. Lo qual puso en grande aprieto a los cercados.

(1) Comparacion.

(3) El Principe cercado en Se

(2) El Rey mueve guerra al villa. Principe.

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