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á gobernar los destinos de la nacion desde el dia 10 del corriente, escusado es decir que su lealtad la obedece, respeta y acata.

Art. 2.o La Milicia Nacional conservará sus armas, teniendo cada individuo de ella la libertad de dejarlas si le acomoda, y toda sujeta á, reorganizacion con arreglo á la ley.

Art. 3. No siendo necesaria la fuerza restante por la entrada de las tropas en la capital, quedará disuelta, y recibirá sus licencias para marcharse á donde mas le convenga.

Art. 4. Los empleados civiles, militares de toda clase y categoría que se hallan dentro de la plaza se acogen espontáneamente á la benignidad de su Reina, y seguros de la rectitud de sus actos recibirán desde luego los pasaportes que soliciten á fin de esperar la resolución definitiva de S. M., prévia recomendacion y súplica que le elevará en su favor el Excmo. Sr. capitan general.

Art. 5. Serán respetadas las opiniones políticas y hechos de armas para sostener las que con mas o menos desarrollo se hayan manifestado desde el dia 1.o de setiembre último; pero quedará libre y desembarazada la accion de los tribunales ordinarios para satisfacer la vindicta pú- › blica en los delitos comunes.

Art. 6. Desde el momento en que quede terminado y ratificado este convenio no se entablará procedimiento alguno ni se exigirá responsabilidad por causa de infidencia contra los que á él se acogieren. Si alguna se hubiera entablado contra los que se hallen dentro de los muros de Barcelona, se sobreseerá libremente.

Art. 7. Los primeros que en el dia se hallen en los depósitos que· darán bajo la proteccion de su reina: una comision de Milicia Nacional pasará á Madrid á poner en manos de S. M. la peticion del Excmo. senor capitan general en beneficio de los empleados civiles y militares, y en solicitud de la libertad de sus compañeros de armas.

Art. 8. La misma comision impetrará de la benignidad de S. M. la libertad de los penados que por las circunstancias hayan ingresado en las filas, y mientras se reciba su resolucion, formarán un depósito en donde serán socorridos.

Art. 9.o - Será examinada la recaudacion y ocupacion de fondos y su distribucion con la debida escrupulosidad, para inquirir su legítima inversion; del mismo modo se examinará la ocupacion y distribucion de metálico, géneros y efectos que se hayan hecho en la ciudad desde 1.o de setiembre, sin que pneda hacerse cargo á los individuos de la junta por los que hubiesen invertido debidamente para el sostenimiento de la situacion creada desde la referida época. Los particulares y las corpora

ciones que tengan derecho á indemnizacion, serán resarcidos por los medios que señalará el gobierno con la diputacion provincial.

Art. 10. La diputacion provincial y el ayuntamiento serán renovados en su totalidad con arreglo á las leyes.

Art. 11. Este convenio deberá ser admitido y ratificado brevemente para que en el dia de hoy, en razon de su celebridad, cese la situacion de Barcelona, entrando las tropas del ejército en el dia de mañana á encargarse de los puntos de la plaza, relevando á la Milicia Nacional que los guarnece.

Art. 12. Toda persona que hallándose actualmente dentro los muros de Barcelona desee marcharse al estrangero ó á otro cualquier punto de España, el Excmo. Sr. capitan general le librará en el acto el correspondiente pasaporte. Si la persona que lo pidiese hubiese de rendir cuentas, dejará los libros y documentos justificativos á otra persona encargada de recibirlas á su nombre.

Art. 15. Todo el que despues de firmado y ratificado este convenio se opusiese directa ó indirectamente á su cumplimiento, alterase el órden público, no respetase la propiedad o atentase á la seguridad personal, sea de la clase ó categoría que fuese, se declarará fuera de la ley y entregado á los tribunales competentes.

Art. 14. Las tropas del ejército no entran en Barcelona como hostiles: desean estrechar á sus hermanos, y despues de haber defendido á la Constitucion y á su reina juntos en la lucha de siete años, anhelan vivamente un olvido general de todo lo pasado.

Barcelona 19 de noviembre de 1843 á las once de la noche. Antonio Ruiz y Rosell, vocal secretario de la junta suprema. Tomás Vert, de la de armamento y defensa. Manuel Montoto, coronel mayor de plaza. José Prast, segundo comandante del escuadron de húsares. D. lgnacio Costa, capitan del cuarto batallon de Milicia Nacional.

Ratifico y apruebo este convenio en el cuartel general de la ciudadela de Barcelona á 19 de noviembre de 1843 á las once de la noche. Laureano Sanz.>

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En virtud de esta capitulacion ocuparon la ciudad las tropas del ejército y el capitan general se apresuró á publicar tres bandos con fecha del 20 y 21 para asegurar alli su dominacion

A pesar de que en el art. 2.o se prevenià que la Milicia Nacional conservase las armas, toda fue desarmada á los pocos dias bajo el pretesto de nuevos motines, porque estos son los medios de que siempre se han valido los hombres del partido retrógrado para establecer su imperio en la nacion. La calumnia, el engaño y la violencia eran los agentes princi

pales de que echaron mano para lograr su objeto, y lo consiguieron completamente.

La junta antes de separarse del teatro de sus glorias y para tranquilizar los ánimos de los fieros catalanes irritados por una capitulacion que los uncia al carro del despotismo, publicó la siguiente proclama el mismo dia que entraron las tropas del ejército en Barcelona.

«Junta suprema provisional de la provincia de Barcelona.-Desde que estalló la revolucion en 2 de setiembre último, hemos arrostrado con faz serena los mas inminentes peligros y comprometido nuestra existencia á cada paso; hemos visto perecer centenares de víctimas sacrificadas á impulsos del hierro que vomitaban las fortalezas enemigas; hemos visto derruirse nuestros mas bellos edificios y arruinarse nuestras fortunas; hemos corrido una crisis borrascosa y sangrienta; y en medio de tan difícil y complicada situacion nos hemos mantenido firmes en los puestos á que fuimos llamados por los votos de este gran pueblo.

La historia tiene preparadas unas páginas muy hermosas para trasmitir á la posteridad los esclarecidos hechos de armas que han tenido lugar en este recinto desde que enarbolamos la bandera de junta central: la historia referirá con imparcialidad los cruentos sacrificios que hemos hecho para sostener una causa que creimos justa; la historia empero revelará á las generaciones futuras que abandonados á nosotros mismos, sin esperar auxilio alguno en lo humano, nuestros esfuerzos hubieran sido inútiles é indefectiblemente hubieran producido la ruina y destruccion de esta industriosa capital.

Tiempo era ya de que se concluyese esta situacion angustiosa, y convocados al efecto por medio de comisiones todos los cuerpos de esta guarnicion, se acordó tratar con el general de las fuerzas enemigas sobre una capitulacion, siempre que fuese honrosa. La proyectada ayer entre S. E. y los comisionados que esta junta acepta desde ahora, es conveniente á los intereses de esta capital; pero el genio de la discordia que desgraciadamente se ha introducido en nuestras filas ha conseguido estraviar la opinion bien formada anteriormente, seducir á los incautos con las apariencias de un mentido patriotismo; presentarles un cuadro lisonjero del estado de la nacion, cuando en realidad es sombrío y funesto, y llevar las cosas á un término desastroso é imposible.

Planes maquiavélicos é infernales se preparan contra la heróica Barcelona; proyectos de destruccion y de espantoso desórden se han fraguado sin duda por algunos hombres turbulentos que sin fijarse en la cuestion política, ambicionan algunas horas de mando para satisfacer la hidrópica codicia y cebarse en las fortunas de nuestros comptriotas.

Nacionales, muchas pruebas habeis dado de sensatez y cordura en todas épocas, y si algo valen las simpatías que nos unen con vosotros, os rogamos que permanezcais como hasta aqui unidos y compactos y marcheis de frente contra los perturbadores, no consintiendo por ningun motivo el robo y el pillage.

Vuestra junta se retira de la escena política con la íntima conviccion de haber hecho todos los sacrificios posibles en defensa de la causa nacional, y os aconseja que pronto pronto os acojais á la honrosa capitulacion proyectada con el general en gefe de las fuerzas enemigas, como el único medio de salvaros. Barcelona 20 de noviembre de 1843. El presidente, Rafael Degollada.-Vocales, Vicente Soler, Agustin Reverter, Antonio Benavent, Miguel Tort, Tomás María de Quintana, José de Caralt, Vicente Zulueta, Tomás Fábregas, Antonio Rius y Rossell, vocal secretario.»

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De este modo sucumbió esta notable revolucion. La libertad puede decirse que murió este dia; pues aunque el virtuoso Ametller se sostuvo mucho despues en el castillo de Figueras, tambien tuvo que ceder á la fuerza del destino; pero gloria eterna llevará la gloria de estos héroes á la posteridad.

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