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LA INQUISICION

DE ESPAÑA.
(the Af 165-72)

por

DON JUAN ANTONIO LLORENTE,

ANTIGUO SECRETARIO DE LA INQUISICION DE CÓRTE, MIEMBRO
DE MUCHAS ACADEMIAS Y SOCIEDADES LITERARIAS

NACIONALES Y ESTRANJERAS.

Obra original conforme lo que resulta de los archivos del Consejo de la Suprema
y de los tribunales de provincia, ordenada y corregida

POR D. JUAN LANDA.

EDICION ILUSTRADA CON MAGNÍFICAS LÁMINAS DEL REPUTADO ARTISTA
D. MARIANO TERUEL.

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DE LOS PROCESOS FORMADOS EN LA INQUISICION CONTRA VARIOS SOBERANOS Y OTROS

PRÍNCIPES.

I.

Don Jaime de Navarra, infante de Navarra.

No debe causar admiracion que los inquisidores se hayan atrevido á perseguir literatos, magistrados y santos, cuando han tenido valor para proceder contra soberanos, príncipes y magnates. La Inquisicion infunde á sus jueces un celo tan ardiente, que les hace posponer los respetos humanos, á lo menos para formar en secreto sus procesos y vivir prevenidos para el caso en que haya proporcion de darles valor efectivo. Sin embargo, algunos escritores públicos, especialmente franceses y flamencos, han exagerado este punto histórico hasta mucho mas allá de la verdad, conduciéndose los unos por noticias vagas y derivadas de mal orígen, ó por el deseo de afear mas el retrato con invectivas y ficciones. Yo escribo la historia crítica de la Inquisicion, y como he procurado reconocer sus libros, papeles y procesos, debo sujetarme á su resultancia, mejor que á la narracion de los que no pudieron verlos. Voy á referir lo que hay de cierto en cuanto á procedimientos del Santo Oficio contra príncipes y potentados ó grandes personajes.

Apenas existió en Aragon el Santo Tribunal, ya ejerció su poder contra un príncipe. Don Jaime de Navarra, titulado por unos el infante de Navarra y por otros el infante de Tudela, por haber vivido

TOMO 11.

allí, era hijo legítimo de Gaston de Fox, conde de Fox, y de doña Leonor de Navarra, reina y propietaria de Navarra, hermano menor de Gaston de Fox, príncipe de Viana y tio carnal de doña Catalina, reina y propietaria de Navarra, casada con Juan de Albret. Por consiguiente, D. Jaime tambien era sobrino carnal del monarca fundador de la Inquisicion, Fernando el Católico, cuyo pecho de bronce permitió aquel ultraje con apariencias del celo de la religion. ¿Y por qué crímen? ¡Oh Dios! por un acto de caridad. Muchos vecinos de Zaragoza huyeron de aquella ciudad de resultas del homicidio verificado el año 1485 en la persona del beato Pedro Arbues, canónigo de la iglesia metropolitana y primer inquisidor de Aragon. Uno de los fugitivos fué á Tudela de Navarra, donde vivia el príncipe D. Jaime; solicitó y consiguió asilo secreto en su casa durante algunos dias, hasta que se le proporcionó ocasion de pasar á Francia. Los inquisidores hicieron conducir á D. Jaime á las cárceles por impediente del Santo Oficio y sufrir la humillacion de oir de pié en el templo metropolitano una misa solemne á la vista de innumerable concurso, y de su primo hermano D. Alonso de Aragon, hijo natural del rey Fernando V, y arzobispo de Zaragoza, de diez y siete años de edad, para que se le absolviese de las censuras, precediendo el rito no poco humillante de azotarle con varillas dos presbíteros, y todas las otras ceremonias del ritual romano. Es digno de observar que Tudela era pueblo no sujeto á Zaragoza pòr pertenecer á la Navarra, donde reinaban Juan de Albret y Catalina de Fox, sobrina de D. Jaime, de lo que se infiere que la reina Catalina y su marido consintieron y autorizaron la prision de D. Jaime.

II.

Principe Juan Pico de la Mirandola.

En el año 1488, la Inquisicion de España procesó y procuró prender á Juan Pico, príncipe de Mirandola y de Concordia, mónstruo del saber humano en su corta edad de veinte y tres años. El papa Inocencio VIII dió motivo á este proceso. En 16 de diciembre de 1487 dirigió á los reyes Fernando é Isabel un breve diciendo haber llegado á entender que Juan proyectaba pasar á las Españas con ánimo de ense

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