conducta, si hemos de creer á Moreri, en su Diccionario histórico. Mostró en el ejercicio de estos cargos grandes y elevadas prendas; así que, fueron después varias las comisiones y destinos diplomáticos con que le honró Felipe IV. Refiere él mismo en su Relacion del viaje al condado de Borgoña ', verificado en el año 1638, que dió cuatro mil francos para reparar las fortificaciones de Sahin, plaza importante por la regalía que tenian en ella sobre la sal los monarcas españoles; que habiendo llegado á Bizanzon y hálladola con peste, hambre y grandes tumultos entre los ciudadanos, los apaciguó mientras se elegian nuevos gobernadores, gracias á sus excelentes dotes oratorias; que encontró en el Bassiñy al duque de Lorena ocupando algunas fortalezas, le habló repetidas veces, le hizo olvidar los disgustos ocurridos con el marqués de San Martin y con don Gabriel de Toledo, le disuadió del intento de pasar el Rin, le ayudó, cuando le supo falto de municiones, con seis mil novecientas doce libras de pólvora, dos mil novecientas veinte y nueve libras de balas, cuatro mil seiscientas trece de cuerda 2, y veinte y cinco carros de vituallas. Tuvo constantemente mano en los negocios públicos; cuando otra prueba no tuviéramos, bastaria por todas la que nos da en el prólogo de las Empresas políticas, la primera de sus obras reproducida por la prensa. En la trabajosa ociosidad de mis continuos viajes por Alemania y por otras provincias, dice, pensé en esas cien Empresas, que forman la Idea de un principe politico cristiano, escribiendo en las posadas lo que habia discurrido entre mi por el camino, cuando la correspondencia ordinaria de despachos con el Rey nuestro señor y con sus ministros, y los demás negocios públicos que estaban á mi cargo, daban algun espacio de tiempo. Creció la obra, y aunque reconocí que no podia tener la perfeccion que convenia, por no haberse hecho con aquel sosiego de ánimo y continuado calor del discurso que habia menester para que sus partes tuviesen mas trabazon y correspondencia entre sí, y que era soberbia presumir que podia yo dar preceptos á los príncipes, me obligaron las instancias de amigos (en mí muy poderosas) á sacalla á luz, en que tambien tuvo parte el amor propio, porque no menos desvanecen los partos del entendimiento que los de la naturaleza. No escribo esto ¡ oh lector! para disculpa de errores, porque cualquiera séria flaca, sino para granjear alguna piedad dellos, en quien considerare mi celo de haber en medio de tantas ocupaciones, trabajos y peligros, procurado cultivar este libro, por si acaso entre sus hojas. pudiese nacer algun fruto que cogiese mi príncipe y señor natural, y no se perdiesen conmigo las experiencias adquiridas en treinta y cuatro años, que, después de cinco en los estudios de la uni rentibus Petro à Saavedra, et Fabiana Faxardo, equestris utroque familiae, Salmanticaeque doctus juris artem, reipublicae deinde totus, quamdiu vixit, promovendae incubuit. Gasparis enim S. R. E. cardinalis Borgiae, regis nostri apud pontifices legati, familiam sequutus olim, atque à secretis ei, dum neapolitanis praeesset, mox et regius Hispaniarum rerum in curia romana procurator (agentem vocant), regiis inde auspiciis publica negotia inter helvetios faederatos dici tractavit, Ratisbonensibus duobus conventibus, et quidem posteriori burgundicae domus, ac circali (ut appellant) suffragium deferens; monasteriensi deinde super pacanda Europa unà cum Gaspare Bracanoncio Peñarandae Comite, summo rerum ibi gerendarum regio legato, unde eum Batavis in concordiam ivimuş, interfuit. Accersitus inde in curiam sedit Indicos inter senatores, quo ante plures annos mactus honore fuerat, usque ad obitus diem, D. Jacobi Eques, sacraeque huic apostolo almae cathedralis ecclesiae sacrorum collegarum sodalis. Publici juris, politicaeque artis prudentissimum se esse, disertissimumque juxta, et ingeniorum ostendit scribens. Idea de un principe político cristiano, representada en cien empresas, dedicada al príncipe de las Españas. Monasterii Westphalorum 1640 in 4. iterumque Mediolani 1642 de dolatum caelatumque novem mucis opus: quod etiam tertio latinum prodiit operà anonimi Bruxellis apud Joann. Monmartium in fol. 1640. Symbola christiana politica nuncupatum; iterumque Amstelodami 1632 in 12.o Prodiit etiam prototypon castellanum eum Antuerpiae, tum Valentiae: Italicumque Paredis Cerchieri operà Venetiis 1648, 4.° Corona Gothica, Castellana, Austriaca, politicamente ilustrada. Meditabatur nempe tribus partibus trinomium opus absolvere sed prima vidit lucem hactenus, quae gothicum Hispaniae regnum comprehendit, monasterii Westphaliae adita anno 1646. Reliquias ne absolveret mors effecit, quae tandem ei contigit anno MDCXLVIII ut annotavit Mi raeus.» 4 Relacion de Don Diego de Saavedra Faxardo, conseaero del supremo y real consexo de Indias, emvaxador por su Magestad Catholica el Rey Don Phelippe 4 el Grande N. señor al elector de Bauiera de la jornada que por horden de su Magestad hiço el Año de Mill y seiscientos y treinta y ocho al condado de Borgoña. Hállase en la pág. 345 del códice II. 71 de la Biblioteca Nacional. 2 Cuerda. Dabase antiguamente fuego á los arcabuces con mecha ó cuerda encendida que llevaba el arcabucero. Hé aquí por qué la cuerda ó mecha forinaba parte de los pertrechos de guerra en tiempo de SAAVEDRA. versidad de Salamanca, he empleado en las cortes mas principales de Europa, siempre ocupado en los negocios públicos; habiendo asistido en Roma á dos cónclaves, en Ratisbona á un convento electoral1, en que fué elegido rey de romanos el presente emperador 2; en los cantones esguízaros á ocho dietas, y últimamente, en Ratisbona á la dieta general del Imperio, siendo plenipotenciario de la serenísima casa y circulo de Borgoña. » No solo tuvo cargos importantes en Roma, en Nápoles, en Viena: sábese además, por su cpitafio, que residió con carácter de ministro de la corona de España en la corte de Baviera; que fué mas adelante enviado por la dieta de Ratisbona, una vez á su majestad imperial y otra á los cantones suizos. Determinóse en 1643 celebrar un congreso, donde, bajo la mediacion del Nuncio Apostólico y la del embajador de Venecia, debia tratarse de la pacificación general de la cristiandad, tan perturbada en aquellos años con largas y sangrientas guerras. Juntáronse al efecto en Munster y Osnabruc, en Westfalia, los mas célebres capitanes y políticos de todas las naciones de Europa, y entre ellos nuestro DON DIEGO, nombrado para representar la monarquía española como uno de sus plenipotenciarios 3. Era ya conocido SAAVEDRA; mas aquí es donde empieza su mayor celebridad como hombre político, y el período mas agitado de su vida. A su paso por Paris con direccion à Munster, dejó entrever SAAVEDRA la intencion de pedir una conferencia á los ministros; pero la Reina, que temia mucho de los españoles, no le dió tiempo mas que para oir misa en los Cartujos . Pasó á Brusélas, cayó gravemente enfermo, y estuvo asistido por Juan Jacobo Chifilet, médico de cámara de Felipe IV. Era Chifflet muy aficionado á la historia y muy entendido político; tuvo con nuestro autor largas conversaciones sobre los sucesos de la época, las pretensiones de la Francia y sus desavenencias con la casa de Austria; comunicóle sus mas íntimas ideas, revelóle sus sentimientos, y participóle, al fin, cómo tenia comenzadas varias obras defendiendo los intereses y prerogativas de nuestra real familia. Conociendo SAAVEDRA cuánto convenian en aquella sazon obras de este género, le instó á que las acabara y 1 Convento electoral. Especie de asamblea ó reunion política y diplomática, para hacer la eleccion de algun soberano. 2 Fernando III. 3 Sacamos la mayor parte de las noticias relativas à este acontecimiento de la Historia de la paz de Vesfalia y de las negociaciones que le precedieron, compuesta por el jesuita Guillermo Jacinto Bougeant, autor que, aunque muy parcial contra España, no ha dejado de llenar un hueco grande en nuestros anales. Segun uno de los antiguos y raros papeles impresos que se custodian entre los manuscritos de la Biblioteca Nacional, papel donde se escriben los Subcessos de España, Flandes, Italia y otras partes de Europa, desde marzo del año 1644 hasta el mismo mes del 45, además de SAAVEDRA, fueron nombrados por su majestad para la paz universal, el marqués de Castel-Rodrigo, el conde de Peñaranda, consejero del real y cámara de Castilla; don Fernando Bercot, gran canciller de Brabante; don Antonio Bruno, consejero de Flandes, y el conde don Gualter Zapata. Terciaban allí tambien entre los generales mas célebres, Spinola, Orange, Condé, Fuentes, Turena y Tartenson; entre los grandes políticos, Volmar, Nassa de Hadamar, Oxens tierns, Salvio, Gent, Riperdá, Paw, Trantmansdorf y otros. 5 No salimos garantes de esta noticia, pero así se lee cn la Histoire de la paix de Westphalie, tomo 1, pág. 303, L. vu, §. 68, aùo 1645. «Dom Diego de Saavedra affecta en passant par Paris de demander une conférence aux ministres. Mais la Reine qui se defivit du dessein des espagnols ne lui donna le tems que d'entendre la messe aux Chartreux, et l'obligea de partir aussi tot.>> 6 En el prólogo ó prefacio de su obra titulada Vindictae Hispaniae, in quibus Arcana Regia, genealogiae jura prerogativa donantur, etc. (Ambéres, 1647) dice Chifflet lo siguiente: «Exeunte anno 1643. Illustrissimus D. Didacus Saavedra Faxardus, in Supremo Indiarum Senatu Consiliarius et plenipotentiarius Regius ex itinere, quo pacis inter reges componendae gratia monasterium Westphaliae contendebat, Bruxellam venit: ubi cum gravi invalitudine tentato fere adessem, petiit à me inter alia, et quid ego sentirem de politicis hujus aevi scriptoribus, deque jucata illa, et potentiorum, lividini serviliter ancillante adversus hispanos francorum eloquentia. Cui ingenuè, et aureis Phoedri verbis respondi: Non semper ea sunt, quae videntur : decipit >> Subjeci deinde, plerosque vetustatem admirandam, à qua se vapulare sentiunt, oblivione ac tenebris obruere; optandumque esse, ut aliquando tandum Arcana Regia, publico pacis bono, ex intimis antiquitatis latebris ernerentur. Et ille, ingenii praestantia rerumque agendarum peritissimus: Nae, inquit, operae pretium, regique gratissimum feceris si veritate in tuto colloces; et quod in cà improbè violatum est, priscae germanaeque fidei restituas.>> diese á luz á la mayor brevedad posible, cuando no fuese mas que para prestar un servicio á un soberano cuyos derechos eran tan vivamente combatidos. Alcanzó que Chifflet empezase publicando un libro titulado Vindictae Hispanicae ; libro que recomendó encarecidamente al Rey, y por el cual recibió la satisfactoria carta siguiente, inserta al principio de otra obra de Chifflet, conocida con el título de Alsatia jure proprietatis, et protectionis Philipo IV vindicata. EL REY.-Don Diego de Saavedra, de mi supremo consejo de Indias y mi plenipotenciario 2 para la paz universal.-Decis en vuestra carta de 21 de mayo que el doctor Chifflet, mi proto› médico en Bruselas, os habia comunicado lo que habia trabajado en materia de precedencia > con la corona de Francia, y otras importantes à mi servicio; y que vos le habíades animado al intento, y asegurado su celo á mi mayor gloria para que sea premiado. De este sugeto, y de su >celo á mi servicio, tengo muy particulares noticias, como lo manifiestan sus obras, y la que apuntais que quedaba trabajando, la ha remitido don Francisco de Mello 1, y se va mirando con particular consideracion, por lo que puede convenir á mi servicio.-De Lérida, á 12 de agosto de 1644.-YO EL REY.-Jerónimo Villanueva.» Era SAAVEDRA en Bruselas objeto de muchas y muy notables distinciones 2; mas, no bien se sintió algo repuesto de su dolencia, se trasladó precipitadamente á Munster. Aguardábale allí un campo vasto donde lucir su buen ingenio, y hacer ver á los extranjeros que no faltaban en España políticos eminentes ni grandes hombres de estado. Es sabido cuán crítica era entonces la situacion de España : aliada del Imperio, no llegaba de mucho á estar tan pujante como la Francia, sostenida por la Suecia, la Holanda y otros muchos poderosos aliados. Los asuntos de Cataluña, de Portugal, de Nápoles, la tenian, no solo en consternacion, sino en un continuo temor de nuevos males. Los extranjeros estaban ensoberbecidos y sedientos de venganza; no era ya tiempo de imponer condiciones, era tiempo de ver si se podian eludir nuevos descalabros y desfalcos. En circunstancias tan azarosas propúsose por lo pronto SAAVEDRA cambiar el peso de la balanza, es decir, desprender de la union celebrada por la Francia las naciones mas temibles, los Estados Generales y la Suecia. La Suecia, decia él, es preciso que concierte la paz con el Imperio y la casa de Austria; los Estados Generales con nosotros. No estaba ya en Munster SAAVEDRA cuando, con admiracion de la Francia y á despecho de Mazarini, nueve meses antes del tratado de Westfalia, firmado el 24 de octubre de 1648, ajustó España por sí sola la paz con los Estados; mas no cabe duda alguna en que á él se debió dicha paz y el tratado que tuvo lugar con las ciudades Anseáticas, fechado el 11 de setiembre del 47. El fué quien dispuso, quien encaminó, quien dejó sazonados todos estos negocios, concluidos en manos de su sucesor el conde de Peñaranda. Conocia SAAVEDRA, no solo los antecedentes de las negociaciones, sino, lo que es aun mas, el genio, la disposicion y los deseos de los demás ministros extranjeros, en tanto grado, que faltó muy poco para que lograse concluir otro tratado especial entre la Suecia, el Emperador y el Imperio. No pudo alcanzarse fácilmente la reconciliacion tan necesaria, mas hubo para ello muchas y poderosísimas razones. El cardenal Mazarini deseaba alargar cuanto fuese posible la negociacion, ya porque así duraba mas en el poder, ya porque ambicionaba la cesion de todo cuanto la España poseia en los Países Bajos, y queria que la España misma la propusiera para apagar la guerra en Cataluña. Retraia con este fin á los holandeses de ajustar una alianza con Felipe IV, afectando recelos de que, juntas las dos líneas de la casa de Austria, Imperial y Católica, aspirarian á la monarquía universal, tan temida de toda Europa. Presentó en dos distintas épocas proposiciones, ↑ Marqués de Torrelaguna, gobernador y capitan general de los estados bajos de Flandes. 2 Recibió estando en Bruselas una carta en latin de Ericio Puteano, inserta en esta misma edicion, en la pág. 5, Alábale Puteano sus Empresas, y le llama Palladis decus, spes et fiducia pacis; calificaciones que deben considerarse muy justas en boca de una persona modesta, sabia, muy versada en ambas historias y de relevantes dotes de elocuencia. Era este Ericio discípulo del célebre Justo Lipsio y uno de los mas afamados literatos de aquella época; en tanto grado, que el mismo SAAVEDRA, tan severo en sus juicios, se atreve á llamarle musarum unica gemma. 1 pero inadmisibles todas, cuando no por lo vagas y lo ambiguas, por lo inmoderadas y hasta injuriosas á la dignidad de un reino. ¿Cómo habian de admitirlas los plenipotenciarios de una nacion como la España? Influyó por otra parte en la detencion del congreso de la paz, lo opuestos que estaban los intereses de los deliberantes, sobre todo en materias religiosas; lo complicado y rigoroso del ceremonial, lo numeroso y heterogéneo del Congreso, lo severo de la etiqueta de aquellos tiempos, la volubilidad de los diputados, hija en gran parte de las buenas ó malas noticias que recibian de sus comitentes, armados, cuando no metidos ya en sangrientas luchas. Era dificil encaminarlo todo á un mismo objeto : cada país queria ser independiente y concluir su tratado de paz antes que sus rivales; cada plenipotenciario atendia mejor á sus intereses y á los de sus cortes que á los del mundo cristiano. Laméntase de estas dilaciones el mismo SAAVEDRA al fin del prólogo de su Corona gótica. «Obra es esta, dice, que requeria mas tiempo y menos ocupaciones; pero habiendo venido á este consejo de Munster por plenipotenciario de su majestad para el tratado de la paz universal, hallé en él mas ociosidad que la que convenia á un negocio tan grande, de quien pende el remedio de los mayores peligros y calamidades que jamás ha padecido la cristiandad, pasándosc los dias, meses y años sin poderse adelantar las negociaciones, por las causas que sabe el mundo; con que me hallé obligado á trabajar en algo que pudiese conducir al fin dicho del servicio del Príncipe nuestro señor, y tambien á estos mismos tratados, habiendo visto publicados algunos libros de pretensos derechos sobre casi todas las provincias de Europa; cuya pretension dificultaba y aun imposibilitaba la conclusion de la paz; y que era conveniente que el mismo hecho de una historia mostrase claramente los derechos legítimos sobre que se fundó el reino y monarquía de España, y los que tiene á distintas provincias; los cuales consisten mas en la verdad de la historia que en la sutileza de las leyes; y esto para que se vea lo que se deja olvidado por no dilatar mas el público sosiego.. Ojalá hubiese indicado claramente las causas de tan graves retardos; causas sabidas entonces, pero ignoradas ahora, por la falta que tenemos en España de obras diplomáticas y de colecciones de memorias, despachos y negociaciones que puedan servir de estudio á los políticos y de pruebas históricas á nuestros escritores. Tardó mucho en realizarse esa deseada reconciliacion entre España y Francia. Ajustóse en 1648 un tratado con el Emperador y el Imperio, en que se cedieron á Francia las plazas de Brisac, Filisburgo, Zuntgau, ambas Alsacias y otras provincias de España; mas esta nacion no le aprobó nunca ni legitimó, hasta que, por la paz de los Pirineos, en 1659, se allanaron todas las dificultades, merced al matrimonio de Luis el Grande con nuestra infanta doña María Teresa. SAAVEDRA habia ya previsto este resultado; mas no pudo verle, por haber fallecido nueve años antes de haberse obtenido. Habíase retirado SAAVEDRA del Congreso á Madrid, el año 1646. Sirvió en esta corte, primero la plaza que once años antes se le habia conferido en el supremo consejo de Indias 1, luego la de introductor de embajadores. Recibió el título de camarista de Indias, en 31 de enero de 1647. Habia vivido fuera de España cuarenta años, dedicado siempre al servicio y al sosten de España. Se le hicieron varios cargos, pero infundados: con sobrada justicia se quejó él mismo de ellos en su empresa política Ix, pág. 30. « No siempre, dice, roe la invidia los cedros levantados: tal vez rompe sus dientes y ensangrienta sus labios en los espinos humildes, mas injuriados que favorecidos de la naturaleza, y le arrebatan los ojos y la indignacion las miserias y calamidades ajenas; ó ya sea que desvaría su malicia, ó ya que no puede sufrir el valor y constancia del que padece, y la fama que resulta de los agravios de la fortuna. Muchas causas de compasion, y pocas ó ninguna de invidia, se hallan en el autor deste libro, y hay quien invidia sus trabajos y continuas fatigas, ó 1 Véanse las dos cartas de las dos notas puestas á la nɔta núm. I del Apéndice de algunos documentos inéditos de varias notas históricas, críticas y bibliográficas, página 443 de este tomo. no advertidas ó no remuneradas. Fatal es la emulacion contra él. Por sí misma nace y se levanta sin causa, atribuyéndole cargos que primero los oye que los haya imaginado; pero no bastan á turbar la seguridad de su ánimo cándido y atento á sus obligaciones; antes ama á la invidia, porque le despierta, y á la emulacion porque le incita '.› ¡Qué verdades tan amargas! Falleció DON DIEGO DE SAAVEDRA FAJARDO el dia 24 de agosto del año 1648, á los sesenta y cuatro años, tres meses y diez y nueve dias de edad, en el convento de reverendos padres Recoletos de Madrid, donde se habia recogido para vivir con toda la quietud religiosa que ofrecia aquella santa casa. Fué sepultado, segun se lee en la Historia del órden de San Agustin 2, en el oratorio inmediato al coro, donde años atrás podia aun verse su sepulcro. Leiase en este sepulcro la inscripcion siguiente: IACET HIC D. DIDACI A SAAVEDRA ET FAXARDO MORTALITAS. HOC SOLVM MVRSIAE NATVS GENTILITIVM NOBILE, ETSI INDECORVM ILUSTRARET IPSE SAPIENS SVPRA DIDACVM NOBILEM, VIVENDI METHODVM ~~. IN QVAM POLITIAE NEAPOLI A SECretis fvit PHILIPO INI VBI QVae ex opere diDICIT ARCANA IDEM POST PATRITIATVM INVENTVS, LEGATIONIS MVNERE AD SERENISSIMVM HISPANIAM REVERSVS CONDVCTOR LEGATORVM PRINCIPVM ALLECTVS VIXIT SECVM OMNINO TERDECIM LUSTRA, NOBISCVM INDESINENTER EJUS Las principales obras que nos dejó DON DIEGO DE SAAVEDRA FAJARDO, son las Empresas políticas y la Corona gótica, publicadas durante su vida; la República literaria, que quedó póstuma; las Locuras de Europa, que corrieron anónimas, y diversos opúsculos inéditos. Las Empresas políticas bastan por sí solas para caracterizar á SAAVEDRA de diplomático profundo, de gran publicista, de escritor sobresaliente. Están escritas con ciencia, con vigor, con majestad, con energía. Sus períodos, ya abundantes, ya concisos, están generalmente bien acabados y compuestos: ni hay en ellos un afectado esmero ni un vergonzoso descuido. Es algo incorrecto el lenguaje; pero exacto, severo, profundamente lógico. La gravedad no excluye en él la elegancia; ni el deseo de parecer claro, la armonía. Revelan casi siempre sus juicios aquel tacto magistral de un gran político, aquella experiencia de las cosas humanas que tanto hubiera po 1 Pág. 61, edicion de Munich á 1.° de marzo de 1640, y de Milan á 20 de abril de 1642. * «Tambien se ve en el oratorio, junto al coro, el sepulcro de DON DIEGO DE SAAVEDRA FAJARDO, aplaudido sugeto en toda Europa por las Empresas políticas, que imprimió en Monaco de Baviera (esto es Munich), y léese un epitafio que publica sus proezas, etc.» Tomo 1, déc. 1, cap. 6, página 288, edicion de Madrid de 1663, de la Historia general de los religiosos descalzos del órden de San Agustin, de la congregacion de España y de las Indias. 3 Está la fecha visiblemente equivocada por yerro del escultor el anterior à la L debia ser un x. |