Ómnibus de poesía mexicanaSiglo XXI, 1991 - 693 páginas |
Dentro del libro
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Página 13
... piedra de la lluvia . Son hijas del mar , de la diosa del mar Chevimú . Traían collares de perlas , brazaletes de frío , sonajas de frío . Venían de la oscuridad . Venían de la noche . Y los hombres vinieron del oriente . Vinieron de ...
... piedra de la lluvia . Son hijas del mar , de la diosa del mar Chevimú . Traían collares de perlas , brazaletes de frío , sonajas de frío . Venían de la oscuridad . Venían de la noche . Y los hombres vinieron del oriente . Vinieron de ...
Página 17
... piedras y rocas . El Gran Venado lo creó . El Gran Sabio lo formó . Pero no tenía alma el encino . Pesado era su corazón . Su corazón era mudo . Entonces el Gran Sabio mandó al ruiseñor . Pasó el ruiseñor cantando , entró en la planta y ...
... piedras y rocas . El Gran Venado lo creó . El Gran Sabio lo formó . Pero no tenía alma el encino . Pesado era su corazón . Su corazón era mudo . Entonces el Gran Sabio mandó al ruiseñor . Pasó el ruiseñor cantando , entró en la planta y ...
Página 28
... piedra pintada , ahí donde está atado el viril hombre joven , virgen e inmaculado . Da la primera , a la segunda toma tu arco , ponle la flecha , apúntale al pecho , no es necesario que pongas toda tu fuerza para asaetearlo , para no ...
... piedra pintada , ahí donde está atado el viril hombre joven , virgen e inmaculado . Da la primera , a la segunda toma tu arco , ponle la flecha , apúntale al pecho , no es necesario que pongas toda tu fuerza para asaetearlo , para no ...
Página 40
... piedras preciosas , trabajaban el oro , y hacían toda clase de obras de arte y maravillosos trabajos de pluma . En verdad eran experimentados . El conjunto de las artes de los toltecas , su sabiduría , todo procedía de Quetzalcoatl ...
... piedras preciosas , trabajaban el oro , y hacían toda clase de obras de arte y maravillosos trabajos de pluma . En verdad eran experimentados . El conjunto de las artes de los toltecas , su sabiduría , todo procedía de Quetzalcoatl ...
Página 50
... piedras en nueve lugares , el desmenuzado entre las manos en nueve lugares ... ¿ Quién eres tú , el que se digna enojarse ? ¿ Acaso nuestra venerable madre ? ¿ Acaso el venerable San Gaspar ? ¿ Acaso el venerable San Juan ? ... ¿ Quién ...
... piedras en nueve lugares , el desmenuzado entre las manos en nueve lugares ... ¿ Quién eres tú , el que se digna enojarse ? ¿ Acaso nuestra venerable madre ? ¿ Acaso el venerable San Gaspar ? ¿ Acaso el venerable San Juan ? ... ¿ Quién ...
Contenido
Canciones del campo y los suburbios 1750 | 188 |
1950 188 | 207 |
Canciones románticas y modernistas | 224 |
Anónimas 224 Fernando Calderón 230 Dolores | 240 |
Luis Rosado Vega 241 Fernando Luna y Drusina | 246 |
253 Elías Nandino 254 Ricardo López Méndez | 253 |
nas 257 Carlos y Pablo Martínez Gil 258 Luis | 262 |
glo XIX | 280 |
Poesía burlesca siglo xx | 292 |
Poesía inocente 19501970 | 318 |
Gutierre de Cetina 329 Francisco de Terrazas 331 | 331 |
Eugenio de Salazar 337 Hernán González de Eslava | 345 |
Términos y frases comunes
acaso adiós agua águila aire alegría alma amor árbol azul Bailad bella beso blanco boca bonita calaveras calle camino CANCIÓN canto cielito lindo cielo color corazón CORRIDO cuerpo dame deja Déjenle dormir dice digo dijo divina dolor duerme dulce Efraín Huerta enamorado epilepsia eres estoy estrella flores Fragmento frío fuego Gerineldo grito Gucumatz gusto hablar hermosa hijos Jaime Sabines labios llanto llega llorar Llorona lluvia luna madre mano maratino mató mexicano México mirada muere muerte mujer mundo murió nació náhuatl negra niño noche nomás nopal nubes olvido oscuridad padre pájaro palabras Parvati paso pecho pena perro peyote piedra podrás morir poesía queda Quetzalcoatl quiero quisiera Renato Leduc rosas Rubén Bonifaz Nuño salir Salvador Novo sangre siento siglos silencio sombra sueño tarán tengo tierra toltecas Tomás Segovia triste vengo ventana verdad viento vino Virikota vivo vuelo wanuiwaka Wawata Xtabay yehua
Pasajes populares
Página 46 - En los caminos yacen dardos rotos, los cabellos están esparcidos. Destechadas están las casas, enrojecidos tienen sus muros. Gusanos pululan por calles y plazas, y en las paredes están salpicados los sesos. Rojas están las aguas, están como teñidas, y cuando las bebimos, es como si bebiéramos agua de salitre. Golpeábamos, en tanto, los muros de adobe, y era nuestra herencia una red de agujeros.
Página 47 - Señores nuestros, muy estimados señores: Habéis padecido trabajos para llegar a esta tierra. Aquí ante vosotros, os contemplamos, nosotros gente ignorante . . . Y ahora ¿qué es lo que diremos? ¿qué es lo que debemos dirigir a vuestros oídos? ¿Somos acaso algo? Somos tan sólo gente vulgar . .' . Por medio del intérprete respondemos, devolvemos el aliento y la palabra del Señor del cerca y del junto.