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natural que hasta ser revisado y aprobado el proceso y dictada la senten cia definitiva, que condenó al fuego á los hermanos Francos, no se comunicara al Inquisidor general ni este pudiera ponerla en conocimiento de los Reyes. Por manera que ni por ser asunto relativo á los converso8, ni por no haber podido llegar con tiempo á noticia de Isabel y de Fernando pudo influir en la resolución del edicto (1), que no se adoptaría ciertamente en el mismo día de su fecha.

Para hacerse cargo de lo que valen semejantes argucias, basta leer la carta del notario Antón González (2), el cual actuó en la ejecución de la sentencia definitiva, que condenó al fuego á los hermanos Francos y á sus cómplices, judios y conversos, y les tomó declaraciones estando atados al palo en el Brasero de la Dehesa. La carta es del 17 de Noviembre de 1491, un día después de la ejecución. Antón González escribía á los magistrados de la villa de la Guardia que no consintiesen arar aquel cornijal de Santa María de Pera, donde Juan Franco señaló que había sido enterrado el Niño; «porque es cosa que por Sus Altezas y por el Señor Cardenal y por todo el mundo ha de ser vista.» Torquemada que tan solícito se mostró de circular la sentencia de Benito García por todas partes, como lo evidencia la traducción catalana que mandaron imprimir los Inquisidores de Barcelona, no sería el último en dar noticia de todo lo acaecido á los Reyes. El Santo Oficio, establecido en Toledo por el Inquisidor General, nada tuvo que ver con los asesinos del Niño, sobrevivientes, que Torquemada mandó prender, y llevar primero á Segovia y después á Ávila (3). No conociendo el ilustre Académico el fondo de los procedimientos, que nos ha descubierto la causa de Jucé Franco, creyó que el ejemplar remitido el día 17 de Noviembre desde Ávila á Toledo, estaba pendiente de ratificación de aquel Santo Oficio; y de ahí su equivocación, que importaba poner en claro para rectificar por esta parte su monumental historia.

El proceso actuado en Avila, que vió el Sr. Amador, veintidos

(1) De expulsión de los judíos (31 Marzo, 1492).

(2) Núm. 65.

(3) Núm. 1.

años há, en el archivo de la Inquisición de Toledo, no era el de Jucé Franco, porque este no empieza en el día 1.o, sino en 17 de Diciembre de 1490. La esperanza, que concebí de poderlo recobrar, en atención á que fué aquel archivo trasladado al general central de Alcalá de Henares, acaba de desvanecerse.

68.-Noticia é información, que me han sido comunicadas por el Jefe del Archivo de Alcalá D. Miguel Velasco y Santos, antiguo Correspondiente de esta Real Academia.

Archivo general central en Alcalá de Henares, 21 Diciembre de 1886.-Sr. D. Fidel Fita.-Muy Señor mío y distinguido amigo:

Crcí poder suministrar á V. algo concreto acerca del asunto que motivó su grata última. Sobre su contenido hablé con el Oficial de este Archivo, Sr. Romero de Castilla, el cual me dijo recordaba que hace bastantes años, en tiempo de mi predecesor, por alguien de Madrid pidiéronse noticias acerca de los procesos, esos á que V. se refiere; que se efectuó una exploración y aun detenida busca; y que no solo no se tropezó con ninguno, pero que ni noticia ó antecedente encontróse siquiera acerca de ese asunto.

Como de casi todas las búsquedas que se efectúan aquí, queda minuta, ó nota, en la Secretaría, encargué al Secretario que me buscase esta, y la buscó en efecto, pero no encontró nada.

Lo único que existe, traído aquí sin duda con los procesos y papeles de la Inquisición de Toledo, es un cuadrito en tabla, muy deteriorado, representando la crucifixión del Niño. Aparece este en la cruz, rodeado de sus verdugos, uno de los cuales se entretiene en sacarle las entrañas, ó meter una mano en la profunda y ancha herida abierta en un costado. La pintura, aunque mala, puede muy bien atribuirse acaso á la época misma del suceso, ό á tiempo poco posterior...-M. Velasco y Santos.

(Documento oficial).

Archivo general central en Alcalá de Henares. Enero 11 de 1887. El Gobernador civil de la provincia de Toledo, D. Pedro Celestino Argüelles, al poner á disposición de este Archivo los papeles que de la extinguida Inquisición existían en el de dicho Gobierno, según comunicación de 11 de Enero de 1861, incluye un inventario que dice así:

«Archivo del Gobierno de Provincia.-Inventario de los documentos, que de la extinguida Inquisición existían en este Archivo de Provincia y por Real orden de 6 de Julio de 1860, comunicada por el Ministerio de Fomento, se remiten al Archivo central de Alcalá de Henares en la forma siguiente:

En 26 cajones, los legajos y sueltos que pertenecen á informaciones y genealogías de aspirantes á familiares del Santo Oficio, que van señalados con la letra Y.

En 30, los legajos y sueltos de causas, que van señalados con la letra C.

En 3, los libros en pergamino de registros, cartas acordadas por el Consejo, y algunos antecedentes de administración, señalados con la letra L.

El señalado con las letras C. L., lleva el cuadro que representa el sacrificio del niño de la Guardia, cuyo expediente no se hu visto entre los sueltos que se remiten.

En otro cajón, señalado con las letras Y. C., resto de informaciones y parte de libros.

Toledo, 4 de Enero de 1861.-El Archivero, Andrés Peironcely (Rúbrica).» (Lugar del sello.) V.o B. El Jefe. M. Velasco y Santos. Es copia conforme.-El Secretario, Ramón de Santa María.

El proceso que vió en 1845 el Sr. Amador de los Ríos, habia desaparecido al comenzar del año 1861; y sabe Dios dónde pára. ¡Ojalá no falte quien lo persiga y lo devuelva á la Historia!

Madrid, 14 Enero 1887.

FIDEL FITA.

II.

MEMORIA DEL SANTO NIÑO DE LA GUARDIA, ESCRITA EN 1544.

Biblioteca Nacional, códice Aa 105, fol. 32 r.-41 r.

1.- Memoria muy verdadera de la pasión y martirio, que el glorioso mártir, inocente niño, llamado Cristóbal, padesció en los palacios, ó cuevas, questán é se dicen del ino[c]ente en esta villa. de la guardia estramuros, según más largamente se dize abaxo en la relación, ó sustancia, del proceso de benito garcía gran cardador ó de las mesuras, judío herético condenado, y de los demás; lo cual fué y passó verdaderamente. Y de onze judíos que fueron, este benito garcia fué el que puso la corona en la cabeza y sacó el corazón del sancto niño inocente en oprobio y venganza de nuestro señor ihesuchristo y en lugar suyo, no pudiendo aver á él.

2. Y el principio de su dañada intención, sabido y averiguado por verdadera información, fué ansí que estando [que estavan] en el reino de francia ciertos judíos; algunos de los que fueron en crucificar á este niño bendito, y otros que no se devieron hallar en ello. Estos judíos se cree que serían de los que fueron huyendo de castilla quando el rey don fernando y la reyna doňa ysabel, católicos reyes de gloriosa memoria, constituyeron y hordenaron la sancta inquisición, pregonando (1) que todos los ju-díos, que estavan en sus reynos se baptizasen y tornasen christianos, ó se saliesen de ellos dentro de cierto término.

Juntáronse en francia muchos judíos dañados, con mal coraçón buscando qué manera ternían para vengarse de los christianos, y que todos pereciesen y la inquisición con ellos, para que ellos quedasen absolutos señores de la tierra para hacer cumplir y guardar su ley judaica ó mosaica. Por revelación diabólica fué á

* fol. 32 r.

(1) 31 Marzo 1492

* fol. 32 v.

ellos revelado, ó por consejo de algún judío sabio, ó por mejor
dezir hechizero; el qual dió industria horden y consejo para el
maleficio, que tenían pensado hazer, en la manera siguiente. Que
tomasen el coraçón de un niño inocente sin pecado y el sanctísi-
mo sacramento del altar, todo quemado y hecho polbos, y echado
en las aguas que oviesen de bever los christianos; que luego, en
bebiendo las dichas aguas, rabiarían todos y rebentarían; y de
esta manera serían [los judíos] vengados. Prosupuesto esto, y muy
determinados de hazello, creyendo que vendrían en efecto (1) *
su diabólica voluntad, procuraron de intentarlo de esta manera
que estando como estaban en cierta cibdad villa ó lugar de fran-
cia, el qual buscaban que fuese muy semejante á jerusalén, estava
allí un hombre hidalgo y pobre, el qual tenía muchos hijos; y
ellos, viendo su necesidad, parecióles que sería bien llamar á
aquel hidalgo pobre, y muy secretamente descubrirle debaxo de
juramento, ó palabra, que les tubiese secreto lo que le querían
dezir; y que le harían bienaventurado en dalle gran cantidad de
dineros, con que saliese de miseria y con que remediase sus
hijos, y no se viese en tanto trabajo de pobreza y necessidad. El
pobre hidalgo prometióles de les tener mucho secreto, y dixo que
le dixesen lo que querían, y no temiesen. Los judíos viéndolo, y
paresciéndoles la voluntad del hidalgo ser muy determinada,
dízenle así: Sábete que tenemos mucha necessidad, y nos va en
ello la vida, en que uno de todos tus hijos mates, y
le saques el
coraçón, y nos le des; y si lo hizieres, darte hemos todo lo que
quisieres para que no bibas en tanta miseria y pobreza; y más
valdrá que muera uno que no que perezcan todos de hambre, y tú
con ellos viéndote, como te vees, tan afligido. Por tanto, mira si lo
puedes hacer. El pobre hidalgo respondió como hombre de buena
sangre y como católico christiano, y dixo: Nunca Dios quiera que
yo mate hijo ninguno de cuantos yo tengo, ni tal crueldad cometa;
que aunque soy pobre, yo determino de passar mi miseria, pues
Dios es de ello servido. Despidiéndose de ellos, parece ser que
este buen hombre dió quenta de todo esto á su muger, contándole

(1) Harían venir á efecto.

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