El muy noble y leal Valle de Soba

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R. Velasco. Impr., 1893 - 261 páginas
 

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Pasajes populares

Página 250 - Virrey, Gobernador y Capitán general de las provincias del Río de la Plata en la...
Página 165 - Dios la dé un buen mozo y muy bien portado, con el cuello de oro y el puño dorado, y también su hermano muchos años goce, su padre y su madre que los arrecogen, también sus criados por que no se enojen.
Página 215 - ... o cualquier otro reparo ¿qué aprovecha? Cuando tú vienes airada, todo lo pasas de claro con tu flecha.
Página 165 - Salga doña (2) la del pelo largo, Dios la dé buen mozo y muy bien portado con el cuello de oro y el puño dorado, y también su hermano muchos años goce, su padre y su madre que los arrecogen...
Página 215 - Tantos duques excelentes, tantos marqueses y condes y varones como vimos tan potentes, di, Muerte, ¿do los escondes y traspones?
Página 148 - Beben cerveza, porque la tierra escasea en vino, y cuando se proveen de él al punto lo consumen en convites con los parientes. No usan aceite, sino la grosura y la manteca de vacas. Cenan sentados, dispuestos a este fin, asientos en las paredes. La edad y la dignidad llevan los primeros lugares. Mientras se sirve la bebida, bailan al son de la gaita y flauta... Vístense todos de negro, con sayos, de que forman cama, echándolos sobre jergón de hierbas. Beben en vasos de cera como los celtas; y...
Página 164 - Escuchen y atiendan,— nobles caballeros, oirán las marzas — compuestas de nuevo, que á cantarlas vienen— los lindos marceros en primera edad — y en sus años tiernos, como las cantaron — sus padres y abuelos, y hacemos lo mismo — para no ser menos. A lo que venimos, — por no ser molestos, no es...
Página 164 - Ni es descortesía ni es desobediencia en casa de nobles cantar sin licencia; si nos dan licencia, señor, cantaremos; con mucha prudencia las marzas diremos.
Página 244 - Por tanto mando y ordeno que se guarde, cumpla y ejecútese la presente ley como ley del Reino, promulgándose con la acostumbrada solemnidad, para que ninguno pueda alegar ignorancia y antes bien sea de todos acatada y obedecida.
Página 152 - Reinaba un humor extravagante en torcidos, entorchados, gandujados, franjas, cordones, bolillos, randas, cadenillas, pasadillos, abollados, y otros géneros de guarniciones de oro, plata fina y falsa, abalorio y acero, que tan costosos hacían los trajes, pues era muy común gastar doscientos, trescientos o más ducados en un vestido, cosa que en aquella época causaba la mayor admiración, y daba lugar a la pluma para publicar la exorbitancia. "No era inferior el brillo en las gorras y sombreros,...

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