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sin embargo de esto nunca se les ha visto desmayar sus ánimos, ni desamparar su puesto por mas riesgo que en el beian, y antes bien en el momento que se tocaba á generala estaba cada individuo en el que tenia señalado.

La parte de tierra de la Ciudadela, Bateria de San Sebastian, Parque de Artilleria y Cubo del Sur, estaban ya el dia DOS de Febrero demolidos sus merlones y mas de DIEZ Y SEIS varas de BRECHA abierta por el Porton de San Juan. En la tarde de este mismo dia embiaron los Enemigos un Parlamento, pidiendo la Plaza raro de unas capitulaciones honrosas en consideracion á la vigorosa defensa que se habia hecho, y á tener brecha abierta, pero el Vecindario y su Guarnicion no admitia mas contrato que el de vencer 6 morir por la RELIGION, por su REY Y PATRIA con cuyo motibo se tocó en el própio dia tres veces generala para estar todos prevenidos.

El Señor Gobernador y su Cavildo viendo las cortas fuerzas que tenia en ella, y lo expuesto que estaba á perderse, ocurrieron á Buenos Aires pidiendo auxilio de gente; y del que se solicitó, se remitieron solo quatro cientos ochenta hombres, entre Infantes, Dragones y Blandengues, que llegaron en la noche del dia primero de Enero al mando del Sr. Subinspector D. Pedro de Arce y se recivieron por la parte del otro lado de la Bahia, pues aunque en los dias antes se decia que habia llegado de Buenos Aires á la Colónia alguna Tropa para socorrernos, no pasaron de aquella. El Enemigo que sabia benian estos socorros, aprestó el SITIO por Mar y Tierra, y se resolvió á ASALTAR la Plaza antes que llegasen, como en efecto lo executó LA MADRUGADA DEL TRES DE FEBRERO citado á las DOS DE LA MAÑANA por la brecha referida, abanzando con una columna de Ingleses: esta fué rechazada por nuestros fuegos y algo destrozada, pero haviendo reforzadola de nuevo, atacaron con ella por el mismo Parage: distribuyeron al mismo tiempo algunos Piquetes de Tropa, soldados de Marina y Marineros en el flanco que hay entre el Cubo y Bateria de San Juan, salieron por esta, mataron algunos Artilleros, fueron tomando las Baterias que seguian hasta San José y clavaron al

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gunos cañones, y por el otro lado de la Brecha siguieron varios trozos á tomar la Plaza, los altos de la Iglesia y el Parque de Artilleria donde se hallaba el Sr. Governador que fué el primero que cayó prisionero con todos los que habia dentro de aquella Fortaleza al servicio de la Artilleria. La mortandad que huvo en esta calle hasta la Ciudadela de todos los Cuerpos ha sido muy crecida. El Batallon de Milicias que estaba destinado por la Muralla desde Sn. Francisco en virtud de orden que se le dió, pasó al momento á dar socorro en la Plazoleta de la Ciudadela, pero como ya los Enemigos tenian repartidas sus fuerzas por toda la Ciudad y tomados todos los puntos escepto el de la Ciudadela, nada pudo evitar aquel Cuerpo.

El Sr. Governador luego que cayó prisionero precaviendo lo funesto que podia ser para el Vecindario la pérdida de la Plaza por asalto, deseoso de evitar los males que prevehia, pidió permiso para ir á hablar con el General Ingles Sir Achmuty con el justo objeto de pedir por la Religion y por el Pueblo, y habiéndosele llevado á presencia de dicho Gefe, y hechole aquel petitorio le concedió que se respetaria la Religion y las propiedades: concluida esta dilijencia se retiró á la Ciudad y con aquel seguro mandó se entregase la Ciudadela como se verificó á las OCHO de la MAÑANA del citado dia TRES.

Las tropas enemigas mientras duró el toque de ataque no perdonaron la vida á nadie, pero despues que quedó ya todo sosegado, solo hacian prisioneros á todos los hombres que encontraban, fuesen blancos ó negros. La Marina con todas las Lanchas cañoneras se retiraron á las tres de la mañana al otro lado de la Bahia, y solo el Comandante de la corbeta de S. M. << La Atrevida », D." Antonio Ibarra se retiró estando ya la Fortaleza de San José tomada por los Enemigos dejando incendiado su Buque; y el Comandante de la Isla de Ratas D." José Piris Capitan del Regimiento de Infanteria de Buenos Aires la abandonó huyendo con su familia al otro lado de la costa dexando allí toda su guarnicion. Esta fué hecha prisionera luego que los Buques Ingleses entraron dentro del Puerto y

por consiguiente todos los de S. M y de Particulares que habia en la Bahia, y las Lanchas Cañoneras que dexaron nuestros Marineros abandonadas en la otra Costa las fueron tomando con lanchones armados.

Los Prisioneros que hacian dentro de la Ciudad los Enemigos, los iban encerrando en las Fortalezas y en la Iglesia Matriz, y los que hacian en la Bahia los llevaban á los Buques Ingleses, á los quales conduxeron tambien, en TRES DIAS consecutivos los que hicieron prisioneros dentro de la Ciudad. La mortandad que hubo de parte del Enemigo no pudo saberse con certeza porque nunca quisieron declararlo, pero si se ha savido que ha sido mucha, y de la nuestra de bastante consideracion, pues en tres dias continuos no se acabaron de

enterrar.

El trato que en los Buques daban á los Prisioneros era tan inhumano que muchos murieron de necesidad, y la mayor parte de ellos se hallaban yá á los siete dias enteramente enfermos y sin alientos para manejarse. El Cabildo ya por haber tenido noticia de este mal trato, y ya por los clamores que le hacian los Padres, Madres, Esposas, Hermanos y demas parientes de aquellos infelices Prisioneros, se interesó con el Govierno Britanico para sacarlos de la dura prision en que estaban, y á virtud de los muchos ruegos y súplicas que le hizo, pudo conseguir la livertad de algunos vecinos que se juramentaron, como lo habian hecho todos los demás en esta Sala Capitular, á cuyo acto concurrió el Sr. Governador Britanico á tomarles el juramento, el qual despues de prestado hacia firmar al mismo indivíduo en un Libro que tenia destinado á este objeto y se lo llebó aquel Govierno á la evacuacion de la Plaza sin que el Cavildo hubiese dexado constancia de dicho documento. Los demas Gefes y Oficiales nuestros, quedaron baxo su palabra de honor.

El número de heridos de ellos y nuestros que era considerable, ocupaba el del Enemigo solo la Iglesia Matriz, Hospitales y algunas casas particulares que se desocuparon, y los NUESTROS las Bovedas de la Muralla y Hospital del Rey.

Las Tropas Inglesas que entraron en la Plaza fueron como unos TRES MIL hombres, y las que quedaron fuera de ella campadas igual número: estas se mantuvieron alli hasta la entrada del Ibierno, que se retiraron unos á las casas del Cordon y otros á las de dentro de la Plaza que confiscaron; y á varias que alquilaron en ella: en estos términos estuvieron hasta la llegada del nuebo General el Exmo. Sr. D." J." Whittelock que vino á hacerse cargo del mando que tenia Sir Achmuty. Luego que vino y se posesionó dicho nuebo General de esta Plaza y de las fuerzas Enemigas trató la expedicion que imbadió á Buenos Aires y pasó mandandola. Al corto término de haverse apoderado de esta Plaza embiaron Tropas á tomar los Pueblos mas cercanos y haviendo llegado hasta San José se retiraron á tomar posesión del Canelon, Santa Lucia, y Colonia por expedicion de Mar: fueron desalojados por nuestras Tropas de los dos puntos primeros y lo huvieran sido tambien de la Colonia por las de Buenos Aires del mando del Sr. D." Xavier Elio, á no haber sido que parte de estas fuerzas, no observó las órdenes de este Gefe, quien sinembargo sorprehendió al Enemigo y entró en la misma Plaza, que por aquella inobservancia no pudo restaurarla y le fué preciso tomar la determinacion de salir de ella; pero no obstante tuvo el éxito de haber muerto y herido en aquella accion algunos Ingleses, y el de ponerlos en tal confusion que arte` de los Enemigos corrian en camisa con las ármas en la mano á embarcarse, y los buques por esta confusion tuvieron que ponerse en vela creidos sus capitanes que la Plaza se habia reconquistado. Despues de esta accion tuvo otra el mismo Sr. Elío entre el Rio de San Juan y de San Pedro de no poca consideracion, pues habiendo salido de dicha Plaza NUEVECIENTOS Y CINCUENTA soldados Ingleses con su pequeño Tren, á atacar á los nuestros que eran muchos menos por no habersele aun reunido á dicho Elio todas las fuerzas de su mando y haber huido la Caballeria que mandaba Nuñez, fué tal la defensa que hizo con aquella poca gente, y tan reñido el combate que casi llegaron á la mano con el Enemigo, de cuyo

combate resultaron de los nuestros algunos muertos, heridos y prisioneros; y de los Enemigos pasaron de CIENTO Y CINCUENTA entre muertos y heridos; quedando tan aterrados los Ingleses de esta accion, que las Tropas que se embarcaban para ir contra Buenos Aires se hallaban tan atemorizadas, que fué preciso para hacer el embarco de ellas é impedir no se les huyesen, acordonar el Muelle de Centinelas pues estaban muy acobardadas. Y no siendo para mas esta Acta la cerramos y firmamos para que sirba todo lo en ella expresado de perpétua constancia.- Pasqual José Parodi -- Pedro Francisco de Berro- Manuel de Ortega-José Manuel de Ortega-Manuel Vicente Gutierrez-Juan José Seco-- Juan Domingo de las Carreras -- Thomas Garcia de Zúñiga.

N. 13

CREACIÓN DE LA JUNTA GUBERNATIVA DE 1808

(L. C. de Montevideo)

En la Ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo, á veinte y un dias del mes de Septiembre de mil ochocientos ocho: hallandose juntos y congregados el M. I. C. J. y Regimiento de ella en su sala Consistorial, con asistencia del Señor D." Francisco Xavier de Elío y presencia de mi el infrascrito Escribano de S. M., siendo como las diez de la mañana, concurrió á las puertas de las casas capitulares un inmenso Pueblo que se difundia por toda la extensión de la Plaza mayor repitiendo los clamores de la noche anterior, é insistiendo en sus pretensiones y en la celebracion del Cavildo avierto que se les habia otorgado, y como el negocio impe

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