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bre de la reina el indulto á todos los confinados que siendo aptos personalmente para los trabajos ó las armas, no debieran ser excluidos del goce de esta gracia por la calidad do sus condenas, y que la calificacion de éstas se haria con estricta sujccion á los decretos de indultos generales "".

Todo esto, y áun algo más iba ya siendo necesario, porque se prolongaba el triunfo que se ofreció inmediato, y no se ignoraba que al alzamiento no era secundado, pues no descuidaban los sitiadores introducir periódicos en la plaza y escribir á los amigos y áun á los agentes con que contaban para infundir desconfianzas y desaliento. Hija de ellas fué sin duda la alocucion que el 3 de Marzo dirigió la junta de Cartagena á sus habitantes, para que sólo ocuparan las murallas las personas armadas encargadas de la defensa de la plaza "").

La aprehension el 3 de unas 70 cabezas de ganado cabrio por las fuerzas sitindoras, de que dió cuenta Córdova como de un hecho notable, por cogidas bajo el fuego del castillo de Moros, dijeron los pronunciados que lo hicieron porque los caballos que se adelantaron ostentaron bandera blanca en una lanza, y á favor de esta estratagema se apoderaron del ganado y se le llevaron á pesar de los disparos del castillo.

ESCARAMUZAS

LXIX

Al ponerse el sol de aquel mismo dia, D. Francisco Bayona, comandante del falucho Leonidas, con éste y los guarda costas tambien San Jorge, Atrevido y Tiburon, se dirigió hacia la ensenada

!!! Por el artículo 3.o se disponia que "el comandante de aquel establecimiento pondrá á disposicion de la junta los testimonios de condenas para su exámen y aplicacion de esta gracia. ››

"

4. Los confinados, á quienes so declare comprendidos en ella, continuarán, sogun se crea conveniente, en las brigadas de operarios para los trabajos de fortificacion, ó se destinarán durante las actuales circunstancias á los cuerpos que guarnecen esta plaza, y concluidas aquellas quedarán extinguidas sus condenas. Cartagena 29 de Febrero de 1844.-El presidente, Antonio de Santa Cruz.-El vocal secretario, Fulgencio Teruel.

(2) Véase documento núm. 14.

de Escombreras donde se hallaba anclado el bergantin Nervion, uno de los que bloqueaban la plaza y sobre el cual se hacia fuego de fusilería desde la costa, y al hacerlo de cañon contra el buque, halló interpuesto un brik-barca inglés mercante; mas en cuanto se puso á la vela á las ocho y media de la noche, rompióse el fuego, siguiéndole en la direccion que tomó el Nervión á incorporarse con el Manzanares que se hallaba al Sur del isloic. Pasó Bayona el resto de la noche cruzando en las aguas de Escombreras y las del boquete del puerto de Cartagena; salió á la madrugada con el Leonidas á hacer la descubierta, llegando á tiro de cañon de ambos bergantines, y regresando á Escombreras, donde zarpó el ancla y cadena que el Vercion, en su precipitala fuga, dejó abandonada, por no detenerse á levarla, y la trasladó al Tiburon para llevarla á la plaza. Echáronse al agua algunas embarcaciones menores que se hallaban varadas, y se remitieron á la junta; y habiendo observado que una avanzada se replegaba con direccion hácia las alturas, dispuso saltasen à tierra cincuenta hombres de las tripulaciones para provocar al onemigo; pero éste ocupó las alturas fuera del alcance del cañon, y observando á la vez que otras fuerzas pronunciadas se batian en guerrilla en la altura de la Campana, y que cargadas por superiores fuerzas se replegaban por escalones, rompió el fuego sobre las masas contrarias, que sostuvo por mucho tiempo, consiguiendo detenerlas & impedir que sacasen de un barranco una pieza de artilleria para colocarla en punto más conveniente, y observando tambien que por la parte de Levante se hacia un fuego nutrido y sostenido, echó á tierra á algunos nacionales que llevaba á bordo, satisfaciendo su deso de tomar parte en la acción, subiendo al castillo de San Julian.

En efecto, en la mañana del 4, y en combinacion con los buques, se efectuó una salida hácia Escombreras; acudió Concha con algunas fuerzas de todas armas; trabóse empeñada accion, pelcose bravamente en las alturas del Calvario, hinbo infinitos grandes hechos de valor personal en oficiales y soldados, valerosas cargas á la bayoneta, enardecidos todos cual si fuera extranjero su contrario, y al cabo de tal bregar, los sitia:lores volvieron á sus posiciones y los sitiados á la plaza, contando unos y otros, jefes, oficiales y soldados, muertos y heridos .

(1) "Los siempre valientes catalanes, decia ol Boletin de los pronunciados, se

El general Ruiz dirigió el 5 una alocución á los soldados y nacionales, diciéndoles que excedian en valor á los que muchas veces le acreditaron á sus órdenes en los campos de Aragon y Navarra, porque aquellos so batian frecuentemente con gente sin disciplina ni instruccion, y en la célebre jornada del dia anterior se batieron con tropas que tambien eran valientes y que llevaban la ventaja en el númoro; que de ellos era la gloria y suya la satisfaccion de haber conocido en la primera ocasion que les habia puesto á prucha, cuánto debia prometerse en adelante de su intropidez y arrojo: «un dia, cuando hayamos llenado el objeto de nuestra noble empresa, recibircis la recompensa que merecen vuestros servicios y que os asegura vuestro general.»

BLOQUEO DE ALICANTE Y CARTAGENA

LXX

Roncali, que en la mañana del 7 habia llegado á Muchamiel y situádose por la tarde con fuerzas considerables en San Juan de Alicante, intimó la rendicion de la plaza, estableció su linea de bloqueo, que fué adelantando á pesar de los disparos, que no alcanzalan, y se extendió el 9 desde el monte de San Julian al pueblo de San Vicente, ocupando su derecha el general Pardo y la izquierda el brigadier Larrocha. Se prometia estrecharle en cuanto fuera recibiendo muis fuerzas, aumentándoso tambien las que tenia con las que de la plaza se le pasaban.

Las enérgicas intimaciones que Roncali dirigió á Alicante,

condujeron en tan memorable jornada como era de esperar, y como en más de una ocasion tienen aereditado: igual comportamiento advertimos en el batallon franco de milicia nacional do Murcia, que, como en su parte dijo el Excino, señor general en jete, resistió impávido las granadas que le arrojaron los enemigos, habiendo sido cogida una de ellas y rota la espoleta por un indivíduo de la compañía de cazadores: los guias del general ocuparon igualmente al frente del enemigo las posiciones que se lez demarcó; la caballería y artillería merecen al propio tiempo nuestra consideracion, por el servicio importante que hicieron en dicho dia, y por último, la esforzada milicia nacional de esta plaza, se hizo acreedora á la gratitud de la patria por su prontitud en reunirse al primer toque de generala, y velocidad en relevar á la tropa de los puntos que cubria; todos, todos excedieron á lo mucho que esperábamos, por manera, que el enemigo, estarmentado, creemos que no vuelva á hacer otro ensayo.",

fueron contestadas el 9 ", y el 14 dió la terrible contestacion de que habia fusilado en el mismo dia á los oficiales prisioneros de Elda, como puede verse en el mismo número que el anterior do

cumento.

Presentése el 11 el general Senosiain con un batallon de Gerona; llegaron tambien ingenieros, y por mar D. Luis Pinzon á establecer el bloqueo maritimo con el vapor Isabel II, los faluchos Telégrafo y Rayo, el guarda-costas Argos y una escampavía. Los pronunciados tenian á su vez algunos buques, con los que desde Alicante y Cartagena hacian expediciones à Torrevieja y otros pueblos de la costa á provcerse de lo que necesitaban, obligando á Roncali estas excursiones á trasladarse á Santa Pola, donde tuvo el 12 su cuartel general, estableciéndole el siguiente dia en Villafranqueza.

Para estrechar el cerco aspilleraron y reforzaron los ingenieros á prueba de artillería la casa fábrica Alicantina, que al alcance do los fuertes de la plaza y San Fernando, y a tiro do metralla del mar, formaba la extrema derecha de la linea. Dos faluchos guarda-costas de los pronunciados, con 7 piezas, trataron de impedir las obras, con metralla y bala rasa, combinando una salida de la plaza; pero se aproximó el vapor Isabel II, se pusieron en movimiento las tropas de los puestos inmediatos á la línea, y se cambiaron algunos cañonazos y tiros de fusil, experimentando unos y otros contendientes algunas pérdidas.

El 16 quedó concluido, á pesar del cañonco de la plaza, el emplazamiento para los cuatro obuses de á 24 que quedaron en bateria en la Alicantina y casa de las Palmas, que a tiro de cañon de la plaza formaba la extrema derecha de la linea, que ocupada ya por las tropas, aseguraba á Roncali la posicion de un gran depósito de carbon de piedra, necesario para el Isabel II que se acababa de apoderar de la isla de Tabarca, abandonada por sus defensores.

Importante el bloqueo maritimo, reunióse en Santa Pola, al mando de Pinzon, una escuadrilla compuesta de la fragata Cristina, vapor Isabel II, bergantin Nervion y Manzanares, cl Rayo y seis guarda-costas, que efectuaron algunas operaciones: marchó Roncali el 20 á la Torre de la Isleta, à donde habia Hegado con el Isabel II el general Cotoner; mandó desembarcar diez piezas de á

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24, procedentes de la Isla Tabarca y de la fragata Cristina, y se aprestaba al ataque cuando llegase de Valencia la artillería, municiones y demas efectos, cuya remesa fué á acelerar el jefe de estado mayor brigadier Laviña, embarcándose el 21 ocho morteros, dos ubuses y doce piezas de á 24, con 400 disparos para cada cañon y un inmenso material de artilleria, que ocupó sobre catorco embarcaciones; y con las ocho piezas de á 24 que se desembarcaron de la Cristina, llegó á contar el ejército sitiador con unas treinta y ocho piezas, sin contar las de las fuerzas navales, pues todas se hacian ascender á 130 de todos calibres.

El 26 salieron algunas fuerzas de Alicante á cortar y recoger leña de la alameda, y fueron atacadas por la caballería sitiadora, con intencion de cortarlas, sin conseguirlo. Se produjo con esto un gran fuego de fusileria y cañoneo.

En la tarde del 28 efectuaron otra salida, apoyados en el fuerte de San Fernando, avanzando sobre las casas que ocupaba fuerza del provincial de Murcia, encargada de proteger el establecimiento de una de las baterias que se estaban construyendo contra el indicado fuerte, trabándose una pequeña lucha, y volviendo á poco cada fuerza á su respectivo sitio. A la madrugada siguiente efectuaron otra salida con mayores fuerzas y dos piezas hácia la Cruz de Piedra, y trabóse la lucha con los soldados de Saboya y Lusitania. que ocupaban aquel punto: acudió el brigadier Larrocha, adelantó Córdova el batallon de Almansa y un escuadron de Lusitania, y abrumados por tantas fuerzas los alicantinos, que no llegaban á 300 los infantes ni á 60 los caballos, se replegaron con algunas pérdidas, causándolas tambien. Dos obuses de los pronunciados hostilizaron en seguida la fübrien de las Palmas.

El 2 de Marzo terminó el desembarco de todo el material de sitio, á pesar de las dificultades que ofreció el mar; ayudó el brigadier Pavia, comandante general de las fuerzas navales, y se trabajó afanosamente en el establecimiento de las baterias, cuya operacion aseguraba el general Cotoner sobre la extrema derecha.

En la descubierta de este dia, aprovechando una salida que hizo Bonet, se pasaron algunos de los pronunciados, como sucedia diariamente con los de ménos ánimo ó ménos entusiastas.

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