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prorumpió toda la linea en gritos de entusiasmo y contento. ¡Candidez fuć! asi como el armisticio quo tanto se celebró por lo hidalgo y caballeresco, y si no fué la base, anticipó la gran catástrofe. Con dobles fuerzas Solis, y ventajosas posiciones, la victoria era segura, áun sin contar con la demostrada predisposicion de sus contrarios á no batirse con sus compañeros. Batiéndose, el primer batallon quedaba al momento prisionero, por rodeado y envuelto, y por el temerario movimiento de su coronel. Presos Puig Samper y Mac-crohon, y tomadas las dos piezas, quedaban aniquiladas las únicas fuerzas con que el gobierno contaba allí entonces, lo cual demuestra el poco acierto con que obraron las autoridades de Galicia, que á tamaño desastre so expusieron seguramente. El triunfo de la revolucion hubiera sido indudable, á no repotirse otra escena como la de Torrejon de Ardoz en 18-13.

Se ha pretendido cohonestar el proceder de Solis; pero no sc ha dado razon poderosa que disculpar pueda tamaño desacierto. Un triunfo era necesario, y el tiempo apremiaba. La conveniencia estaba sobre todos los afectos.

Fué justo el gran disgusto que produjo en Santiago esta tregua, y al decir Terrazo á Solis: «esto nos ha perdido para siempre, contestó: «estimo demasiado la vida de los soldados, para permitir se consiga con torrontes de su sangre, lo que puede obtenerse sin derramar una sola gota. ¡Cuántas hubo mar despues!

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que derra

Inspirando algunos recelos la tardanza del pronunciamiento de Pontevedra, fué Arias con una pequeña columna á protegerle, y a pesar de lo que trataron de impedirle las autoridades, al fin se efectuó el 9, presidiendo su junta de gobierno D. José Maria Santos, y haciendo de vocal secretario, D. Manuel Angel Couto ".

Puig Samper, en tanto, aumentó su fuerza con la que llevó el comandante general de la provincia de Orense, D. José Maria Cendrera; pero en cambio se unió expontáneamento a los pronunciados D. Manuel Buceta, con su destacamento: pronúnciase tambien Vigo antes de que fuera Solis, y siguieron el movimiento Bayona y su castillo, Tuy, Redondela, y la rica Península de Morrazo,

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(4) La completaban D. Diego del Villar, D). Francisco García Ramos, 1). Benito María Tomé y 1). Manuel Rodriguez.

(2) Fué Vicepresidente de su junta, D. Joaquin Yañez Rodriguez, y Secretario, D. Juan R. Nogueira.

cuya sublevacion promovió el presidente de la junta de Cangas, D. Manuel Maria Martinez.

Habiase puesto al frente de la sublevacion en Vigo, el brigadier Rubin, dando una proclama como autoridad, aún cuando ningun papel tenia asignado en aquella revolucion; antes por el contrario, asegúrose por algunos haberse presentado en los dias anteriores al gobernador de Vigo á ofrecerle sus servicios para el sosten de la tranquilidad y del gobierno de Madrid. Sintió Solis este contratiempo, y descó regresar á Santiago, ocupada por Puig Samper, que al saber que los pronunciados la habian evacuado en la noche del 10, entró en ella en la mañana del 11, concediendo generoso indulto «á todos los que arrepentidos de su extravío abandonasen la senda de la insurreccion, y desmintió además los rumores del armisticio, tratando á los pronunciados de fugitivos y cobardes. Se aprestó á ir á su encuentro; le aterró la noticia del pronunciamiento de Vigo, y regresó á Sautiago on una noche horriblemente tempestuosa, y en tan completa dispersion, como si fueran derrotados. Se retiró el 12 á Sigueiro, con mejor órden; volvió Solis á Santiago, y á no saberlo Cendrera por un estudiante, cayera en poder del pronunciado, y desandó el camino.

Creciente la revolucion, cra ya poderoso su ejército, pero convenia obrar rápidamente é inutilizar pronto á las dos únicas coJumnas que les combatian, ya que se perdió la ocasion de derrotar ó atracr á la de Puig Samper. Fatigada la do Condrera, y en terreno quebrado y montuoso, era fácil salirle al encuentro desde Caldas, & impedir se replegase á Orense, obteniéndose así un triunfo de valia; más Solís sólo se ocupó de Cendrera secundariamente, y creyendo rendir fácilmente á Puig Samper, salió en su busca, alcanzólo en Sigueiro, en cuyas casas estaba ya parapetada su gente, y fortificado el puente con dos piezas de á doce. Confiaba Solis en que no resistieran las fuerzas de Puig Samper, pero se desengañó en breve al ver que comenzaron el fuego y resistieron valientes el no menos valeroso empuje de los pronunciados. Despues de cuatro horas de sangriento bregar, sin que ninguno de los contendientes obtuviora reconocida ventaja, y siendo casi iguales las pérdidas, se retiró Solís, obligándole la lluvia y el frio á guarecerse en Santiago. Entonces reconoció que pudo haber atacado á Puig Samper tambien por la rotaguardia, yendo por el flanco izquierdo del camino á tomar un puente que está à dos leguas de la carretera.

Este general se retiró tambien hacia la Coruña, donde Villalonga habia mandado alzar los puentes y encender mechas para disparar contra los dos batallones de Zamora, si volvian para entrar en la Coruña, antes de haber aniquilado á los rebeldes.

JUNTA DE GALICIA-SE FRUSTRAN LOS PRONUNCIAMIENTOS DE MADRID Y MÁLAGA.

XXXVIII

La revolucion, en tanto, se habia extendido por toda Galicia: los pueblos de la costa habian constituido sus juntas de gobierno; lo mismo habian hecho todos los demás pueblos pronunciados, eligiendo otras tantas soberanías independientes, que lejos de ayudarse, se estorbaban; y conociendo Solís este mal, consiguió se convocase á los presidentes de las principales juntas, y se reunieron el 15 en Santiago, no asistiendo el de la de Lugo por la tardanza del aviso, y inostróse despues resentida ". Despues de algunos ligeros debates se instaló la junta superior de gobierno de Galicia, con carácter provisional, hasta que se constituyera definitivamente la central: dirigió un manifiesto, redactado por D. Antolin Faraldo, secretario de la junta; escitábase en él el patriotismo de los gallegos; se lisongeaban los sentimientos de provincialismo; se aclamaba á Isabel II libre y constitucional, y córtes constituyentes, y añadia: Hasta ahora la revolucion ha sido una horrible mentira, una farsa impia...; es tiempo de que se realicen las encantadoras proniesas que repitieron los falsos sacerdotes de la p››litica, recogiendo los frutos de tanta abnegacion y de tanto sacrificio. El pueblo conquistará en esta revolucion lo que le han arrebatado los cómicos de los pronunciamientos: pan y derechos. »

La junta de Santiago habia nombrado à Solis mariscal de campo el dia 7; pero como él y todos los militares se habian propuesto no aceptar empleo, grado ni distincion alguna, se negó decidido; pero la presentacion del brigadier Rubin, dejaba en mal lugar al verdadero iniciador del movimiento, y lajunta salvó todas las dificultades que esto originaba, ascendiendo á ambos á maris

(4) Segun lo demostró en su comunicacion de 21 de Abril, firmada por su presidente D. Manuel Becerra y Llamas, y el vocal secretario D. Domingo A. Pozzy.

cales de campo, si bien lo aceptó el pundonoroso Solis á condicion de quedarse con su empleo, concluido el pronunciamiento. Dióse á conocer á los dos jefes en la revista que se pasó el 15 en el campo de Santa Susana, mandando la parada D. Leoncio Rubín, que al desfilar las tropas les arengó pintándoles la situacion de España, que ellos iban á salvar, pucs sólo para guiarles á la victoria habia aceptado el nombramiento de mariscal de campo, y para defender el pueblo y las leyes sc habia puesto á su frente, jurando restaurar la nacionalidad do España, é independencia de sus hijos, sin haber más grito que el de libertad ó muerte. El entusiasmo fué grande, inmenso.

No podian compararse las fuerzas que conservaban el órden en la Coruña, Orense y el Ferrol con las de los pronunciados, superiores en número, pero siempre era una contrariedad que aquellas importantes poblaciones no secundaran el movimiento, como habian ofrecido, y se desesperaba ya que cumplicran; y no sólo este inconveniente, sino que se supo que acudia D. José de la Concha á combatir la insurreccion, y este era el mayor peligro á que habia que hacer frente, corriendo á ocupar los excelentes pasos para rechazarle en ellos, lo cual se podia hacer perfectamente sin temor, por dejar á la espalda todo un pueblo de dos millones de almas, apresurándose á formar nuevos tercios con licenciados del ejército.

Distribuyoso en dos divisiones la fuerza pronunciada; una para Lugo y otra para Orense, donde debía establecer Rubin su cuartel general, à la vez que Solís se aproximaba á la Coruña y el Ferrol para auxiliar el pronunciamiento de sus habitantes; fijando despues ambos generales el eje de sus operaciones en Orense y Lugo, como puntos avanzados para hacer frente á las tropas que bajasen de Castilla. Contentos y confiados salieron todos de Santiago, no sin dejar Solís recuerdos, particularmente en los heridos de Sigueiro, de sus nobles y generosos sentimientos.

PROCLAMAS DE LAS JUNTAS CAUSAS QUE IMPIDIERON LOS PRONUNCIAMIENTOS DE MADRID Y MÁLAGA.

XXXIX

En cuanto sc recibió en Paris y Londres la noticia del alzamiento de Galicia, se pusieron en relacion ambos centros y se fle

tó un vapor para conducir á aquellas costas á los Sres. Lemerí, Gandara (D. Joaquin), y D. Ignacio Gurrea, que con armas y pertrechos se hicieron á la mar, y llegaron á las aguas de Vigo cl 23, el dia de la catástrofe.

La junta directiva del alzamiento nacional, dirigió sendas proclamas á españoles y soldados, pintando en todas con los más negros colores la tiranía gubernamental y la abyeccion de los que la sufrian. Y es elocuente este párrafo de una de las proclamas que tenemos á la vista: ¿Qué haceis vosotros, intrépidos aragoneses, indomables catalanes, ardientes andaluces, é impotuosos valencianos? ¿A qué aguardais? ¿Os habreis resignado por ventura á vivir entre cadenas cual esclavos viles, amarrados al carro triunfal de esa napolitana.... que domina el trono y el gobierno?... Blasonais de monárquicos y leales, y dejaís el trono y la reina que lo ocupa sólo por vuestro heroismo, á merced de.... instrumento de sus maquinaciones para sentar en el trono de Castilla á un napolitano supersticioso y cobarde; para entregaros inermes à la codicia de Roma, y á la dominacion de la Francia. Para impedirlo, álcense las ciudades, levántense los pueblos; empuñemos todos las armas; trábese el combate en las calles y en los campos. ¿A quién temeis? Los soldados son españoles, hermanos é hijos vuestros; y por su propio instinto ó excitados por vuestro valor abandonarán á sus infames caciques y tremolarán valientes el pendon de la libertad y de la gloria. ¡Quén resiste á un pueblo que quiere ser libre!.... La junta vela, premia y castiga. ¡Viva la reina libre?»

Con no menos violencia se hablaba al ejército, declarándose rebeldes à la patria, á los jefes, oficiales y sargentos, que no se pronunciaran antes del 30 de Mayo; se concedian ascensos á los que lo hicieran, y se declaraba parricidas á los que mandasen hacer fuego contra los pronunciados, y á los que obedeciesen: que la patria agradecida adoptaria á las viudas y huérfanos de los que pereciesen en la lucha, y un monumento especial, ademas de la conmemoracion de la historia, perpetuaría los altos mereciinientos.

No se escascaron trabajos y esfuerzos para que otras provincias secundaran la sublevacion de Galicia, y especialmente en Madrid y Málaga, donde con buenos elementos contaba la junta; y aunque el regimiento de Navarra, que guarnecia á Madrid, habia marchado á Andalucia, le reemplazó el de Borbon, que desde Z

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