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tenere accipiat unam casam (latin) con XII cabriadas et una tierra de dos caffices sembradura (castellano) ubicumque voluerit (latin)... et una bestia asnar et una mora ó un moro (castellano).. et hoc accipiat de aver dambos (latin y castellano;» y el siguiente latino de Tafalla, confirmado en 1157 en 1255 y en 1355: «Si duo homines habuerint pleito inter se et se alzarent ad regem, ambos pasen Aragon si ad ambos placuit, et si non placuerit uno non debet eum seguir usque rex passe Aragon.»>

De intento nos hemos detenido en dar á conocer la antigüedad y lenguage de los primeros documentos castellanos, para que se vea que ha de renunciarse á citar ejemplos anteriores al siglo XI, y para que resulte conocida la estructura del primitivo lenguage' español, con el cual podrá ya contrastarse el que se usó en los documentos públicos del reino de Aragon de que mas tarde hablaremos. Por ahora adelantaremos que Aragon ostentó á veces cierta superioridad sobre Castilla en la esfera política, en la legal y aun en la lingüística, verdad que ya confesó el profundo Marina en su notabilísimo Ensayo, exponiendo «cuánto influyeron los usos y costumbres de Aragon y Navarra en los de Castilla.» (14) Sancho el Mayor dió en efecto á ese reino algunas leyes navarro-aragonesas: se sabe de los castellanos, que iban á Jaca á estudiar aquellos célebres fueros para trasladarlos á su pais: tambien es notorio que el matrimonio de los clérigos, asi como la famosa

(14) La constitucion aragonesa (dice el Sr. Escosura Hevia en su Ensayo sobre el feudalismo) fuè mejor que la castellana, la reconquista mas rápida y ordenada, la restauracion de las poblaciones con mas medios y bajo mejores auspicios, la civilizacion penetró antes y fué mas precoz, y hasta los reyes aragoneses fueron en general superiores, y en las Córtes la nobleza se unia mas al brazo popular que en las Cortes de Castilla.»

ley sálica é igualmente la representacion en Córtes del brazo de las Universidades, fueron importados de Aragon en Castilla; y en cuanto al lenguage, como que hubo, sobre todas estas, las mismas causas determinantes, no puede dudarse que se habló en Aragon un idioma del todo conforme cuando no mas rico que el castellano, (15) pudiendo asegurarse, como despues veremos, que, sobre ser un error filológico, es muy gratuita la suposicion de que los aragoneses usasen el romance lemoşin hasta que recibieron el castellano al advenimiento de D. Fernando de Antequera á quien, con mas razones de conveniencia que de justicia, declaró monarca de Aragon el Parlamento de Caspe.

Lo que sí hubo es un comercio recíproco de voces y giros entre aragoneses y catalanes, luego de unirse ambos estados, aceptándose en Aragon algunos vocablos, algunas desinencias, y sobre todo una gran parte de la literatura catalana ó provenzal, que en cierto modo eran un solo idioma y una misma poesia, desde que los Berengueres poseyeron la Provenza y exaltaron su cultura, Mas no solo no habia entonces desdoro en este género de imitaciones, como quiera que á ellas se ha debido en todas partes la formacion de los idiomas; no solo no era vergonzoso entonces, como ahora lo seria, el admitir voces estrañas, sobre todo cuando el idioma era en todas partes informe, balbuciente, necesitado é inconstituido, sino que el idioma lemosin ó provenzal era á la sazon el instrumento de la mas bella poesia, y estendía su influencia, no ya solo á la corona de Aragon, pero aun á la Francia toda, y, lo que es mas, á la misma Italia, sin que por eso pretendamos,

(15) Monlau, en su reciente Diccionario etimológico, dice acertadamente que Aragon contribuyó á pulir el romance castellano.

como algunos, que el Petrarca nos imitase ó nos copiase. El idioma lemosin, que algunos, con poca verosimilitud, suponen nacido del francés antiguo combinado con el enguage que llevaron á la Provenza los españoles allí refujiados á la invasion árabe; ese idioma que otros suponen (coetáneo del catalán) formado en el siglo X por el borgoñés y el latin corrupto, modificado por la casa aragonesa en el siglo XII, decaido y transfigurado en el XIII; no hay duda que se difundió por casi toda la corona aragonesa casi al mismo tiempo en que nacia verdaderamente el castellano, viniendo á formar en cierto modo los dialectos ó romances catalan y valenciano; entre los cuales y el provenzal y lemosin, de quienes dice D. Tomas Antonio Sanchez que fueron una sola lengua, establecen algunas diferencias los filólogos, pero conviniendo generalmente en que el lemosin puro fué modificado por el catalán, cuyo nombre tomó en la corona de Aragon, en que el valenciano procede del catalàn, y ambos del lemosin, habiéndose castellanizado el primero y afrancesado el segundo andando el tiempo, y en que el catalan tuvo cierto aire castellano (sin duda influido por Aragon) que le diferenciaba lo bastante del lemosin puro, el cual procedia del latin y el francés primitivo. Ese idioma, y mas bien que él su gusto y poesia, pasaron rápidamente los Pirineos desde que, en el decurso de pocos años, los Berengueres reinaron en Provenza y Aragon, á la primera mitad del siglo XII; fueron tambien llevados á Sicilia por Federico y á Nápoles por Carlos de Anjou (16), y despues influyeron hasta en la poesia castellana durante el siglo XIII con Alfonso XI,

(16) Hay, no obstante, quien atribuye á Alonso V de Aragon y á Fernando el Católico la influencia castellana sobre Nápoles que llegó (dicen) hasta el punto de hacer alli vulgar la lengua castellana: más tarde ya sabemos

si bien esta modificó á su vez el génio provenzal desde la coronacion de D. Fernando el de Antequera.

Algunos reyes de Aragon, prescindiendo de que sus conquistas sobre las Baleares, Sicilia y Nápoles, y aun sus empresas, primero sobre la misma Valencia, despues sobre el S. del Mediterráneo, unas veces por cuenta propia, otras en combinacion con Castilla, les hiciesen mas conveniente su residencia en los pueblos marítimos; preciso es confesar que por muy otras razones tuvieron hacia Barcelona У Valencia una predileccion que negaron constantemente á Zaragoza, tal vez porque en esta capital, cabeza natural del reino, se conservaban mas puras las libertades de Sobrarbe, que con frecuencia humillaban á los mas altivos monarcas, haciéndoles duro de soportar el freno con que se reprimian sus demasias ó sus naturales ímpetus de mando. Rey hubo, y á la verdad no de los que menos trabajaron en pró de las libertades públicas, si bien despues que las Córtes le destruyeron el privilegio de la Union, que salió hacia Cataluña, maldiciendo la tierra de Aragon y «era esta (como dice Zurita) general aficion de los reyes, porque desde que su cedieron al conde de Barcelona, siempre tuvieron por su naturaleza y antiquísima patria á Cataluña, y en todo conformaron con sus leyes y costumbres, y la lengua de que usaban era la catalana, y della fué toda la cortesanía de que se preciaban en aquellos tiempos.>>

Los monarcas, pues, no hay que negarlo, usaban con frecuencia en lo que á ellos tocaba, el idioma lemosin ó catalán. (17) Este lenguaje palatino, que por imitacion haque otro hombre ilustre de raza aragonesa, Antonio Perez, hizo familiar el idioma español entre las personas cultas de la corte de Francia con proveho de aquella literatura.

(17) Este nos parece el lugar oportuno para citar un breve pero apresiable trabajo que no hemos leido sino despues de preparado el nuestro par

blarian tambien los cortes anos, como hoy se habla el francès en algunas córtes de Europa, en donde es, para esplicarnos á la moderna, lenguaje oficial; era el que nuestros monarcas empleaban aunque no siempre, como escritores, como ordenadores de su casa, como príncipes y aun como particulares; á lo cual contribuia, segun ya hemos insinuado, el vigor con que florecia la poesia provenzal y el constante apoyo que recibió de nuestros reyes el arte de bien decir, en el cual fueron algunos estremados, y otros muy dignos de mencion, como se prueba con los nombres de Ramon Berenguer V, Alfonso II, Pedro II, Jaime I, Pedro III, Pedro IV, y el infante D. Fadrique que reinó en Sicilia.

Todavía pudiéramos añadir que no solo en aquello á que llegaba, para espresarnos asi, la accion privada del Rey, sino aun en las escrituras de fundacion, en algunas cartas pueblas, en libros de cuenta y razon (18), en los procesos (19),

la impresion. Nos referimos al Discurso sobre el origen, uso y cultura de la lengua española en Aragon, impreso en el Memorial literario de febrero y marzo de 1788, en el cual se desarrollan en general las propias ideas que en esta Introduccion, faduciéndose tal cual vez argumentos idénticos, como el que mas adelante presentamos acerca de los vocablos aragoneses declarados por Blancas. Enuncia, comunmente sin correctivo, las ideas de Masdeu que considera á los idiomas catalan y valenciano como padres del provenzal y castellano, de Bastero que tiene á la poesia vulgar por hija de la literatura provenzal, de Nasarre que supone la inmigracion de esta en Castilla, y de Terreros que atribuye por el contrario á la influencia castellana de los tiempos de Fernando el Magno la entrada del idioma general en Aragon; pero supone que no existen documentos castellanos anteriores al siglo XIII contra lo que llevamos demostrado, explica la coleccion legislativa del obispo Canellas como prueba de que el catalan era una de tantas lenguas como en Aragon se usaban, y asegura, en fin, que de los instrumentos consta haber hablado siempre el español los reyes aragoneses, que es lo que en el texto á que se refiere esta nota no nos atrevemos á asegurar por nuestra parte.

(18) En 1848 se publicó, con otros documentos sobre la segunda espedicion de Alonso V en 1432, un «Libre ordinari de dates, fetes per en Bernat Sirvent tesorer general desde maig de 1432 fins lo derrer die de decembre apres seguent.»

(19) Sirva de ejemplo el que se formó para justificar en 1363 la muerte del infante D. Fernando hermano de Pedro el Ceremonioso.

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