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DEL TERCER

CONGRESO CATOLICO NACIONAL

ESPAÑOL

DISCURSOS

pronunciados en las sesiones públicas

Y

RESEÑA DE LAS MEMORIAS Y TRABAJOS

presentados en las secciones de dicha Asamblea

CELEBRADA EN SEVILLA EN OCTUBRE DE 1892 .

SEVILLA

Est. Tip. de EL Obrero de NAZARET, de C. de Torres y Daza
1, Farnesio, 1

1893

NOTICIA HISTÓRICA

DEL

TERCER CONGRESO CATÓLICO ESPAÑOL

o es solamente el cumplimiento de un artículo reglamentario lo que motiva la publicación de Jesta CRÓNICA. La celebración del tercer Congreso Católico español en la insigne Metrópoli Hispalense, es uno de los acontecimientos más grandiosos que en el orden religioso ha presenciado nuestra patria en este último tercio del siglo XIX. La asistencia de Prelados ilustres, el número de socios inscritos, el renombre de los oradores, los discursos pronunciados en las sesiones públicas, los trabajos de las secciones, los temas debatidos, las sabias conclusiones que han sido fruto de aquellas tareas, y otras mil circunstancias, han dado á esta Asamblea tal grandeza é interés, que se hace necesario un libro, cuyas páginas sean perpétuo y fiel recuerdo de tan notable suceso. De este modo, los que sólo por referencia tienen una idea vaga del Congreso de Sevilla, podrán completarla, y los que á el concurrieron tendrán

ocasión de renovar frecuentemente las gratísimas impresiones allí experimentadas.

Acordado por los RR. Prelados, reunidos en el Congreso Católico de Zaragoza, que el siguiente se celebrase en Sevilla, y designada más tarde para su apertura la fecha del 26 de Abril, en que la Metropoli Hispalense sogran Doclemniza la festividad de su glorioso Patrono el tor San Isidoro, procedió su dignísimo Arzobispo el Excelentísimo Sr. D. Benito Sanz y Forés (hoy Cardenal de la Santa Iglesia) á disponer lo necesario para la ejecución de este acuerdo, no bien hubo llegado el tiempo oportuno. Fué uno de sus primeros actos el nombramiento de una Junta Organizadora, compuesta de personas caracterizadas por su posición social, acendrado catolicismo y demás recomendables cualidades, para que entendiese en los necesarios preparativos y en todo cuanto pudiese contribuir á dar el mayor explendor á esta Asamblea. Esta Junta se constituyó el 16 de Noviembre de 1891 y estableció su centro en el Palacio Arzobispal, donde celebró sus sesiones, siempre bajo la presidencia del Prelado, habiendo sido su primer acuerdo elevar un respetuoso Mensaje al Soberano Pontífice, implorando su bendición, al cual se dignó contestar Su Santidad en una afectuosa carta. La Junta permaneció constituida hasta el 6 de Diciembre de 1892, en que cesó en sus funciones por haber terminado su cometido, quedando desde esta fecha encargada de cumplir sus acuerdos relativos á la publicación de esta CRÓNICA, una Comisión nombrada por la misma Junta.

La atenta comunicación dirigida por el Excelentísimo Sr. Presidente de la Junta Organizadora á todos sus VV. Hermanos los RR. Obispos españoles, participán

doles la celebración del Congreso, aludía á las modificaciones que, de acuerdo con los mismos RR. Prelados, se había considerado oportuno introducir en el Reglamento que había regido en los dos Congresos anteriores. La reforma más importante se refería á las ponencias que había de nombrar la Junta para cada sección, con el objeto de estudiar las memorias que fuesen presentadas sobre cada tema y formular la conclusión que habia de discutirse. Esta reforma reglamentaria estaba aconsejada por la experiencia y respondía al deseo de facilitar los trabajos de las secciones. La carta de que hablarnos lleva la fecha del 8 de Noviembre de 1891, é iba acompañada del Reglamento y del programa de los puntos que deberían tratarse en la Asamblea,

Las contestaciones de los RR. Prelados no pudieron ser más expresivas ni lisonjeras. Todas ellas reflejan vivos sentimientos de adhesión, ofreciendo á la vez su más decidido apoyo. Pruébalo bien claramente la inmediata constitución en todas las diócesis de juntas ó comisiones nombradas por los RR. Ordinarios, para promover los intereses de la anunciada Asamblea, ora procurando el mayor número de inscripciones, ora estimulando á los escritores católicos, para que enviasen sus trabajos á las secciones del Congreso. Merced á tan activa propaganda fué creciendo de día en día el número de socios titulares y honorarios y el de las memorias escritas sobre los temas publicados.

Las dignas Autoridades de Sevilla al recibir la noticia oficial de la celebración del Congreso Católico, se apresuraron á contestar al Excmo. Sr. Presidente de la Junta Organizadora, congratulándose por este fausto suceso y prometiendo su entusiasta cooperación.

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