Como secretario de la Sociedad Arqueológica de Carmona voy á tener el honor de presentar á vuestra consideración, en resumen y bosquejados á la ligera, los trabajos que la Sociedad ha terminado, los que tiene en vías de ejecución y los en proyecto. Si bien ninguno de ellos es de grande importancia, demuestran, al menos, el entusiasmo que anima á sus autores y su afición á cultivar cierta clase de estudios, contribuyendo cada cual en la medida de sus fuerzas al progreso y adelanto de las ciencias históricas. Si más no ha hecho la Sociedad, debido es, no á pereza ni desidia, sino al poco tiempo que cuenta de existencia y al inmenso cúmulo de dificultades y obstáculos con que ha tropezado en su camino, máxime habiendo tenido necesidad de crearlo todo.

El día 24 del pasado mes de Mayo ha hecho un año que se constituyó la Sociedad Arqueológica de Carmona. Se formó en un principio con algunas de las personas que acudieron á recibir á las Comisiones que fueron invitadas con motivo de la inauguracióu de la Necrópolis Romana el 24 de Mayo del año anterior, y que habían demos

trado de antemano afición por los estudios artísticos ó las ciencias históricas. En este primer año la Sociedad no ha podido llevar a cabo todos los proyectos que desde un principio se propusiera; sin embargo, ha procurado llenar su cometido de la mejor manera posible, y esto basta á su satisfacción. Poco es, en verdad, lo hecho hasta hoy; pero abriga la esperanza de que trabajando sus individuos en los años venideros con asiduidad y constancia iguales á las desplegadas en el presente, sus esfuerzos no resultarán inútiles para la difusión y el adelantamiento de las ciencias patrias.

Los fines principales que la Sociedad Arqueológica persigue son los siguientes: Primero, reconocer y estudiar las muchas antigüedades que esta población encierra; segundo, llevar á cabo excursiones, no sólo á los despoblados de los alrededores, sino que también á otros puntos fuera del término rural de Carmona, aunque sin traspasar nunca los límites de Osuna, Écija, Lora del Río, Pedroso, Alcalá del Río, Alcalá de Guadaira, Arahal y Marchena. En tan grande extensión de terreno, sembrado por doquier de restos antiguos de todas clases, no faltarán, seguramente, ocasión y motivo para los trabajos á que la Sociedad se dedica. Tercero, hacer excavaciones y estudios prácticos en los sitios más convenientes; cuarto, procurar por todos los medios posibles la conservación de los monumentos antiguos; quinto, adquirir cuantas inscripciones se encuentran en Carmona y pueblos limítrofes, por la mucha importancia que tienen en los estudios históriços, ó bien sacar facsímiles de ellas, si su adquisición no fuera posible. Algo ha hecho ya la Sociedad en este sentido. Dos de sus miembros, los Sres. D. Juan Fernández López y D. Jorge Edward Bónsor, se hicieron de la inscripción de Tito Emilio Pudente, mencionada en el tomo segundo de las Memorias Literarias de la Academia Sevillana, y la cedieron al Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad, el que determinó unir sus pedazos (estaba partida) y colocarla en las Casas Capitures. La Sociedad, ayudada por el Sr. D. Nicanor López Blanco, alcalde presidente de Carmona, ha gestionado también cerca del Arzobispo de Sevilla el permiso para desenterrar la tan preciada cuanto discutida inscripción de Ceres Frugifera, la que, según el ilustrado miembro de la Academia Sevillana, D. Cándido María Trigueros, debe estar debajo de las gradas del altar mayor del convento de Agustinas Descalzas. El Arzobispo de Sevilla no sólo concedió el permiso, sino que nos ha estimulado en varias ocasiones para emprender la obra, aplazada siem

pre por nosotros efecto de nuestras múltiples ocupaciones. Respecto á otras inscripciones, hé aquí lo que la Sociedad ha conseguido: se ha proporcionado dos facsímiles, traídos de Écija y de Mairena, este último propiedad de D. Felipe Méndez. Pueden verse en la Biblioteca de la Sociedad. Tiene también en su poder doce copias de otras tantas inscripciones que se hallaron el año de 1643 en la obra de la casa del señor del Saltillo, cuyas copias fueron sacadas por un testigo presencial, y contienen anotaciones relativas à la dimensión, forma y color de cada piedra. Los facsímiles están en el primer cuaderno de la Historia de Carmona, escrita por D. Manuel Fernández López, el cual los tomó á su vez de un libro manuscrito titulado Invención de Nuestra Señora de Gracia, de autor anónimo. Este manuscrito se guarda en la Biblioteca Colombina de Sevilla. Cuenta, por último, la Sociedad con otra pequeña inscripción funeraria, de mármol blanco, procedente de Carmona, existente hoy en la colección del distinguido anticuario D. Francisco Mateos Gago. Sexto y último, celebrar reuniones ordinarias y extraordinarias, en las segundas de las cuales se dará cuenta detallada de los trabajos realizados por los socios.

En este primer año ha tenido la Sociedad treinta y seis sesiones ordinarias, celebradas en los días 1.o, 10 y 20 de cada mes, y siete extraordinarias. Pasaré por alto las primeras, en las que sólo se ha tratado de asuntos particulares ó de régimen interior, cuya exposición consta en el correspondiente libro de actas.

SESIONES EXTRAORDINARIAS

Primer día de Septiembre de 1885

En este día se dió lectura á dos Memorias, escritas con motivo de la excursión al castillo y túmulo del Alcaudete, y exploración de la cadena de los alcores. Son autores de las Memorias los señores don Jorge Edward Bónsor y D. José Vega y Peláez, el primero de los cuales

presentó también un plano del gran túmulo. Acompañaron á los excursionistas el socio fundador D. Aniceto de la Cuesta y un obrero de la necrópolis romana llamado Luís Reyes.

Día 16 de Octubre de 1885

Se leyó la Memoria escrita por el socio fundador D. José Pérez y Cassini, con el resultado de la excursión verificada á la Peña de la Sal (municipio Flavio Arvense), y dos notas originales de los señores Bónsor y Fernández López (D. Juan), sobre las marcas de alfareros y fósiles, recogidas por el socio D. Aniceto de la Cuesta. Abraza la Memoria curiosos detalles de los despoblados y márgenes del Guadalquivir, llenos hoy de restos romanos; y contiene razonadas observaciones sobre los curiosos objetos allí encontrados. Las marcas de alfareros traídas de la Peña de la Sal han aumentado grandemente el número de las que ya se conocían, y sus leyendas arrojan bastante luz para el conocimiento de la vida comercial en el municipio Flavio Ar

vense.

Día 19 de Septiembre de 1885

El vicepresidente de la Sociedad, D. Manuel Fernández López, dió lectura de la Memoria que lleva por título «Alcázares y Puertas de Carmona.» Comprende la descripción de los alcázares llamados de la Puerta de Sevilla, de Arriba y de la Reina. Va acompañada de un plano del segundo alcázar y dos dibujos, representando el uno la Puerta de Sevilla y el otro los restos de pinturas murales que aun se ven en el destrozado salón de los Presos. Describe también las Puertas de Sevilla, Morón, Marchena, Córdoba y la Sedia, enumerando los hechos históricos más notables ocurridos en la ciudad durante las dominaciones romana, árabe y cristiana. En prueba de la satisfacción con que habia oido su lectura, la Sociedad acordó por unanimidad publicar la Memoria á sus expensas.

Días 27 y 28 de Marzo de 1886

En estos días se leyó el libro que con el título de «Necrópolis Romana de Carmona» había escrito, por encargo de las Reales Academias de la Historia y de San Fernando, el presidente honorario de la Sociedad, Excmo. Sr. D. Juan de Dios de la Rada y Delgado. Demasiado conocido es de todos este trabajo para que sea necesario enumerar uno por uno los grandes méritos que lo avaloran. Su mucha extensión y la índole de esta Memoria-resumen no lo permiten; pero aun cuando así no fuese, jamás intentaríamos el desmenuzarlo, que siempre resultaria deficiente y pobre nuestro esfuerzo, tantas son las bellezas que contiene y tan profundos los conocimientos históricos que en él campean. Para juzgarlo, sería preciso poseer las cualidades de sabio y poeta que adornan á su autor, como con mucha oportunidad dijo en aquella noche uno de nuestros convecinos.

Dia 14 de Mayo de 1886

Se dió lectura á las «Memorias Religiosas de Carmona,» escritas por el vicepresidente de la Sociedad, D. Manuel Fernández López. En ellas se hace la historia de las parroquias, conventos, ermitas y casas benéficas de nuestra ciudad, acompañada de una ligera descripción artística de los mismos. Ilustran este trabajo multitud de documentos, sacados, unos, del Archivo municipal, y otros de archivos particulares, abarcando un periodo de cuatro siglos. (Desde el XV al XVIII.)

Día 21 de Mayo de 1886

Se dió lectura á la Memoria que lleva por epigrafe «Familias é Hijos Ilustres de Carmona,» original de D. Manuel Fernández López.